En muchos aspectos, la Iglesia católica y el cristianismo en España se encuentran en una situación crítica. Cabe señalar algunas circunstancias importantes:

1. La falsificación ideológica de los hechos acontecidos en España desde 1931, promovida e instituida por las leyes llamadas de «memoria histórica» (2007) y «memoria democrática» (2022).

2. El olvido generalizado de la persecución religiosa contra la Iglesia y el cristianismo llevada a cabo por organizaciones de izquierda entre 1931-1939, y el gobierno del Frente Popular (1936-1939).

3. La aparición reciente de un nuevo anticristianismo fomentado por el PSOE, Podemos y otras formaciones de izquierda.

Ataques de partidos políticos:

https://religion.antropo.es/_textos/2021.Ataques-libertad-religiosa-Espana.pdf

4. El desarrollo de movimientos y organizaciones laicistas anticristianas, infiltradas en universidades y organismos culturales, muy sectarias. Como Laicismo.org, Europa Laica, el Seminario Galileo Galilei de la UGR, etc. También incide la masonería y dan apoyo muchos intelectuales ateístas.

5. La crisis interna de la Iglesia como institución presente en la sociedad, sobre todo a partir del concilio Vaticano II. En la actualidad, lo más grave es el estado de abandono de miles de parroquias, que carecen de párroco.

6. La falta de formación de los cristianos en general y también el desfase en la formación del clero, anclado en una filosofía obsoleta o extraviado en una teología meramente kerigmática, desprovista de un sistema de pensamiento sólido.

7. La hostilidad hacia el cristianismo dominante en los medios informativos y en los sistemas de enseñanza, incluida la universidad, con un enorme desconocimiento del tema y alineados con la izquierda más reaccionaria y anticlerical.

8. Los jóvenes españoles de las últimas generaciones no solo son masivamente incultos sobre religión, sino que se muestran cargados de prejuicios, transmitidos a través del sistema educativo, por los medios en general y, en particular, mediante un uso sesgado de Internet.

9. Los movimientos y comunidades cristianas de base han fracasado en toda la línea. En balance, casi solo han producido crítica destructiva: no han aportado nada relevante a la teología, salvo contaminarla de marxismo dogmático; han destrozado la liturgia con celebraciones sin estilo, desacralizadas y politizadas; han sustituido la ética cristiana por un militantismo izquierdista ciego. Han estado y están trabajando para los enemigos de la Iglesia y del cristianismo.

10. Los peligros que entraña la creciente invasión del islamismo. Con respecto al islam, hay una total ignorancia y gran ingenuidad por parte de la sociedad. Más aún, el clero y la jerarquía eclesial andan lamentablemente desorientados, a veces empeñados en un diálogo cristiano-islámico basado en falsedades y en una ocultación de la fe propia y la del otro.