Por qué es tan difícil compadecer a los musulmanes

RAYMOND IBRAHIM






¿Cómo compadecerse de un grupo que en sí mismo regularmente no muestra piedad o siquiera mera tolerancia hacia los demás? Este es el enigma al que uno se enfrenta al considerar los grupos de víctimas musulmanas.


Tomemos a los rohinyas, por ejemplo, un pueblo musulmán que vivía principalmente en Myanmar (Birmania), mientras que, como la mayoría de los musulmanes invasores y conquistadores, no era nativo de Myanmar. Allí han sido severamente perseguidos por los budistas nativos de esa nación. Si bien los rohinyas se presentan normalmente como víctimas, aspectos de lo cual son ciertos sin duda, históricamente, cada vez que tenían la oportunidad, eran ellos quienes rápidamente victimizaban a otros, y así han dado pie a su situación actual.


De hecho, y no muy diferente de las minorías musulmanas en otras naciones, los rohinyas han estado cometiendo el mismo tipo de tumultos, violencia, terrorismo y violaciones contra los infieles que uno está acostumbrado a asociar con el "islam radical", aunque rara vez se dan noticias de esto en Occidente. La principal diferencia es que, al contrario que Occidente, Myanmar ha respondido con una crueldad intransigente.


Consideremos las palabras de Wirathu, el monje budista antimusulmán más destacado en Birmania: "Si somos débiles, nuestra tierra se volverá musulmana". Un tema musical recurrente habla de un pueblo que "vive en nuestra tierra, bebe nuestra agua y es desagradecido con nosotros", en referencia a los rohinyas, a los que "construiremos una cerca con nuestros huesos si es necesario" para mantenerlos alejados. Sus panfletos dicen: "Myanmar se enfrenta actualmente a un veneno muy peligroso y temible que es lo suficientemente grave como para erradicar toda civilización".


En relación con esto, consideremos las palabras de fray Daniel Byantoro, un musulmán convertido al cristianismo ortodoxo:


"Durante miles de años, mi país (Indonesia) fue un reino budista hindú. El último rey hindú tuvo la amabilidad de dar una propiedad exenta de impuestos para que el primer misionero musulmán viviera y predicara su religión. Lentamente los seguidores de la nueva religión fueron creciendo y, tan pronto como se hicieron fuertes, atacaron el reino. Quienes se negaron a convertirse en musulmanes tuvieron que huir para salvar su vida a la vecina isla de Bali o a una alta montaña de Tengger, donde han podido mantener su religión hasta ahora. Lentamente, desde el reino budista hindú, Indonesia se transformó en el país islámico más grande del mundo. Si hay alguna lección que los estadounidenses deban aprender, vale la pena que reflexionen sobre la historia de mi país. No somos gente fanática que fomenta el odio; más bien, somos personas amantes de la libertad, amantes de la democracia y amantes de los seres humanos. Simplemente no queremos que esta libertad y esta democracia nos las arrebaten por nuestra ignorancia y nuestra equivocada "corrección política", y la presunta tolerancia" (Fuente: Facing Islam).


Pero ¿quizá todo esto es historia? Se pensaría que los rohinyas, habiendo sufrido la persecución, habrían aprendido lo que se siente y, en consecuencia, rechazarían la idea de victimizar a otros simplemente por ser diferentes. Por desgracia, este no parece ser el caso.


Por ejemplo, en enero de 2020, unos rohinyas musulmanes en un campo de refugiados de Bangladés golpearon salvajemente a una docena de cristianos del mismo campamento. "Nos atacaron a nosotros, los cristianos. Saquearon nuestras casas y golpearon a muchos compañeros cristianos. Al menos 12 cristianos han tenido que recibir tratamiento en diferentes hospitales y clínicas", informó un cristiano, y agregó: "Fuimos atacados debido a nuestra fe... Los días 10, 11 y 13 de mayo del año pasado, nos atacó ese mismo grupo de terroristas. Quieren que abandonemos este campamento. Han estado atacándonos sistemáticamente".


En relación con esa serie de ataques, la Asamblea Cristiana Rohinya de India dijo que los rohinyas musulmanes "atacaron a toda la comunidad cristiana en el campamento de Kutupalong... Aproximadamente 25 familias cristianas se encuentran desplazadas. Es invierno y hace mucho frío, las víctimas tienen muchos niños pequeños con ellos". El grupo agregó que turbas armadas con machetes, "cientos en muchos grupos", invadieron y destruyeron todos los hogares cristianos por la noche.


La Navidad pasada, de 2021, en India, cientos de trabajadores inmigrantes rohinyas musulmanes, algunos con armas letales, atacaron violentamente a un grupo de trabajadores inmigrantes cristianos cerca de una fábrica. Según el informe, "estalló una pelea alrededor de las 23.30 horas, cuando algunos musulmanes se opusieron a que cantaran villancicos los inmigrantes cristianos de Nagaland y Manipur. Mientras estaban celebrando y bailando de madrugada, los inmigrantes musulmanes los atacaron". Varios policías y otros que intentaron intervenir también resultaron heridos en los disturbios; los fanáticos rohinyas incluso "intentaron quemar vivos a  unos policías".


Casi al mismo tiempo, un rohinya musulmán golpeó a un rohinya cristiano en el campo de refugiados en Bangladés. Según Saydul Amin: "Me están persiguiendo desde que revelé que soy cristiano. Ya no me siento seguro en el campamento".


El mismo informe cita a David Sunir, otro cristiano que había sido golpeado en un campo de refugiados rohinyas: "Los cristianos somos una minoría y vivimos con miedo".


Cabe señalar que algo similar está sucediendo aquí en Occidente. Con regularidad se emiten  informes de refugiados musulmanes (supuestamente "víctimas" necesitadas de asilo) que atacan y matan a las minorías cristianas entremezcladas con ellos en los campos de refugiados situados en Europa.


De hecho, en un momento, el Estado Islámico envió equipos de asesinos entrenados, disfrazados de refugiados, a los campos de refugiados de la ONU para matar cristianos, incluso "en sus camas", y secuestrar a jovencitas para venderlas o usarlas como esclavas. De esto se informó después de que un operativo del Estado Islámico "se acobardó y renunció a la yihad al presenciar cómo los cristianos ayudaban a otros refugiados dentro del campamento. Luego reveló que lo habían enviado con un escuadrón islamista para eliminar a los cristianos como parte del impulso ideológico del grupo de odio con el fin de borrar del mapa la religión cristiana".


La cuestión aquí no es argumentar que todos los musulmanes son agitadores y por lo tanto "merecen" cualquier trato que reciban. Más bien, hay que reiterar la pregunta hecha al principio de este artículo: ¿Cómo se supone que uno sienta compasión y quiera brindar refugio a un grupo minoritario que, tan pronto como tiene la oportunidad, trata de forma atroz a las minorías con las que convive, sin otra razón que porque son diferentes, en este caso, porque son "infieles"?



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