El idioma del
Corán no es una lengua, sino una fabricación artificial
DAVID BELHASSEN
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Hapax legomenon
es una expresión en griego que designa el fenómeno lingüístico
(bastante raro) en el que una palabra aparece una única vez en un
texto. Ahora bien, el número de hapax
legomenon en el Corán es enorme: ¡varios cientos, incluso más de
un millar si agregamos los bilegomenon
(con dos ocurrencias) y trilegomenon
(con tres ocurrencias)!
No
encontramos esta impresionante cifra en ningún otro texto, religioso o
no. La Biblia, por ejemplo, no contiene más que unas docenas.
Cómo explicar
este fenómeno tan específico del Corán y que le confiere una apariencia
de "riqueza de vocabulario", cuando en realidad demuestra una pobreza
increíble.
La respuesta
es evidente: la del Corán no es una lengua, sino una especie de
"esperanto" de Oriente Medio, un idioma artificial compuesto y
fabricado ad hoc a partir de
tres lenguas: el himyarita, el hebreo y el arameo (en su variante
"siríaca" tardía). Al vocabulario de estas tres lenguas sobre las
cuales se forjó el "esperanto coránico", hay que añadir algunos
préstamos del griego, del persa y del etíope.
Y esta es la
razón por la cual el idioma coránico tiene un aspecto tan "enigmático"
para los oídos de los hablantes del árabe (excepción hecha de algunos
expertos en lingüística), que son incapaces de "descifrar" el Corán.
¿Cuántos de ellos, incluidos algunos de los más leídos y cultivados,
pueden comprender realmente, por ejemplo, el significado (y la
etimología) de un término como "abariq" (وأباريق) que de hecho viene
del hebreo "bareqet" (ברקת) y que designa una copa "centelleante como
un relámpago" (o sea, engastada de piedras preciosas como la esmeralda,
fijadas en el pectoral del Sumo Sacerdote, véase la Biblia, Éxodo
39,10).
También a
partir de la raíz BRQ de esa palabra hebrea forjó la tradición
musulmana el nombre de la legendaria cabalgadura alada de Mahoma,
Al-Burâq -en árabe, البراق-, para dar a entender que su caballo era
"rápido como el relámpago".
Pero en lugar
de reconocer la fabricación artificial y tardía del esperanto coránico
(no antes de principios del siglo VII d. C.), los "hablantes árabes" se
disculpan atribuyendo al desconcertante fenómeno de la multitud de sus hapax legomenon, ¡un origen...
divino ("la lengua de Alá")!
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