¿Ninguna
coacción en la religión?
MC
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Es típico
un tópico de la apologética mendaz, aducido cuando, olvidándose de todo
lo
demás, nos quieren hacer creer que el Corán admite la libertad
religiosa, pues
afirmaría en una aleya que no se puede coaccionar a nadie en materia de
religión.
Vayamos al
texto.
El término "coacción" es muy poco utilizado en el
Corán,
apenas una decena de veces. En cuatro de ellas forma parte de una frase
hecha,
"por obediencia o por coacción", que se traduciría "de grado
o a la fuerza". En otras, alude a otras cuestiones que no vienen al
caso. Y quedan tres
que
sí interesan para este punto de la religión. Una parece recriminar al
predicador:
"¿Eres tú quien coacciona a los humanos para que sean creyentes?"
(Corán 51/10,99). Pero esta aleya podemos dejarla de lado, ya que,
según señalan los especialistas, ha
sido
abrogada por el versículo de la espada (113/9,5).
Hay, sin embargo, otro versículo que resulta más
aclaratorio: "El que no cree en Dios, después de
haber creído, salvo el que ha sido coaccionado, mientras que su corazón
se tranquiliza
por la fe" (Corán 70/16,106). Aquí se nos habla de alguien que ha
creído, es decir, que se ha
hecho
musulmán, y luego sufre presiones por parte de otros para dejar de
serlo. Pues
bien, este es el significado que nos ayuda a entender la sentencia
aducida:
"Ninguna
coacción en la religión" (Corán 87/2,256).
Si tenemos en cuenta, al mismo
tiempo, que, en el Corán y para los musulmanes, "la religión" es por
antonomasia el islam, entonces, lo que la frase quiere decir es que no
se
permite que nadie coaccione a un musulmán para que deje su religión.
Esta idea queda
aún más clara cuando leemos completo ese mismo versículo 256, que
continúa diciendo:
"Ninguna coacción en la religión. La buena
dirección se distingue del extravío. El que no cree en los ídolos y
cree en
Dios se agarra al asidero más seguro, que es irrompible" (Corán
87/2,256).
Esto refuerza
la interpretación que hemos dado de la
célebre frase inicial del versículo con el argumento de que la
"buena
dirección" (el islam) no debe confundirse con el "extravío" que
es la religión de los otros, supuestamente idólatras. Mientras que el
que cree en Alá se ha agarrado a lo
seguro y no
debe consentir ninguna coacción, o lo que es lo mismo, no se tolera que
nadie trate
de
convencer al musulmán para que abandone el islam. Por consiguiente, ahí
no se
dice nada en absoluto sobre la libertad religiosa, como malinterpretan
algunos
ingenuos o malintencionados, sino todo lo contrario:
"A quien se separe del enviado, después de
haberse manifestado en él la dirección, y siga un camino diferente
(...) lo quemaremos en la gehena" (Corán 92/4,115).
Pero es que, incluso en el caso de que fuera
admisible la lectura "liberal",
carecería de vigencia, pues tal versículo también estaría abrogado por
el
versículo de la espada (Corán 113/9,5). Por lo tanto, está claro que
una
vez que
uno se hace mahometano, debe rechazar cualquier presión para volver a
su
religión anterior, o abandonar el mahometismo, porque "la religión ante
Dios es el islam" (Corán
89/3,19). Y "el que busque una religión distinta del islam, no se le
tolerará" (Corán 89/3,85). Hay que combatir a todas las demás
religiones,
hasta que toda la religión sea de Dios (88/8,39) y prevalezca el islam
(109/61,9).
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SAMI ALDEEB
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