Mientras los musulmanes siguen "purgando" todos los vestigios físicos de la historia y el patrimonio antiguos del cristianismo –más recientemente en Armenia–, lo que menos se sabe es que también se está borrando de la memoria el papel y la presencia históricos del cristianismo en las naciones musulmanas.

Consideremos las siguientes palabras pronunciadas recientemente por un joven cristiano palestino:

"En vista de las dificultades económicas y la inestabilidad política, la ocupación y el creciente fundamentalismo [islámico], donde los cristianos nos enfrentamos a dificultades extremas y no nos sentimos bienvenidos, ¿por qué no hacemos las maletas y regresamos a Europa?"

¿"Volver"? ¿Acaso ignora este cristiano que está viviendo ya en la cuna del cristianismo y que los primeros cristianos de la historia procedían de Oriente Próximo, no de Europa? ¿Cómo se le pueden escapar hechos tan conocidos?

En respuesta a tal ignorancia, Joseph Hazboun, Director Regional de Catholic Near East Welfare Association (CNEWA) en Jerusalén, dice:

"Esto se debe a la desinformación en el plan de estudios palestino, que afirma que la historia palestina comienza con la conquista árabe de Palestina, sin ninguna indicación de los primeros siete siglos de cristianismo en Tierra Santa. La enseñanza religiosa en las escuelas cristianas palestinas y en las parroquias locales se centra en la construcción de la fe más que en la historia cristiana en Palestina. Esto ha llevado a que muchos cristianos palestinos desconozcan la historia del cristianismo y de las primeras comunidades cristianas de Tierra Santa desde el siglo I d.C."

Esta "desinformación" tampoco se limita al currículo palestino. Las minorías cristianas de todo Oriente Próximo llevan mucho tiempo sosteniendo que la historia que se enseña en las aulas públicas suprime la herencia cristiana de la región, al tiempo que magnifica (e incluso blanquea) la historia del islam.

Durante una conferencia celebrada, en 2016, en Amán (Jordania), organizada por el Centro de Estudios Políticos de Jerusalén, la Dra. Hena al-Kaldani, dijo que "existe una anulación completa de la historia cristiana árabe en la era preislámica", hay "muchos errores históricos" y "saltos históricos injustificables en nuestro plan de estudios jordano...". Los libros de texto de décimo grado omiten toda mención a la historia cristiana o eclesiástica de la región". Siempre que se menciona el cristianismo, proliferan las omisiones y las caracterizaciones erróneas, incluyendo la descripción del cristianismo como una fuente occidental (es decir, "extranjera") de colonización, afirmó al-Kaldani.

Este revisionismo no sólo pretende que los cristianos autóctonos se sientan "extranjeros" en su propia tierra. Está diseñado para que los musulmanes vean a los cristianos entre ellos con recelo y algo peor. "Parece absurdo", dice Kamal Mougheeth, un profesor jubilado de Egipto, "pero los musulmanes no saben prácticamente nada de los cristianos, a pesar de que constituyen una gran parte de la población y son, de hecho, los egipcios originales... Egipto fue cristiano durante seis o siete siglos [antes de la invasión musulmana el año 640]. Lo triste es que durante muchos años los libros de historia saltaban de Cleopatra [30 a.C.] a la conquista musulmana de Egipto [640 d.C.]. La era cristiana se había esfumado. Había desaparecido. Un enorme agujero negro".

Un informe muy reciente coincide:

"El programa educativo [en las escuelas públicas egipcias] carece de cualquier lección, texto o mención de otras creencias o religiones, con una omisión total de las figuras históricas egipcias cristianas o judías, o de las principales festividades religiosas no musulmanas. Lo mismo ocurre con la historia copta, a pesar de que la Iglesia copta desempeñó un papel destacado."

Todo esto confirma lo que recuerdo que mis padres, cristianos de Egipto, me contaban de sus experiencias en las aulas en los años 1940-50 (mucho más "tolerantes"): prácticamente no se mencionaba el helenismo, el cristianismo o la Iglesia copta, mil años de la historia preislámica de Egipto. La historia comenzaba esencialmente con los faraones indígenas antes de saltar al siglo VII, cuando los musulmanes de Arabia "abrieron" Egipto. (Siempre que los musulmanes conquistan territorios no musulmanes, la hagiografía islámica se refiere eufemísticamente al acontecimiento como una "apertura" (fath), nunca como una "conquista".)

Según Sharara Yousif Zara, influyente político implicado en el Ministerio de Educación iraquí: "La situación es la misma en Iraq. No hay casi nada sobre nosotros [los cristianos] en nuestros libros de historia, y lo que hay es totalmente erróneo. No hay nada sobre nosotros que estamos aquí desde antes del islam. Los únicos cristianos que se mencionan son los de Occidente. Muchos iraquíes creen que vinimos aquí. Desde Occidente. Que somos huéspedes en este país".

En Occidente predomina una ignorancia y un revisionismo histórico similares. Aunque los cristianos son, de hecho, los habitantes más autóctonos de lo que hoy se llama "mundo árabe", a menudo hay personas cultas que me preguntan por qué los cristianos "eligen" ir a vivir a Oriente Próximo entre musulmanes, si éstos los tratan mal.

En cualquier caso, ese revisionismo no sólo ha logrado adoctrinar a los musulmanes para que sospechen y odien al cristianismo –al que consideran un remanente parasitario extraño dejado por los colonialistas occidentales–, sino que incluso ha conseguido que algunos cristianos autóctonos, como el palestino antes mencionado que piensa que ya es hora de "volver a Europa", crean lo mismo.

Este fenómeno también está relacionado con algunas amargas ironías: los antepasados de los musulmanes que hoy persiguen a los cristianos de Oriente Medio fueron a su vez cristianos perseguidos que se convirtieron al islam para poner fin a su propio sufrimiento. Así, los descendientes musulmanes de cristianos perseguidos persiguen a sus primos cristianos. Y una de las principales razones por las que los cristianos son vistos como "traidores extranjeros" es precisamente porque a los musulmanes se les oculta su propia ascendencia cristiana.

Al final, por supuesto, el enfoque seudohistórico del mundo musulmán hacia el cristianismo debería resultar familiar. Después de todo, ¿acaso en Occidente no se recurre a la misma argucia? En ambos casos, el cristianismo es demonizado y su historia distorsionada por esos dos extraños compañeros de cama: la "izquierda" en Occidente y el islam en Oriente Próximo.

FUENTE