Las
pérfidas obscenidades y la lógica torcida de los defensores del islam
RAYMOND IBRAHIM
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En un vídeo
realizado recientemente y subido a YouTube, Bahgat Saber, un activista
de los Hermanos Musulmanes con sede en Manhattan, que disfruta de la
vida y la libertad en los Estados Unidos, exhibió dos aspectos que son
comunes a los de su calaña: la extrema vulgaridad y la lógica retorcida.
En cuanto al primer punto, pasó gran parte de su tiempo atacando al
padre Zakaria Botros (el primero que introdujo en el mundo de lengua
inglesa este artículo mío de 2008).
Un sacerdote cristiano copto de Egipto, ahora de unos ochenta años, el
padre Zakaria ha aparecido durante más de dos décadas en la televisión
por satélite, examinando y exponiendo las muchas doctrinas
problemáticas del islam –por ejemplo, la esclavitud sexual–, a menudo
en comparación con las doctrinas del cristianismo. Aunque algunos de
sus episodios aparecen con títulos provocativos, como "¿Fue Mahoma un enviado de Dios o de Satanás?"
o "Sobre los hábitos sexuales perversos de Mahoma"
–su misión, como ha dicho repetidamente,
"es atacar al islam, no atacar a los musulmanes, sino salvarlos porque
están engañados. Como quiero a los musulmanes, odio el islam"–.
Su enfoque, como podría imaginarse, ha sido recibido de maneras
diametralmente opuestas: algunos musulmanes, que han abandonado el
islam, lo aman y le agradecen el haberlos conducido a Cristo; otros,
posiblemente la mayoría, lo desprecian y piden su muerte (grupos
radicales, incluyendo a Al Qaeda, han emitido fetuas pidiendo su
asesinato, y ofreciendo considerables recompensas).
El Bahgat Saber de Nueva York se encuadra en esta última variedad. En
su vídeo,
lanza una serie de vulgaridades contra el sacerdote copto (y al parecer
contra los cristianos en general). Veamos un extracto. (Nota: no
es una tarea fácil traducir
obscenidades árabes idiomáticas, de ahí
que la siguiente traducción, en gran parte literal, pueda resultar
desagradable).
"Zakaria Botros, ese hijo de una jodida puta que, como dicen, tiene un
"pañal en el culo" ... [está] viviendo en Chipre, ese hijo de una
jodida puta ... No vive en América ... y si lo hace, dadme su dirección
y le arrearé una paliza... Cualquiera que tenga información sobre
Botros, este hijo de una religión de perros, este perro cristiano,
estos extraños hijos de una jodida puta, este subproducto de un cura
cerdo que abrió las piernas de su madre cuando la llevaba a la mierda,
jodiéndola, o lo que fuera. Hemos estado en silencio durante demasiado
tiempo."
¿Qué se puede pensar de la avalancha de blasfemias perversas de Bahgat
Saber, este activista de la Hermandad Musulmana de Nueva York, que por
lo demás se presenta a sí mismo como un musulmán íntegro? Es sencillo:
como ocurre con los rezos musulmanas que incitan al odio,
el lenguaje vulgar contra los "infieles" no solo está permitido por el
islam, sino que el islam lo alienta. Eso es, al menos, lo que han dicho
varios clérigos musulmanes, como documenté en este artículo de
2013, "Las escandalosas obscenidades del islam".
Así, cuando el jeque Abu Islam fue criticado por usar un lenguaje
obsceno
para criticar al comediante egipcio Bassem Yussef, respondió a sus
críticos diciendo: "¡Qué vergüenza, musulmanes! Aprended bien vuestra
religión. El propio Corán los maldice, maldice a gente como Bassem
Yussef, a los que lo precedieron y quienes lo sigan". Continuó
poniendo ejemplos, citando versículos del Corán que se refieren a los
infieles como "perros", "burros" y "ganado". "¿Estas son maldiciones, o
no?" preguntó el clérigo. "Bueno, es vuestro Señor el que los maldice,
el que los insulta... Maldecir e insultar procede de Alá todopoderoso,
¡alabanza y gloria a Él!".
Abu Islam citó también, como apoyo a su favor, las palabras de Mahoma
registradas en un hadiz:
"Ahora escucha las palabras que el profeta me aconseja usar contra
personas como tú [Bassem Yussef]. Me dice que te diga "Muerde el pene
de tu padre y no lo disimules". En otras palabras, se supone que debo
decirte que vayas a morder el miembro viril de tu padre, pero se supone
que debo usar la palabra real ["pene"] sin disimularla. El profeta me
ordena que mencione el miembro viril de tu padre, pero sin disimular
[en lugar de decir "miembro viril" debería decir "pene"]. Ya ves lo
bien educado que soy; ni siquiera puedo usar las palabras que el
profeta me ordenó que usara contigo. ¡Simplemente, no puedo hacerlo!"
En resumen, las obscenidades de Bahgat Saber dirigidas al padre Zakaria
son bastante normales y tienen un largo recorrido dentro de la
tradición islámica.
Ahora consideremos esto junto con el segundo aspecto revelador de la
diatriba grabada del activista musulmán Saber, que continúa diciendo:
"Hay otro hijo de una jodida puta llamado Magdi Khalil, que vive aquí
en
Estados Unidos, pero que [a diferencia del padre Zakaria] habla del
islam de una manera incorrecta. Eso está bien, no es gran cosa; critica
la religión en tu tiempo libre. Pero si este hijo de una religión de
perros piensa alguna vez que nos pondrá en contra del profeta, ¡le
arrearé una paliza! ... ¿Y si alguien [un musulmán] ataca al
cristianismo? Está atacando la religión, hijo de una religión de
perros. Ataca los errores de tu religión. Ve y conversa con él –¡so
mierda de tu madre!–. Pero cuando mientes acerca de nuestro profeta, ya
sabes tú, hijo de una jodida puta, que el castigo por ofender a nuestro
profeta es la decapitación. ¡Decapitación, hijos de una jodida puta! En
esto no hay ninguna discusión. Cualquier hijo maricón de una furcia
cuya madre le acaricia el culo, recibirá la decapitación de inmediato,
hijos de una asquerosa puta."
Así que está bien criticar al islam, debatir honesta y
abiertamente con los musulmanes, dice el activista Saber y un sinnúmero
de musulmanes como él, pero no está bien decir algo que pueda
ofender o "dañar'' la reputación del profeta: bajo pena de muerte.
Superficialmente, esto puede parecer razonable (discutir las doctrinas,
no deshonrar a sus fundadores), hasta que uno se da cuenta de que
ninguna doctrina islámica puede ser debatida o criticada sin que remita
directamente e implique a Mahoma, ya que es él en último término su
fuente textual: ya sea a través de los hadices, palabras y enseñanzas
de Mahoma, o bien a través del Corán, palabras y enseñanzas de Mahoma
disfrazadas de palabras de Dios.
Cerrando el círculo del todo hasta volver al padre Zakaria Botros, esta
es
precisamente la razón por la que el sacerdote cristiano es tan
vilipendiado por algunos musulmanes. Como él lamenta con frecuencia,
todo lo que comenta "está de sus libros: ¡en el Corán, los hadices, la sira
(vida del profeta) y el tafsir
(la exégesis)! Las cosas por las que os enojáis conmigo las dijo o las
hizo primero vuestro profeta –o eso es lo que vosotros enseñáis–.
¡Yo
únicamente soy el mensajero!"
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