La fetua nuclear de Irán. ¿Nos están tomando el pelo con una campaña engañosa?

CSPII - CENTRO PARA EL ESTUDIO DEL ISLAM POLÍTICO






En el chiismo, una secta del islam practicada en Irán, existe una jerarquía clerical estructurada. En la cima de la pirámide se encuentran los juristas (mujtahidies), que tienen la autoridad para emitir una «fetua» u opinión legal. Un jurista con seguidores puede convertirse en gran ayatolá, como el actual líder supremo, Alí Jamenei. Las opiniones legales de un gran ayatolá guían a sus seguidores y, por extensión, a la sociedad iraní. La fetua que emite el gran ayatolá debe basarse en el Corán, los hadices, el consenso y otras formas de jurisprudencia islámica que conforman la doctrina chií.


Durante las negociaciones nucleares de 2004, el jefe negociador de Irán, Hassan Rouhani, afirmó que el líder supremo Ali Jamenei había emitido una fetua con respecto a las armas nucleares, haciendo referencia a estos comentarios realizados por Jamenei la semana anterior, antes de la reunión de rezo del viernes:


«No, no estamos pensando en armas nucleares. He dicho muchas veces que nuestra arma nuclear es esta nación. Nuestras armas nucleares son estos jóvenes. No queremos armas nucleares. Un Estado que tiene tantos jóvenes creyentes y esta nación unificada no necesita armas nucleares. Las armas nucleares, su producción, almacenamiento y uso, cada uno de ellos plantea un problema. También hemos expresado nuestra opinión religiosa, que es clara, y todo el mundo la conoce.»


Esta afirmación de que sus jóvenes creyentes son las armas iraníes dista mucho de tener un tono pacífico, y ese no es el único problema. Estas palabras tienen como objetivo engañar. Irán afirma rechazar las armas nucleares mientras continúa enriqueciendo uranio mucho más allá de lo necesario para la generación de energía nuclear.


Si bien no hay pruebas concluyentes que indiquen que Irán esté enriqueciendo uranio para armas, tampoco hay pruebas definitivas de que las intenciones de Irán sean pacíficas. El uranio apto para armas tiene usos pacíficos en la investigación médica. Este hecho proporciona a Irán un manto de ambigüedad bajo el que esconderse mientras enriquece uranio hasta un nivel que podría enriquecerse aún más hasta alcanzar el grado necesario para fabricar armas en cuestión de semanas, si Jamenei cambiara de opinión. Lo cual es posible, ya que una fetua no tiene carácter vinculante desde el punto de vista legal. Ni siquiera los seguidores del clérigo que emite una fetua están obligados a cumplirla; simplemente suelen optar por hacerlo en solidaridad con él.


Por lo tanto, lo que Irán diga sobre las armas nucleares realmente no importa. Las acciones hablan mucho más que las palabras. Se descubrió que Irán tenía una reserva de uranio altamente enriquecido que podría procesarse adicionalmente hasta alcanzar el nivel necesario para armar una ojiva nuclear en cuestión de semanas. Cuenta con un enorme arsenal de misiles balísticos. Sus clérigos corean: «¡Muerte a Estados Unidos! ¡Muerte a Israel!». Es beligerante con los países vecinos y a menudo ejerce su influencia desestabilizadora a través de terceros. Este no es el comportamiento de un Estado que busca la coexistencia pacífica con sus vecinos, ni con nadie más, por cierto.


Y luego están las preguntas que nadie se atreve a formular en voz alta. Dado que la fetua que prohíbe el uso de la energía nuclear en la guerra contra los no musulmanes se basa en la doctrina política islámica, ¿cuál es la doctrina que la respalda? ¿Por qué importa siquiera una opinión jurídica religiosa? Todo sugiere que tiene la intención de engañar.


Corán 3,54: «Y ellos (los incrédulos) conspiraron, y Alá conspiró (contra ellos). Pero Alá es el mejor de los conspiradores.»


Corán 3,28: «Que los creyentes no tomen a los incrédulos por amigos en lugar de a los creyentes. Quien haga eso no será aliado de Alá, a menos que sea para protegerse de ellos. Alá os advierte (de su castigo). Hacia Alá es vuestro destino.»


Corán 8,12-13: «Cuando tu Señor reveló a los ángeles: «Yo estoy con vosotros, reafirmad pues a los que han creído. Yo infundiré miedo en los corazones de los incrédulos. Luego, golpeadles en el cuello y cortadles todos los dedos. Esto es porque se opusieron a Alá y a su enviado. Quien se oponga a Alá y a su enviado, ¡Alá es severo en el castigo! (contra él).»


Corán 48,29: «Mahoma es el enviado de Alá. Los que están con él son duros con los incrédulos y misericordiosos entre ellos.»


Corán 3,110: «Vosotros sois la mejor nación que ha surgido para los humanos. Ordenáis lo que es correcto, prohibís lo indecente y creéis en Alá. Si las gentes del Libro hubieran creído, habría sido mejor para ellos. Entre ellos hay algunos creyentes, pero la mayoría son malvados.»


Todos los musulmanes deben creer en las palabras de Alá en el Corán y seguir el ejemplo de Mahoma. Para quienes creen en el islam está meridianamente claro que hay unos superiores, nosotros (los musulmanes), y otros inferiores, ellos (todos los demás). ¿Podemos realmente confiar en lo que dice Irán desde una estrategia que está basada en la doctrina política islámica?



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