La alteración del Corán Tahrif al-qur'an

SAMI ALDEEB





Alteración de los libros sagrados de los judíos y los cristianos


Los musulmanes repiten que los libros sagrados de los judíos y los cristianos fueron alterados por sus respectivas autoridades religiosas. Se apoyan en varios versículos del Corán que citamos a continuación:


"¿Pretendéis entonces que os crean, aunque un grupo de ellos escuchaba las palabras de Dios y luego las desplaza [de su posición], después de que él se las razonó, a sabiendas?" (Corán 87/2,75).


"¡Ay de aquellos que escriben el libro con sus propias manos y luego dicen: 'Esto es de parte de Dios', a fin de cambiarlo por un bajo precio! ¡Ay de ellos por lo que sus manos han escrito! ¡Y ay de ellos por lo que realizan!" (Corán 87/2,79).


"Quienes ocultan lo que Dios ha hecho descender del libro y lo cambian por un bajo precio, estos solo ingerirán fuego en su vientre. Dios no les hablará el día de la resurrección, ni los purificará. Y tendrán un castigo doloroso" (Corán 87/2,174).


"Entre ellos hay algunos que tergiversan con sus lenguas el libro para que creáis que eso está en el libro, cuando no está en el libro en absoluto. Dicen: 'Esto es de parte de Dios', cuando no es de parte de Dios. Dicen mentiras sobre Dios, a sabiendas" (Corán 89/3,78).


"Entre las personas del libro hay quienes creen en Dios, en lo que descendió sobre vosotros y lo que descendió sobre ellos, postrados ante Dios, que no cambian los signos de Dios por un bajo precio. Estos tendrán su salario ante su Señor. Dios es puntual en ajustar cuentas" (Corán 89/3,199).


"Entre los judíos están aquellos [que] desplazan las palabras de sus posiciones" (Corán 92/4,46).


"Pero como rompieron su compromiso, los hemos maldecido y hemos endurecido sus corazones. Desplazan las palabras de sus posiciones, y han olvidado una parte de lo que se les recordó. Tú no dejarás de ver una traición por su parte, excepto unos pocos de ellos. Concédeles, pues, tu gracia y absuélvelos. Dios ama a los que obran bien" (Corán 112/5,13).


"¡Oh enviado! Que no te entristezcan los que se apresuran al descreimiento entre los que dijeron: 'Hemos creído' con sus bocas, mientras que sus corazones no han creído. Hay entre los judíos [un grupo] que escucha la mentira, [te] escucha [para decir mentiras sobre ti a] otras gentes que nunca han venido a ti, y [hay un grupo que] desplaza las palabras de sus posiciones" (Corán 112/5,41).


"No midieron a Dios en su verdadera medida cuando dijeron: 'Dios no ha hecho descender nada sobre un humano'. Di: '¿Quién hizo descender el libro con el que vino Moisés como luz y dirección para los humanos? Lo registráis en hojas [de las que] mostráis [lo que queréis], y ocultáis mucho, mientras se os enseñó lo que no sabíais, ni vosotros ni vuestros padres'. Di: 'Es Dios'. Luego, déjalos seguir con sus divagaciones" (Corán 55/6,91).


Los musulmanes juzgan los libros sagrados de los judíos y los cristianos con la vara de medir del Corán.


Así, el Antiguo Testamento relata comportamientos inmorales de personajes que el Corán considera profetas, comportamientos que este último silencia, al verlos como indignos de los profetas. De ahí concluyen los musulmanes que el Antiguo Testamento ha sido alterado.


Del mismo modo, el Corán niega la crucifixión de Cristo:


"Y porque dijeron: 'Hemos matado al Mesías Jesús, hijo de María, el enviado de Dios'. Ahora bien, ellos no lo mataron, ni lo crucificaron, sino que eso les pareció. Quienes no estuvieron de acuerdo sobre esto tienen dudas al respecto. No tienen ningún conocimiento de ello, sino que siguen una presunción. Y ellos ciertamente no lo mataron" (Corán 92/4, 157).


Si los Evangelios hablan de la crucifixión de Cristo, en contra de lo que dice el Corán, esto constituye para los musulmanes una prueba de que los cristianos han alterado el Nuevo Testamento.



El Corán está protegido de toda alteración


Los musulmanes afirman que el Corán, a diferencia de los libros sagrados de los judíos y los cristianos, está protegido de toda alteración. Se apoyan en el siguiente versículo del Corán:


"Nosotros lo hemos hecho descender, y nosotros lo protegeremos" (Corán 54/15, 9).


Al-Muntakhab, exégesis de Al-Azhar, dice:


"A fin de que el llamamiento a la verdad se mantenga hasta el día de la resurrección, no hemos hecho descender a los ángeles, sino al Corán, que siempre se debe recordar a las gentes. Nosotros lo protegeremos de todo cambio, añadido o reducción hasta el día de la resurrección."


Al-Tafsir al-muyassar, exégesis aprobada por Arabia Saudí, dice:


"Hemos revelado el Corán al profeta Mahoma, y ​​nos comprometemos a protegerlo de cualquier añadido, reducción o pérdida."


En su exégesis Al-Kashshaf, Al-Zamakhshari (muerto en 1144) escribe:


"La afirmación 'Nosotros hemos hecho descender el recordatorio' es una respuesta a la negación y la burla de los descreídos: 'Ellos dijeron: ¡Tú, a quien descendió el recordatorio! Estás poseído por un genio" (Corán 15,6). Debido a esto, Dios afirma que es él mismo quien lo hizo descender, de manera categórica y definitiva, y que es él quien lo envió con Gabriel, bien escoltado por delante y por detrás, hasta que descendió y fue transmitido, bien protegido de los demonios. Él es quien lo protege en todo momento de todo añadido, reducción, alteración o cambio, al contrario de los libros anteriores, que no han sido protegidos por él. Fueron los dirigentes religiosos judíos y cristianos quienes los custodiaban, pero discrepaban entre ellos abusivamente. De ahí su alteración (tahrif). Dios no ha confiado la custodia del Corán a nadie más que a sí mismo. Cuando digo que la afirmación 'Nosotros hemos hecho descender el recordatorio' es una respuesta a la negación y la burla de los descreídos, ¿cuál es entonces el vínculo con la afirmación 'y nosotros lo protegeremos'? Respondo que esto constituye una prueba de que el Corán ha descendido de su parte como un prodigio. Porque si se tratara de palabra humana o no tuviera el carácter prodigioso, entonces el Corán habría sufrido añadidos y reducciones, como sería el caso con todas las demás escrituras."


Pero, ¿en qué medida es verdadera la afirmación de que el Corán está protegido de toda adición, reducción o pérdida?



Cualquiera que diga que el Corán ha sufrido añadidos o reducciones es considerado como descreído, reo de la pena de muerte


En general, se acusa a los chiíes ​​de haber denunciado la alteración del Corán. Por eso, los suníes llevan a cabo una campaña hostil contra ellos. Cito un pasaje de un libro titulado Los chiíes y la alteración del Corán:


"Oh chiíes duodecimanos: la fe en la autenticidad del sagrado Corán es uno de los fundamentos y los pilares de la religión. Quien lo niega, aunque solo sea por una letra, niega el Corán y uno de los fundamentos de la religión. Quien no cree en la protección del Corán, niega el Corán y pone en entredicho la saría aportada por el mensajero de Dios. Porque, entonces, es probable que haya habido alteración en cada uno de los versículos del Corán. Y en presencia de probabilidades, las creencias se vuelven nulas, porque la fe solo puede existir con las certezas."


Este mismo libro agrega: "Grandes sabios suníes han declarado que cualquiera que crea que el Corán ha sufrido añadidos o reducciones abandona el islam". A este respecto, cita a cierto número de juristas musulmanes que consideran a tal persona como un descreído, merecedor de la pena de muerte.


Pero, en realidad, algunos suníes y chiíes admiten que hay capítulos y versículos del Corán que se han perdido o no forman parte de él, como vamos a ver en lo que sigue.



El estado actual del Corán y el número de sus versículos


El Corán actual puesto a disposición de los musulmanes contiene 114 suras que entremezclan los 86 capítulos mequíes (revelados en La Meca) y los 28 capítulos mediníes (revelados tras la salida de Mahoma hacia Medina), sin ninguna lógica. Además, hay versículos mediníes que se han insertado en 35 de los capítulos mequíes, sin que nadie sepa la razón. Esta confusión en la presentación de los capítulos del Corán vuelve particularmente difícil su comprensión.


En lo que se refiere a los versículos del Corán, su número varía según las versiones y las ediciones. Así, a título de ejemplo,


— El Corán más extendido, publicado en Egipto y en Arabia Saudí, según la lectura de Hafs, contiene 6.236 versículos.

— El Corán publicado en Marruecos, según la lectura de Warsh, contiene 6.214 versículos.

— El Corán publicado en Sudán, según la lectura de Al-Duri, contiene 6.204 versículos

— El Corán publicado en el Imperio otomano, hacia 1880, contiene 6.344 versículos.

— El Corán publicado por Gustave Flügel, en 1834, contiene 6.238 versículos.


Esto no significa que el texto coránico difiera de una región a otra, sino simplemente que los pasajes del Corán se han dividido en versículos de manera diferente. Esto crea confusión entre aquellos que fomentan teorías cabalísticas a partir del número de versículos coránicos. Esta es la razón por la cual los cabalistas musulmanes exigen el establecimiento de una numeración única del Corán, a fin de poder alucinar a su antojo. Por otro lado, si creemos que la versión original del Corán se encuentra en un cofre junto Dios, ¿a qué versión corresponde? También se plantea el problema de las referencias al Corán en los escritos.



Lo que algunos consideran que no forma parte del Corán


Como hemos visto, los musulmanes afirman que el Corán no ha sufrido alteración alguna: ni añadido ni reducción, con base en el versículo 15,9: "Nosotros hemos hecho descender el recordatorio, y nosotros lo protegeremos".


Es una creencia a la que el investigador no presta ninguna atención, puesto que no es verificable. El investigador considera el Corán como un texto humano y no como un libro descendido del cielo. Por mi parte. diré que del cielo solo descienden la lluvia, los meteoritos y los excrementos de pájaros, y toda persona que afirme lo contrario tendría mejor su sitio en la clínica psiquiátrica.


Esa creencia musulmana tropieza además con las propias fuentes islámicas. Estas fuentes indican que hay musulmanes que consideran que algunos capítulos o versículos no forman parte del Corán y, por lo tanto, los eliminan de su Corán.


Así, Abdullah Ibn Masud cuestionaba la integración de los dos últimos capítulos del Corán por la comisión instituida por el califa Utmán. Asimismo, creía que el primer capítulo del Corán (Al-Fatiha) constituye una simple oración que no forma parte del Corán. Por consiguiente, el número de capítulos en el Corán según Ibn Masud es 111, en lugar de los 114 capítulos del Corán de Utmán actualmente en uso.


Al-Suyuti dice sobre este tema: "Ibn Masud niega que el primer capítulo y los dos últimos sean del Corán. Esto es extremadamente grave. Si decimos que la transmisión del Corán era rigurosamente exacta en la época de los compañeros de Mahoma, la negación por parte de Ibn Masud implica su descreencia. Y si decimos que la transmisión no fue rigurosamente exacta en aquella época, esto significa que nunca lo fue".


Cabe señalar aquí que el Corán de Ibn Masud estaba muy extendido en Kufa. Él se negó a enviárselo al califa Utmán para que lo quemara, considerando que su texto era mejor que el establecido por Zayd bin Thabit y que él mismo debería haber sido elegido para la comisión del Corán en lugar de este último, porque él se se había hecho musulmán en La Meca antes del nacimiento de Zayd. Al-Yaqubi dice: "Utmán reunió el Corán y lo compiló, poniendo juntos los capítulos largos, y luego los capítulos cortos. Dio orden para que se le remitieran los Coranes desde todas partes, luego los hizo hervir en agua caliente y vinagre, y según otros los mandó quemar. Ibn Masud estaba en Kufa, y rehusó enviar su Corán. Cuando entró en la mezquita donde predicaba Utmán, fue arrastrado por el pie hasta que se le rompieron dos costillas. Parece que el Corán de Ibn Masud continuó existiendo hasta el año 389 de la hégira [999 AD], y fue quemado después de la sedición chií y suní en Bagdad. Al-Sarakhsi dijo en Al-Mabsut: "Hemos demostrado el mantenimiento de la lectura del Corán de Ibn Masud, porque fue célebre hasta los tiempos de de Abu Hanifa".


Los mutazilíes sostenían que el capítulo 111 del Corán (Al-Massad) no forma parte del Corán. Y los jariyíes decían que el capítulo 12 del Corán (Yusuf) tampoco pertenece al Corán, porque es una historia de amor indigna del Corán.


Rashad Khalifa, un cabalista musulmán que inventó la teoría del número 19, basándose en los versículos 74,27-30, opina que los versículos 9,128 y 129 no forman parte del Corán porque refutan sus cálculos. Como resultado, no los incluyó en su traducción al inglesa del Corán. La misma posición fue adoptada por su discípulo Edip Yuskel en su traducción inglesa. Mostramos aquí los dos versículos considerados por esos dos "coranistas" como diabólicos:


"Un enviado tomado de entre vosotros ha venido a vosotros, a quien le pesa que estéis agobiados, vela por vosotros, es compasivo, misericordioso con los creyentes" (Corán 113/9,128).


"Si entonces vuelven la espalda [a la fe], di: 'Dios me basta'. No hay más dios que él. En él confío. Él es el Señor del trono soberano" (Corán 113/9,129).



La mitad del Corán ha desaparecido según algunos suníes


Las fuentes islámicas indican que el ángel Gabriel solía revisar el Corán cada año junto con el profeta Mahoma, y ​​la última revisión se hizo antes de su muerte. En cada revisión, el ángel procedía a la supresión de cierto número de versículos.


Si dejamos de lado esta leyenda, Al-Suyuti (fallecido en 1505) nos dice que el número de versículos en el capítulo 33 (Al-Ahzab) era de 200 versículos, incluso más que el número de versículos del capítulo 2 (Al-Baqarah ), que contiene 286 versículos, pero actualmente solo quedan 73 versículos. Lo que significa que 213 versículos han desaparecido.


Al-Suyuti da otros ejemplos de capítulos y versículos que han desaparecido del Corán. Él nos narra los comentarios del hijo del califa Omar: 'Ninguno de vosotros debería decir yo tengo todo el Corán. ¡Y qué sabemos de todo el Corán! Buena parte ha desaparecido. Más bien, habría que decir: he tomado del Corán lo que parece que forma parte de él'.


Cabe señalar que el capítulo 9 (Al-Tawbah, que contiene 129 versículos) es el único del Corán que no comienza con la basmalá: 'En el nombre de Dios, clemente y misericordioso'. Malik bin Anas dice que muchos versículos de este capítulo desaparecieron con la basmalá. Algunos estiman que sus versículos actuales representan solo una cuarta parte de los originales. Esto significa que 387 versículos han desaparecido.


Tengamos en cuenta también que Ibn Ka'b añade al Corán dos capítulos que actualmente no figuran en él: Al-Khul' y Al-Hafd. Muchas personas, y no menos importantes, eran de la misma opinión, incluyendo a Ibn-Abbas, Abu Musa Al-Ash'ari, Anas Ibn Malik, Ibrahim Al-Nakha'i, Sufyan Al-Thawri, Hasan Al-Basri. El califa Omar Ibn Al-Jattab leía esos dos capítulos durante el rezo. Jalal Al-Din Al-Suyuti los puso al final de su exégesis Al-Dur al-manthur, considerando que eran dos capítulos del Corán.


Si nos basamos en los escritos fiables de los suníes, podemos decir que el Corán actual representa solo la mitad del Corán revelado a Mahoma.



Dos tercios del Corán han desaparecido según los chiíes


Al-Kulayni, apodado "La confianza del islam" (muerto en 941), dice: "El Corán que el ángel Gabriel entregó a Mahoma era de diecisiete mil versículos". Sin embargo, el Corán actual cuenta con 6.236 versículos, lo que significa que cerca de dos tercios del Corán han desaparecido, según este autor. Hablando del Corán de Fátima, Al-Kulayni dice: "Es un Corán que contiene tres veces vuestro Corán. ¡Por Dios, no hay ni una letra de vuestro Corán!".

 
Al-Fayd Al-Kashani (fallecido en 1680) dice en la sexta introducción a su exégesis Al-Safi: "El Corán que tenemos no está en su integridad tal como fue revelado a Mahoma. En él figura lo que es contrario a lo que Dios reveló y que ha sido alterado, y muchas cosas se han omitido, incluyendo el nombre de Ali en muchos pasajes. Por otro lado, no está ordenado de una manera aceptada por Dios y su mensajero [...]. Esto plantea un problema: a partir de este hecho, no nos es posible basarnos en este Corán, porque cada uno de sus versículos puede estar alterado (muharraf) y cambiado, y no corresponde al Corán que Dios hizo descender. Por lo tanto, no podemos argumentar a partir de este Corán, que así se vuelve inútil".


Algunos chiíes acusan al califa Utmán (muerto en 656) de haber suprimido o modificado los textos coránicos que hacían referencia a Ali (muerto en 661), su rival político. Dicen que capítulos enteros y un cierto número de versículos desaparecieron o fueron suprimidos del Corán. Un escritor suní cita 208 ejemplos de alteraciones pretendidas por los chiíes. Pero un libro chií niega tales acusaciones en contra de los chiíes y agrega que existe un número mayor de alteraciones alegadas en los libros suníes.


Entre los capítulos que, según algunos chiíes, fueron suprimidos del Corán de Utmán, señalemos el capítulo Al-Wilayah y el capítulo Al-Nurayn, suprimidos para negar la prioridad de Ali Ibn Abi-Talib al califato tras la muerte de Mahoma. Estos dos capítulos se encuentran en antiguas ediciones chiíes del Corán, y hay copias de estos dos capítulos disponibles en Internet.



Consecuencias de la pérdida de grandes partes del Corán


La pérdida de grandes partes del Corán ha conducido a la dislocación del Corán y a dificultades para comprenderlo.


Supongamos que encontramos trozos de una gran estatua rota e intenta reconstruirla. Si una parte de esa estatua está perdida, tendremos una estatua inacabada, por ejemplo, sin nariz, sin brazo, sin pierna, sin ojo, etc. Esto es lo que notamos en el Corán. Si leemos uno de los capítulos del Corán, en particular de los largos, comprobaremos que su composición es confusa. Tomemos el capítulo 2 (Al-Baqara), alaboremos un índice de su contenido y busquemos los vínculos entre sus elementos. Pronto descubriremos que el texto salta de un tema a otro sin razón aducible.



La dislocación se comprueba a veces dentro del mismo versículo


Tomemos el ejemplo del versículo 3 del capítulo 4º: "Si teméis no ser equitativos con los huérfanos, casaos con las mujeres que os plazcan: dos, tres y cuatro". Pero si teméis no ser justos, entonces una sola, o lo que vuestras manos derechas posean. Esto es lo menos para no oprimir". Pues bien, ¿cuál es la relación entre los huérfanos y el matrimonio con cuatro mujeres? Algunos han visto que entre la primera parte del versículo y la segunda parte, se habría perdido un tercio del Corán.


Tomemos el versículo 1 del capítulo 5º: "¡Vosotros que habéis creído! Cumplid vuestros compromisos. Os están permitidos los animales de los rebaños, excepto lo que se os ha recitado, que no permite los animales de caza mientras estéis en estado de prohibición. Dios juzga lo que quiere". Pero, ¿cuál es la relación entre el respeto a los compromisos y los tabúes en el ámbito de la alimentación? Absolutamente nada. Esto prueba que se ha perdido parte del texto coránico.



La opinión del jeque Mustafa Rashid


El jeque egipcio Mustafa Rashid resumió la situación en la que se encuentra ahora el Corán, en un artículo titulado "Los versículos que faltan", cuya conclusión citamos aquí:


"El Corán llamado mushaf Utmán, que está en nuestras manos ahora, es lo que el califa Utmán pudo o quiso colectar, y lo que él mantuvo, mandando quemar los otros Coranes, como el mushaf de Abdullah Ibn Masud, el mushaf de Ibn Abbas, el mushaf de Aisha y otros. Esto llevó a algunos compañeros del profeta y a muchos musulmanes, encabezados por Aisha, la esposa favorita de Mahoma, a declararlo descreído (kafir), a exigir su condena a muerte y a rechazar, después de matarlo, su entierro en los cementerios musulmanes. Por este motivo, fue enterrado en los cementerios judíos en el barrio de Hash Kawkab de Medina. No podemos negar que faltan muchos versículos en ese Corán. Debemos ser honestos y reconocer que el Corán está incompleto, y que cualquiera que diga lo contrario o es ignorante o es mentiroso ante Dios, y esto es el verdadero descreimiento, que Dios nos guarde de él.


Señalemos aquí que algunas fuentes islámicas indican que una de las razones por las que el califa Utmán fue asesinado es su alteración del Corán, y esto es lo que le reprochó Muhammad, hijo del califa Abu Bakr, antes de asestarle el golpe de gracia.



FUENTE



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