Mahoma es un profeta obsoleto

SAMI ALDEEB




La leche caducada puede provocar una intoxicación mortal

 

Como no tengo coche, me dispongo a ir en bicicleta. El supermercado más próximo está a cinco kilómetros de mi casa. Y como no me gustan los desplazamientos frecuentes, he enganchado a mi bicicleta un carrito que puede transportar 40 kilos de alimento, que conservo en la bodega.

 

Una vez, compré veinte litros de leche. Más tarde, descubrí que la leche estaba caducada y que tenía todavía diez litros sin consumir. Así que debía tirarlos. Pero se me ocurrió que podía utilizarlos como fertilizante. Y se los eché a las plantas de mi jardín. El resultado fue catastrófico: todas las plantas se murieron, lo que me entristeció mucho.

 

 

El islam es una perpetua inquisición

 

Hay un gran debate en Occidente y en los países árabes y musulmanes sobre la cuestión de saber si es posible reformar el islam, o si, por el contrario, debe considerarse como algo caduco. Todas las religiones pasaron de la expansión a la contracción y la muerte. El judaísmo pudo desarrollar sus enseñanzas. El cristianismo también. Pero no fue sin penalidades. Los oponentes fueron liquidados de manera atroz y las guerras de religión asolaron numerosos países. Hoy, el judaísmo y el cristianismo son muy diferentes del judaísmo y el cristianismo de la edad media.

 

El islam conoció un periodo de inquisición llamado la mihna, que comenzó en 833 y terminó en 844 o 851. Cristalizó en torno a la doctrina según la cual el Corán sería creado, y no la palabra eterna de Dios bajada del cielo a Mahoma. Esta doctrina sostenida por los mutazilíes fue adoptada por el califa Al Mamún, entonces la impuso a todos, destituyendo a todo juez que no se adhiriera a ella. Esta doctrina produjo un gran número de víctimas y fue rechazada por algunos imanes, como Ahmad ibn Hanbal, que sufrió torturas hasta que el califa Al Mutawákil les puso fin y lo liberó.

 

En realidad, el mundo arabomusulmán nunca ha cesado de practicar la inquisición, puesto que, desde el principio del islam hasta nuestros días, todo musulmán que abandona el islam es considerado como apostata merecedor de la pena de muerte. Esta sanción está incluso prevista por el Código penal árabe unificado adoptado por el Consejo de Ministros árabes de Justicia en 1996 (véase en el sitio de la Liga Árabe), que yo he traducido. En la actualidad, está atravesado por una inquisición mucho más grave que la del siglo IX, sobre todo después de la aparición del DAESH, surgido de la corriente mayoritaria suní, y que no hace más que aplicar lo que enseña la universidad de Al Azhar en sus escuelas y facultades. Las desastrosas consecuencias son claramente visibles en lo que ocurre en Irak, Siria, Egipto, Libia y otros países afectados por este azote. Esto prueba que las enseñanzas del islam están obsoletas. A pesar de esas catástrofes, los musulmanes continúan proclamando que el islam es una religión válida en todo tiempo y en todo lugar. No pueden desembarazarse de esa estupidez, porque el Corán dice:

 

"La religión ante Dios es el islam" (3,19).


"A quien busque una religión diferente del islam, no se le consentirá y, en la vida eterna, estará entre los perdedores" (3,85).


"Hoy, he completado para vosotros vuestra religión, he cumplido mi gracia para con vosotros, y he aprobado el islam como religión para vosotros" (5,3)


Una concepción así supone una alucinación. Dios no tiene nada que ver con las religiones, y todas las religiones son invenciones humanas.

 

 

Pero ¿se puede realmente reformar el islam?

 

Es lo que intentó hacer el malogrado Mahmud Muhammad Taha, quien sugirió dejar de lado el Corán y el islam de Medina, y quedarse solamente con el Corán y el islam de La Meca. Resultado: fue ahorcado en 1985 por instigación de Al Azhar, de los Hermanos Musulmanes y de la Liga Islámica mundial. Desde entonces, sus libros permanecen prohibidos… Pero están disponibles en Internet: https://www.alfikra.org Próximamente, publicaré una obra en árabe y en francés titulada: Mahmud Muhammad Taha entre el Corán mequí y el Corán mediní.

 

Están también quienes quieren introducir ajustes en ciertas enseñanzas del islam, como lo ha hecho una abogada alauí de origen turco y residente en Alemania. Ella ha construido una mezquita mixta para hombres y mujeres, donde la plegaria está presidida por una mujer, ayudada por un hombre. Esto ha provocado la cólera de las autoridades religiosas turcas y las críticas de Al Azhar. Véase este artículo: https://goo.gl/PqA4pM Hasta ahora, esta mujer vive bajo protección policial las 24 horas del día, a causa de las amenazas proferidas por musulmanes en Alemania.

 

Es inútil mencionar aquí todas las corrientes reformistas dentro del islam, que encuentran la misma oposición por parte de las autoridades religiosas. Basta con mencionar a Islam Al-Buhairi, encarcelado durante un año en Egipto, y el jeque Muhammed Abdullah Nasr, llamado "el jeque Miso", encerrado en las cárceles egipcias.

 

Hay asimismo corrientes ateas, que quieren tirar al bebé con el agua del baño, al no ver ninguna esperanza en la reforma del islam.

 

Hay igualmente una campaña provocadora, que iniciado yo, proponiendo elegir un nuevo profeta en lugar y sustitución de Mahoma, puesto que él no está ya adaptado a nuestro tiempo: https://goo.gl/X1GQUa

 

 

El islam ¿seguirá impertérrito?

 

A despecho de todas estas cogitaciones intelectuales, hay quienes continúan creyendo que el islam es sólido y no será afectado en absoluto por las objeciones de sus adversarios. Pero ¿qué validez tiene esta creencia?

 

Para responder a esta cuestión, podemos preguntar cuál será la suerte de una epidemia que amenaza a la humanidad.

 

Esta epidemia puede ser eliminada, o puede eliminar a la humanidad.

 

Las dos soluciones dependen de los medios utilizados para luchar contra la epidemia.

 

La primera condición es el reconocimiento del hecho de que estamos frente a una epidemia peligrosa y no solo ante un dolor de cabeza pasajero.

 

Ante lo que ocurre actualmente podemos decir que esta condición se ha cumplido. Hoy el islam tiene mala reputación a causa de los comportamientos de sus adeptos. Entrad en un supermercado en Londres o en París y gritad "Alahú Akbar", y veréis a la gente precipitarse corriendo fuera del local. Los viajes de un país a otro son cada vez más complicados por los procedimientos restrictivos, a causa del islam. Numerosos países han comenzado a adoptar diversas medidas hostiles hacia el islam. La más reciente es la creación en Italia del Partito anti islamizzazione, el Partido contra la islamización, que se propone limitar la inmigración musulmana y deportar a todo migrante reconocido culpable por la justicia. Este partido pretende participar en las elecciones y entrar en el parlamento italiano para poner en práctica sus ideas, opuestas a las normas islámicas que violan los derechos del hombre (véase este artículo: https://goo.gl/qZJXZJ y su sitio https://goo.gl/5JS4AK

 

 

El árbol se reconoce por su fruto

 

En mi opinión, el Corán, Mahoma y el islam se encuentran ya obsoletos, a juzgar por las consecuencias trágicas de sus enseñanzas en Siria, Irak, Yemen, Libia, Egipto y otros países, incluyendo a Occidente con los atentados cometidos en diferentes ciudades. "El árbol se reconoce por su fruto. Todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos", dice Cristo. Y ahora, sin tardar demasiado, es la sociedad la que ha de decidir rechazarlos como se hace con la leche caducada… Si no quiere sufrir una intoxicación alimentaria. A menos que se encuentre una solución radical con vistas a cambiar completamente el islam. Este cambio debe pasar por la prohibición de distribuir el Corán en su forma actual, la imposición de una versión del Corán por orden cronológico y la inclusión de una advertencia al principio del Corán indicando que la parte mediní del Corán es tóxica. La presentación cronológica permite distinguir la evolución del Corán, desde un texto más o menos pacífico durante el periodo mequí, a un texto violento y contrario a los derechos del hombre durante el período mediní. A tal efecto, considero la parte mediní del Corán mil veces más peligrosa que Mein Kampf de Hitler.

 

He aquí la advertencia que yo he puesto al principio de mi edición árabe y de mis traducciones del Corán al francés, inglés e italiano, por orden cronológico:

 

Como los demás libros sagrados, el Corán comporta directamente, o indirectamente a través de la zuna de Mahoma que los musulmanes deben seguir, normas contrarias a los derechos del hombre reconocidos hoy en los documentos internacionales. Invitamos, pues a los lectores a leerlo con espíritu crítico y a situarlo en su contexto histórico, a saber, el siglo VII. Entre las normas que violan los derechos del hombre, que inspiran las leyes de los países árabes y musulmanes, y que los movimientos islamistas querrían aplicar, en todo o en parte, señalamos estas a título de ejemplo:

 

- La desigualdad entre los hombres y las mujeres en el matrimonio, el divorcio, la herencia, el testimonio, los castigos y el empleo, el matrimonio de niñas impúberes y la circuncisión masculina y femenina practicada en los niños.

 

- La desigualdad entre musulmanes y no musulmanes en el matrimonio, el divorcio, la herencia, el testimonio, los castigos y el empleo.

 

- El no reconocimiento de la libertad religiosa, en particular la libertad de cambiar de religión.

 

- La exhortación a combatir a los no musulmanes, a ocupar sus países, a imponer a los no musulmanes el pago de un tributo (la yizia) y a matar a quienes no sigan las religiones monoteístas.

 

- La esclavitud, la captura de los enemigos y la apropiación de sus mujeres.

 

- Los castigos crueles como la condena a muerte del apóstata (quien abandona el islam), la lapidación de la adúltera, la amputación de las manos del ladrón, la crucifixión, la flagelación y la ley del talión (ojo por ojo, diente por diente).

 

- La destrucción de las estatuas, las pinturas y los instrumentos de música, así como la prohibición de las artes.

 

- El maltrato hacia los animales y el exterminio de los perros de compañía.

 

Y como se suele decir: 'Esto es lo que hay. O lo tomas o lo dejas'.



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