RAYMOND IBRAHIM · 20-11-2018
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De
palabra y con los hechos, en las naciones islámicas y no islámicas, los
hombres
musulmanes parecen pensar que las mujeres no musulmanas, "infieles"
impuras, existen únicamente para satisfacer sus impulsos sexuales.
Primero,
consideremos las creencias y acciones de quienes están comprometidos en
hacer
la yihad en la senda de Alá, como el Estado Islámico:
"En
los momentos previos a la violación de la niña de 12 años [no
musulmana], el combatiente del Estado Islámico se tomó tiempo de
explicar que lo que estaba a punto de hacer no era un pecado. Puesto
que la niña preadolescente practicaba una religión que no era el islam,
el Corán no solo le daba derecho a violarla, sino que lo respaldaba y
lo
alentaba, insistió. Le ató las manos y la
amordazó. Luego
se arrodilló junto a la cama y se prosternó rezando antes de echarse
encima de ella. Cuando
todo terminó, se arrodilló para rezar otra vez, refrendando la
violación
con actos de devoción religiosa. 'Yo
le decía: me duele, por favor, para', declaró la niña, cuyo
cuerpo es tan pequeño que un adulto podría rodear su cintura con dos
manos. 'Me
dijo que, de acuerdo con el islam, le está permitido violar a una no
creyente. Decía
que, al violarme, estába acercándose a Alá."
Sin
embargo, un comportamiento como este no se limita a los yihadistas
fanáticos,
que no tienen "nada que ver con el islam", según nos aseguran la
mayoría de los
lelos y mentirosos, sino que, por el
contrario,
impregna la totalidad de la cultura islámica.
Consideremos
acontecimientos recientes en Pakistán. Tres muchachas cristianas que
iban caminando
a su casa después de un arduo día de trabajo fueron abordadas por
cuatro
musulmanes "ricos y borrachos", difícilmente miembros del Estado
Islámico, en un
automóvil. "Se
portaron mal", "gritaron comentarios insinuantes y lascivos", y
acosaron
a las muchachas para que subieran al auto a fin de "dar un paseo
y divertirse".
Cuando las muchachas rechazaron la "invitación", añadiendo que eran
"cristianas devotas y no practicaban
el sexo fuera del matrimonio", los hombres se enfurecieron y fueron
tras ellas gritando: "¿Cómo os atrevéis a huir de
nosotros? Las muchachas cristianas están destinadas a una sola cosa: al
placer de los hombres musulmanes". Arremetieron con su vehículo contra
las tres muchachas,
matando a una e hiriendo gravemente a las otras dos.
O
consideremos las palabras de los activistas de derechos humanos que
hablan
de la violación de una niña
cristiana de 9 años por parte de otro hombre musulmán: "Tales
incidentes ocurren con frecuencia. Las
chicas cristianas son consideradas como mercancía para utilizarla en el
ocio. Abusar de ellas es
un derecho. De
acuerdo con la mentalidad de la comunidad musulmana, no es un delito en
absoluto. Los
musulmanes las miran como botín de guerra ".
Antes
parecía algo relegado al tercer mundo, a países como Pakistán y a zonas
controladas por el Estado Islámico, pero el trato infrahumano y
el abuso sexual contra las mujeres "infieles" se está convirtiendo en
un elemento común en
Occidente.
Así,
recientemente en Alemania, un grupo de "refugiados" musulmanes acosó a
una mujer de 25 años una noche, lanzaron insultos "soeces" y se
burlaban de ella con incitaciones al sexo. Uno
le decía que "las mujeres alemanas están ahí para el sexo", antes de
agarrar la blusa y los pantalones de ella y toquetearla.
Estas
historias recientes de Alemania y Pakistán son idénticas: hombres
musulmanes acosan a mujeres no musulmanas, dando por supuesto que es su
derecho y privilegio islámico. La única diferencia es que la "infiel"
alemana escapó con vida, mientras que la "infiel" paquistaní fue asesinada
por negarse a satisfacer los deseos sexuales de sus acosadores
islámicos. A
medida que la presencia del islam continúe creciendo en Europa, esa
diferencia se desvanecerá rápidamente.
Y
hay otras semejanzas más sutiles entre el "tercer mundo" de Pakistán y
el "primer mundo" de Alemania. En
el informe sobre el homicidio de tres chicas cristianas en Pakistán,
encontramos que "las otras muchachas de la localidad están ahora
demasiado
asustadas para viajar de noche y tienen que ir acompañadas por hombres
de su familia". En Alemania, "lo últimos
informes de Dortmund [donde sucedió el caso de "las mujeres
alemanas están ahí para el sexo"] describen una imagen aterradora de
una
ciudad donde ahora no es seguro para las mujeres salir de noche, por
temor a ser atacadas y violadas por refugiados".
De
hecho, menos de un mes antes, en la Noche Vieja, unos mil inmigrantes
musulmanes, que al parecer también piensan que las
mujeres no musulmanas existen para una sola cosa, salieron en busca de
juerga de violaciones en Colonia
y en otros sitios, y dejaron a cientos de mujeres "infieles" violadas,
golpeadas y
traumatizadas, lo mismo que se sienten a menudo las mujeres "infieles"
que viven
en naciones de mayoría musulmana.
Por
supuesto, mucho antes de la crisis migratoria, Europa tenía, pero
ignoraba, las
amplias lecciones en torno a lo que sucede cuando crece la población
musulmana. Solo
en Gran Bretaña, donde existe una gran minoría musulmana desde hace
mucho
tiempo, incontables chicas británicas, en varias regiones, han sido
asaltadas sexualmente y violadas en grupo por musulmanes que, por lo
que parece, consideraban que es su derecho islámico. Una
víctima de violación dijo: "Los hombres que me hicieron esto no tienen
remordimientos. Me
decían que lo que hacen está bien en su cultura". Hace unos días, un
juez les dijo a 12 hombres musulmanes, antes
de sentenciarlos, que
"habían cometido un abuso sexual terrible y despiadado" contra
una niña británica de 13 años .
Un
imán musulmán de Gran Bretaña confesaba que a los hombres musulmanes se
les enseña que las mujeres son "ciudadanos de segunda, poco más
que bienes muebles o posesiones sobre las que tienen autoridad
absoluta" y que
los imanes predican una doctrina "que denigra a todas las mujeres, y
que
trata a las blancas [es decir, a las no
musulmanes] con particular desprecio".
Otro
musulmán condenado por violación en un caso separado decía ante un
tribunal
británico que compartir a las mujeres no musulmanas para sexo "era
parte
de la cultura somalí" y "una obligación religiosa".
Esto
es lo que hay. Ya sea que los musulmanes "piadosos" lo vean como una
"obligación
religiosa", como decía un violador del Estado Islámico a su víctima de
12 años, ya sea que lo consideren parte de la cultura pakistaní
(asiática) y somalí
(africana), esto es, de
la cultura islámica, el trato infrahumano y la degradación
sexual de mujeres y de niños no musulmanes por parte de los musulmanes
que lo
consideran un "derecho" suyo es, al parecer, otro "exotismo" que
Occidente
tiene que aguantar, si se empeña en seguir adorando al ídolo del
multiculturalismo.
Actualización
posterior: "Un hombre argelino que casi mató a su víctima, una
estudiante de 25 años, vociferaba en árabe 'es la voluntad de Alá',
mientras la
violaba en un callejón oscuro, según se ha declarado ante el tribunal. El
hombre, identificado solo por su nombre propio, Rheda, está acusado de
seguir a la estudiante mientras iba caminando a su casa desde una
discoteca,
a las 5 de la mañana, en Hannover, Alemania. Luego
alegaba que, al terminar con ella, le había preguntado
si lo había disfrutado, cuando su
víctima yacía magullada de mala manera".
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