Indiferencia de la izquierda ante el genocidio de cristianos

RAYMOND IBRAHIM





Centro: el presidente Muhammadu Buhari de Nigeria, ampliamente acusado de facilitar el genocidio contra los cristianos

Un "cambio de etiqueta" reciente y aparentemente insignificante por parte del Departamento de Estado de Estados Unidos arroja luz sobre el presidente Joe Biden y el expresidente Barack Obama, así como sobre una posible candidata presidencial para 2024, Hillary Clinton.


El 17 de noviembre de 2021, el Departamento de Estado ha sacado a Nigeria de su lista de Países de especial preocupación, es decir, naciones que cometen o toleran violaciones de la libertad religiosa. Ha hecho esto a pesar de que varias organizaciones de derechos humanos caracterizaron la persecución infligida a los cristianos de Nigeria como un "genocidio".


Según un informe de agosto de 2021, desde que la insurgencia islámica comenzó en serio en julio de 2009, primero a manos de Boko Haram, una organización terrorista islámica, y más tarde de los fulani, pastores musulmanes también motivados por la ideología yihadista, más de 60.000 cristianos han sido asesinados o secuestrados mediante redadas. Los cristianos secuestrados nunca han regresado a sus hogares y sus seres queridos creen que están muertos. Durante el mismo tiempo, aproximadamente 20.000 iglesias y escuelas cristianas han sido incendiadas y destruidas. Nigeria también fue la nación con la mayor cantidad de cristianos asesinados (3.530) por su fe en 2020. Según otro recuento, una media de al menos 17 cristianos fueron asesinados cada día solo en la primera mitad de 2021. En cuanto a los cristianos que sobreviven a las incursiones yihadistas, millones de ellos son actualmente desplazados internos.


A pesar de estas estadísticas abismales, el Departamento de Estado de Estados Unidos no cree que Nigeria deba clasificarse como un país de especial preocupación; y que naciones como Rusia, que fue incluida en la lista, es peor violadora de la libertad religiosa que Nigeria. Al eliminar a Nigeria de la lista, la administración Biden ha demostrado una vergonzosa continuidad con una administración anterior. A pesar de que los yihadistas masacraron y aterrorizaron a los cristianos de Nigeria durante el mandato de ocho años del presidente Barack Obama (2009-2017), y a pesar de que la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos instó repetidamente a que Nigeria fuera designada como un país de especial preocupación, la administración Obama se negó obstinadamente a aceptarlo. Solo en 2020, bajo la administración Trump, se incluyó a Nigeria en esa lista, pero ha sido eliminada de nuevo recientemente.


En su favor, hay que señalar que el presidente Donald Trump le preguntó directamente al actual presidente nigeriano, Muhammadu Buhari (muchos funcionarios nigerianos insisten en que Obama le ayudó a llegar al poder): "¿Por qué estás matando a cristianos?".


No hace falta decir que muchos observadores han criticado al Departamento de Estado por su reciente decisión de permitir que Nigeria literalmente se salga con la suya de nuevo con asesinatos en masa.


Como señala Sean Nelson, Asesor Legal para la Libertad Religiosa Global, en el ADF International:


"Las protestas contra la eliminación, por parte del Departamento de Estado, del estatus de Nigeria como país de especial preocupación por violaciones de la libertad religiosa están totalmente justificadas. No se han dado explicaciones que puedan justificar esta decisión. En todo caso, la situación en Nigeria ha empeorado durante el último año. Miles de cristianos, así como musulmanes que se oponen a los objetivos de los grupos terroristas y las milicias, están siendo atacados, asesinados y secuestrados, y el gobierno simplemente no está dispuesto a detener estas atrocidades. Las acusaciones de blasfemia se presentan regularmente contra las minorías religiosas, incluidos los humanistas, en el norte. Al eliminar el estatuto de país de especial preocupación para Nigeria, solo se consigue envalentonar al gobierno cada vez más autoritario que hay allí. Hacemos un llamamiento al gobierno de Estados Unidos para que rectifique esta decisión inexplicable y continúe con la larga tradición de Estados Unidos de defender a quienes son perseguidos en todo el mundo.


Del mismo modo, la presidente de la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos, Nadine Maenza, ha dicho:


"La Comisión de Libertad Religiosa Internacional está especialmente disgustado con la eliminación de Nigeria de su designación como país de especial preocupación, donde se incluyó con toda razón el año pasado... Instamos al Departamento de Estado a reconsiderar sus designaciones con base en los hechos presentados en su propio informe."


John Eibner, presidente de Christian Solidarity International, ha dicho francamente:


"La decisión del Departamento de Estado de eliminar de la lista a un país donde miles de cristianos son asesinados cada año revela las verdaderas prioridades de Washington... Eliminar este signo de preocupación ampliamente simbólico es una negación descarada de la realidad e indica que Estados Unidos tiene la intención de perseguir sus intereses en África occidental a través de una alianza con los jefes de seguridad de Nigeria, a expensas de los cristianos y otras víctimas de la violencia sectaria generalizada... Si la lista de Países de Especial Preocupación de Estados Unidos significa algo –y es una pregunta sin respuesta aún–, entonces Nigeria debe estar en ella."


Peor aún, el Departamento de Estado de Obama no solo se negó durante ocho años a declarar a Nigeria como país de especial preocupación; durante el mandato de Hillary Clinton como Secretaria de Estado (2009-2013), ella también rehusó designar a Boko Haram en Nigeria como organización "terrorista", a pesar de que Boko Haram (que se traduce aproximadamente como "la occidentalización está prohibida") es un grupo yihadista cuyos adherentes han asesinado a más cristianos y atacado con bombas más iglesias que el Estado Islámico en Irak y Siria juntos. La negativa de Clinton persistió a pesar de la insistencia del Departamento de Justicia, el FBI, la CIA y más de una docena de senadores y congresistas para que designara a Boko Haram. En cambio, Clinton adoptó la posición de que la "desigualdad" y la "pobreza" son "lo que está alimentando todo esto", aludiendo a los musulmanes ideológicamente fanatizados de Boko Haram que aterrorizan y asesinan a los "infieles" cristianos, por usar las palabras de su esposo, expresidente de Estados Unidos Bill Clinton, en 2012.


Su insensibilidad (como con su respuesta a los asesinatos de estadounidenses en Benghazi, Libia: "¿Qué diferencia hay en este momento?") fue particularmente visible en 2014, cuando Boko Haram, un grupo al que había protegido durante mucho tiempo, secuestró a casi 300 niñas en edad escolar, en Chibok, Nigeria. Fue un incidente que llegó a los titulares de los medios y, por tanto, requería una respuesta.


Públicamente, Clinton lamentó la suerte de las niñas secuestradas: "La captura de estas niñas por parte de este grupo extremista radical, Boko Haram, es abominable, es criminal, es un acto de terrorismo y realmente merece la respuesta más completa posible". Mientras tanto, como señala un informe de 2014:


"El Departamento de Estado de Hillary Clinton luchó duramente contra la inclusión del grupo militante Boko Haram, vinculado a Al Qaeda, en su lista oficial de organizaciones terroristas extranjeras durante dos años. Y ahora, los legisladores y exfuncionarios estadounidenses dicen que la decisión puede haber obstaculizado la capacidad del gobierno estadounidense para confrontar al grupo nigeriano que conmocionó al mundo al secuestrar a cientos de niñas inocentes."


De hecho, dos años antes, en 2012, cuando Clinton estaba protegiendo activamente a Boko Haram de la etiqueta de terrorista, un portavoz del grupo anunció que planeaban hacer algo como lo que hicieron en Chibok: "infundir en los cristianos el miedo al poder del islam secuestrando a sus mujeres", aunque ante esto Clinton también hizo oídos sordos. En particular, aunque los medios de comunicación inicialmente presentaron a las colegialas secuestradas de Chibok como musulmanas, luego se supo que eran cristianas, momento en el que los medios perdieron rápidamente el interés.


Ser incluido en la lista del Departamento de Estado de organizaciones terroristas extranjeras es importante: ayuda a aislar y estigmatizar a los grupos malvados y hace que sea ilegal que cualquier entidad estadounidense haga negocios con ellos. Lo que es más importante, permite que la inteligencia y las fuerzas del orden de Estados Unidos usen ciertas herramientas y tomen ciertas medidas que de otro modo podrían no ser legales, como las que ofrece la Ley Patriota: más vigilancia, comunicación más eficiente entre las agencias, etc.


Discutiendo el hecho de que Clinton no aplicara la designación de terrorista a Boko Haram, al tiempo que los condenaba por participar en "un acto de terrorismo" con respecto a Chibok, 2014, un ex alto funcionario estadounidense declaró poco después:


"Lo único que ella podría haber hecho, la única herramienta que tenía a su disposición, no la usó. Y nadie puede decir que no la instaron a hacerlo. Es una gran hipocresía... El FBI, la CIA y el Departamento de Justicia realmente querían que se designara como terrorista a Boko Haram, querían que las autoridades competentes los persiguieran, y así lo expresaron repetidamente a los responsables políticos."


Al parecer, tal es la respuesta oficial, inquebrantable y consistente, ya sea con Obama/Clinton o ahora con Biden: Nigeria no es un "país de especial preocupación", por mucho que continúe llevando a cabo un genocidio contra sus cristianos.



FUENTE




Escritos por Raymond Ibrahim: persecución contra los cristianos