Alá no es Dios Padre

AMOUR, TOLERANCE, PAIX





Proclamar la existencia y la unicidad de Dios es una cosa, pero ¿qué más sabemos de este Dios solamente con esta proclamación? Dar a entender que compartimos la misma concepción monoteísta de Dios equivale a negar la fe cristiana.


Los musulmanes no pueden esperar en el otro mundo más que los placeres que deben odiar aquí abajo, mientras que el paraíso, el reino de Dios prometido a los cristianos, es la relación con Dios, comunión en el amor divino.


El Dios de sumisión (1), que guía o extravía a quien él quiere, sin posibilidad de penitencia, no es el Padre que llama a su creación al amor. Dios Padre ha creado a todos los hombres para participar activamente en la creación e ir al paraíso.


Alá ha creado a algunos predestinados para el infierno (Corán 7,179), sin redención posible, "mektub". El cristiano, que goza de libre albedrío, cree que sus pecados han sido redimidos por el sacrificio de Jesús, y que puede, mediante la confesión y el arrepentimiento, obtener el perdón. El Corán no da esta facilidad, y no propone al creyente como esperanza de redención para su salvación más que el morir como mártir, causando el mayor daño posible a los enemigos de Alá (2). Dios Padre no tiene enemigos en esta tierra, es el buen pastor, solo tiene ovejas perdidas a las que busca incansablemente.


Una fetua del sultán malayo de Selangor afirma que la palabra "Alá", empleada para decir "Dios" por los cristianos en su traducción local de la Biblia, es "una palabra sagrada, reservada exclusivamente a los musulmanes". Por consiguiente, no es el mismo Dios.


Alá es el que escribió el Corán. ¿Es Dios Padre el que escribió el Corán? No. Entonces no es el mismo Dios.


Dios Padre ama no solo a los justos, sino que ama a los pecadores como uno amaría a su hijo, e interviene en su creación para salvarlos. Por el contrario, "Alá ama sobre todo a los que llegan a matar por su causa" (Corán 61,4) y no ama a los transgresores (Corán 2,190), los increyentes (2,276), los pecadores (4,107), los infieles (3,32), los injustos (3,57), los traidores (4,107), los presuntuosos, los orgullosos (16,23), los arrogantes (28,76), los corruptores (28,77), los sembradores de desorden (5,64), los que cometen excesos (7,31), los derrochadores (6,141), los jactanciosos (31,18) ... Y en Corán 80,17, Alá llega a decir: "Que perezca el hombre, que es tan ingrato". Entonces, ¿para qué entraría él en su creación y moriría por los pecados de aquellos a quienes no ama? Con toda evidencia no se trata del mismo Dios.


El Corán lo reafirma: "¡Oh infieles! Yo no adoro lo que vosotros adoráis, y vosotros no adoráis lo que yo adoro" (Corán 109,1-3).

"Rechazamos lo que vosotros adoráis además de Dios. Renegamos de vosotros. Entre nosotros y vosotros se ha declarado enemistad y odio para siempre, hasta que creáis únicamente en Alá" (Corán 60,4).


Por otro lado, en 1978, en respuesta a los representantes del Vaticano que querían celebrar una conferencia titulada La creencia común en un único Dios conlleva implicaciones humanistas y culturales y puede representar una base de acercamiento entre cristianos y musulmanes, la revista oficial de Al-Azhar (El Cairo) denuncia "el equívoco del mismo título de la conferencia [porque] la fe musulmana en Dios no es semejante a la fe cristiana, [de modo que] hacer creer que no hay diferencia no puede más que dañar tanto a los musulmanes como a los cristianos, porque el islam vino después del cristianismo para reformar su fe en Dios, como lo atestiguan las muchas intervenciones de Mahoma respecto a los cristianos de su tiempo, [cuya fe] es común con la profesada por los asociadores [mushrikun]. [...] La afirmación común de la existencia de Dios no puede ser suficiente: el problema es saber qué se entiende por 'unicidad de Dios'. Los cristianos [...] han añadido las doctrinas trinitarias que les dificultan cualquier síntesis apropiada. Solo el islam ha desarrollado perfectamente 'la ciencia de la unicidad' [...] La fe islámica no podría admitir [...] lo que el Vaticano I dice acerca de Dios, a saber, que es 'sustancia', espíritu, espiritual, natural, que tiene una 'naturaleza'. En cuanto al humanismo, ¿cómo sería común, dado que Dios, que es su base, no es el mismo? Además, ¿qué quiere decir un humanismo basado en Dios? Solamente puede significar que la razón se somete a la sabiduría divina" (citado en La iglesia frente al islam, de Joachim Véliocas).




Notas


[1] La palabra islam no significa "paz", sino "sumisión", y procede de una mala traducción de lo que dijo Dios a Abrahán: "sé perfecto" (Génesis 17,1: haweî şelim, sé perfecto), mal traducido como "sé sumiso". La paz se dice salam, como en salam aleikum, o en shalom alekhem, saludo muy extendido en Oriente: "la paz sea contigo".

[2] Es obvio que la mayoría de los musulmanes son como tú y como yo: aman la tolerancia, el amor y la paz, y buscan seguir del Corán los versículos tolerantes, llamados "mequíes", que son en su mayoría los traducidos del arameo y el hebreo al árabe por los nazarenos, inspirados por el Evangelio y el Antiguo Testamento (véase la página versión del padrenuestro). Pero entonces viene un predicador que predica literalmente el Corán completo, con sus versículos de conquista llamados "mediníes", y se forma sobre esta base una minoría de agitadores yihadistas, la más pura, según el texto fundacional, la más consumada, y luego, bajo la amenaza permanente de la acusación por blasfemia o apostasía, lleva rápidamente a la mayoría a favor del terror. El drama para la humanidad es que, según el Corán y los eruditos del islam, estos versículos de Medina, revelados al final, abrogan a los anteriores, y la solución más razonable, que consiste en rechazar los versículos mediníes se considera lamentablemente como una blasfemia.



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