El Estado Islámico reivindica el atentado contra un autobús de cristianos coptos en Egipto

AFP/LE FIGARO




Al menos siete personas han sido asesinadas, y siete heridas, en el ataque a un autobús de peregrinos coptos en la provincia de Menia. Iban en peregrinación al monasterio de San Samuel, el viernes 2 de noviembre de 2018.


Al menos siete personas han muerto y siete han resultado heridas en un ataque este viernes en Egipto, más de un año después de un ataque similar reivindicado por el Estado Islámico, contra un autobús que transportaba a fieles cristianos coptos. Las víctimas viajaban en un autobús que fue blanco de los disparos en la provincia de Menia, a unos 200 km al sur de El Cairo, donde hacían una peregrinación al monasterio de San Samuel.


Según la televisión estatal, las fuerzas de seguridad persiguen a los autores del atentado, reivindicado por el Estado Islámico a primera hora de la tarde por medio de su órgano de propaganda Amaq. "Mis condolencias, con profunda tristeza, a los mártires que hoy han caído a manos de traidores (...)", ha escrito el presidente Abdel Fatah al-Sissi en Twitter. "Deseo una pronta recuperación a los heridos y confirmo nuestra determinación de seguir luchando contra el negro terrorismo y perseguir a los responsables", agregó.


En mayo de 2017, 28 peregrinos coptos, entre ellos muchos niños, ya habían sido asesinados en Menia por hombres armados, también cuando viajaban en un autobús por la misma zona donde ha ocurrido el ataque este viernes. El Estado Islámico reivindicó este ataque así como varios atentados anticristianos que habían dejado un centenar de muertos desde el final de 2016. El último ataque mortal contra fieles coptos se remonta a diciembre de 2017, cuando un yihadista del Estado Islámico mató a nueve personas en la iglesia de un barrio al sur de El Cairo.

 


Objetivo preferente


La serie negra ha golpeado a los coptos desde el final de 2016. En diciembre de ese año, un ataque suicida, reivindicado por el Estado Islámico, contra una iglesia de El Cairo, contigua a la catedral de San Marcos, sede del papa de la Iglesia copta ortodoxa, Teodoro II, produjo 29 muertos. En mayo de 2017, el Estado Islámico reivindicó igualmente el ataque contra un autobús que transportaba a peregrinos, semejante al de este viernes. Unos hombres enmascarados ordenaron a los cristianos que bajaran del autocar y abjuraran de su fe, antes de ejecutarlos. Egipto respondió a este atentado con ataques aéreos contra campamentos yihadistas en la vecina Libia.


En abril, otros dos atentados del Estado Islámico, perpetrados por kamikazes contra dos iglesias en Tanta y Alejandría, produjeron 45 muertes. El presidente Abdel Fatah al-Sissi decretó el estado de emergencia. Este ha sido renovado continuamente desde entonces. Además, bajo la amenaza de los extremistas, decenas de familias coptos huyeron en febrero de la región cercada del Norte del Sinaí, escenario de una insurrección del Estado Islámico.


Los extremistas han atacado regularmente a las fuerzas de seguridad, sobre todo desde que el ejército destituyó al presidente islamista Mohamed Morsi en 2013. Cientos de policías y soldados han sido asesinados en cinco años de enfrentamientos en una región completamente cercada y totalmente inaccesible para la prensa. En febrero de 2018, el ejército lanzó una vasta ofensiva contra los yihadistas en el Sinaí. En octubre, atribuían a esta operación un balance de más de 450 yihadistas muertos.


La comunidad copta es la comunidad cristiana más importante y más antigua de Oriente Medio, con alrededor del 10% de los casi 100 millones de egipcios. Los coptos constituyen un objetivo preferente para los yihadistas del Estado Islámico y otros islamistas extremistas. Estos últimos los acusan de apoyar al presidente Abdel Fatah al-Sissi desde que este último, entonces jefe del ejército, destituyera en 2013 el hermano musulmán Mohamed Morsi, elegido jefe del Estado un año antes.

 


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