La administración Biden bloquea el rescate de cristianos perseguidos en Afganistán

RAYMOND IBRAHIM






La administración Biden está impidiendo el rescate de las minorías cristianas perseguidas por el Emirato Islámico de Afganistán, donde se enfrentan a una muerte segura y probablemente espantosa.


Esta información apareció el 26 de agosto de 2021, durante una entrevista entre Glenn Beck y Tucker Carlson en Fox News. A través de su organización benéfica, The Nazarene Fund, Beck había logrado fletar aviones para transportar por aire a 5.100 cristianos de Afganistán a las naciones vecinas. Sin embargo, el poco tiempo, funcionarios estadounidenses intervinieron e impidieron la salida de un grupo de 500 cristianos, en su mayoría mujeres y niños, a quienes se les ordenó salir de la zona de protección del aeropuerto: "Tengo fotos de ellos en la puerta suplicando regresar", continuó Beck:


"Y luego tengo fotos de sangre y trozos de cuerpo y nada más que muerte en esa misma área [donde estaban confinados]. Creemos que nuestro Departamento de Estado es directamente responsable ... no sé cuántos sobrevivieron [de estos 500 cristianos]. El Departamento de Estado nos ha bloqueado en cada paso del camino. El Departamento de Estado y la Casa Blanca han sido el mayor problema. Todos los demás, todos, han estado trabajando juntos, dejando de lado las diferencias y tratando de poner a esas personas a salvo. El Departamento de Estado y la Casa Blanca nos han bloqueado en cada paso del camino. De hecho, anoche se llamó a un embajador en Macedonia y se le dijo que no aceptara a ninguna de estas personas, cuando estábamos tratando de sacarlos de la pista aquí, para mantener el flujo del aeropuerto y facilitar la huida de estos cristianos. Realmente no hemos podido mover a nadie durante cerca de 12 horas. Nuestra misión ahora está cambiando enormemente. Tenemos que enviar a la gente a un peligro aún mayor para tratar de sacar de forma clandestina a estos cristianos, que están marcados no solo para la muerte, sino para ser quemados vivos por haberse convertido al cristianismo."


Hay que saber que Beck no está exagerando. Según un informe reciente, "los milicianos talibanes incluso están sacando a la gente del transporte público y matándola en el acto si son cristianos". Del mismo modo, se ejecuta a cualquier afgano al que se le encuentre una aplicación de la Biblia en el teléfono móvil. "Solo Dios sabe cómo sobrevivimos a diario", dijo a principios de este año un afgano cristiano que quiso permanecer en el anonimato. "Estamos agotados ​​de tanta muerte como nos rodea."


Según la World Watch List, que clasifica las 50 naciones donde los cristianos son más perseguidos por su fe, Afganistán es la peor nación musulmana del mundo para ser cristiano. Esto dice mucho, considerando que casi el 80 por ciento de todas las persecuciones que experimentan los cristianos en todo el mundo son perpetradas por musulmanes y/o en el mundo islámico. Afganistán, además, se considera la segunda peor nación del mundo entero, solo detrás de Corea del Norte:


"Es imposible vivir abiertamente como cristiano en Afganistán. Dejar el islam se considera una afrenta y los conversos cristianos se ven abocados a graves consecuencias si se descubre su nueva fe. O tienen que huir del país o los matarán… Afganistán sigue siendo el segundo país más destacado en la lista de World Watch List, y la persecución es solo algo menos opresiva que en Corea del Norte. El grupo del Estado Islámico y los talibanes continúan teniendo una presencia fuerte y violenta en Afganistán, con los talibanes controlando grandes regiones… Todos los cristianos de Afganistán son extremadamente vulnerables ante la persecución. Las zonas controladas por los talibanes son particularmente opresivas, y no hay la menor posibilidad de expresar la fe cristiana en el país."


La información anterior se publicó hace nueve meses, cuando había en Afganistán un gobierno apoyado por Estados Unidos. Desde entonces, las cosas no han hecho más que empeorar significativamente para los cristianos, ahora que los talibanes –cuyas opiniones y modus operandi son similares a los del ISIS– se han convertido oficialmente en los amos de Afganistán.


Irónicamente, aunque Afganistán siempre fue malo para los cristianos, la situación fue empeorando significativamente en respuesta directa a la intervención de Estados Unidos. Porque, en muchos países de mayoría no cristiana, los cristianos tienden a confundirse con Occidente en general, y Estados Unidos en particular, basándose en la creencia popular, aunque errónea, existente en el mundo musulmán, de que Occidente y Estados Unidos son cristianos. Así, los cristianos afganos se convirtieron en un objetivo preferente tras la invasión estadounidense de 2001, como forma de "castigo colectivo".


De hecho, fueron atacados incluso los cristianos del vecino Pakistán, según un informe de 2011:


"La vida, un día cualquiera, para los cristianos paquistaníes es difícil. Pero los miembros de la comunidad cristiana de Pakistán dicen que ahora están siendo perseguidos por ataques con drones estadounidenses contra militantes islámicos que se esconden en la frontera con Afganistán. La minoría cristiana, que representa aproximadamente el uno por ciento de los 170 millones de habitantes del país [en su mayoría musulmanes], dice que, debido a que su fe se asocia estrechamente con Estados Unidos, constituye un objetivo para los musulmanes."


"Cuando Estados Unidos ataca con un dron, ellos vienen y nos culpan", explicaba un cristiano. "Creen que pertenecemos a Estados Unidos. Es una mentalidad simplista."


Por otro lado, puesto que los líderes estadounidenses y occidentales tienen mucho cuidado de no mostrar interés por las minorías cristianas –un sentimiento que va de la mano con la aquiescencia occidental ante la sensibilidad islámica–, son propensos a hacer la vista gorda ante la persecución de los cristianos, más incluso que algunos gobiernos musulmanes.


Lo peor de todo es que Estados Unidos no solo ha exacerbado y luego ignorado por completo la difícil situación de los cristianos en Afganistán, sino que ahora está haciendo todo lo posible para impedir que otros, como señalaba Beck, ayuden a evacuar a los cristianos hacia otras naciones dispuestas a aceptarlos. .


Además, Beck no es el único que formula esta acusación: "He escuchado informes similares", ha dicho el senador Tom Cotton:


"Sé que nuestra gente sobre el terreno dentro del aeropuerto, tanto el Departamento de Defensa y los agentes de inteligencia como los funcionarios de nuestro Departamento de Estado, están tratando de mover cielo y tierra para que la gente acceda al aeropuerto y salga del país, pero las instancias superiores del Departamento de Estado mantienen una actitud muy diferente."


En un momento de su entrevista con Carlson, Beck mencionó que dos naciones estaban cooperando para ayudarlo a rescatar a los cristianos, aunque en seguida se vio obligado a añadir: "Ni siquiera puedo decir quiénes son, porque me temo que nuestro Departamento de Estado ¡los llame y los amenace!".


"No sé por qué tenemos las fronteras abiertas y los aeropuertos cerrados", concluye Beck en su entrevista. Mientras que es fácil para todo tipo de ilegales cruzar la porosa frontera entre Estados Unidos y México, "hay un grupo de personas –dijo refiriéndose a los cristianos perseguidos– a las que ni siquiera se les permite acceder a los aeropuertos, y son abandonados para ser violados, explotados y crucificados, o quemados vivos por los terroristas", dijo Beck, antes de agregar: "Este parece ser el patrón de comportamiento de la administración Biden".


De hecho, ese es un patrón iniciado por la administración Obama. Biden, de quien cabe recordar que fue vicepresidente de Obama durante ocho años, simplemente lo continúa. Bajo la presidencia de Barack Hussein Obama, la Casa Blanca y el Departamento de Estado tomaron todo tipo de medidas discriminatorias contra los cristianos, en particular durante la crisis de refugiados que se produjo, bajo supervisión de Obama, cuando la expansión del Estado Islámico.


La discriminación de la administración Obama contra los cristianos fue tan obvia, de hecho, que a fines de 2016, un tribunal federal de apelaciones presentó una demanda contra el Departamento de Seguridad Nacional, en la que el juez Daniel expresaba su "preocupación por la evidente falta de cristianos sirios entre los inmigrantes procedentes de ese país":


"Quizá el 10 por ciento de la población de Siria son cristianos y, sin embargo, menos de la mitad del uno por ciento de los refugiados sirios admitidos en Estados Unidos este año son cristianos… Hasta la fecha, no ha habido una buena explicación para esta desconcertante discriminación."


Los números eran aún más desconcertantes cuando se examinaban en el contexto completo. Aunque el gobierno de Estados Unidos había reconocido que el ISIS estaba cometiendo un genocidio contra los cristianos en Siria, debido únicamente a su identidad religiosa, solo trajo a Estados Unidos a aquellos que, por definición, no estaban siendo atacados de ninguna manera por el ISIS: musulmanes suníes, con los cuales se identifica el ISIS, que es una organización suní, de modo que no los ataca. A pesar de estos dos hechos de suma importancia –y a pesar del hecho de que los suníes eran aproximadamente el 75% de la población de Siria y los cristianos aproximadamente el 10%– resulta que el 99% de los traídos a Estados Unidos eran musulmanes suníes y menos del 0,5% eran cristianos. Como señalaban las noticias de la CNS en 2016, "El mayor contingente de 499 refugiados sirios admitidos en Estados Unidos hasta ahora en mayo no incluye cristianos".


En otras palabras, incluso si uno operara bajo el supuesto de que el estatuto de refugiado debería haber estado disponible para todos los sirios, sin importar quién era y quién no era perseguido, tendría que haber habido 20 veces más cristianos y aproximadamente una cuarta parte menos de suníes a los que se les concediera el estatuto de refugiado, en época de Obama.


Esto, por supuesto, nos lleva a otro patrón establecido por Obama y continuado por Biden: mientras se impide que las verdaderas víctimas del terror islámico escapen o entren en Estados Unidos, la administración Biden está otorgando el estatuto de refugiado a innumerables musulmanes varones de Afganistán que no han sido investigados, no pocos de los cuales comparten la misma visión del mundo que el ISIS y los talibanes.



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