La islamización a cara descubierta

Los que pueden hablar de esto, los que deben callarse...

BOULEVARD VOLTAIRE




Durante varios días, los periodistas Davet y Lhomme han sido invitados en todas las televisiones y las radios para promocionar su libro Inch'Allah, l'islamisation à visage découvert.


Los hechos están ahí, numerosos, bien descritos. Vemos que las prohibiciones religiosas condicionan el conjunto de la vida cotidiana. Descubrimos que barrios enteros se cierran en el comunitarismo donde se come según el islam, se viste según el islam, se habla árabe. En estos territorios que ya no son Francia, uno ya no se mezcla con los otros. Los colegiales rechazan el sonido de las músicas occidentales, ya no dibujan caras, ya no entran en habitaciones con muebles rojos, admiten solamente lo halal. Las mujeres son relegadas al lugar que se les asigna en el mundo islámico. Estos barrios islamizados están ahora por todas partes en Francia, incluso en ciudades medianas. Departamentos como el Sena-Saint-Denis implantan casi la secesión del sacrosanto "vivir juntos". Todo esto está muy bien manejado.


Personalmente, estoy encantado de que la verdad sobre los peligros de la islamización de Francia salte a los medios de comunicación, por fin.


Pero no entiendo. ¿Por qué cuando dos periodistas eminentes hablan del islam son grandes reporteros, y por qué, cuando los tildados de "fachas" alertan sobre hechos similares, se amenaza con cerrar los sitios (Jean Jacques Bourdin quería que se prohibiera el sitio facha)? ¿Quién decide, en las altas esferas, quién debe poder hablar y quién debe callarse? ¿Quién decide quiénes deben ser considerados héroes y quiénes deben ser designados como bastardos?


Entonces, ciertamente, siguiendo el trabajo de campo de sus cinco estudiantes, Davet y Lhomme deslizan el sempiterno "nada de amalgamas" durante sus entrevistas promocionales. Señores, ustedes llevan quince o veinte años de retraso en darse cuenta. Durante todos estos años, ustedes no han visto o no han querido ver la realidad. En esta realidad, el 35% de los votantes franceses se preocupaban de ello en la elección presidencial de 2017 (sin contar los abstencionistas). ¿Van a dejar pasar quince o veinte años más para hacer el análisis correcto? ¿Van a comprender por fin que el problema es mucho más fuerte que los "factores socioeconómicos" de los barrios y que no se limita al "islamismo radical"? ¿Cuándo van a comprender ustedes y sus eminentes colegas que los problemas que plantea el islam, en cuanto religión expansionista, no se podrán resolver nunca con las políticas mantenidas persistentemente desde hace décadas?


Un pequeño consejo de lectura: lean el Corán, lean la historia de los cristianos de Oriente y tendrán las ideas más claras. Recuerden también esta frase de Yusef al-Qaradaui, de los Hermanos Musulmanes, en 2002: "Con vuestras leyes democráticas, os colonizaremos. Con nuestras leyes coránicas, os dominaremos".


Reflexionad todavía, pero, por favor, no esperéis veinte años para entenderlo, sin duda será demasiado tarde...



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