El islam o Israel: ¿quién normaliza la matanza de mujeres y niños?

RAYMOND IBRAHIM






En un reciente debate entre Piers Morgan y Mohamad Hijab, el primero preguntó a su invitado musulmán cuál había sido su reacción ante la masacre de civiles israelíes perpetrada por Hamas el 7 de octubre de 2023.


"La verdad es que me dio mucho asco", respondió Hijab. Entonces, en aparente anticipación de la siguiente pregunta de Morgan, que si él, Hijab, condena a Hamás, el musulmán ofreció lo que parecía ser su posición más preparada y ensayada:


"Y esto es algo que quiero poner sobre la mesa, porque creo que es justo que la gente lo sepa. En nuestra religión no creemos, de acuerdo, como musulmanes –y yo soy musulmán–, no creo en el asesinato de ningún hombre, mujer, o niño no combatientes. Eso no es a pesar de las enseñanzas religiosas; es a causa de las enseñanzas religiosas. Así que, en lo que respecta a condenar a Hamas –y ya entrando en materia–, no solo condeno a Hamas, sino a cualquier entidad en la que se haya demostrado que se ha matado a no combatientes–. Y por eso condeno a cualquier parte que lo haga. Cualquier partido que mate a personas o ataque a personas donde es más probable que afecte a un objetivo civil, yo lo condeno. Y por eso condeno a las Fuerzas de Defensa Israelíes, porque cuando atacan saben que lo más probable es que alcancen objetivos civiles. Saben que la mayoría de las personas que se verán afectadas son civiles."


Eso es un trabalenguas y requiere una corrección.


Primero, aunque es cierto que el islam prohíbe genéricamente el ataque deliberado a mujeres y niños durante la guerra (yihad), siempre ha habido algunas salvedades que, como de costumbre, se remontan al profeta del islam, Mahoma.


Por ejemplo, Mahoma autorizó a sus seguidores a utilizar catapultas durante el asedio de la ciudad no musulmana de Taif en el año 630 d. C., aunque era consciente de que allí se refugiaban mujeres y niños. Por otro lado, cuando se le preguntó si estaba permitido lanzar incursiones nocturnas o incendiar las fortificaciones de los infieles si había mujeres y niños entre ellos, el profeta respondió: "Son [mujeres y niños] de entre ellos".


Como se puede imaginar, todos y cada uno de los militantes musulmanes, pasados y presentes, incluido sin duda Hamas, han citado esos ejemplos de Mahoma (la zuna) para justificar ataques indiscriminados contra los no musulmanes, incluso si pueden morir los no combatientes entremezclados. Al facilitar tanto la realización de la yihad, se podría decir que esta "excepción" a la regla se ha convertido en la regla misma.


A modo de documentación adicional, reproduzco aquí la traducción que hice en 2007 de un antiguo y venerado jurista musulmán, Abd al-Rahman al-Awzai (707-774 d. C.), que sostiene los mismos puntos de vista:


"El profeta asedió a los habitantes de Taif y disparó contra ellos con catapultas, a pesar de su prohibición de matar a mujeres y niños. Lo hizo sabiendo perfectamente que las mujeres y los niños serían alcanzados, ya que no era posible diferenciarlos... [Además] le preguntaron [una vez] al profeta si estaba permitido atacar a los idólatras en la oscuridad, aunque esto provocara que sus mujeres y niños fueran alcanzados. Él [Mahoma] respondió: 'Son de entre ellos'. También solía ordenar que si aquellos a quienes sus ejércitos pretendían atacar accedían a hacer el rezo [es decir, abrazaban el islam], entonces se los dejara en paz, pero si no, se los atacaría. Este es el camino que siguieron los califas bien guiados. Y es bien sabido que quien sigue tal camino, bombardeando a los infieles, inevitablemente golpeará a sus mujeres y niños, a quienes por lo demás está prohibido matar."


"Es bien sabido", en efecto: desde tiempos de Mahoma hasta el presente, los yihadistas musulmanes han seguido el ejemplo de su profeta, matando indiscriminadamente a innumerables mujeres y niños durante sus amplias conquistas, que, durante más de un milenio, incluyeron a "Occidente", o Europa.


Lo que lleva a un punto aún más revelador: Mahoma permitió el asesinato de civiles y no combatientes durante yihads ofensivas, es decir, yihads para conquistar y robar el territorio de pueblos no musulmanes (como en Taif) y no sólo durante yihads defensivas, lo que parece más razonable. Comparemos y contrastemos esto con las acciones de las Fuerzas de Defensa Israelíes: aunque maten a no combatientes, lo hace en el contexto de la defensa de Israel frente a Hamas e intentando erradicarla.


Dicho de otra manera, aceptar el asesinato involuntario de civiles es más lógico cuando uno está defendiendo su hogar, que es lo que hace Israel, a diferencia de cuando uno está intentando conquistar los hogares de otros, que es lo que hicieron el profeta del islam y los jefes yihadistas (o terroristas) durante más de un milenio.


A la luz de todo esto, y considerando que para Mohamad Hijab "cualquier partido que mate a personas o ataque a personas donde es más probable que afecte a un objetivo civil, yo lo condeno", uno se pregunta si está dispuesto a condenar a su profeta, que hizo y normalizó precisamente esto.


En cuanto al resto de nosotros, las lecciones siguen siendo sencillas: las enseñanzas islámicas llevan la violencia indiscriminada y el terrorismo a un nivel completamente diferente; y los musulmanes siguen disimulando al respecto.

 
 
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