Enfoques
sobre el origen y la evolución de los sistemas religiosos
PEDRO GÓMEZ
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Se trata de contribuir a una mejor comprensión
de
cómo surgen y
evolucionan los sistemas religiosos en relación con los respectivos
sistemas socioculturales a los que pertenecen. El artículo lleva a cabo
un análisis del comportamiento de la religión como un subsistema, al
objeto de hacer ver que su estructura y funcionamiento responden a las
cambiantes circunstancias históricas, lo que da lugar a paradigmas
históricos sucesivos. Al mismo tiempo, se descubre que tanto la
formación como la transformación de la religión está mediada por
determinados mecanismos del espíritu humano, que están presentes en
todas las grandes tradiciones. Se alude al caso del cristianismo
primitivo. Finalmente, se plantea la necesidad de adaptación en un
mundo marcado por la modernidad, la globalización y el laicismo.
1. Hans Küng adoptó este
enfoque en su trilogía sobre el judaísmo, el cristianismo y el islam,
estableciendo en cada caso una sucesión de paradigmas históricamente
configurados, que, cuando dejan de ser hegemónicos y son sustituidos
por otro, suelen perdurar mucho tiempo después e incluso
indefinidamente.
2. La profesión de fe
islámica
reza así: “No hay más Dios que Dios y Mahoma es el mensajero de Dios”.
3. El mismo mecanismo lo
reencontramos, con el toque de religiosidad que envuelve al poder, en
los panteones regios y en lugares sagrados como son el enterramiento de
Lincoln en el cementerio de Oak Ridge, en Springfield, Illinois; el
mausoleo de Lenin, en Moscú; el de Mustafá Kemal Atatürk, en Ankara.
4. Cuando los turcos
otomanos
derrotaron a los árabes del Imperio mameluco de Egipto, en 1517, y poco
después saquearon Bagdad, se hicieron con las llaves de las ciudades
santas de La Meca y Medina y se apoderaron de las reliquias de Mahoma y
otros profetas. En efecto, en Topkapi se exhiben objetos fabulosos: la
espada del rey David. La vara de Moisés. El gorro de Abrahán, una
especie de fez color blanco. Un enorme turbante de José, el hijo de
Jacob. El hueso del brazo del profeta Juan Bautista, en una funda
metálica, así como su corazón. Una huella del pie de Mahoma. El molde
del sello de Mahoma. Una gárgola de la Kaaba. Una funda de oro de la
piedra negra de la Kaaba. Llaves de la Kaaba. La espada de Zubeyr ibn
Awwan, compañero militar de Mahoma. Otras espadas de varios compañeros
del profeta (siglo VII). La cabeza de Mahoma y el relicario de la
cabeza. Una cajita con un diente de Mahoma. Tierra pisada por el
profeta de los musulmanes. Su sello. Unos pelos de su barba. Una
escudilla donde bebía Mahoma. Sellos de Medina y de Karbala. El manto
de la venerable (hazrat) Fátima, hija del profeta y esposa de
Alí. Tres espadas de Mahoma. La espada de Abu Bakr. La espada de Omar.
La espada de Utmán. Dos espadas del venerable Alí. Al visitante
extranjero quizá le sorprenda tan ostensible vinculación entre la
espada y la religión.
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