En
Ramadán aumentan las "desapariciones" de mujeres y niñas cristianas
coptas
RAYMOND IBRAHIM
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Mary Wahib Joseph, antes y después de su
desaparición.
Dos historias de mujeres cristianas coptas
desaparecidas en las calles de Egipto, que ocurrieron aproximadamente
al mismo tiempo en el mes de Ramadán, abril de 2022, son testimonio del
auge continuo de este fenómeno. Informa Coptic Solidarity.
El 11 de abril, desapareció Simone Adel Isaac, una niña copta de 15
años. Sus padres llevaron a cabo inmediatamente una extensa
investigación, incluso interrogando a sus amigos, hasta que
determinaron que el hermano de uno de sus compañeros de escuela
musulmanes estaba detrás de la desaparición. Los padres proporcionaron
a la policía el nombre, la dirección y el número de teléfono del
musulmán, y esperaron ansiosamente el regreso de su hija.
Para su consternación, la policía hizo poco. Los angustiados padres
reaccionaron compartiendo sus experiencias en un video
que se volvió viral. Al sentirse tan abandonada por la policía, la
madre, entre lágrimas, hacía un llamamiento a todos, incluidos el
presidente egipcio Al-Sisi y el Papa copto, para que intervinieran:
"Cualquier persona con un corazón misericordioso que pueda
devolvérmela, por favor que lo haga, porque mi niña es menor de edad,
mi niña no entiende nada, estaba decepcionada por ese tipo, su hermana
y hasta su madre". Y el padre de la niña agregó: "El gobierno sabe
exactamente dónde está el tipo [musulmán]. Deberían ser ellos los que
fueran a buscarlo, no nosotros".
Simone Adel Isaac
Poco después, y, como de costumbre, en
circunstancias poco claras, la policía reunió a la niña con su familia.
El 5 de abril, Mary Wahib Joseph, de 36 años, madre cristiana de tres
hijos, desapareció con su hija de un año, Julie. Una semana después de
que su esposo y su familia extensa comunicaran a todos su desaparición,
incluida la policía, el 12 de abril, Mary apareció en un video,
envuelta bajo un hiyab, y diciendo que se había convertido al islam
voluntariamente y sin coacción; que su nombre ahora era Mary Ahmed
Muhammad; y que su esposo, hijos y padres dejaran de buscarla. Mientras
hace estas afirmaciones, se puede escuchar a la hija pequeña de Mary
llorando al fondo.
En respuesta a este video, su esposo dijo que conoce los gestos de su
esposa y claramente podía decir que ella estaba hablando bajo coacción.
También señaló que, si realmente se había escapado para convertirse al
islam y abandonarlo a él y a sus otros dos hijos pequeños, ¿por qué no
se llevó ninguna de sus pertenencias con ella? Al contrario, ella
estaba preparando la casa para la Pascua y había salido de casa sin
ninguna de sus cosas para hacer unas compras. "¿Acaso es ese el
comportamiento de una mujer que intenta marcharse?", preguntó.
Unos días más tarde, y debido a que esta "desaparición" concreta
también armó mucho ruido, Mary y su hija fueron devueltos a su familia,
nuevamente, con pocas aclaraciones de lo que había sucedido.
Es fácil observar lo parecidas que son estas dos
historias, hasta en
los detalles. Por ejemplo, Mary Wahib Joseph no es la primera mujer
cristiana en desaparecer, reaparecer en un video vestida con hiyab y
diciendo que había abrazado libremente el islam, solo para que la
verdad saliera a la luz más tarde. Aquí se documenta un caso
prácticamente idéntico de 2020.
Lo único poco común en estas dos historias, que se han desarrollado
repetidamente en Egipto, es que tanto la mujer como la adolescente
regresaron con sus familias, aunque, sin duda, solo después de haber
quedado marcadas permanentemente por su terrible experiencia.
El hecho es que las niñas cristianas coptas han sido y continúan siendo
cada vez más secuestradas, abusadas sexualmente y obligadas a
convertirse al islam y casarse con sus secuestradores, y a la mayoría
de ellas nunca se las vuelve a ver.
Por ejemplo, también recientemente, el 16 de abril de 2022, el hermano
de otra niña copta menor, Mahreal Sobhi, de 15 años, contó cómo
ella desapareció también un día de diciembre de 2021. Él y su
familia hicieron todo lo posible para recuperarla, incluso implorando a
las autoridades que actuaran, sin ningún apoyo. En cambio, apareció un
video,
similar al de Mary, con Mahreal vestida con un hiyab y diciendo que se
había convertido voluntariamente al islam. Su hermano agregó que,
aparte de ese video poco fiable, no han tenido noticias sobre el
estado o el paradero de la niña, por lo que, durante cuatro meses, la
familia ha estado hundida en la miseria.
También se debe destacar que en los pocos casos en que se recupera a
las
niñas y las mujeres coptas, nunca se emprenden acciones legales contra
los
secuestradores, a pesar de que la ley egipcia es extremadamente dura en
estos asuntos (por ejemplo, hasta 25 años de prisión por secuestrar a
una mujer menor de edad, es decir, menor de 18 años). Pero esa es la
realidad del sistema de "justicia" de Egipto cuando se trata de los
coptos, no musulmanes.
Todo este fenómeno y proceso está bien expuesto en un informe de
Coptic Solidarity. Consta de quince páginas y se titula ‘La yihad del útero’. La trata de mujeres y niñas
coptas en Egipto, y documenta "la
práctica generalizada del secuestro y la trata" de niñas coptas. Según
el
informe:
"La captura y desaparición de mujeres y niñas coptas
es una pesadilla para la comunidad copta en Egipto; sin embargo, los
gobiernos egipcios o extranjeros, las ONG o los organismos
internacionales han hecho poco para abordar este flagelo. Según un
sacerdote de la gobernación de Menia, al menos 15 niñas desaparecen
cada año solo en su área. Su propia hija casi fue secuestrada si él no
hubiera podido intervenir a tiempo... La trata desenfrenada de
mujeres y niñas coptas es una violación directa de sus derechos más
básicos a la seguridad, la libertad de movimiento y la libertad de
conciencia y creencias. El gobierno egipcio debe abordar urgentemente
los crímenes cometidos contra estas mujeres, poniendo fin a la
impunidad de los secuestradores, sus cómplices y la policía, que se
niega a
cumplir con sus funciones. Las mujeres que desaparecen y nunca se
recuperan deben vivir una pesadilla inimaginable. La gran mayoría de
estas mujeres nunca se vuelven a reunir con sus familias o amigos,
porque la
respuesta policial en Egipto es desdeñosa y corrupta. Hay innumerables
familias que informan de que la policía ha sido cómplice del secuestro
o,
al menos, ha sido sobornada para que guarde silencio. Si hay alguna
esperanza de que las mujeres coptas en Egipto tengan un nivel de
igualdad meramente "elemental", estos incidentes de trata deben cesar y
los perpetradores deben rendir cuentas ante la justicia."
Desde la publicación de ese informe Coptic Solidarity en septiembre de
2020, las cosas
solo han empeorado. Como señala un informe posterior: "En Egipto, los
secuestros y los matrimonios forzados de mujeres y niñas cristianas con
sus secuestradores musulmanes han alcanzado niveles sin precedentes".
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