Exijamos un referéndum sobre la inmigración

LAURENT OBERTONE




Advertencia. Lo que está a punto de leer es muy sensible y puede percibirse como "ofensivo" para algunos lectores.

Hola, mi nombre es Laurent Obertone. Soy periodista de investigación y autor de investigaciones independientes. Mis libros, como Francia naranja mecánica, o Guerrilla, han vendido cientos de miles de ejemplares en Francia y en todo el mundo.

A menos que hayáis pasado los últimos cinco años en una cueva, habéis oído hablar de la explosión de crímenes y delitos en Francia.

Puede que incluso los hayáis sufrido de cerca.

Ya lancé la alerta en Francia naranja mecánica, en 2013, porque preveía que esta explosión era solo el principio. Y las cifras lo confirman hoy.

Las "violencias gratuitas", es decir, cometidas sin un motivo aparente, producen oficialmente casi mil víctimas al día.

Así, cada año, varios cientos de miles de franceses, víctimas de la inseguridad cotidiana, caen bajo los golpes y a veces mueren por un "vivir juntos" que nunca ha sido tal.

Como he demostrado en Francia naranja mecánica, y como atestiguan numerosos estudios, algunas comunidades de inmigrantes están fuertemente representadas en esta delincuencia.

En aquel momento, contra todo pronóstico, los medios de comunicación me invitaron. Los políticos me leyeron.

Pero no se ha hecho nada.

Podría ahogaros con cifras de las agresiones, las violaciones, los robos y el terrorismo.

Pero hay algo mucho más urgente.

 

Francia va a llegar a un punto de ruptura

Acabo de publicar un nuevo libro, Francia prohibida, ya a la cabeza de las ventas, a pesar del espeso silencio mediático que lo rodea.


Demuestro, punto por punto, que Francia, tal como la conocemos, va a desaparecer en unas pocas décadas, si los franceses no hacen nada ahora.


Todo lo que digo está verificado. Yo no he hecho más que recopilar las pruebas, estudios de todo el mundo, de investigadores universitarios, de organismos oficiales.


Francia prohibida incluye 65 páginas de fuentes y bibliografía -para que cada cual pueda comprobar mis comentarios por sí mismo-.


Pero no os escribo hoy para hablar de mi libro.


Es porque creo que está a punto de producirse una crisis aún más grave que la explosión de delincuencia.

Nos estamos acercando a un punto de ruptura.

Si los franceses no hacen nada, Francia se va a hundir poco a poco, de manera irreversible, en las tensiones y la fragmentación sangrienta del territorio francés.

En los próximos meses, cabe esperar todavía más delincuencia, ultraviolencia, muchos disturbios diseminados por todo el territorio. Poco a poco toda la normalidad de este país se va a derrumbar. Las fuerzas del orden estarán sobrepasadas. Nuestro país se verá desbordado por sus sectores comunitarios.

Lo que nos espera a corto plazo es o bien la guerra civil, o la partición irremediable de nuestro país.

Supongo que, al leer estas líneas, quizá vais a deciros:

"Eso no puede suceder. No en Francia. No es posible."

Pero quién habría imaginado, hace unos años:

- Que los terroristas asesinarían a tantos franceses.
- Que zonas enteras de nuestro territorio escaparían a todo control.
- Que tantos ciudadanos serían linchados por "bandas".
- Que ningún acontecimiento festivo podría desarrollarse sin violencia.
- Que todas las tardes, o casi, "gente joven" sostendría una verdadera guerrilla contra Francia, emprendiéndola violentamente contra policías, bomberos, o a cualquiera que no sea de los suyos.

Esto no es más que el comienzo del proceso.

 


El chantaje del racismo

Creedme, no soy de esos que lanzan predicciones infundadas. No tengo ningún interés en intentar asustaros por nada.


Soy celosamente independiente, no estoy próximo a ningún partido, no estoy financiado por nadie. Solo doy la supremacía a los hechos. Simplemente saco la conclusión lógica de las investigaciones que he realizado para el libro Francia prohibida.


Desarrollé exactamente la misma reflexión, cuando analicé la explosión de crímenes y delitos en Francia naranja mecánica. Todo el mundo se escandalizó entonces.

 

Pero, con el tiempo, todo el mundo ha podido comprobar que yo tenía razón.

Todo el mundo, menos algunos medios de comunicación.

Al contrario, la mayoría de los comentaristas autorizados me acusaban, me acusan y me seguirán acusando de "hacer el juego de la extrema derecha".

 

Mientras que yo me limitaba a exponer los hechos, solamente los hechos y únicamente los hechos, sin tomar posición nunca.

El chantaje del racismo es su mejor medio de censurar los hechos. Prohibir cualquier forma de debate racional. Y así, privar a los franceses de su derecho a saber, de su libertad de opinión y de su deber de actuar.

Desde entonces, ya no he sido invitado a los principales medios.

Y esto no va a arreglarse con mi nuevo libro, Francia prohibida, que, como su título indica, ataca el tabú supremo, el de la inmigración.

La inmigración no es por lo general más que una cuestión de emoción, de postura partidista: o uno está violentamente a favor, o uno está violentamente en contra, pero a fin de cuentas nadie analiza objetiva y racionalmente la magnitud y las consecuencias de la inmigración.

Yo lo he hecho.

 

 
Una inmigración sin precedentes

La inmigración masiva extraeuropea que conocemos no tiene ningún precedente histórico.


Hoy, el 18% de las personas que viven en Francia, y más del 40% de los recién nacidos son "percibidos como no blancos", como dicen los demógrafos. Es un fenómeno fulgurante, inédito, masivo, de consecuencias incalculables. Y esto no es más que el principio.


En apenas cien años, la población del África subsahariana se va a multiplicar por cuatro. Esta región, en gran medida subdesarrollada, no tiene económicamente ninguna oportunidad de continuar con ese crecimiento demográfico, que nada podrá contener. En vuestra opinión, ¿adónde irán esos miles de millones de jóvenes en busca de una vida mejor?


El propio presidente Macron confesaba en BFM Televisión, el 15 de abril de 2018: esta demografía africana es "una auténtica bomba". Su ministro del Interior, Gérard Collomb, por su parte, evocaba una probable "inundación migratoria".

 


Los franceses autóctonos serán una minoría en 2060

Puesto que no tienen suficientes hijos, los europeos, y todo lo que les es propio, simplemente serán reemplazados por poblaciones extraeuropeas. Francia no será ya Francia. La Unión Europea y la ONU no parecen inquietarse por ello, sino todo lo contrario. La ONU recomienda explícitamente esta "migración de reemplazo".


¿Es esto realmente lo que quieren los franceses? ¿Queréis ver desaparecer a vuestro pueblo? ¿Que vuestro país y vuestra civilización se borren del mapa y de la historia?


La inmigración masiva extraeuropea que conocemos es:


- una carga económica,

- un factor en la implosión de nuestra sociedad,

- una máquina para empujar nuestro nivel de vida hacia abajo.


Este tema va a monopolizar pronto todas las noticias, y va a polarizar todas las preocupaciones. Las reivindicaciones comunitarias y las tensiones políticas envenenarán nuestra democracia.


Cuanto más se posponga este debate, menos podrá llevarse a cabo, y menos podremos actuar.


Por supuesto, lo más importante no es lo que va a pasar si no hacemos nada, sino lo que podemos hacer juntos para evitarlo.


¿Pensáis quizá que el gobierno no dejará que se instale el caos?

Grave error.


Recordad una cosa simple: desde hace más de 40 años, han sido los sucesivos gobiernos los que han dejado que la situación se pudra.


¿Creéis que el gobierno actual es, en este asunto, diferente de los otros? ¿Creéis seriamente que una valentía repentina se va a apoderar de nuestros altos funcionarios y nuestros ministros? Mucho marear la perdiz.


Cuando se alcance el punto de ruptura, nuestra vida cotidiana será cada vez menos "pacífica".



Pronto será demasiado tarde

Podría hablaros del racismo antiblanco, de esa manía tan biempensante de acusar a los blancos de ser culpables de todo, y pretender que los otros nunca son responsables de nada.


Podría hablaros de este mito de la "discriminación", que hace recaer todos los fracasos de la inmigración sobre la sociedad francesa. Podría detallar las razones por las cuales ese "vivir juntos" no es una oportunidad, y no tiene ninguna posibilidad.


Podría seguir así durante mucho tiempo. Os lo he dicho: he escrito varios libros para recopilar y exponer todos estos hechos, entre ellos el último, Francia prohibida, que prueba largo y tendido todo lo que estoy tratando de avanzar.


Pero es urgente que actuéis.


Mi objetivo aquí ya no es alertaros o aportaros nuevas pruebas: os llamo a actuar.


Por eso lanzo esta petición, con la ayuda de la asociación Damoclès.


A vosotros os toca ahora actuar. Ningún otro podrá hacerlo por vosotros, es vuestra responsabilidad individual.


Debéis actuar. Y rápido.


Porque cada momento cuenta.


Porque, una vez más, no esperéis que el Estado tome la iniciativa.


No esperéis tampoco que los medios hablen de ello. Según la revista Marianne, el 87% de los periodistas franceses están a favor de la regularización automática de todos los "sin papeles".

 

Por el contrario:

- el 75% de los franceses piensan que hay "demasiados" extranjeros en su país (sólo el 11% de ellos considera "positivo" el impacto de la inmigración).

- el 71% de nuestros compatriotas piensan que hay que restablecer las fronteras nacionales, y una mayoría de ellos que hay que "cerrarlas totalmente a los refugiados" (IFOP, 2015; IPSOS, 2016 y 2017).

- el 68% de ellos manifiestan como "opuestos" a la llegada de barcos con migrantes africanos (IFOP, abril de 2015).

- Y los europeos son de la misma opinión (IPSOS, 2011). La inmigración es su primer temor, y la principal preocupación de los franceses, por delante de la economía y el desempleo (Eurobarómetro, 2015).

Sí, podéis actuar y poner fin a esta verdadera negación de democracia. Todavía es posible apagar el incendio.

 

 
Otros países lo han hecho

Hungría decidió detener la inmigración, con vallas de púas y con leyes más estrictas. Lo ha conseguido totalmente.


Japón, a pesar de su baja natalidad, rechaza recurrir a la inmigración masiva, de modo que no conoce ninguno de los problemas que conocemos nosotros.


Australia controla cuidadosamente a sus inmigrantes. Es perfectamente posible hacer otro tanto.


Por toda Europa, se levantan voces para reconducir a nuestros dirigentes hacia políticas finalmente realistas.


Pretender que no se puede rechazar la inmigración o que no se puede devolver a los "migrantes" es una mentira, que en el mejor de los casos se debe a la ignorancia, o, en el peor, a la ideología.

 


Exijamos al presidente Macron que actúe urgentemente y convoque un referéndum sobre la inmigración

- el 76% de los franceses desean un referéndum sobre la inmigración (IFOP, 2018).


- el 71% de entre 25 y 34 años juzgan que el ritmo de la inmigración es "demasiado alto" (IFOP, 2017).


- el 72% de los franceses piensan que la inmigración "es un proceso preocupante, que causa problemas de coexistencia entre culturas muy diferentes y amenaza en último término nuestro modo de vida" (IFOP, diciembre de 2017).


- el 54% de los franceses no creen que este fenómeno sea inevitable (IFOP, diciembre de 2017), e incluso desean "la marcha de un gran número de inmigrantes que viven actualmente en Francia".


Cuando se quiere, se puede.


Los franceses quieren, los franceses pueden, nuestras élites no quieren. Esa es la verdad.


Así pues, mantened vuestro papel con confianza: la mayoría de los franceses está con vosotros. Sólo está callada, dormida. Paralizada por las amenazas de lo políticamente correcto. Y vosotros tenéis el poder de despertarla.


¿Cómo?


Dejando de temer lo políticamente correcto. Difundiendo la información. Y en primer lugar, firmando esta solicitud: pedid al presidente Macron un referéndum sobre la inmigración.

 


Actuemos a todos los niveles

1. Lo primero, firmad esta petición: pedid al presidente Macron un referéndum sobre la inmigración. Para esto, basta rellenar el formulario con una dirección de correo electrónico válida (atención, una única por persona). De la gestión se encargará la asociación Damoclès.


2. Luego, escribid a vuestro diputado y a los senadores. Samuel Lafont, de Damoclès, os enviará todo lo necesario para hacerlo, por correo electrónico, con una carta tipo, tan pronto como hayáis firmado.


3. Finalmente pediréis a vuestro alcalde que firme oficialmente: para esto también recibiréis todo lo necesario para entregárselo por correo electrónico, después de vuestra firma.

 

Además, compartid esta página masivamente, por las redes sociales y por correo electrónico.

Compartid el enlace https://damocles.co/referendum-Immigration

Imprimidlo, haced prospectos.

El pueblo tiene derecho a saber.

También tiene derecho a pensar, y ahora debe actuar. Y nuestra República tiene el deber de obedecerlo.

Debemos crear un tsunami ciudadano para exigir al presidente de la República que convoque este referéndum, y que actúe ya ante la urgencia.

Debemos:

- Dejar de tirar miles de millones inútiles en "política ciudadana".


- Dejar de expedir ciegamente cientos de miles de permisos de residencia y visados.


- Revisar nuestros acuerdos migratorios y nuestras reglas para otorgar la nacionalidad.

 

- Reformar nuestra protección social.

 

- Cortar las subvenciones a las asociaciones que favorecen ilegalmente la inmigración clandestina.


- Restaurar una justicia implacable.


- Poner fin a las "naturalizaciones" masivas.


- Expulsar y sancionar realmente a los cientos de miles de clandestinos y otros "despedidos".

Hay muchas cosas que Emmanuel Macron debe comenzar a hacer ya.

Se trata simplemente de voluntad política. Y esto es lo que quiere la mayoría de los franceses.

Si ya lo sabíais, esta es la forma de hacerlo: firmad la petición.

No tenemos derecho a quejarnos si ni siquiera lo intentamos. Si no actuáis de inmediato, no podréis decir "no lo sabía" cuando las próximas generaciones os acusen de haber mirado hacia otro lado.

Laurent Obertone, con la asociación Damoclès

https://damocles.co

 

 

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