Los métodos
histórico-críticos. Ejemplos
PEDRO GÓMEZ
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El primer versículo de la sura 17 cuenta el viaje
nocturno
de Mahoma, en 622, desde la mezquita de La Meca a la de Jerusalén, a
1.200 km
de distancia.
"Exaltado sea el que hizo viajar a su siervo, de
noche,
desde el santuario prohibido al santuario lejano, cuyos alrededores
hemos
bendecido, a fin de hacerle ver algunos de nuestros signos" (Corán
50/17,1).
Según los relatos musulmanes Mahoma realizó un
vuelo, guiado
por un ángel, a lomos de un jumento alado, con rostro de mujer, desde
la
mezquita (prohibida) de La Meca hasta la mezquita (lejana) de
Jerusalén.
Aterrizó en la explanada del templo, donde dejó marcada la huella de su
pie, y
de allí ascendió al cielo, donde vio el Corán.
Podemos puntualizar. La leyenda del viaje
nocturno de Mahoma
no solo es inverosímil, sino que dice cosas imposibles, porque
entonces, en
622, no había ninguna mezquita en Jerusalén y, sobre el monte del
templo, solo
había escombros. Hasta 691 no se inició la construcción del Domo o
Cúpula de la
Roca, por mandato de Abd Al-Malik (685-705).
Hay que destacar que en las numerosas
inscripciones del Domo
de la Roca no se encuentra ni una alusión a ese viaje nocturno, cosa
extraña,
si ese era el lugar privilegiado donde el profeta árabe aterrizó y se
elevó al
cielo. La leyenda simplemente no existía a final del siglo VII.
Juan Damasceno, en 746, recoge la opinión común
de que la
revelación de Mahoma había tenido lugar durante el sueño.
Los críticos actuales sostienen que esta sura 17
se escribió
probablemente para justificar la conquista de Jerusalén, en 637-638
(Leila
Qadr). El estrato más antiguo del texto se refería, inspirado en una
versión
midrásica, al viaje nocturno de Moisés que sube en busca de la Torá al
monte
Sinaí. De modo que la redacción original sería: "Exaltado sea el que
hizo
viajar a su siervo, de noche, a fin de hacerle ver algunos de nuestros
signos", continuando coherentemente en el versículo siguiente: "Hemos
dado a Moisés el libro y hemos hecho de él dirección para los hijos de
Israel" (50/17,2).
En consecuencia, "su siervo" no es otro que
Moisés. Luego, el versículo sufrió una interpolación tardía con la
mención de
las mezquitas, y alteró su significado para encumbrar a Mahoma como
profeta y
divinizar el Corán. Y hay otro dato elocuente: la sura se llamó con
anterioridad "Los hijos de Israel", y no "El viaje nocturno".
Distinguir
cristianos y nazarenos
Antonio Moussali utiliza la
salmodia del texto coránico para detectar inserciones.
"Encontrarás que los más fuertes de los humanos
en
enemistad hacia los creyentes son los judíos y los asociadores. Y
encontrarás
que los más cercanos en afecto hacia los creyentes son los que dijeron:
‘Somos
nazarenos’. Es que hay entre ellos sacerdotes y monjes, y no se
engríen"
(Corán 112/5:82). Entra en contradicción con:
"¡Creyentes! No toméis como aliados a los judíos
y a
los cristianos [nasara]. Son
aliados
unos de otros. Quien de vosotros se alíe con ellos, es de los suyos"
(Corán 112/5,51).
Aquí, la mención "y a los cristianos" (nasara) rompe el ritmo de la frase:
es
un añadido.
Por otra parte, la traducción de nasara por cristianos es errónea.
El calificativo nasara,
nazarenos, aparece en el Corán
actual de manera confusa. Propiamente los nazarenos eran una secta
judeocristiana vinculada y coligada con Mahoma. En ocasiones, el Corán
designa
así a los cristianos, pero todas las designaciones de los cristianos
como nasara son tardías, por
lo que no
figuraban en el texto originalmente, además de ser inexactas.
A los cristianos se les denomina tardíamente
"asociadores"
(muchrikun, shirk), como ataque a la teología
trinitaria. No se refiere a
supuestos politeístas, que no existían significativamente en Arabia.
Pero el
Corán también llama asociadores, en pasajes más tardíos a los rebeldes
de la segunda
guerra civil (680-692). Por ejemplo: Corán 87/2,193 y 88/8,39.
La
Meca
¿existía en tiempos de Mahoma?
"La obra de referencia sobre el origen de La Meca
es la
de Patricia Crone, una islamóloga danesa que enseñó en las
universidades de
Cambridge y de Princeton.
Una ciudad
desconocida
por los geógrafos de la antigüedad
Antes del islam, ningún geógrafo de la antigüedad
menciona
La Meca, ni directa ni indirectamente, ni bajo el nombre de La Meca, ni
tampoco
bajo un nombre vagamente parecido.
El comercio mequí
La ciudad estaba situada en un valle estéril.
Según la
historia califal, obtenía su subsistencia del comercio internacional y
las
peregrinaciones.
El supuesto comercio no es mencionado más que en
los
documentos califales. Tratándose de un comercio internacional, se
debería
hablar de él también en los países de destino, lo que no ocurre nunca.
Además,
en aquella época, el comercio a gran distancia se hacía por mar. En la
Roma de
Diocleciano, a finales del siglo III, el transporte del trigo era 25
veces más
barato por mar que por tierra. De La Meca a Siria, a más de 1.300 km
por
tierra, el transporte hubiera sido ruinoso. El comercio terrestre a
gran
distancia era económicamente impracticable en la época de Mahoma, desde
hacía
siglos.
Las tradiciones suníes mencionan ocasionalmente
un puerto de
La Meca, Suayba o Suaybiyah, pero no encontramos traza alguna en ningún
documento, ni siquiera con un nombre vagamente parecido. De todas
formas, las
tradiciones hablan la mayor parte de las veces de un comercio
caravanero.
Las caravanas no tenían ninguna razón para pasar
por La
Meca. Allí no podían avituallarse, porque no se cría nada en esa
región. Se
supone además que los mequíes vivían exclusivamente de importación. No
es
tampoco una encrucijada de rutas caravaneras y, en particular, la ruta
del
incienso, que estaba en manos de un comercio puramente local, pasaba a
160 km
de allí, cuando se suponía que el incienso era uno de los productos con
los que
comerciaba La Meca.
Las tradiciones califales se refieren a incienso,
especias,
oro y plata. Sin embargo, el incienso y las especias se exportaron
mediante
caravanas a gran distancia solamente hasta mediados del siglo II de
nuestra
era. Después, el transporte fue exclusivamente marítimo, y no se
encuentra
ningún testimonio de caravana de incienso o especias desde más de medio
milenio
antes del islam.
Las tradiciones suníes mencionan las
exportaciones de oro y
plata como parte de la vida de La Meca, pero no encontramos traza ni de
minas
en la región, ni de ese comercio, en los documentos de los países que
se supone
que eran los destinatarios, el imperio romano, luego bizantino, y el
persa.
También mencionan el cuero, los vestidos, los
camellos y los
asnos, la mantequilla y el queso. Todos estos productos son de escaso
valor por
unidad de peso, y su transporte a larga distancia, mediante un
procedimiento
tan costoso como la caravana, es económicamente imposible. Además,
todos esos
productos se pueden encontrar en Siria, mucho más cerca de los imperios
romano
o persa. Los romanos o los persas no pueden haberlos importado de La
Meca,
puesto que en la Meca no crece nada. Para atravesar por La Meca, debían
proceder del sur de esta ciudad, en Yemen, a 2.500 km de distancia. No
tiene
ninguna verosimilitud transportar mediante un procedimiento ruinoso, a
lo largo
de 2.500 km, productos disponibles en Siria.
En fin, ese comercio internacional no aparece
mencionado en
ningún documento, ya sea griego, latino, copto, arameo o siríaco. Ese
comercio,
sea bajo el nombre de La Meca, de los mequíes, o de los curaisíes, es
tan
desconocido como la ciudad."
(Capucin, Histoire
de
l'islam et de Mohammed grace aux méthodes modernes. 2008:
113-114.)
El
Corán ¿proclamado
por un analfabeto?
"Los eruditos musulmanes insisten mucho en el
hecho de
que Mahoma era analfabeto, porque, según ellos, esto prueba el origen
divino
del Corán: este, inimitable, no puede haber sido compuesto por un
hombre
analfabeto y, consiguientemente, inculto.
El fundamento de esta idea se encuentra en
algunos
versículos del Corán donde a Mahoma se le llama ummi. Esta palabra viene de la raíz
um, madre, y
de la derivación ummah,
hombre del pueblo o comunidad de los musulmanes. Ummi, adjetivo formado de ummah,
significa perteneciente al pueblo o comunidad musulmana, por oposición
a
extranjero. En los primeros siglos del Islam, los hombres del pueblo
eran a
menudo analfabetos, y ummi
terminó
por tomar este sentido. Este argumento es frágil, porque nada en el
contexto
del versículo aboga por el sentido derivado, analfabeto, en vez de por
el
sentido principal, perteneciente al pueblo.
Los traductores están divididos. Denise Masson,
una de las
grandes islamólogas, rechaza el sentido de iletrado, y traduce por
"profeta de los gentiles" (es decir, de los no judíos), mientras que
el Kazimirski, otro traductor de primera fila, acepta la tradición
musulmana y
traduce por profeta iletrado.
Si admitimos el sentido derivado, la conclusión
propuesta
por los eruditos musulmanes tampoco se sigue: hoy, una persona
analfabeta es
ciertamente inculta, pero no era lo mismo en el siglo VII. En efecto,
la poesía
árabe, desde el principio del siglo VI al principio del VIII, fue
transmitida
por tradición oral. Los poetas componían y sus oyentes aprendían y
transmitían
sin escritura. En esa época, no era necesario saber escribir para tener
una
cultura literaria. Incluso si Mahoma hubiera sido analfabeto, no
podemos
concluir que hubiera sido inculto, e incapaz de componer el Corán.
El Corán mismo, además, conduce a la certeza de
que Mahoma
sabía leer: el ángel le ordenó a Mahoma leer los versículos que le
mostraba por
escrito. Para los eruditos musulmanes, se trata de un milagro: antes de
cada
encuentro con el ángel, Mahoma no sabía leer, y después de cada
encuentro ya no
sabía leer.
Así, incluso basándonos en el Corán, el
analfabetismo de
Mahoma es poco seguro."
(Capucin, Histoire
de
l'islam et de Mohammed grace aux méthodes modernes. 2008:
119-120.)
Otro testimonio sobre
Mahoma alfabetizado:
"Al examinar los escritos no musulmanes, la
cuestión no
ofrece dudas: así, Sebeos, un obispo armenio escribió hacia 660 una Historia de Heraclio, treinta años
después de los hechos, y no más de doscientos, como los textos
musulmanes que
afirman el analfabetismo de Mahoma. Esta historia contiene la siguiente
frase:
"Estaba muy bien instruido y manejaba con
facilidad la
historia de Moisés."
Un hombre difícilmente puede ser analfabeto a la
vez que
está muy bien instruido y familiarizado con la historia de Moisés, es
decir,
con la Torá. Esa idea solo es defendible para eruditos que se limitan a
un
marco autorreferente. Tan pronto como salimos de este marco, se hace
evidente
que el analfabetismo de Mahoma es una idea tardía, inventada por los
comentaristas para dar credibilidad al Corán. Es una dificultad más en
la
historia califal del Corán."
(Capucin, Histoire
de
l'islam et de Mohammed grace aux méthodes modernes. 2008:
129-130.)
La
datación de los estratos del Corán
"1º. El primer estrato, que lleva el nombre de
Corán,
es el leccionario formado durante la vida de Mahoma, antes de 634 por
lo tanto,
a partir de traducciones y paráfrasis de la Torá y el Evangelio de
Hebreos.
Forma alrededor de un cuarto del Corán actual.
2º. Aproximadamente la mitad del Corán actual
está formada
por discursos de Mahoma recolectados por Utmán, hacia 650, pero
pronunciados
por Mahoma antes de su muerte en 634.
3º. Los versículos que incluyen las palabras
islam o
musulmanes datan de después de 691, porque estas palabras se
introdujeron
cuando se crearon estos términos para sustituir a los de mahgrāyē o muhāŷirūn.
4º. Las interpolaciones que introducen el nombre
"Mahoma"
en el Corán datan de después del momento en que Mahoma fue considerado
profeta,
así que en cualquier caso después de 686, y probablemente mucho más
tarde,
porque hacia 720 su papel profético todavía no era aceptado
generalmente. Por
la misma razón, hay que datar en el mismo período el versículo que hace
de él
un modelo a imitar, y los que describen los actos que hay que imitar:
el
matrimonio con la esposa de su hijo adoptivo, la parte del botín que
corresponde a Mahoma, y que luego corresponde al califa, ya que este
último
imita a Mahoma, el cambio de quibla, etc.
5º. Las prescripciones jurídicas se introdujeron
después del
libro de jurisprudencia islámica Al
fiqh
Al-Akbar el, por tanto, después de 750.
6º. Las más de 300 "Di:" se añadieron entre los
años 800 y 827.
7º. Los más de 100 versículos donde falta el
"Di:"
se introdujeron después del año 827 y antes de la fijación definitiva
del Corán
hacia 850."
(Capucin, Histoire
de
l'islam et de Mohammed grace aux méthodes modernes. 2008: 159.)
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