Desmontando
el concepto progresista del islam
SPANKSTER et al.
|
Índice
de contenido
Agradecimientos
Glosario
de términos islámicos
Preludio
La importancia de
Mahoma y sus actos
Los
hadices y su importancia
Los coranistas
Considerados
apóstatas
La
imposibilidad de sus prácticas
Los
cinco pilares del islam
El
islam y la homosexualidad
El
velo y su uso
El islam y sus
versículos
de falsa paz
El
islam y la mujer
¿Respeta el islam a
la mujer?
El valor de la mujer
El
maltrato
La
poligamia
Conclusión
El
islam y la pedofilia
El islam, el
adulterio y su castigo
El
islam y la esclavitud
El
islam y la conversión forzada
El
islam y la democracia
El
islam y la mentira
¿Está la violencia
sacada de contexto?
La
guerra entre musulmanes
El
islam y el terrorismo en contraste con otras religiones
Las
cruzadas
¿Es
necesario saber árabe para entender el islam?
La
figura de Jesús en el islam y el cristianismo
Los
versículos violentos del islam
El
falso mito del Al-Ándalus multicultural y tolerante
Bibliografía
Fuentes
Agradecimientos
Me
gustaría dar gracias a
Glen Roberts (editor del sitio
web The Religion of Peace [1]) por su gran labor
documentando los
ataques terroristas perpetrados en el nombre del islam y aclarando
doctrinas
islámicas, y le doy gracias también por responder siempre a mis
correos. La
gran mayoría de capítulos de este libro han sido traducidos de The Religion of Peace (con
modificaciones) con el objetivo de propagar por todo el mundo
hispanohablante
la verdad sobre esta religión tan particular, el islam. Hemos hecho un
extensivo trabajo de traducción, comprobación y contrastación entre
fuentes
tanto islámicas como no islámicas. La doctrina del islam ha sido
justificada
aquí con las tres fuentes más fiables del islam: el Corán, los hadices
y la sirat.
Por
último, me gustaría dar
gracias también a todos los
contribuyentes de WikiIslam[2], pues
algunos capítulos no habrían sido posibles sin ellos, y a todos
aquellos que
han ayudado y han apoyado a este libro y que desean permanecer en el
anonimato,
especialmente Cretoji y Geofredo,
quienes han ayudado a traducir
y/o corregir algunas partes.
«Por aquel
de cuya mano
depende mi vida, me gustaría luchar en la causa de Alá y ser
martirizado, y
luego resucitar y ser martirizado otra vez, y luego resucitar y ser
martirizado
otra vez, y luego resucitar, ser martirizado otra vez y resucitar.»
Muhammad
ibn Abdullah [3]
Glosario
de términos islámicos
Este
es un glosario de 123
términos islámicos, los
términos más importantes e indispensables para poder entender este
libro están
señalados.
#
|
Términos
|
Definición
|
1
|
Abdullah
|
عبدال
|
Nombre
completo: Abdullah ibn Abdul Muttalib عبدال
عبددالمطلب بند ). Padre del profeta del islam, Mahoma. Su nombre literalmente
significa «esclavo de Alá».
|
2
|
Abu Bakr
|
أبو بكر
|
Compañero cercano a
Mahoma, era el padre de
Aisha, esposa de Mahoma. Abu Bakr fue el primer califa del islam tras
la muerte de Mahoma.
|
3
|
Abu Hanifa
|
أبو حنيفة
|
Fue
el fundador de una de las escuelas de fiqh más
famosas del islam, la escuela hanafí. Nacido en
Kufa en el año 699 d.C.
Fue encarcelado por el califa abasí Abu Jafar Mansur y torturado hasta
la muerte.
|
4
|
Abu Lahab
|
أبو لهب
|
Su nombre completo era
Abu Lahab Abd al-Uzza
ibn Abdul Muttalib. Era el tío de Mahoma, pero era un firme crítico del
islam. Su nombre es mencionado en Corán (111:1-5), donde junto a su
mujer es condenado al Infierno por su oposición a Mahoma y al islam.
|
5
|
Abrogación
Naskh
|
نسخ
|
Doctrina basada en el Corán
(2:106, 13:39, 16:101, 17:86 y 87:6-7) que establece que el verso más
reciente anula el verso más viejo en caso de contradicción.
|
6
|
‘Adhan
|
أذان
|
Llamada a la oración en
árabe, normalmente
desde un minarete por una persona conocida como mu’adhin.
Los musulmanes escuchan esta llamada cinco veces al día, y se preparan
para la oración.
|
7
|
Ahl
al-Bait
|
أهل البيت
|
Su significado literal
es «gentes de la
casa». Este término se menciona dos veces en el Corán (11:73 y 33:33).
En el versículo 11:73 se refiere a la «casa» o a la familia del profeta
Abraham, mientras que en el versículo 33:33 tiene un sentido más
general. En su uso pre-islámico, este término era aplicado a la familia
gobernante de un clan o una tribu, y por lo tanto implica cierta
nobleza y derecho a gobernar.
|
8
|
Ahl al-Kitab
|
أهل الكتاب
|
Su significado literal es
«gentes del libro»,
un término del Corán para representar a los judíos y a los cristianos.
|
9
|
Ahmed
ibn Hanbal
|
احمد
بن حنبل
|
Teólogo y
experto en hadices. Fue el fundador de la
escuela hanbalí, una importante escuela de fiqh del
islam. Fue acosado por los abasíes porque se negaba a admitir que el
Corán había sido creado.
|
10
|
Aisha
|
عائشة
|
Hija de Abu Bakr. Fue
la tercera y favorita
esposa de Mahoma con la que se casó después de la muerte de Jadiya, su
primera mujer. Aisha tenía tan solo seis años cuando se casó con Mahoma.
|
11
|
Al-’ayn
|
العين
|
Término árabe que
significa «el ojo
(malvado)». La brujería y los efectos del «ojo malvado» son creencias
islámicas principales, apoyadas por hadices sahih.
|
12
|
Alá Allah
|
الله
|
Castellanizado como Alá, el
nombre en árabe para Dios. El nombre «Allah» era conocido en la Arabia
pre-islámica como el jefe del panteón. Es siempre escrito como Al-Lah
(El Dios) en el Corán, nunca Allah. Algunos no musulmanes creen que Alá
es el alter ego de Mahoma. Alá existió antes de Mahoma, puesto que su
padre se llamaba Abdullah (esclavo de Alá). Su origen más probable es
el dios lunar árabe II-ilah, pero encontramos en Mateo
(5:8) el nombre Alaha, siríaco para Dios del arameo Alôh-ô, y Eloi en
Marcos (15:34) y Mateo (27:46). Tanto
Alaha como Yah tienen un origen en el Yah egipcio (lah o
Lah: Luna). Rechazar a Alá o
asociar algo a él que no es (véase shirk) es
considerado el mayor de los pecados.
|
13
|
Allah Akbar
|
ال
اكبر
|
Erróneamente traducido como
«Alá es grande», que sería Allah Kabir (كبير ال), pero realmente significa
«Alá es más grande».
|
14
|
Al Wala’ wal Bara’
|
الولء والبراء
|
Significa «lealtad y
rechazo». Un concepto
islámico que requiere amar lo que Alá ama y odiar lo que Alá odia.
|
15
|
Árabe
|
العربية
|
El miembro vivo más grande de
la familia de lenguas semíticas en términos de hablantes. El árabe
moderno estándar deriva del árabe clásico (coránico), el único miembro
superviviente del grupo del dialecto árabe del norte antiguo,
atestiguado epigráficamente desde el siglo VI, que ha sido un idioma
literario y el lenguaje litúrgico del islam desde el siglo VII d.C.
|
16
|
Ashura
|
عاشوراء
|
Un día en el mes
islámico de Muharram en el cual los musulmanes chiíes
se
castigan hasta sangrar con espadas, cadenas, cuchillos y otros objetos
metálicos.
|
17
|
Asr
|
عصر
|
Oración del final de la
tarde.
|
18
|
As-salam alaykum
|
السلم عليكم
|
Se emplea como saludo,
significa «que la paz
sea contigo».
|
19
|
Awliya
|
أوليآء
|
Significa «protector» o
«amigo». El Corán
prohíbe a los musulmanes tomar a los cristianos, a los judíos o a
cualquier otro infiel como amigos.
|
20
|
Al-’Azl
|
العزل
|
Coitus
interruptus, también conocido como «marcha atrás».
|
21
|
Banu
Qurayza
|
بنو قريظة
|
La tribu judía conocida
como Banu Qurayza es
descrita en varios hadices. Entre 800 y 900 niños y hombres de esta
tribu fueron sistemáticamente decapitados a ordenes de Mahoma. Las
mujeres fueron tomadas como rehenes por los musulmanes y vendidas en
mercados de esclavos por caballos y armas. No debe confundirse con la
tribu de Mahoma, los Quraysh.
|
22
|
Bid’ah
|
بدعة
|
Innovación. En uso popular,
esto es sinónimo de herejía. Esta palabra viene de Al-Bada’,
que significa crear algo sin precedentes. El primer tipo es innovación
en el mundo de la tecnología, medicina, etc, que no está explícitamente
prohibido. El segundo tipo es innovación en lo que respecta a la
religión, y en este asunto, el islam es duro, intolerante y represivo.
|
23
|
Burqa
|
برقع
|
También se puede encontrar como
burkha, burka o
burqua. Es un ejemplo de ‘hiyab
completo’, es una prenda exterior llevada por las mujeres musulmanas
para ocultar sus cuerpos en público, algunos gobiernos islámicos la
hacen obligatoria. Es una prenda de origen afgano.
|
24
|
Califa
Khilaft
|
خلفة
|
Jefe de estado en un califato y
el título para el líder de la Ummah (comunidad
islámica). Según la teología islámica, los primeros cuatro sucesores de
Mahoma fueron los «califas correctamente guiados»
(Khulafaa-e-Rashidun).
|
25
|
Luna
creciente
|
هلل
|
Al igual que la cruz en
el cristianismo y la
estrella de David en el judaísmo, la luna creciente es hoy en día un
símbolo asociado al islam.
|
26
|
Daleel
|
دليل
|
Daleel es una palabra árabe que
significa «prueba». En relación a los hadices islámicos, puede ser
débil (da’if), suficiente (hasan) o
auténtico (sahih).
|
27
|
Dar al-Harb
|
دار
الحرب
|
Casa de la guerra, es un
término islámico
usado para denominar a los países que no están bajo dominio islámico.
|
28
|
Dar al-Islam
|
دار
السلم
|
Casa del islam, es un
término islámico usado
para denominar a los países que están bajo dominio islámico.
|
29
|
Dawah
|
دعوة
|
Predicación; solicitar
a alguien que se una
al islam, y también el ultimátum antes de la conquista ‘legítima’ por
la fuerza.
|
30
|
Dhimmi
|
ذمي
|
Persona no musulmana viviendo
bajo la ley islámica (sharía), que disfruta de un estatus legal pero es
sujeto a muchas restricciones e impuestos. También descritos como
humanos de segunda clase, refiriéndose a las «gentes del libro» (Ahl al-Kitab).
|
31
|
Eid al-Adha
|
عيد
الضحى
|
Festival del
sacrificio, la segunda
festividad que ocurre dos meses y medio después de Eid
al-Fitr. Entre sus celebraciones se incluyen el sacrificio masivo
de cientos de miles, posiblemente millones, de animales.
|
32
|
Eid al-Fitr
|
عيد
الفطر
|
Primer festival después de
un mes de ayuno.
|
33
|
Fajr
|
فجر
|
Oración antes del
amanecer. También es el
título de la sura
número 89
en el Corán.
|
34
|
Fard
|
فرض
|
Cuando algo es fard, significa que es un deber
obligatorio de todos los musulmanes. Por ejemplo; las oraciones diarias
(salat), hiyab, peregrinaje a La Meca (hajj)
y la yihad.
|
35
|
Fetua
Fatwa
|
فتوى
|
Una fetua es una decisión
religiosa islámica, una opinión académica sobre un asunto de la ley
islámica, emitida por una autoridad religiosa reconocida en el islam,
conocidos en el islam suní como muftíes.
|
36
|
Fiqh
|
فقه
|
Nombre dado a las reglas
islámicas que definen lo que es correcto (halal) e
incorrecto (haram). Esto abarca la forma en la que los
musulmanes deben orar, ayunar,
administrar su vida pública y privada, hacer negocios, asearse, usar el
baño, copular, etc.
|
37
|
Fitnah
|
فتنة
|
Esta palabra en el Corán,
frecuentemente traducida como opresión e injusticia, realmente hace
referencia a la incredulidad y al desorden. Una traducción estricta es
sedición, que significa rebelión contra la autoridad (y la autoridad es
Alá).
|
38
|
Cinco
pilares del islam
|
أركان السلم
|
Son obligatorios para
todos los musulmanes.
Esos pilares son shahadah, salat, zakat, sawm y hajj.
|
39
|
Gazwa
|
غزوة
|
Práctica
tribal pre-islámica de asaltar a
otros para ganarse la vida que Mahoma incorporó al islam; nombre dado a
las 78 redadas
en las que participó el propio Mahoma. La traducción adecuada para gazwa es redada,
no batalla o «guerra
defensiva».
|
40
|
Hasan
|
حسنة
|
Bueno, suficiente; ser bueno
para un musulmán es someterse a la voluntad de Alá y seguir el camino
«correcto» establecido por la
Sunna del Profeta, y como tal puede diferir de la comprensión popular
de la palabra.
|
41
|
Hadiz pl. Hadices
|
حديث
|
Los hadices son tradiciones del
Profeta Mahoma, que nos dan información importante sobre él y su vida.
|
42
|
Hajj
|
حج
|
Peregrinaje anual a la Ka’aba en
La Meca para participar en ciertos rituales, algunos de ellos en
relación a una piedra negra.
|
43
|
Halal
|
حلل
|
Lo que está permitido. Define
lo que es bueno o aceptable para un musulmán.
|
44
|
Hanif
|
حنيف
|
Término árabe que se
refiere a los
monoteístas árabes no judíos y no cristianos pre-islámicos. Muchos
versos coránicos hablan de Ibrahim (Abraham) el hanif.
|
45
|
Haram
|
حرام
|
Antónimo de halal; pecaminoso, ilegal,
prohibido,
incorrecto.
|
46
|
Harbi
|
حربي
|
Un no musulmán que vive
en un área
considerada como Dar al-Harb, en la que el islam no
domina y por lo tanto se debe luchar
contra ellos hasta que el islam la
domine.
|
47
|
Hiyab
Hijab
|
حجاب
|
Castellanizado como hiyab, el
hiyab de las mujeres musulmanas puede consistir del jilbab;
cualquier prenda larga y suelta, la khimar; una
bufanda o una envoltura (a menudo llamada simplemente ‘hiyab’) que se
usa para cubrir la cabeza y el cuello, y el niqab; un
pedazo de tela que también cubre la cara.
|
48
|
Hégira
Hijra
|
هجرة
|
Debido a la creciente
animosidad entre los mecanos paganos y los musulmanes en el año 622
d.C., Mahoma y sus seguidores huyeron a Medina, marcando el comienzo de
la era de la Hégira (migración) del calendario lunar islámico y la
metamorfosis de Mahoma de un predicador a un líder político y militar.
|
49
|
Hudna
|
هدنة
|
Término árabe que
significa una «tregua»
temporal o «armisticio». El profeta hizo un tratado de
diez años con los Quraysh. Dos años más tarde, lo rompió
unilateralmente para atacar a los Quraysh y Mahoma entró en La Meca.
Desde ese momento, el término hudna significa un cese
estratégico de hostilidades, que tiene solo como sentido una
desalineación forzada.
|
50
|
Iblis
|
إبليس
|
Véase Shaytan.
|
51
|
Abraham
Ibrahim
|
إبراهيم
|
Según las tres
religiones abrahámicas, se le
considera el patriarca de los israelitas. En el islam, sin embargo,
también se le considera un profeta y un hanif. Los
israelitas descendieron del hijo de Abraham, Isaac (a través de su
primera esposa, Sara), y los árabes creen que descendieron del otro
hijo de Abraham, Ismael (a través de su concubina Agar).
|
52
|
Ijtihad
|
اجتهاد
|
Un término técnico de
la ley islámica que
describe el proceso de tomar una decisión legal por interpretación
independiente de las fuentes legales, es decir, opinión personal.
|
53
|
Injil
|
إنجيل
|
También
se puede encontrar como Inyil; derivado del griego evangelion;
un libro sagrado dado a Isa por Alá que los musulmanes afirman es el
«verdadero» evangelio, mientras que los evangelios del Nuevo Testamento generalmente son
considerados corruptos.
|
54
|
In sha’ Allah
|
إن شاء ال
|
Si Alá quiere. Erróneamente
se translitera
como Insha’ Allah (ال إنشاء) que
significa «inventamos a Alá».
|
55
|
Irhab
|
إرهاب
|
Terrorismo, de la raíz
triconsonantal رهب (R-H-B).
|
56
|
Isa
|
عيسى
|
El Mesías descrito en el
Corán nacido de la
virgen María. Los musulmanes generalmente creen que Isa es la misma
persona que Jesús de Nazaret que se describe en el Nuevo Testamento. El
nombre árabe real para Jesús utilizado por los cristianos árabes es
Yasu.
|
57
|
Isha
|
عشاء
|
Oración nocturna.
|
58
|
Islam
|
السلم
|
De la raíz
triconsonantal سلم (S-L-M) y
del verbo istaslama, significa sumisión (a Alá). No
debe confundirse con salam (paz).
|
59
|
Islamofobia
|
الخوف
من السلم
|
El neologismo en sí es una
falacia lógica, y se usa con frecuencia para inhibir una crítica del
islam.
|
60
|
Iqamat-ud-
Deen
|
إقامة الدين
|
Establecimiento del
sistema de vida islámico;
un orden social, económico y político islámico.
|
61
|
Jahannam
|
جهنم
|
El Jahannam
(Infierno) fue
específicamente creado y preparado con el fuego eterno de Alá para
poder torturar a los incrédulos. Se dice que la mayoría de habitantes
del Jahannam son mujeres.
|
62
|
Janazah
|
الجنازة
|
Oración de entierro,
luto. Cuando un musulmán
muere, otros musulmanes se reúnen para ofrecer una oración especial.
|
63
|
Gabriel
Jibreel
|
جبريل
|
Según las escrituras
islámicas, es el ángel
que se le aparecía a Mahoma y le enseñó el Corán. La primera de estas
apariciones habría tenido lugar en la cueva de Hira.
|
64
|
Yihad
Jihad
|
جهاد
|
Castellanizado como yihad; una
lucha religiosa. La mayoría de las veces se refiere a la perpetración
de guerras de agresión y conquista contra los no musulmanes para
ponerlos a ellos y a sus territorios bajo el dominio islámico. Existe
el mito de que hay una ‘yihad mayor’ (lucha interna) y una ‘yihad
menor’ (guerra santa), pero esto es simplemente un mito que se basa en
hadices débiles (da’if, véase daleel)
|
65
|
Jinn
|
جن
|
Son genios; Mahoma fue
enviado «tanto a la
humanidad como a los jinn». Los jinn también
pueden elegir convertirse en musulmanes, serán juzgados en el Día del
Juicio, y en consecuencia serán enviados al Paraíso o al Infierno.
|
66
|
Yizia
Jizyah
|
الجزية
|
Castellanizado como yizia; el
impuesto adicional de los no musulmanes que viven bajo el dominio
musulmán (dhimmis). El Corán admite abiertamente que se
trata de una forma de humillación, destinada a mostrar el estado
superior de los musulmanes y el estado de sumisión de los no musulmanes.
|
67
|
Jumma
|
الجمعة
|
Viernes. Todas las
semanas durante el viernes, la Zuhr, la oración del
medio día es sustituida por una
oración hecha en congregación celebrada en la mezquita.
|
68
|
Ka’aba
|
الكعبة
|
El santuario más sagrado
del islam y el
primero de muchos cultos no musulmanes fue convertido a la fuerza por
los musulmanes en una mezquita. Durante la época de Mahoma, La Meca era
un centro de adoración de ídolos, donde la Ka’aba albergaba
360 ídolos. Mahoma descartó los 360 ídolos pero se quedo la Ka’aba
con su piedra negra para el islam,
justificándolo con la afirmación mítica de que Abraham e Ismael la
construyeron originalmente.
|
69
|
Kafir
pl. Kuffar
|
كافر
كفار
|
Un incrédulo. Alguien que no
cree en Alá, o alguien que cree en Alá, pero que no cree que Mahoma sea
su profeta. Su uso difiere del de la palabra «incrédulo» o «infiel» en
Occidente. Es una de las palabras más ofensivas que un musulmán puede
decir a un compañero musulmán.
|
70
|
Califato
Khalifat
|
خلفة
|
Se refiere al primer sistema de
gobierno establecido en el islam, encabezado por los compañeros de
Mahoma, los califas guiados correctamente.
|
71
|
Khutbah
|
خطبة
|
Un discurso pronunciado
por un clérigo
musulmán antes de las oraciones del viernes.
|
72
|
Madh’hab
|
مذهب
|
Una escuela de derecho islámica
o fiqh (jurisprudencia religiosa). Dentro del islam
suní ortodoxo hay cuatro escuelas de pensamiento convencionales, que
son aceptadas por los demás.
|
73
|
Maghrib
|
المغرب
|
Oración vespertina, justo
después del
atardecer.
|
74
|
Mahdi
|
مهدي
|
Es el redentor
profetizado del islam que
permanecerá en la Tierra por siete, nueve o diecinueve años (según
varias interpretaciones) antes del Día del Juicio (yawm al-
qiyamah – literalmente, el Día de la Resurrección) y, junto con
Isa, librará al mundo de maldad, injusticia y tiranía.
|
75
|
Mahr
|
مهر
|
Dote; la mahr
es el pago
por el uso de la vagina de una mujer en las relaciones sexuales (véase
también nikah).
|
76
|
Makr
|
ماكر
|
Embustero, timador,
maquinador. Alguien que
hace que una persona crea algo que no es verdad; un mentiroso. Según el
Corán, Alá es el mejor de los embusteros.
|
77
|
Fasad
|
فساد
|
Tal como lo definen las
escrituras islámicas y lo entienden los musulmanes, un «propagador del
mal» o «corruptor» puede ser alguien que simplemente se niega a aceptar
el islam. Por lo tanto, son sujetos a la tortura e incluso a la muerte.
|
78
|
Mezquita
Masjid
|
مسجد
|
Un lugar de culto para los
seguidores del
islam. Véase también Ka’aba.
|
79
|
Mahoma Muhammad
|
محمد
|
Castellanizado como Mahoma;
Muhammad ibn Abdullah, según la religión del islam que él fundó, es el
último profeta de Alá.
|
80
|
Mujtahid
|
مجتهد
|
Un jurista musulmán que
está cualificado para
interpretar la ley y así generar ijtihad.
|
81
|
Munafiq
pl. Munafiqun
|
منافق
|
Un munafiq es
un hipócrita. En particular, este término se aplica a los apóstatas que
ocultan su apostasía y a los musulmanes pacíficos que se niegan a
participar en la yihad.
|
82
|
Murtad
|
مرتد
|
Apóstata.
|
83
|
Musa
|
موسى
|
Moisés.
|
84
|
Muslimah
|
مسلمة
|
Una mujer musulmana.
|
85
|
Mutah
|
المتعة
|
En el islam chií, es
prostitución permitida
aprovechando un vacío legal. Un acuerdo temporal por el cual un hombre
y una mujer se casan por un periodo de tiempo específico. El hombre le
da algo valioso a la mujer y, a cambio, se le permite entablar
relaciones sexuales con ella, legalmente, sin cometer fornicación, ya
que están «casados». Al final del período especificado en el contrato,
generalmente unos pocos días como máximo, cada parte va por caminos
separados y ninguno de los dos está en deuda con el otro.
|
86
|
Najis
|
نجس
|
Cosas que se consideran
impuras o sucias,
estas incluyen: orina, heces, semen, cadáveres, sangre, perros, cerdos,
kuffar (incrédulos), licores
alcohólicos y el sudor de un animal que come de manera persistente algo
que se considera sucio.
|
87
|
Nikah
|
نكاح
|
Equivalente islámico de
matrimonio.
Literalmente significa «relación sexual», pero ahora significa tanto
matrimonio como relación sexual. Jabiri-Arablu, un erudito islámico
contemporáneo, define nikah como «un contrato para el
derecho, tamlik, del uso de la vagina». El término
árabe real para el matrimonio es «zawaj». Véase también mahr.
|
88
|
Niqab
|
نقاب
|
Velo que cubre el rostro, usado
por algunas mujeres musulmanas (algunos gobiernos islámicos lo exigen).
|
89
|
Qatal
|
قتل
|
El verbo árabe «qatal»
se traduce como «pelear» frecuentemente en el Corán, pero más
exactamente se traduce como «matar», «masacrar» o «asesinar».
|
90
|
Qudsi
|
القدسي
|
Una clasificación de
hadices en los que las
palabras o las acciones de Mahoma se consideran palabras inspiradas por
Alá, por lo que todavía se pueden emular, aunque puedan contradecir el
Corán (por ejemplo, la lapidación). Esta es una solución ‘alternativa’
a la violación del tercer criterio de Bukhari para calificar una
narración como sahih.
|
91
|
Quraysh
|
قريش
|
La tribu mecana en la que
nació Mahoma. No
debe confundirse con Banu Qurayza.
|
92
|
Qur’an
|
القرآن
|
Corán; libro sagrado de los
musulmanes, que según ellos fue revelado por Alá a Mahoma a través del
ángel Gabriel. Según los musulmanes, fue escrito en el cielo ni más ni
menos que por Alá.
|
93
|
Rajm
|
رجم
|
De acuerdo con la
sharía, la lapidación, o rajm, es principalmente un
castigo para las personas que
tienen relaciones sexuales ilegales.
|
94
|
Sahabah
|
الصحابة
|
Compañeros de Mahoma.
Para que alguien sea
considerado Sahabah, el individuo debe haber visto a
Mahoma, haber creído en su profecía y haber muerto como creyente.
|
95
|
Sahih
|
صحيح
|
Árabe para auténtico. Se usa
para describir un hadiz como genuino y creíble. Véase también daleel.
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96
|
Salaf
|
سلف
|
Sustantivo árabe que se
traduce como
«predecesor» o «antepasado». En el islam se refiere a las
tres primeras generaciones de musulmanes, los llamados «predecesores
piadosos». Los salafistas (o «wahabíes») no son parte de una secta
islámica desviada e innovadora, sino fieles ortodoxos estrictos del
Corán y la Sunna.
|
97
|
Salat
|
صلة
|
Uno de los cinco
pilares del islam. Es la
práctica de oración formal en el islam, y es obligatoria (fard)
para todos los musulmanes.
|
98
|
Salam
|
سلم
|
Paz. También se puede usar como un
saludo. Se deriva de la misma raíz سلم (S-L-M) que las
palabras sallam (escalera)
e islam (sumisión). El hecho de que dos palabrascompartan raíz no
significa que necesariamente compartanel
mismo
significado.
|
99
|
Salb
|
صلب
|
La crucifixión,
típicamente se refiere al
método inhumano y doloroso de ejecución y/o tortura atando y/o clavando
a alguien en una cruz, estaca o árbol. También puede referirse al
método de exhibición pública de un cuerpo después de la ejecución. Todavía se usa en algunos
países islámicos, como lo avala el
Corán.
|
100
|
Sawm
|
صوم
|
Ayuno (en árabe: sawm,
persa: rozah). Un período de 30 días en el mes de
Ramadán cada año. El consumo de alimentos o agua y mantener relaciones
sexuales está prohibido desde el amanecer hasta el ocaso.
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101
|
Shahadah
|
شهادة
|
La profesión de fe
islámica: «No hay más dios
que Alá, y Mahoma es el Mensajero de Alá».
|
102
|
Shahid
|
شهيد
|
Mártir. Se usa como un título
para los musulmanes que han muerto cumpliendo un mandamiento religioso
o librando una guerra por el islam.
|
103
|
Sharía
Shari’ah
|
شريعة
|
Castellanizado como sharía.
Sistema judicial religioso, que regula toda la vida social de los
musulmanes y los no musulmanes bajo dominio islámico. Los musulmanes
creen que ha sido dado por Alá, es inmutable. Los términos bid’ah,
fard, fiqh, hadiz y tafsir son parte de la
jurisprudencia.
|
104
|
Shaytan
|
شيطان
|
La interpretación islámica
del diablo. Un jinn rebelde que lleva a los hombres
por mal camino.
|
105
|
Shirk
|
شرك
|
Idolatría; creer en otros
dioses además de Alá (es decir, politeísmo) o asociar algo a Alá que no
es. Este es considerado el crimen más atroz contra Alá. La Trinidad se
considera shirk.
|
106
|
Shura
|
شورى
|
Consulta. Los musulmanes
practican shura discutiendo juntos sobre asuntos
públicos. Sin
embargo, solo pueden discutir cosas que no están ya decididas por la
sharía (leyes del Corán y la Sunna), por lo que sigue siendo una
teocracia y no una democracia.
|
107
|
Sirat
|
سيرة
|
El término usado para las
biografías de
Mahoma. La más antigua y precisa es la Sirat Rasul Allah,
de Ibn Ishaq.
|
108
|
Sunnah
|
سنة
|
Castellanizado como Sunna;
término árabe que significa «costumbre» o «práctica
habitual». Dentro del contexto del islam se refiere a las palabras, las
acciones y los ejemplos de Mahoma. Cuanto mejor uno emula la Sunna de
Mahoma, más piadosos son considerados.
|
109
|
Tabi’ at- Tabi’un
|
تابع التابعين
|
La generación después
de los Tabi’un.
Un Tabi at-Tabi’un era un musulmán que había visto al
menos a uno de los Tabi’un, fue guiado correctamente y
murió así.
|
110
|
Tabi’un
|
التابعون
|
La generación de
musulmanes que nacieron
después de la muerte de Mahoma, pero que fueron contemporáneos a los Sahabah (compañeros de Mahoma).
|
111
|
Tafsir
|
تفسير
|
Término árabe para
exégesis o comentario,
generalmente del Corán. Un autor de un tafsir es un mufassir.
|
112
|
Taghoot
|
طاغوت
|
El término se refiere a
varios males en un
sentido islámico, como adorar a otros además de Alá (shirk
akbar) o gobernar ignorando las leyes (akham) del
islam, rechazar términos islámicos, rechazar evidencias (Corán, Sunna, Usul-ul-fiqh), y la falta de fe islámica (kufr).
|
113
|
Taqiyyah
|
تقية
|
Término chií; es una forma de
disimulo religioso por el cual un musulmán puede negar su fe o cometer
actos ilegales o blasfemos si corre el riesgo de una persecución
significativa. Está explícitamente respaldado por los versículos
coránicos que instruyen a los musulmanes a no tomar como amigos a los
incrédulos en lugar de a los creyentes… excepto por precaución», y no
expresar incredulidad «excepto bajo coacción». Los críticos del islam a
menudo confunden la doctrina de taqiyyah con la de
mentir en general, etiquetando erróneamente todas las formas de mentir
como un ejemplo de «taqiyyah». Sin embargo, la taqiyyah es solo un aspecto de la mentira dentro del
islam, no la totalidad del tema en
sí.
|
114
|
Tahrif
|
تحريف
|
Significa distorsión,
corrupción o
alteración. La gran mayoría de los musulmanes actuales suponen que la Taurat y el Inyil han sido corrompidos.
|
115
|
Taurat
|
توراة
|
El Corán habla de la Taurat revelada
a Musa (Moisés), refiriéndose a la Torá, los primeros cinco libros de
la Biblia judía, encontrado en el Antiguo Testamento de la Biblia
cristiana. Algunos musulmanes y eruditos creen que se refiere a todo el
Antiguo Testamento, pero este punto de vista no es ampliamente aceptado.
|
116
|
Ummah
|
أمة
|
El colectivo mundial de fieles
musulmanes; la comunidad islámica global.
|
117
|
Uswa Hasana
|
أسوة
حسنة
|
El «humano perfecto». Este
honor se le otorga a Mahoma, el modelo de conducta perfecto para todos
los musulmanes. Esta doctrina islámica requiere que los musulmanes de
hoy emulen a Mahoma y sus acciones (del siglo VII) lo mejor que puedan,
como una forma de devoción a Alá.
|
118
|
Waliyu Allah
|
ولي ال
|
Frase islámica que
significa «amigo de Alá».
|
119
|
Zakat
|
زكاة
|
Un impuesto de caridad,
y uno de los cinco
pilares del islam. La mayoría de los eruditos islámicos están de
acuerdo en que los no musulmanes no deberían beneficiarse de esta
limosna.
|
120
|
Zina
|
زناء
|
La palabra árabe para
«relaciones sexuales
ilegales». Se usa para referirse tanto al adulterio como a la
fornicación. El adulterio de un hombre en el islam es el sexo
consensuado con una mujer que no es su esposa, ni su concubina ni su esclava.
|
121
|
Zuhr
|
ظهر
|
Oración del medio día
mientras el sol se
aleja de su punto cumbre.
|
122
|
Surah
|
السورة
|
Cada uno de
los capítulos en los que se divide el Corán. Se puede encontrar como sura, azora, o capítulo.
|
123
|
Ayah
|
آية
|
Aleya, verso, versículo.
|
Preludio
Desde
hace tiempo hemos
estado observando cómo, de forma
casi cómica, feministas y toda clase de progresistas intentan
desesperadamente
defender al islam, pues en occidente los musulmanes son una minoría
(por ahora)
y como todos sabemos, el progresismo es simplemente una competición
para ver
quién está más «oprimido», lo cual se podría considerar «olimpiadas de opresión».
Intentan desacreditar a los
que critican el islam con
términos como «islamofobia», el cual ha sido incluso llamado de error
por la
mismísima persona que popularizó el término, admitiendo que el islam no
es
compatible con la sociedad occidental.[4][5] Sin embargo,
una fobia es, por
definición, un miedo irracional, y el miedo al islam no es un miedo
irracional,
sino un temor lógico.
Estos
progresistas, cuando se
enfrentan con la realidad
del terror islámico, prefieren desviar la atención a otro tema,
lanzando
adjetivos peyorativos sin ton ni son, o hablando de esa amiga que todos
parecen
tener que es musulmana y dice que el islam es una religión de paz y
amor. Que,
quizás, esta yihad que lleva más de 1400 años en marcha, desde que
Mahoma tomó
por primera vez una espada, se debe al «imperialismo occidental» y no a
las
numerosas llamadas a la yihad en el Corán y los hadices. Puras excusas
y
mentiras.
Nos
gustaría resaltar que en
este libro, vamos a seguir
las siguientes pautas:
1.
Cuando digamos que Aisha era la
esposa favorita de Mahoma, nos referimos a que esta era la favorita de
Mahoma
después de su primera esposa que ya había fallecido, Jadiya bint
Juwaylid.
2. En
los textos islámicos,
añadiremos anotaciones para aclarar algo o dar contexto, normalmente
explicaremos el porqué. Nuestras anotaciones estarán entre corchetes y
las
anotaciones de los traductores originales estarán entre paréntesis.
3. La
traducción que usaremos del
Corán en español será la de Abdel Ghani Melara Navío [6], que será
contrastada con la
versión inglesa de Sahih International[7] y el texto
original en árabe de vez en cuando para explicar algunas traducciones.
4. Lo
más importante de un texto que
citemos estará señalado en cursiva, a no ser que todo sea
importante.
5. En
los hadices, se suele poner
«que la paz sea con él» después del nombre de Mahoma. Hemos intentado
eliminar
la mayoría para facilitar la lectura.
Es
obvio que no todos los
musulmanes, sobre todo los que
viven en occidente, siguen el Corán y lo que este comanda, así que lo
más sabio
es no juzgar a alguien simplemente porque se denominen «musulmanes», ya
que
pueden desconocer el contenido del Corán, los hadices y la sirat.
Otros pueden saberlo y preferir pensar otra cosa, haciendo
miles de piruetas mentales para explicar las numerosas llamadas a la
yihad. Sin
embargo, estos no definen la religión islámica, lo que define a esta
religión
es la palabra eterna de Alá en el Corán y el ejemplo de su último
mensajero,
Mahoma, en su Sunna.
La
importancia de Mahoma y sus
actos
En
el islam, el Profeta
Mahoma es conocido como al-Insān al-Kāmil (el humano
perfecto) y uswa hasana (un excelente modelo de
conducta).
Muchos
musulmanes y no
musulmanes por igual, a menudo
tratan de excusar el comportamiento inmoral de Mahoma usando el
relativismo
moral y/o una defensa «tu quoque»
contra las acciones de los personajes de otras religiones. Ellos
afirman que él
era un «producto de su tiempo» y que no debería ser juzgado por los
estándares
modernos, pero lo que no mencionan es que esta doctrina islámica
particular, la
creencia de que Mahoma es uswa hasana,
deja esas defensas redundantes.
Mahoma
repetidamente dijo a
sus seguidores que siguieran
su ejemplo (Sunna) y en el Corán (68:4) vemos que Alá incluso afirma su
moralidad como «sublime», por lo tanto Mahoma no puede ser visto como
un simple
producto de su tiempo. Para ello, significaría también decir que el
Corán está
anticuado y no es relevante para el mundo moderno. Desde una
perspectiva
islámica, esto es impensable. El Corán está más allá de las
limitaciones del
tiempo. No está simplemente «inspirado», sino que es la mismísima
palabra de
Alá, pronunciada a través de los labios de su mensajero final. Por lo
tanto,
las acciones de Mahoma son y siempre serán moralmente aceptables para
un
musulmán.
Corán
(33:21)
«Realmente
en
el Mensajero
tenéis un hermoso ejemplo para
quien tenga esperanza en Alá y en el Último Día y recuerde mucho a Alá».
Corán
(3:131-132)
«(3:131)
Guardaos del Fuego
que ha sido
preparado para los incrédulos. (3:132) Y obedeced a Alá y al Mensajero para que se os dé
misericordia».
Corán
(59:7)
«Lo
que Alá le dio a Su
mensajero en calidad de
botín, procedente de los habitantes de las aldeas, pertenece a Alá y al
Mensajero, a los parientes y a los huérfanos, a los pobres y a los
viajeros;
para que así no haya privilegios para vuestros ricos. Y lo que os da
el Mensajero
tomadlo, pero lo que os prohíba dejadlo. Y temed a Alá, es cierto que
Alá es Fuerte castigando».
Corán
(64:12)
«Obedeced
a Alá y obedeced al
Mensajero. Y
si dais la espalda... Ciertamente a Nuestro mensajero sólo le
incumbe transmitir con
claridad».
Estos
solo son unos pocos
versículos de los muchos en los
cuales se comanda obedecer a Alá y a su mensajero (seguir su Sunna).
Veamos
algunas objeciones de los apologistas.
Mahoma
es reprendido en la sura número 80, ¡por lo que los
musulmanes no creen que
sea
perfecto!
Cierto.
Mahoma es reprendido
en el Corán por apartarse de
un ciego, pero esto solo pone de manifiesto la ignorancia de los
apologistas en
cuanto a la teología islámica y sus creencias. En el islam, los
profetas son masoom (infalible o sin pecado), pueden
equivocarse (zallat, «tener un
desliz»), pero esto no es lo mismo que cometer un pecado. El pecado en
el islam
es hacer algo contra las enseñanzas prescritas de Alá. Mahoma no pecó
porque el
incidente que involucró al ciego ocurrió antes de que Alá lo
amonestara. Un
acto se convierte en un pecado solo después de que Alá lo ordena como
tal. Por
ejemplo, Mahoma y los primeros musulmanes bebieron alcohol, pero esta
permisión
fue derogada por una posterior revelación coránica.
El
Corán también dice que
Abraham es un buen ejemplo a
seguir, ¡pero no hay colecciones de hadices para él!
Cierto.
Pero si todos los
profetas son un buen modelo a
seguir, siguiendo la Sunna de Mahoma, esencialmente sigues la Sunna de
los
profetas que lo precedieron. Si hubiera colecciones de hadices para
otros
profetas, entonces serían obsoletas.
Los
hadices y su
importancia
Los
hadices (الحديث ahadith,
plural) son tradiciones del Profeta Mahoma, que nos dan información
importante
sobre él y su vida. Por lo general son narraciones sobre cierto
incidente en el
que dijo o hizo algo. A diferencia del Corán, los hadices típicamente
siguen un
orden cronológico, y la mayoría de ellos se compilan por categoría (es
decir,
yihad, nikah, etc).
Los
hadices son donde los
musulmanes determinan la Sunna
(senda, ejemplo o camino) del profeta, que son las palabras de Mahoma,
sus
acciones y sus prácticas. Esto es clave para el islam, ya que a los
musulmanes
se les manda obedecer y emular a Mahoma, así que incluso las acciones
más insignificantes
de su parte tienen un efecto drástico sobre las doctrinas y las leyes
islámicas.
– Los
coranistas
Dentro
del islam, las dos
sectas más grandes son los
suníes (hasta el 90%) y los chiíes (aproximadamente 10-20%).[8][9][10][11][12] Juntos
forman casi la totalidad del islam. Sin embargo, hay un grupo herético
pequeño
que se conoce colectivamente como «coranistas» (también conocidos como Quraniyoon, Ahle Quran, o Munkareen-E-Hadith,
«rechazadores de los hadices»). Rechazan los hadices (tradiciones
orales) y el
ejemplo (Sunna) de Mahoma, una parte integral del islam, y son vistos
por el
islam dominante de la misma manera que los Testigos de Jehová son
vistos por el
cristianismo tradicional (católicos, protestantes, ortodoxos, y etc).
– Considerados
apóstatas
Según
la ortodoxia suní y
chií, la literatura de los
hadices es una parte integral de la fe musulmana. El teólogo y erudito
andalusí
del siglo XI, Yusuf ibn abd al-Barr, escribió en su Jami
'Bayan al-'Ilm wa Fadlihi (Compendio que expone la naturaleza
del conocimiento y su inmenso mérito):
La
Sunna se divide en dos
tipos. El primer tipo es el consenso transmitido
de las masas a las masas. Esta es una de las pruebas que no dejan
excusa alguna
para la negación de esta y no hay desacuerdo sobre esto. Quien rechace este consenso ha rechazado una
de las estipulaciones textuales de Alá y ha cometido apostasía. El segundo tipo de Sunna consiste en
los informes de narradores solitarios, establecidos y confiables, con
cadenas
ininterrumpidas. La congregación de
los ulemas de la Comunidad han dicho que este segundo tipo hace
obligatoria la
práctica. Algunos de
ellos dijeron que hace obligatorio tanto el conocimiento como la
práctica.[13]
Según
muchas figuras de alto
rango de la Universidad de
Al-Azhar, la autoridad más respetada del islam (y que también acepta el
fiqh chií como quinta escuela del
pensamiento islámico), los coranistas no son musulmanes:
El
Dr. Yousef Elbadry, miembro de la
Asamblea Superior
de Asuntos Islámicos, acusa a los coranistas de tener una extraña
lógica al
basarse únicamente en el Corán; mientras que el propio Corán – como él
dice –
necesita la Sunna. El doctor Elbadry se pregunta qué dicen los
coranistas sobre
versículos como, “el que obedece al mensajero obedece a Alá” El doctor
Elbadry
agregó que estos coranistas se
extraviaron [del camino de Alá] y deben ser considerados apóstatas.[14]
El
Dr. Mohamed Said Tantawy,
el Gran Imán de Al-Azhar, respondió diciendo
que aquellos que llaman a solo usar el Corán son
ignorantes, mentirosos, y no saben las reglas religiosas porque las
ideas en la Sunna vinieron de Alá, pero fue puesto en
palabras del
profeta (la paz sea con él). Además, la
Sunna explica y aclara las reglas mencionadas en el Corán.[14]
El
Dr. Mahmoud Ashour,
miembro del Comité de Investigación Islámica, sostiene
que la Sunna es de hecho una fuente
de la sharía y que quienes la niegan son ilógicos porque es imposible
entender
el islam sin la Sunna. El
Dr. Ashour enfatiza que negar la
Sunna cuesta a los coranistas perder su fe. Luego
llamó a proteger al islam de aquellos coranistas que
planean destruir el islam y
que representan la mayor amenaza para el islam y los musulmanes.
Finalmente
acusó a los coranistas de ser espías y agentes de otras fuerzas cuyo
objetivo
es destruir el islam desde dentro, pero Alá protegerá a su
religión
como él prometió.[14]
El
Dr. Mohamed
Abdelmonem Elberry, profesor
de la
Escuela de hadices
y Explicación de la Universidad de Al-Azhar, subrayó que la mayoría de
los
musulmanes siempre han estado de acuerdo en cuanto a la validez de la
Sunna, ya
sea la Sunna verbal o la práctica. “El
Corán en su totalidad nos ordenó obedecer al Mensajero, y por esto los
que no
siguen la Sunna no son verdaderos
creyentes”.[14]
Eruditos
contemporáneos como
Gibril Haddad han comentado
sobre la naturaleza apóstata de una negación de la probabilidad de la
Sunna
según la ortodoxia suní, escribiendo que:
No
es imaginable que se
rechace toda la probabilidad de
la Sunna y se siga siendo musulmán.[15]
El
Gran Muftí de Pakistán,
Muhammad Rafi Usmani, también
ha criticado a los coranistas en su conferencia Munkareen-E-Hadith
(rechazadores de los hadices), él afirma:
El
Corán, que ellos dicen
seguir, niega la fe del que se
niega a obedecer al Mensajero (paz y bendiciones de Alá sean con él) y
no acepta
sus decisiones: “Pero no, por tu Señor, ellos no pueden tener fe, hasta
que te
hagan (Oh Mahoma) juez de todas las disputas entre ellos, y no
encuentren en
ellos resistencia alguna contra tus decisiones, y que las acepten con
plena
sumisión”. (an-Nisa’ 4:65 –
interpretación del significado).
– La
imposibilidad de sus prácticas
Los
coranistas tienen un
dilema importante en sus manos.
De hecho, es una de las razones por las cuales las reformas al islam
son una
imposibilidad. El Corán alega que está completamente compuesto por los
mandamientos de Alá, no de Mahoma, pero el mismo Corán ordena a los
musulmanes
que obedezcan al Mensajero.
Corán
(4:80)
«Quien obedece
al Mensajero
está obedeciendo a Alá. Y quien le da la espalda...
No te hemos enviado a ellos para que seas
su guardián».
Si
no sabes lo que el
Mensajero ordenó, entonces esto es
imposible. El Corán también ordena a los musulmanes que sigan el
ejemplo del
Mensajero, pero el único lugar en el que se establece este ejemplo está
en la
Sunna. Sin los hadices, no puedes conocer a Mahoma, y sin conocer a
Mahoma, no
hay uswa hasana, por lo que si dudas
de los hadices dudas de la totalidad del islam. Si rechazas los
hadices,
entonces estás rechazando el islam al ir en contra de las órdenes del
Corán y
por lo tanto eres un apóstata. En última instancia, para permanecer
fieles a
Alá y al Corán, los hadices no pueden ser rechazados.
Islam
significa sumisión (contrario
a la creencia
popular
de que significa paz), específicamente sumisión a la voluntad de Alá.
«¿Cuál es
la voluntad de Alá?» uno se puede preguntar. Los coranistas nos harían
creer
que el Corán claramente define qué es exactamente la voluntad de Alá.
Pero este
no es el caso.
Por
una parte, el Corán está
lleno de versículos y
mandamientos contradictorios; a veces mandando a los creyentes a buscar
y matar
a los paganos (Corán 9:5), otras veces ordenando a los musulmanes dejar
a los
paganos practicar sus religiones politeístas en paz (Corán 109:1-6).
Sin los
hadices no habría abrogación (puesto que no se sabría el orden
cronológico del
Corán), el Corán entonces podría ser interpretado de múltiples maneras.
El
pacifista puede decidir sacar un mensaje pacífico ignorando
deliberadamente o
retorciendo versículos violentos mientras que el sádico puede
fácilmente
interpretar un mensaje violento centrándose en los versículos que se
encuentran
en la novena sura. Ambos musulmanes
podrían ser justificados selectivamente por el Corán debido a sus
mensajes
contradictorios de cuando Mahoma estaba La Meca y de cuando Mahoma
estaba en Medina.
Para
ser un coranista se
requiere mucha fe y una
considerable falta de sentido común teológico. Si uno rechaza los
hadices (es
decir, Bukhari, Muslim, Abu Dawud…), el tafsir (es decir, Ibn Kathir, Ibn
Abbas, al-Jalalayn, Maududi…) y la sirat (es decir,
at-Tabari, Ibn Sa’d, al-Waqidi
e Ibn Ishaq), entonces se pierde
todo el contexto histórico del Corán, junto con cualquier prueba de la
existencia de Mahoma. Simplemente se convierte en un antiguo documento
árabe de
divagaciones repetitivas y frecuentemente confusas, declaraciones y órdenes. El lector se queda con preguntas como «¿Quién escribió esto y
por qué?»,
«¿Quién es Abu Lahab, y por qué van a ser torturados él y su esposa?»,
«¿Por
qué estas historias no coinciden con las que se encuentran en la
Biblia?» y
«¿Quién es Isa?» El coranista es en última instancia un monoteísta que
crea su
propia religión basándose en un absurdo documento árabe de hace 1400
años.
La
acusación de las sectas
coranistas de que «los suníes
y los chiíes están siguiendo una forma desviada del islam introduciendo
estos
libros hechos por el hombre» es de risa y el epítome de la hipocresía,
considerando que la mayoría de los narradores de hadices son las mismas
personas que pasaron oralmente y escribieron el mismísimo Corán. Los
primeros
musulmanes (Sahabah, compañeros de
Mahoma, que incluyen a los cuatro califas guiados correctamente) que
participaron en la Hégira a Medina, no eran coranistas. La generación
de
musulmanes tras la muerte de Mahoma (los Tabi’un) no eran coranistas. Y la
generación de musulmanes después de
ellos (Tabi ‘at-Tabi’un) no eran
coranistas. Grabar y clasificar estas narraciones de forma escrita era
poco más
que codificar y aclarar creencias ya existentes. Sugerir que la
adhesión a la
Sunna de Mahoma constituye una desviación del islam puro es absurdo.
Estos
coranistas rechazan los
hadices, un aspecto
fundamental del islam, simplemente debido a que destaca las verdades
inmorales
de Mahoma, el islam primitivo y sus numerosas leyes. Puede que nieguen
esto
como la razón detrás de su rechazo a los hadices, pero este hecho es
probado
por muchos coranistas que alternativamente aceptan los hadices como una
fuente
histórica, pero la descartan como una religiosa. Además rechazan
cualquier cosa
acerca de Mahoma que ellos dicen «contradice la descripción coránica de
él».
Este enfoque es intelectualmente deshonesto y lógicamente inviable. O
bien los
hadices son una fuente válida de información para los musulmanes o
carecen de
valor. No se pueden escoger los pedacitos que deseas conservar y los
pedacitos
que deseas eliminar cuando los buenos y los malos proceden de las
mismas
fuentes.
Corán (16:43-44)
«(16:43)
Antes de ti, no
habíamos enviado sino a
hombres con Nuestra inspiración - preguntad a la gente del Recuerdo si
vosotros
no sabéis-
(16:44)
que traían las
evidencias y las
escrituras. E hicimos que te descendiera
a ti el Recuerdo para que pusieras en claro
a los hombres lo que se les había hecho descender y para que pudieran
reflexionar».
El
Recuerdo (Corán) es
explicado y elaborado por el
Profeta. Preservar el Recuerdo también requiere preservar la Sunna que
explica
el Recuerdo, como dice el versículo anterior.
–
Los
cinco pilares del islam
El
concepto de «cinco pilares
del islam» se practica y se
predica ampliamente en el mundo musulmán y es una parte crucial del
modo de
vida musulmán. Sin embargo, este concepto no está descrito o definido
en el
Corán de ninguna manera. Solo se encuentra en los hadices. Mirando los
pilares
individualmente, cuatro de cinco de los pilares del islam no tendrían
ningún
sentido sin los hadices, por lo tanto haciendo que el islam sea
imposible de
practicar si se rechazan los hadices.
I.
Shahadah / profesión de fe
Sahih
al-Bukhari (8)[16]
«El
Mensajero de Alá dijo: El
islam se basa en
(los siguientes) cinco (principios):
1. Dar
testimonio de que nadie
tiene derecho a ser
adorado excepto Alá y que
Mahoma es
el Mensajero de Alá. [...]».
Estas
son las palabras de
Mahoma y no se encuentran
dentro del Corán juntas, sino por separado (Corán 37:35 y 48:29 por
ejemplo).
Por lo tanto, el primer pilar del islam carece de todo significado y es
imposible de implementar sin el trabajo de los historiadores musulmanes
Ibn
Ishaq (704-770 d.C.) y at-Tabari (838-923 d.C.). Si no hay una
definición de lo
que debe ser la shahadah, puede ser
cualquier frase arbitraria en cualquier idioma. De hecho hay por lo
menos tres shahadas diferentes usadas por varias
sectas coranistas y muchos coranistas consideran que la segunda parte
de la shahadah («y que Mahoma es el
Mensajero de Alá».) es una forma de idolatría (shirk).
II. Salah / azalá /
rezo
Sahih
al-Bukhari (8)[16]
«[…]
2. Ofrecer las oraciones
(congregacionales
obligatorias) obedientemente y perfectamente. […]».
Una
vez más, esto no es
factible. La «oración
congregacional obligatoria» no está descrita en el Corán en absoluto.
La única
explicación de la oración congregacional obligatoria se encuentra en la
Sunna,
e incluso entonces nunca es descrita por el mismo Mahoma. Los
musulmanes están
realizando un ritual sin la precedencia del Corán. Como tal, el segundo
pilar
es un montón de escombros. Los coranistas ni siquiera están de acuerdo
con el
número de oraciones diarias que deben ofrecerse. Las varias oraciones
que dicen
se deben ofrecer son cero, dos, tres o cinco. También en la oración en sí
misma, ciertos versículos
árabes son recitados. El
Corán no da especificaciones para estas recitaciones así que a menos
que uno
siga los hadices y las tradiciones, las recitaciones pueden ser
cualquier cosa
para un coranista.
III. Zakat /
azaque / tributo
Sahih
al-Bukhari (8)[16]
«[…]
3. Pagar zakat (es
decir, caridad
obligatoria). […]».
¿Cómo
es eso posible cuando
los términos de la zakat son omitidos del Corán? El
primero
en escribir los términos en papel fue Ishaq. Un siglo después, Tabari
hizo una
referencia al hadiz de Ishaq. La única razón por la que los musulmanes
pueden
pagar zakat es porque Ishaq se lo
explicó.
IV. Hajj
/ peregrinación
Sahih
al-Bukhari (8)[16]
«[…]
4. Realizar hajj
(Peregrinación a La Meca).
[…]».
Esto
también es imposible.
Las únicas explicaciones sobre
la hajj se encuentran en la Sunna.
Ningún aspecto de la peregrinación puede realizarse sin hacer
referencia a los
hadices. Los musulmanes se perderían sin ellos.
V. Sawm
/ ayuno
Sahih
al-Bukhari (8)[16]
«[…]
5. Ayunar durante el mes
de Ramadán».
El
ayuno durante el mes de
Ramadán sí es descrito en el
Corán (2:183-185), aunque las narraciones de los hadices son necesarias
para
poder practicar las tradiciones del mes de Ramadán y otras aclaraciones.
El
islam y la
homosexualidad
Hace
tiempo vimos un mensaje
condenando la situación en
Chechenia, la cual está matando homosexuales y posiblemente,
poniéndolos en
campos de concentración.[17][18]
Y aunque el 95% de la población de Chechenia
es musulmana [19],
no
culpan al islam, sino a la homofobia rusa. Antes de que alguno se
pregunte por
qué el gobierno ruso no hace nada, la respuesta es que Rusia es una
federación
cuyas regiones son casi independientes y con gobierno propio. Rusia ya
ha tenido problemas con
Chechenia en el
pasado, lo que llevó a la primera y segunda guerra Chechena. Nótese que
solo
aproximadamente el 1,9% de la población chechena es de origen ruso.[20]
Alejándonos
del tema de
Chechenia, cuando mencionamos al
islam como el culpable de tales atrocidades, los progresistas no
tardaron en
salir en defensa del islam. Su defensa era que el islam no dice en
ninguna
parte que haya que matar a los homosexuales, lo cual es falso. Leamos
algunos versículos
del Corán:
Corán
(7:80-84)
«(7:80)
Y Lut, cuando dijo a
su gente: ¿Estáis
cometiendo la
indecencia que nadie antes en los mundos ha cometido?
(7:81)
¿Vais a
los hombres
con deseo, en vez de a las mujeres? Realmente sois una gente desmesurada.
(7:82)
Pero la única
respuesta de su gente fue
decir: ¡Expulsadlos de vuestra ciudad, son gentes que se tienen por
puros!
(7:83)
Y lo salvamos a él y a
su familia con la
excepción de su mujer, que fue de los que se quedaron atrás.
(7:84)
E
hicimos que les cayera una lluvia
[de piedras[21]].
¡Mira cómo acabaron los que hicieron el mal!»
Estos
versículos son
testimonios tomados de la historia
Bíblica de Sodoma, la cual conocidamente cayó a manos de Dios debido a
su homosexualidad.
Como es lógico, de ahí procede la palabra «sodomía». De hecho, el
término para homosexual en árabe
es luti (لوطي)
en honor del profeta Lut, el cual aparece en los versículos. Eruditos
musulmanes durante siglos han interpretado la «lluvia de piedras» en el
pueblo
como que los homosexuales deben ser lapidados [21], puesto que
ninguna otra razón es
dada para la destrucción de esa gente, aunque sí que se explica en
Corán
(11:82), como ahora veremos. Inexplicablemente, la historia se repite
también
en otras tres suras: 15:74, 27:58 y
29:40.
Corán
(11:82-83)
«(11:82)
[Hablando de las
gentes de Lut] Cuando
llegó Nuestro mandato pusimos lo de arriba abajo e
hicimos llover sobre ellos piedras de
arcilla una sobre otra,
(11:83)
asignadas junto a tu
Señor. Y no están lejos de los
injustos».
Fijémonos
en uno de los
versículos anteriores.
Corán
(7:81)
«¿Estáis
cometiendo la
indecencia que nadie
antes en los mundos ha cometido?»
Este
versículo establece que
la homosexualidad es
diferente (y peor) que el adulterio y otros pecados sexuales. De
acuerdo con la
gramática árabe, la homosexualidad es llamada el peor pecado, mientras que hay otras referencias que describen otras formas de sexo fuera del matrimonio como «entre los grandes
pecados».
Prosigamos con otros versículos.
Corán
(26:165-166)
«(26:165)
¿Vais a todos los
varones del mundo
(26:166)
dejando las esposas
que Alá creó para
vosotros? Sois gente que excede los límites».
Corán
(4:15-16)
«(4:15)
Aquéllas de vuestras mujeres
que se presenten con
una indecencia,
buscad cuatro testigos de
entre vosotros, y si dan testimonio contra ellas, retenedlas en las casas hasta
que la muerte se las
lleve o Alá les dé una salida.
(4:16)
Y a aquellos dos de vosotros [hombres] que la cometan [la
indecencia], maltratadlos [o castigadlos], pero si se
arrepienten y se corrigen, dejadlos; es
cierto que Alá acepta el arrepentimiento y es compasivo».
Esta
traducción, que es más
acorde con el texto original
en árabe, dice «dos de vosotros». Sin embargo, otras traducciones como
la de Yusuf Ali usan la
palabra «hombres» ya que
el versículo parece referirse a otro conjunto que al que se refiere en
el versículo
anterior (expresamente denotado por «vuestras mujeres»). En otras
palabras, ya que 4:15 se
refiere a «vuestras mujeres», 4:16 se refiere probablemente a los
hombres.
Estos versículos hablan de los castigos por indecencia sexual, entre
los que se
incluirían los actos homosexuales, la fornicación y el adulterio.
Ahora,
veamos algunos de los
hadices.
Abu
Dawud (4462)[22]
El
apóstol de Alá dijo, «Quien sea que
encuentres
haciendo lo que las gentes de Lut hacían [sodomía], mata al que da y al que recibe».
Abu
Dawud (4463)[23]
«Si
un hombre no casado es
encontrado cometiendo sodomía, será lapidado a
muerte».
Los
homosexuales son
decapitados, ahorcados y lapidados
en la Arabia Saudita moderna y en Irán, donde las leyes de Alá se
aplican de
manera más estricta. Otros cinco países musulmanes también tienen la
pena de
muerte en sus leyes por comportamiento homosexual. En el pasado, los
homosexuales eran quemados.
Como
dijo recientemente un
clérigo, el único debate
teológico no es si el homosexual debe o no ser asesinado, sino cómo
debe
hacerse.[24][25][26]
En
2016, un imán educado en
Túnez explicó que, aunque
pueda parecer duro, no hay ambigüedad en el islam:
Dios
es muy directo acerca de
esto, no nosotros, no somos
subjetivos, la sharía es muy clara al respecto, el castigo por la
homosexualidad, la bestialidad y cosas así es la muerte. No hacemos
ninguna
excepción al respecto, no es nuestra ley, es
la del Corán.[27]
Hay
varios lugares en el
Corán donde se repite la
historia de Sodoma, con énfasis en la destrucción de la ciudad por
homosexualidad. También, según
Serge Trifkovic:
El
primer sucesor de Mahoma,
Abu Bakr, hizo quemar a
un homosexual en la hoguera. El cuarto
califa, el yerno de Mahoma, Ali, ordenó arrojar a un sodomita desde el
minarete
de una mezquita. Para otros ordenó sus lapidaciones. Uno de los
primeros y más
autoritarios comentaristas del Corán, Ibn ‘Abbas (fallecido en 687
d.C.),
mezcló ambos enfoques en una ejecución de dos pasos en la que «el
sodomita
debía ser lanzado desde el edificio más alto de la ciudad y luego apedreado».[28]
El
ayatolá Abdollah
Javadi-Amoli, de Irán, dijo en abril
de 2012 que los homosexuales son inferiores a los perros y los cerdos,
ya que
estos animales no participan en tales actos (según él).[29]
En
noviembre de ese año, un
clérigo de la televisión
británica declaró: «¿Qué se debe hacer a los que practican la
homosexualidad?
Torturarlos, castigarlos, golpearlos y torturarlos mentalmente».[30]
Una
fetua (pronunciamiento
legal en el islam, emitida por
un especialista en ley religiosa sobre una cuestión específica) de 2014
del
popular sitio web OnIslam.net proclamó
que la homosexualidad es «anormal» y «abominable» y confirmó que los
homosexuales deben ser asesinados:
El
castigo para los hombres o
mujeres que no están
dispuestos a renunciar a la homosexualidad y por lo tanto están
rechazando el
camino de Alá (El más grande) es de hecho la muerte según el islam.[31]
Un
imán invitado a hablar en
una mezquita de Florida en
2016 dijo que matar a los homosexuales era un «acto de compasión».[32]
Desde
la resurrección del
califato en 2014 (el Estado
Islámico de Irak y Siria) decenas de homosexuales han sido arrojados
desde los
tejados. Otros han sido apedreados hasta la muerte. Grupos de identidad
musulmana, como el CAIR (Council on
American–Islamic Relations, Consejo para las Relaciones
Americano-Islámicas
en español, a los que no les gustan los homosexuales [33]), no denunciaron
ni uno de estos asesinatos
en serie antes de la masacre islámica de 2016 en un club nocturno gay
de
Orlando.
Aunque
algunos líderes
políticos musulmanes en Occidente
se unen con los progresistas en alianzas que a veces incluyen apoyo
periférico
para los derechos de los homosexuales y las uniones civiles, esto
parece ser
más bien una cuestión de conveniencia y no una preocupación auténtica.
Nunca ha
habido esfuerzo alguno que sea notable por parte de los líderes
musulmanes en
Occidente para aliviar la difícil situación de los homosexuales en los
países
islámicos, donde su influencia seguramente tendría más peso que la de
sus
aliados seculares.
El
velo y su uso
Muchos
progresistas piensan
que llevar velo es opcional y
que llevarlo puesto las «empodera». No podrían estar más lejos de la
verdad,
puesto que el uso del velo es obligatorio según los textos islámicos.
Hay algo
de desacuerdo en cuestión a si la cara debe ser tapada, pero casi todos
los
eruditos están de acuerdo con que el pelo debe taparse. Se supone que
el velo apacigua
el apetito sexual de los hombres de alrededor cuando una mujer sale de
su casa.
Esto puede incluso salvar la vida de la mujer, puesto que se le da toda
la
responsabilidad sobre encuentros sexuales ilegales que la llevarían a
ser
lapidada. Ahora, leamos algunos versículos del Corán.
Corán
(33:59)
«¡Profeta!
Di a tus esposas e
hijas y a las
mujeres de los creyentes que se cubran desde arriba con sus vestidos.
Esto es
lo más adecuado para que se las reconozca y no se las ofenda. Alá es
perdonador
y compasivo».
Corán
(24:31)
«Y di a las
creyentes que
bajen la mirada y guarden sus partes privadas, y
que no muestren sus atractivos a excepción de los que sean externos; y que se dejen caer el tocado
sobre el escote y no muestren sus
atractivos excepto a sus maridos, padres, padres de sus maridos, hijos,
hijos
de sus maridos, hermanos, hijos de sus hermanos, hijos de sus hermanas,
sus
mujeres, los esclavos que posean, los hombres subordinados carentes de
instinto
sexual o los niños a los que aún no se les haya desvelado la desnudez
de la
mujer. Y que al andar no pisen golpeando los pies para que no se
reconozcan
adornos que lleven escondidos. Y volveos a Alá todos, oh creyentes,
para que
podáis tener éxito».
Este
versículo no solo dice
que las mujeres deben
taparse, excepto con familiares y esclavos, sino que también deben
«bajar la
mirada» para evitar cruzar miradas con los hombres. Para ser justos, el
versículo
anterior a este también les dice a los hombres que bajen la mirada y
guarden
sus partes privadas.
Corán
(33:55)
«No
hay inconveniente para
ellas en cuanto a sus
padres, hijos, hermanos, hijos de sus hermanos y de sus hermanas, las
mujeres
que sean de las suyas y los esclavos que posean. Y que teman a Alá, es
cierto
que Alá es Testigo de todas las cosas».
Sahih
al-Bukhari (324)[34]
Narrado
por Aiyub: Hafsa
dijo, «Solíamos
prohibir a nuestras mujeres jóvenes que fueran a las dos oraciones. Una
mujer
vino y se quedó en el palacio de Bani Khalaf y ella narró acerca de su
hermana
cuyo marido participó en doce batallas sagradas junto con el Profeta y
su hermana
estaba con su esposo en seis (de estos doce). Ella (la hermana de la
mujer)
dijo: “Solíamos tratar a los heridos y cuidar a los pacientes. Una vez
le
pregunté al Profeta: ‘¿Hay algún daño si cualquiera
de nosotras se queda en casa si no tiene un
velo?’ Él dijo: ‘Ella debe cubrirse con el velo de su compañera y debe participar en las
buenas acciones y en la reunión religiosa de
los musulmanes’.”. Cuando Um ‘Aya vino, le pregunté si lo había oído
del
Profeta y ella respondió: “Sí. ¡Que
mi padre sea sacrificado
por él (el
Profeta)!” (Siempre que mencionaba al Profeta, ella solía decir: “Que
mi padre
sea sacrificado por él”) He oído al Profeta diciendo: “Las jóvenes
vírgenes
solteras y la niña madura que se quedan a menudo protegidas o las
jóvenes vírgenes
solteras que a menudo permanecen protegidas y las mujeres con
menstruación
deben salir y participar en las buenas acciones así como la reunión
religiosa
de los creyentes fieles pero las mujeres con menstruación deben guardar
lejos
del Musalla (lugar de oración)’». Hafsa le preguntó sorprendida a Um
‘Atiya:
“¿Dices tú las mujeres que están menstruando?” Ella respondió: “¿No
asiste una
mujer con la menstruación a ‘Arafat (Hajj) y tal y tal (otras
andanzas)?”».
En
este capítulo, se relata
como alguien preguntó al
profeta si es correcto que una mujer joven salga de casa sin velo, a lo
que el
profeta responde que debe cubrirse con el velo de su acompañante.
Sunan
Abu Dawud (4104)[35]
Narrado
por Aisha: «El
apóstol de Alá dijo: “Oh
Asma (hija de Abu Bakr) cuando una mujer llegue a la edad de
menstruación, no le conviene mostrar las
partes de su cuerpo excepto esto y esto”, y él señaló a su cara y a sus
manos».
Sunan
Abu Dawud (641)[36]
El
apóstol de Alá dijo, «Alá no acepta
la oración de una
mujer que ha llegado a la pubertad a no ser que lleve el velo».
Sahih
Muslim (2170 a)[37]
«Aisha
informó que Sauda salió (a los campos) para responder
a la llamada de la naturaleza, incluso después de la época
en la que el velo se había prescrito para las
mujeres. Había sido una dama voluminosa, significativa en altura entre
las
mujeres, y no podía ocultarse a el que la había conocido. Umar ibn
Khattab la
vio y dijo: “Sauda, por Alá, no puedes ocultarte de nosotros. Por lo tanto, ten cuidado
cuando salgas”. Ella (Aisha) dijo: “Ella
regresó. El Mensajero de Alá estaba en ese momento en mi casa teniendo
su cena
y había un hueso en su mano. Ella (Sauda) dijo: ‘Mensajero de Alá. Salí
y Umar
me dijo algo así’.”. Ella (Aisha) informó: “Le vino la revelación y
luego todo terminó;
el hueso estaba entonces en su mano y no lo había tirado, y él dijo:
‘Se te ha
concedido permiso para que salgas para tus necesidades’”».
Esto
es considerado una
prueba de que Mahoma les dijo a
las mujeres musulmanas que llevaran el niqab,
en lugar de un simple hiyab. Aquí, una mujer que quería aliviarse (sin
primero
pedir permiso a un hombre) fue identificada por Umar por su altura en
vez de
por su rostro, ya que no habría sido visible.
Sahih
al-Bukhari (402)[38]
«Narrado
por Umar: “Mi Señor
estuvo de acuerdo
conmigo en tres cosas: -1. Yo dije: ‘Oh Mensajero de Alá, deseo que
hubiésemos
tomado la estación de Ibrahim como nuestro lugar de oración (para
algunas de
nuestras oraciones)’. Así vino la Inspiración Divina: ‘Y cuando hicimos
de la
Casa un centro de reunión y un lugar seguro para los hombres que
adoptaron la
estación de Ibrahim. Habíamos pactado con Ibrahim e Ismail que
mantuvieran pura
Mi casa para los que cumplieran las vueltas en torno a ella, los que
allí
permanecieran y los que se inclinaran y postraran’. [2:125]. -2. Y en cuanto al
velo de las
mujeres, dije: ‘¡Oh, Mensajero de Alá! Ojalá hubieses ordenado a tus
mujeres
que se cubrieran de los hombres, porque los buenos y los malos les
hablan’. Así
que el versículo del velo de las mujeres fue revelado. -3. Una vez que las esposas
del Profeta hicieron un frente unido contra
el Profeta y les dije: ‘Puede ser que si él (el Profeta) se divorcia de
vosotras, todo lo que su Señor (Alá) le dará en lugar de vosotras serán
esposas
mejores’. Así que este versículo (el mismo que yo había dicho) fue
revelado”».
Este
hadiz es interesante,
revela que Umar fue la fuente
del versículo de los velos y que «Alá» siguió con un versículo
concurrente. Los
primeros musulmanes no eran conocidos por su escepticismo.
La
ley islámica (sharía)
requiere que las mujeres se
cubran. La aplicación práctica en los países musulmanes modernos varía
con una
combinación entre gusto individual y social. Los talibanes exigen burqas completos (que cubren todo,
incluyendo una malla para los ojos), mientras que los gobiernos más
seculares
de Turquía y Túnez prohibieron una vez el uso del velo en los edificios
públicos (las prohibiciones se han eliminado después de la ascensión
islámica).
Cubrirse
la cabeza se
interpreta como un símbolo de
dominación masculina por la mayoría de los críticos – y por muchas
mujeres
musulmanas, que luchan por el derecho a vestir a su antojo. Una mujer
de 21
años llamada Katia Bengana se convirtió en la primera víctima de la
renovada
campaña de terror islamista en Argelia después de negarse a cubrirse el
pelo.
Ella defendió su elección incluso cuando el arma estaba apuntando a su cabeza.[39]
Algunos
apologistas insisten
en que el velo no es
obligatorio en la religión, aunque no tienen nada dentro de los textos
sagrados
para contrarrestar los pasajes en los que Mahoma instruyó su uso. De
hecho, el
versículo 24:60 dice que el velo es opcional solo para las mujeres
solteras
demasiado ancianas (otros versículos especifican que es opcional para
las
mujeres que no menstrúan) para tener hijos.
Corán
(24:60)
«Y las mujeres
que hayan
llegado a la menopausia y ya no esperan casarse,
no hay inconveniente en que relajen su vestimenta sin pretender dejar al
descubierto ningún atractivo. Y que se abstengan
es mejor para ellas. Alá es Quien oye y Quien sabe».
En
2017, la universidad de
Al-Azhar en Egipto decretó que
el velo era obligatorio para las mujeres musulmanas… y ni siquiera
abierto al
debate:
No
es aceptable que cualquier
persona del público o
personas no especializadas, independientemente de su cultura, expresen
sus
opiniones sobre el asunto.[40]
¿Puede
alguien afirmar
seriamente que la principal
institución suní del mundo no comprende el islam?
Algunas
mujeres usan el hiyab
por elección, pero es
imposible decir qué porcentaje, ya que la presión para cubrir la cabeza
puede
ser sutil o pronunciada. En 2011, un imán en una mezquita supuestamente
moderada en Sammamish, en Washington,
afirmó
que las esposas musulmanas usan el hiyab porque quieren, pero luego
declaró que
pueden ser «castigadas» si se niegan.[41] En Pakistán, las
mujeres sin velo son
atacadas rutinariamente con ácido.[42] En Irán, los
fundamentalistas de Basij han
violado y matado a las que rompen el código de vestimenta.[43]
Los
clérigos, como el jeque Taj Din
Al-Hilali, han dicho
que las víctimas de violaciones
públicas sin velo invitaron a sus
atacantes:
Si
me encuentro con un crimen
de violación – secuestro y
violación de honor – yo disciplinaría al hombre y ordenaría que la
mujer fuera
arrestada y encarcelada de por vida. «¿Por
qué harías esto, Rafihi?» Porque si
no hubiera dejado la carne sin tapar, el gato no la habría tomado. Si
tomas
carne sin tapar y la pones en la calle, en la acera, en un jardín, en
un parque
o en el patio trasero, sin ocultarlo y los gatos se la comen, ¿es culpa
del
gato o de la carne sin ocultar? La carne sin ocultar es el problema.[44]
En
respuesta a una
manifestación contra el hiyab
realizada por mujeres en 2014, un activista iraní declaró sin rodeos
que «es un
derecho del hombre beneficiarse de lo que ama. Cuando un hombre viola a
una
mujer porque (ella) está mostrando su belleza, esto no debería ser
considerado
violación».[45]
En
consonancia con este tema,
se ha sabido que los
violadores musulmanes en Occidente reconocen su motivación a la
elección de
vestimenta de la víctima (como en Australia en 2011[46]). Es algo obvio
que muchas mujeres
confían en el velo para que les de protección contra la atención
masculina no
deseada en la sociedad islámica. Incluso las residentes no musulmanas y
las
visitantes occidentales al mundo islámico a menudo encuentran necesario
cubrirse para evitar el hostigamiento de hombres musulmanes en la calle.
En
2014, un clérigo sugirió
que los bebés sean puestos en burqas para protegerlos
contra el
abuso sexual. Condenar a los que abusan de niños se le ocurrió mucho
más tarde.[47]
Los
velos y burqas son
cada vez más comunes en los países musulmanes con el resurgimiento del
fundamentalismo islámico. En Occidente, gradualmente se están
convirtiendo en
una declaración chic de protesta política o un símbolo de distinción
religiosa.
Algunos
progresistas
intentarán excusar al islam diciendo
que, en la Biblia, también se habla de un velo que la mujer debe
llevar, de
Corintios 11:3 a 11:16.
1ª
Corintios
(11:3-16)[48]
«(11:3)
Ahora bien, quiero
que entendáis que
Cristo es cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la
mujer y
Dios es cabeza de Cristo.
(11:4)
Todo hombre que ora o
profetiza con la
cabeza cubierta deshonra al que es su cabeza.
(11:5)
En
cambio, toda mujer que ora o
profetiza con la cabeza descubierta deshonra al que es su cabeza; es
como si
estuviera rasurada.
(11:6)
Si
la mujer no se cubre la cabeza, que se corte también el cabello; pero si es vergonzoso para la
mujer tener
el pelo corto o la cabeza rasurada, que se la cubra. (11:7) El hombre no
debe cubrirse la cabeza, ya que él es imagen y gloria de Dios, mientras
que la
mujer es gloria del hombre.
(11:8)
De hecho, el hombre no
procede de la
mujer sino la mujer del hombre;
(11:9)
ni tampoco fue creado
el hombre a causa
de la mujer, sino la mujer a causa del hombre.
(11:10)
Por esta razón, y a
causa de los
ángeles, la mujer debe llevar sobre la cabeza señal de autoridad.
(11:11)
Sin
embargo, en el Señor, ni
la mujer existe aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer.
(11:12)
Porque así como la
mujer procede del
hombre, también el hombre nace de la mujer; pero todo proviene de Dios.
(11:13)
Juzgad
vosotros
mismos: ¿Es apropiado que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza?
(11:14)
¿No os enseña el
mismo orden natural de
las cosas que es una vergüenza para el hombre dejarse crecer el cabello,
(11:15)
mientras
que es una
gloria para la mujer llevar cabello largo? Es que a ella se le ha dado
su
cabellera como velo.
(11:16)
Si alguien insiste en
discutir este
asunto, tenga en cuenta que nosotros no tenemos otra costumbre, ni
tampoco las
iglesias de Dios».
Esto
dice que la mujer solo
debe llevar el velo cuando
está orando o profetizando, y que si no quiere llevar el velo cuando
hace tales
acciones, debe tener el cabello largo, que es difícilmente una
imposición
similar al velo islámico. En el islam, el velo es obligatorio se tenga
cabello
largo o no, y debe llevarse se esté rezando o no. Por lo tanto, es
absurdo
comparar los textos del islam sobre el velo con los de la Biblia e
implicar que
los dos son iguales.
El
islam y sus
versículos de
falsa paz
Corán
(2:106)
«No
hay signo que suprimamos
o hagamos olvidar
sin traer en su lugar algo similar o mejor. ¿Acaso no sabes que Alá es
Poderoso
sobre todas las cosas?»
Aunque
hay algunos versículos
en el Corán (y episodios de
la vida de Mahoma) que parecen promover la tolerancia y la paz,
generalmente
son mitigados por las circunstancias y el contexto. Un examen más
minucioso
resulta menos cómodo para la interpretación simplista proporcionada por
los apologistas.
Normalmente uno aprende más sobre lo que algunos musulmanes desean que
ponga en
lugar de lo que realmente pone.
La
coexistencia como iguales
era algo que Mahoma promovió
solo cuando no tenía el poder de conquistar. En el contexto completo
del Corán,
la paz significa sumisión, y la tolerancia de otras religiones
significa no
matar a aquellos miembros que aceptan vivir en un estado subyugado al
dominio
islámico.
A
continuación, vamos a citar
y desmontar algunos de los versículos
que algunos apologistas del islam usan para demostrar lo «tolerante» y
«pacifico» que es el islam.
Corán
(2:208)
«¡Creyentes!
Entrad en la
Paz
[en el islam] del todo y no
sigáis los pasos del Shaytán [Satanás], él es un claro enemigo para
vosotros».
En
primer lugar, esta
traducción está mal. Esta
traducción usa el término «paz», pero en árabe realmente dice el genitivo sustantivo masculino as-sil'mi (ِّسْلِم ال) que significa islam [49], y no paz, que es salam
(سلم). En Sahih International la
traducción está
hecha correctamente. El versículo es en realidad una llamada a los
judíos y
cristianos para convertirse al islam – no una exhortación para que los
musulmanes sean pacíficos. De hecho, leamos los versículos del 191 al
193, este
último pide a los fieles que peleen «hasta que la adoración sea solo
para Alá»
a no ser que se rindan.
Corán
(2:191-193)
«(2:191)
Matadlos donde quiera que los
encontréis y
expulsadlos de donde os hayan expulsado. La oposición [Fitnah] (a
vuestra
creencia) es más grave que matar. No luchéis con ellos junto a
la Mezquita Inviolable [al-Masjid al-Haram] si ellos no lo hacen, pero
si os
atacan, matadlos; esta es la recompensa de los incrédulos.
(2:192)
Y si cesan...Alá es
Perdonador y
Compasivo.
(2:193)
Luchad contra ellos hasta que
no haya más oposición
[Fitnah] y la Adoración debida sea sólo para Alá. Pero si cesan, que no haya
entonces hostilidad excepto contra los injustos».
Normalmente
se intenta
excusar este versículo con la
parte que dice que no deben luchar con ellos junto a la «Mezquita
Inviolable» (al-Masjid al-Haram), es decir, la mezquita donde está
la Ka’aba, si el enemigo no lo hace
primero. Sin embargo, esa es una excepción para un lugar en concreto, y
no en
general donde no estén cerca de la «Mezquita Inviolable». Prosigamos
desmontando más versículos.
Corán
(2:62)
«Cierto
que los que han
creído, los que siguen
el judaísmo, los cristianos y los sabeos, si creen en Alá y en el Último
Día y actúan rectamente,
tendrán su recompensa
ante su Señor y no tendrán
que temer
ni se entristecerán».
Tomado
por
sí mismo, este
versículo indica una tolerancia extraordinaria hacia los judíos y los
cristianos (los sabeos eran una secta de Oriente Medio muy poco
conocida que
Alá curiosamente eligió mencionar en lugar de, digamos, una religión
como el
hinduismo con millones de seguidores pero desconocida para Mahoma el
«Mensajero»). El versículo parece indicar que los judíos y los
cristianos serán
admitidos en el cielo y, por
lo
tanto, no deben ser discriminados por los musulmanes aquí en la tierra.
La
verdad es que este
versículo fue narrado en un momento
en el que los musulmanes no tenían el poder de luchar contra judíos y
cristianos. Mahoma necesitaba permanecer en las buenas gracias de las
tribus
judías de Medina. Una vez que los musulmanes obtuvieron el poder, las
cosas
cambiaron, al igual que la visión del Corán de otras religiones.
Un
versículo cronológicamente
posterior en el Corán,
3:85, dice lo siguiente sin rodeos:
Corán
(3:85)
«Y
quien desee otra práctica
de Adoración que no
sea el islam, no le será aceptada y en la Última Vida será de los
perdedores».
No
podría ser más claro que
eso. Los no musulmanes irán
al Infierno.
La
abrogación (naskh),
la «sustitución de un versículo por otro» establecida por el mismísimo
Corán en
2:106, versículo que ya citamos al inicio de este capítulo, es una
herramienta
importante para resolver las contradicciones del Corán. Si el último
versículo
narrado hubiese sido el tolerante, 2:62, entonces se podría argumentar
que
anula los muchos otros versículos que maldicen y condenan a judíos y
cristianos
(3:110, 5:13, 5:17, 5:73…) y llaman a su subyugación (9:29).
Desafortunadamente, son los versículos intolerantes los que superan al
versículo 2:62, tanto en su abundancia como en su secuencia cronológica.
Por
lo tanto, el apologista
que cite este versículo
(2:62) fuera de contexto o está diciendo lo que quiere creer que pone o
lo que
quiere que creas que pone, pero no lo que el Corán en conjunto
realmente
enseña.
Corán
(2:256)
«No hay
coacción en la
práctica de Adoración [en la religión], pues ha
quedado claro cuál es la buena dirección y cual el extravío. Quien niegue a los ídolos y
crea en Alá, se habrá aferrado a lo más
seguro que uno puede asirse, aquello en lo que no cabe ninguna fisura.
Y Alá es
Oyente y Conocedor».
La
parte señalada quiere
decir que la auténtica fe no
puede ser forzada. Sin embargo, esto no quiere decir que otros no
puedan ser
forzados a una manifestación externa de fe, como los pilares del islam:
Sahih
al-Bukhari (392)[50]
El
Mensajero de Alá (Mahoma)
dijo: «Me
han ordenado luchar contra
las gentes hasta que digan: “Nadie tiene el derecho de ser adorado
excepto Alá”. Y si así lo dicen, si rezan como
nosotros rezamos, si rezan a nuestra Qibla [dirección de
oración] y si matan como nosotros matamos, entonces su sangre y
propiedad serán
sagradas para nosotros y no interferiremos con ellos
excepto legalmente
y su obligación será con Alá».
Incluso
dentro de la misma sura (capítulo) del Corán en el
que aparece el versículo
256, los
musulmanes tienen instrucciones de «luchar con ellos (los no
musulmanes) hasta
que no haya más oposición y la religión sea solo para Alá» (versículo
2:193, el
cual hemos citado anteriormente). Los apologistas afirman que esto se
aplica a
la gente de La Meca. Sin embargo, también se debería de tener en cuenta
que los
habitantes de La Meca fueron convertidos a la fuerza más tarde.
La
segunda sura es
de la época de Medina, allá por sus inicios. Fue narrada en un momento
en el
que los musulmanes acababan de llegar a Medina después de haber sido
expulsados
de La Meca. Tenían que
permanecer en
buena voluntad con las tribus más fuertes de los alrededores, muchas de
ellas
eran judías. Fue en ese momento, por ejemplo, que Mahoma decidió
comandar a sus
seguidores cambiar la dirección de su oración de La Meca a Jerusalén. Pero los
musulmanes rezan hoy
en día hacia La Meca. La
razón de esto es que Mahoma emitió después una orden que abrogó (o
anuló) la
primera. De hecho, la abrogación es un principio muy importante a tener
en
cuenta a la hora de interpretar el Corán – y el versículo 2:256, en
particular
– porque versículos posteriores (en términos cronológicos)
aparentemente anulan
los anteriores que se contradicen (Corán 2:106 y 16:101).
El
mensaje de Mahoma estaba
mucho más cerca de la paz y
la tolerancia durante sus primeros años, cuando no tenía un ejército y
estaba
tratando de patentar su nueva religión basada en el cristianismo. Esto
cambió
drásticamente después de haber alcanzado el poder de conquistar, que
finalmente
utilizó con impunidad para traer a otras tribus al redil musulmán.
Contrasta el
versículo 2:256 con la novena y quinta sura,
que fueron las últimas «revelaciones», y es así fácil ver por qué el
islam ha
sido de todo excepto una religión de paz desde los tiempos de Mahoma
hasta
nuestros días.
Aunque
la mayoría de los
musulmanes de hoy en día
rechazan la práctica de obligar a otros a cambiar su religión, la
conversión
forzada ha sido una parte de la historia del islam desde que Mahoma
tomó por primera
vez una espada. Está grabado en muchos lugares diciendo lo siguiente:
Sahih
al-Bukhari (25)[51]
El
Mensajero de Alá dijo: «Me
ha sido ordenado
(por Alá) luchar contra las gentes hasta que testifiquen que nadie
tiene el
derecho de ser adorado excepto Alá y que Mahoma es el Mensajero de Alá,
y
ofrezcan oración y den caridad, porque si hacen eso, entonces salvan
sus vidas
y su propiedad de mí, pero no de las leyes islámicas y entonces su
ajuste de
cuentas será con Alá».
Mahoma
pone en práctica sus
palabras. Cuando entró en La
Meca con un ejército, una de sus primeras tareas fue la de destruir los
ídolos
de la Ka’aba, que habían sido
adorados devotamente por los árabes durante siglos. Al eliminar estos
objetos
de culto, destruyó la religión de la gente y la suplantó con la suya.
Los que
no quisieron convertirse murieron o fueron desalojados. Más tarde,
ordenó que
judíos y cristianos fuesen expulsados de Arabia. ¿Obligar a otros a
elegir
entre su hogar y su fe suena como «No hay coacción en la práctica de
Adoración
(en la religión)»?
Según
los historiadores
musulmanes, Mahoma finalmente
ordenó a la gente asistir a las oraciones en la mezquita hasta el punto
de
desear quemar vivos a los que no lo cumplían. También ordenó que los niños
que llegaban a cierta
edad fueran golpeados si se
negaban a orar.
Curiosamente,
incluso los
mismos musulmanes
contemporáneos que citan Corán (2:256) generalmente creen en las
enseñanzas del
islam que suenan muy parecidas a la coacción religiosa. Estas serían
las leyes
que castigan la apostasía con la muerte (o la cárcel, para las
mujeres), y la
discriminación institucionalizada contra las minorías religiosas bajo
el
dominio islámico que a veces se conoce como «dhimmiitud».
La
ley islámica prohíbe
explícitamente a los no
musulmanes compartir su fe, e incluso incluye la extorsión de su dinero
en la
forma de un impuesto llamado yizia. Los que se niegan a pagar esta
cantidad
arbitraria se enfrentan a la muerte. Si esto no es coacción, entonces,
¿qué es?
Corán
(4:93)
«Y aquel que
mate a un
creyente intencionadamente, tendrá como recompensa Yahannam [el Infierno] donde será
inmortal. Sobre él caerá la ira de Alá, que lo
maldecirá y le preparará un castigo inmenso».
Este
versículo se aplica
explícitamente a la muerte de un
creyente (alguien que es musulmán). La omisión de la vida no musulmana
es muy
visible. Una religión que prohíbe a sus miembros matarse
deliberadamente entre
sí es difícilmente innovador o establece una alta barrera moral. Otras
religiones y sistemas morales generalmente aplican el valor de la vida
humana
universalmente.
Corán
(5:8)
«¡Vosotros
que creéis! Sed
firmes en favor de
Alá, dando testimonio con equidad. Y que el odio que podáis
sentir por unos [el odio que otros sienten hacia
vosotros], no os lleve al extremo de no ser justos. ¡Sed justos! Eso se acerca
más a la temerosidad. Y temed a Alá, es
cierto que Él conoce perfectamente lo que hacéis».
Aunque
este versículo parece
decir que uno no debe ser
influenciado por su odio hacia los demás, en realidad está hablando del
odio
que otros tienen hacia ellos. La palabra árabe que se emplea aquí, qawm (قوم),
se e
r
fiere
a algo que pertenece a otra gente. La misma palabra se usa
en el
versículo 5:77 de la misma sura en
referencia a los «deseos» de otros. Al igual que no se refiere al deseo
hacia
otros, el versículo 8 no se refiere al odio hacia otros. Cabe decir
que, una
vez más, la traducción de Sahih
International, en inglés, es
correcta.
Como
los versículos
anteriores a este dejan claro, la
«justicia» de la que se habla en el versículo 8 significa realizar un
deber
religioso (oración, ablución…).
De
hecho, gran parte del
resto de la quinta sura habla muy mal de los judíos y
cristianos específicamente. En ninguna parte dice algo de tratarlos con
justicia, pero sí les dice a los musulmanes que los eviten (5:51) o se
arriesguen a ser etiquetados de apóstatas.
Así,
correctamente traducido,
el versículo 8 dice
resumidamente: «No dejes que el odio de otras personas te desvíe de
realizar
rituales religiosos para Alá».
Corán
(5:32)
«Quien
matara a alguien sería
como haber matado
a la humanidad entera. Y quien lo salvara, sería como haber salvado a
la
humanidad entera».
Este
versículo fue citado por
el Consejo Fiqh de
Norteamérica, es lo que los apologistas quieren que los no musulmanes
crean que
está en el Corán, en contraposición a las docenas de otros pasajes
abiertos que
comandan la guerra, las decapitaciones y la tortura. Pero incluso esta
cita del
versículo 5:32 no es exactamente como aparece, y es que hay un problema
con
esta cita; este versículo no existe como tal en el Corán, aquí está el
versículo
auténtico como aparece en el Corán:
Corán
(5:32)
«Por
esto les
decretamos a los hijos de
Israel que quien
matara a alguien, sin ser a cambio de otro o por haber corrompido en la
tierra,
sería como haber matado a la humanidad entera. Y quien lo salvara,
sería como
haber salvado a la humanidad entera. Y así fue como les llegaron
Nuestros mensajeros con las pruebas claras y sin embargo, después, y a
pesar de
esto, muchos de ellos se excedieron en la tierra».
En
primer lugar, observa el
tecnicismo. Se permite matar
en casos de asesinato o «por corromper en la tierra». El asesinato es
bastante
directo y claro, pero, ¿corromper en la tierra? Si algo pidiera una
explicación
cuidadosa y precisa, sería una frase autorizando la tortura. Pero se
deja a
generaciones de musulmanes aplicar su propia interpretación de lo que
significa
«corromper» – con estándares variables. Violar la sharía o compartir
una fe
religiosa diferente parecen ser cosas que «corrompen». Los versículos
de 7:101
a 7:103 del Corán indican que simplemente rechazar a Mahoma y el Corán
cuenta
como «corromper».
Corán
(7:101-103)
«(7:101)
Esas son las
ciudades parte de cuyas
noticias te contamos. Les llegaron sus mensajeros
con las evidencias, pero no iban a creer en
lo que antes habían tachado de mentira. Así es como Alá sella los
corazones de
los incrédulos.
(7:102)
En la mayor parte de
ellos no
encontramos compromiso alguno, sólo que se habían pervertido.
(7:103)
Luego, una vez
pasados éstos, enviamos a
Musa con Nuestros signos a Firaún y los suyos que los negaron
injustamente. Y mira cómo acabaron los
corruptores».
En
segundo lugar, ten en
cuenta el contexto más amplio de
este versículo. Resulta que este no es un mandamiento divino para los
musulmanes después de todo. Es un relato de una ley que fue dada al
pueblo
judío (extraído del Talmud, de hecho). No es una advertencia contra el
asesinato. Es una acusación imaginaria contra los judíos por violar la
ley que
se les dio. «Quien» significa más bien cualquiera de los judíos.
Cualquier
aplicación a los
musulmanes tendría que
aplicarse solo a los musulmanes, como el asesinato entre musulmanes
dentro de
la hermandad de los creyentes. De hecho, el contexto del versículo es
el
asesinato de Abel por Caín. Históricamente, este versículo nunca ha
sido
interpretado por los eruditos islámicos como que Alá asigna el mismo
valor a
las vidas de los no musulmanes. El Corán dice que la restitución por
asesinato
está vinculada por la ley de igualdad (2:178) y que los no creyentes no
son
iguales a los musulmanes (39:9). Mahoma afirmó que aunque un musulmán
puede ser
castigado con la muerte por matar a un compañero musulmán, nunca deben
ser
asesinados por matar a un no creyente. Leamos esos hadices.
Sahih
al-Bukhari (6878)[52]
El
Mensajero de Alá dijo: «La sangre de
un musulmán que confiesa que nadie tiene
el derecho de ser adorado excepto Alá y
que yo soy su Apóstol, no puede ser derramada excepto en tres casos: En Qisas
[igual
respuesta] por asesinato, una persona casada que comete relaciones
sexuales
ilegales y el que
abandona el islam [apóstata] y deja a los musulmanes».
Sahih
al-Bukhari (6914)[53]
El
apóstol de Alá dijo,
«Quien haya matado a un
Mu'ahid (una persona a la que se le otorga la promesa de protección de
los
musulmanes, como aquel que paga la yizia) no olerá la fragancia del
Paraíso,
aunque su fragancia se puede oler a una distancia de cuarenta años (de
viaje)».
En
lugar de fomentar la
tolerancia, la quinta sura en su totalidad es en
realidad una
incitación al odio con un toque de violencia. Más adelante en el
capítulo, los
judíos y los cristianos son explícitamente maldecidos como «perversos»
con
«corazones enfermos» y como odiosos
«blasfemos»
respectivamente. Mahoma recuerda tímidamente a su gente que Alá ama a
aquellos
que «luchan» en su servicio – y es bastante obvio quién es el enemigo.
Los
apologistas musulmanes
también dejan de lado el hecho
de que el versículo 5:32 es inmediatamente seguido por un versículo
espantoso
que en realidad ordena matar en el caso de la «corrupción» mencionada
anteriormente – y esto no es sacado del Talmud. Incluso sugiere la
crucifixión y «el corte de
manos y pies de lados opuestos».
Este mandato es obedientemente seguido por el Estado Islámico.[54]
Aunque
el versículo 5:32
relata la ley dada a los judíos,
el versículo que sigue es claramente destinado a los musulmanes. El
versículo
5:33 proporciona la base para las leyes de blasfemia, en las cuales las
personas son ejecutadas por insultar o cuestionar el islam.
Irónicamente, la
misma parte del Corán que los apologistas usan para retratar al islam
como una
religión no violenta se ha utilizado durante mucho tiempo como
justificación
para convertir la ofensa verbal en un delito capital.
Corán
(5:33)
«El pago para
los que hagan la
guerra a Alá y a Su Mensajero y se dediquen
a corromper en la tierra, será la muerte o la crucifixión o que se les
corte la
mano y el pie contrario o que se les expulse del país. Esto es para ellos una
humillación en esta vida, pero en la Última
tendrán un inmenso castigo».
Por
lo tanto, el mejor
ejemplo de instrucción moral del
Corán es un pasaje que realmente ordena la tortura y ejecución de
aquellos
considerados una amenaza a la hegemonía islámica.
Con
este versículo como el
mejor que el islam ofrece para
demostrar su tolerancia y su deseo de paz, no es difícil adivinar por
qué esta
religión contribuye más de mil ataques terroristas mortales al mundo
cada año.
Corán
(5:69)
«Es
cierto que aquéllos que
han creído y los
judíos, sabeos y cristianos que crean [que creían] en Alá y en el
Último Día y
obren [obraban] con rectitud, no tendrán que temer ni se entristecerán».
Este
versículo se cita a
veces en el contexto de una
discusión donde se dice que las personas de otras religiones serán
aceptadas
por Alá siempre y cuando «obren con rectitud».
Pero esta traducción contiene errores. Este versículo está hablando en
pasado,
dice «que crean» cuando de hecho debería ser «que creían» puesto que en
árabe
dice aman (آمن)
que es pasado. Con el verbo
«obrar» pasa lo mismo, en
árabe dice waeamil (وعمل) que es pasado, por lo
que debería ser «obraban».
En otras
traducciones, como la de Sahih
International, la traducción es correcta.
Puesto
que está en pasado,
significa que la referencia es
a los judíos y cristianos que existían antes de Mahoma. Esto es
importante,
porque el contexto completo del pasaje muestra que las reglas han
cambiado. El
versículo 5:68, que precede directamente a este versículo, dice:
Corán
(5:68)
«Di:
¡Gente del Libro [judíos
y cristianos]! No tendréis nada [en cuanto a orientación
religiosa] hasta que no sigáis y pongáis
en práctica la Torá y
el Inyil y lo que, procedente de vuestro Señor [se refiere al Corán], os ha
descendido [ahora]. Hay muchos de ellos
a quienes lo que tu Señor ha hecho
descender, les hace tener más rebeldía e incredulidad. Pero no te
entristezcas
por la gente injusta».
Los
judíos y los cristianos
deben ahora aceptar el Corán
y a Mahoma para ser salvados. En otras palabras, deben convertirse al
islam y
ser musulmanes. Esto es consistente con otros versículos del Corán que
desprecian a judíos y cristianos, incluyendo el versículo 72 en la
misma sura, que dice:
Corán
(5:72)
«Realmente
han caído en
incredulidad quienes
dicen: Alá es el Ungido [mesías], hijo de Maryam. Cuando fue el Ungido
[mesías]
quien dijo a los hijos de Israel: ¡Adorad a Alá! Mi Señor y el vuestro.
Quien asocie algo con Alá,
Alá
le vedará el Jardín y su refugio será el Fuego [Infierno]. No hay quien
auxilie
a los injustos».
Los
creyentes cristianos y
judíos son explícitamente
condenados al Infierno en el Corán.
Corán (8:61)
«Pero
si
se inclinan por la paz, inclínate tú también y confíate a Alá. Él es
Quien oye y Quien sabe».
Tomado
por sí solo, este
versículo parece decir que los
musulmanes deben ser pacíficos hacia aquellos que son pacíficos hacia
ellos.
Esto parecería evidente por sí mismo, pero parece que la barra moral se
establece bastante baja en el Corán.
Si
esto significa que los
musulmanes deben vivir
pacíficamente y no expandir su religión a través de la fuerza militar,
como
algunos sugieren, entonces la lección se perdió completamente en los
compañeros
de Mahoma, que hicieron exactamente lo contrario. Lo más probable es
que
mantuvieran el versículo en contexto. El versículo anterior a este,
8:60, dice:
Corán
(8:60)
«Preparad
contra ellos todas
las fuerzas y guarniciones de caballos que
podáis; así atemorizaréis a los enemigos de Alá, que son también los
vuestros,
aparte de otros que no conocéis pero que Alá sí conoce. Lo que gastéis en el camino
de Alá se os pagará con creces y no
sufriréis ningún menoscabo».
¿Contra
quiénes se preparan
los musulmanes? El versículo
55 dice que son los incrédulos, que son inferiores a los animales al
ser «las
peores criaturas ante Alá»:
Corán
(8:55)
«Verdaderamente
las peores
criaturas ante Alá
son los que niegan y no creen».
Los
versículos entre estos
dicen a los musulmanes que no
pueden confiar en los incrédulos y que deben castigarles «severamente»
en la
guerra. Si se sospecha traición en cualquier momento después de que los
no
musulmanes sean subyugados, los musulmanes deben romper el pacto y
atacar a los
«enemigos de Alá» y (algo escalofriante) «otros que no conocéis».
La
relación entre musulmanes
y otros no es, por lo tanto,
de igualdad y tolerancia. En su conjunto, el pasaje declara que los no
musulmanes son, por naturaleza, un grupo inferior a los animales. No se
puede
confiar en ellos y deben ser vistos con sospecha. Los musulmanes pueden
romper
cualquier pacto meramente sobre la base de esta sospecha y castigar a
los
incrédulos «severamente», porque eso es lo que Alá quiere… Pero aparte
de eso,
¡habla de paz!
Corán
(17:33)
«Y
no matéis a nadie que Alá
haya hecho inviolable a menos que sea por
derecho. Si alguien (de esos inviolables) muere habiendo sido matado
injustamente, damos autoridad a su wali; pero que no cometa ningún
exceso en
matar pues realmente (su derecho) ha sido amparado».
Este
es uno de esos
versículos que suenan mejor oídos
desde lejos. Lo que literalmente dice es que no debes matar a la gente
que no
se supone que debes matar – a menos que sea por una razón justa, es
decir, por
derecho (en qué caso es el truco). De hecho, se podría razonablemente
argumentar que, puesto que implica que ya hay una lista de objetivos
prohibidos, el versículo existe principalmente para proporcionar una
excepción
a la regla. Entonces, ¿a quién está «prohibido» matar y qué constituye
una
causa «justa»?
El
único grupo que el Corán
prohíbe explícitamente matar
intencionalmente son creyentes musulmanes (y, más débilmente, los dhimmis que pagan la yizia). La mayor
causa de todas, según uno de los últimos capítulos del Corán, es que la
religión de Alá sea superior sobre todas las demás (véase Corán 9:33),
lo que
coincide perfectamente con lo que los terroristas islámicos dicen que
es su
objetivo supremo. El versículo 17:33 provee así una justificación
divina para
el terror islámico en el cual incluso las víctimas inocentes son daños
colaterales. ¿Esto suena como paz y tolerancia?
Corán
(24:22)
«Y
que no juren, los que de
vosotros tengan de
sobra y estén holgados, dejar de dar a los parientes, a los pobres y a
los
emigrados en el camino de Alá; sino que perdonen y lo pasen por alto.
¿No os
gusta que Alá os perdone a vosotros? Alá es Perdonador y Compasivo».
Parte
de este versículo nos
dice que hay que perdonar
como queremos ser perdonados por Alá. Ciertamente, no hay nada malo en
esto,
pero, como de costumbre, hay algo más en la historia.
El
contexto textual más
amplio es que un grupo de
musulmanes («los que tengan de sobra y estén holgados») están siendo
aconsejados perdonar a otro grupo menos afortunado de musulmanes. Por
lo tanto,
a menos que uno coja el fragmento sin más, no es realmente una «regla
de oro»
universal.
El
contexto histórico del
versículo es un episodio
conocido como Ifk, en el cual la
esposa favorita de Mahoma, Aisha, fue acusada de infidelidad. Mahoma
sentía que
la acusación era falsa y (no es de extrañar) también Alá – quien
profusamente
juró la condenación eterna y una vida de maldiciones para los
acusadores.
De
hecho, el tema principal
de esta sura no es el perdón, sino la condena de los
que acusaron
falsamente a su casta esposa de impropiedad sexual. Entonces, ¿qué hay
del
versículo 22? Era una instrucción relativamente escondida para que un
grupo de
musulmanes relativamente ricos no retiraran el apoyo financiero para
todo el
grupo de emigrantes musulmanes entre los que se encontraban los
acusadores.
Corán
(39:10)
«Di:
¡Siervos míos, que
creáis y temáis a
vuestro Señor! Los que hayan hecho el bien
en esta vida, tendrán una hermosa recompensa; la tierra de Alá es ancha y
cierto que a los perseverantes se les
pagará su recompensa sin límite».
La
parte de este versículo
señalada a veces se saca de
contexto y se dice que significa que todo aquel que hace el bien será
recompensado sin importar su creencia religiosa. Esta selección
especifica es
refutada por el texto circundante, así como por otras partes del Corán.
El
«bien» que se supone que
se debe hacer no se define en
este versículo. Un lector ingenuo probablemente proyectaría sus propios
valores
morales y asumiría que esto significa actos de altruismo. Un lector
astuto
vería el texto circundante y descubriría que en realidad se refiere a
la
creencia y al culto islámico, como dice el noveno versículo:
Corán
(39:9)
«¿Acaso
quien se entrega a la
adoración en las
horas de la noche, postrado y en pie, ocupándose de la Última Vida y
esperando
la misericordia de su Señor...? Di: ¿Son iguales los que no actúan y
los que sí
actúan? Sólo recapacitarán los que saben reconocer lo esencial».
En
lugar de cantar las
alabanzas de la hermandad
universal, los versículos circundantes distinguen a los musulmanes y
condenan a
los que están fuera del círculo de la fe. El séptimo versículo dice:
Corán
(39:7)
«Si se niegan a
creer... Alá
es Rico y no os necesita y no acepta de Sus
siervos la incredulidad. Pero si agradecéis, os lo
aceptará complacido.
Nadie cargará con la carga de otro; habréis de regresar a vuestro
Señor, que os
hará saber lo que hayáis hecho; realmente Él conoce lo que encierran
los
pechos».
El
versículo siguiente, 39:8,
dice que los incrédulos
«habitarán en el fuego». Para buena medida, el noveno versículo dice
que aquellos
que «actúan» no son iguales a aquellos que «no actúan».
Esto
está en línea con el
tema del Corán. El versículo
39:10 era un versículo temprano «revelado» en La Meca. Las suras
cronológicamente posteriores, como
el mencionado versículo 3:85, son muy claras acerca de las personas de
otras
religiones a las que se les niega la entrada al cielo. El versículo
14:18 dice
que las buenas obras de los que rechazan a Alá son «como cenizas»
(veamos
también los versículos 18:103-106).
Corán
(14:18)
«Las obras de
los que niegan a
su Señor son como cenizas que se lleva el viento en un
día huracanado, no tienen poder sobre nada
de lo que adquirieron. Ese es el extravío profundo».
Corán
(18:103-106)
«(18:103)
Di: ¿Queréis
saber
quiénes serán los más perdedores por
sus obras? (18:104) Aquellos cuyo celo
por la vida del
mundo los extravió mientras pensaban que hacían el bien
con lo que hacían.
(18:105)
Esos serán los que
negaron los signos de su Señor y el
encuentro con Él, sus obras se hicieron inútiles y el Día del
Levantamiento no
tendrán ningún peso. (18:106) Esta será su recompensa:
Yahannam, a
causa de lo que negaron y por haber tomado Mis signos y Mis
mensajeros a burla».
Ahora,
sigamos con más
versículos de «paz» y
«tolerancia».
Corán
(60:8)
«Alá
no os prohíbe que
tratéis bien y con
justicia a los que no os hayan combatido a causa de vuestra creencia ni
os
hayan hecho abandonar vuestros hogares. Es cierto que Alá ama a los
equitativos».
Si
este versículo significa
que a los musulmanes se les
dice que muestren justicia y bondad a los no creyentes (como insinúan
los
apologistas), ¿por qué no dice simplemente eso – en lugar del más
equívoco «Alá
no os prohíbe»? Es porque este no es el contexto (como lo demuestra el
resto de
la sura). El versículo en realidad se
refiere a un episodio específico en la vida de Mahoma en el que «Alá»
estaba
dando permiso para romper los términos de un tratado firmado con los
mecanos.
Bajo
el Tratado de Hudaibiya,
los musulmanes debían
devolver a La Meca a cualquier persona que saliera de esa ciudad para
unirse a
ellos. Cuando dos mujeres «creyentes» aparecieron, «Alá» repentinamente
tuvo un
cambio de opinión y permitió que Mahoma las aceptara en su tribu
(versículo
60:10). Es un episodio embarazoso para los apologistas del islam porque
significa que los musulmanes fueron los primeros en romper los términos
del
tratado.
Puesto
que se dice que las
mujeres «creen», el versículo
ni siquiera se refiere a los no musulmanes. De hecho, en vez de decir a
los
musulmanes que acepten a los no creyentes, la misma sura advierte
a los musulmanes contra esto. El versículo 60:1 dice:
Corán
(60:1)
«¡Vosotros
que creéis! No toméis por
amigos aliados a
los que son enemigos Míos y vuestros -les dais muestras de afecto
cuando ellos
se han negado a creer en la verdad que os ha llegado y han expulsado al Mensajero
y os han expulsado a vosotros porque
creíais en Alá vuestro Señor- si habéis salido a luchar en Mi camino
buscando
Mi beneplácito. Les confiáis secretos por
amistad; pero Yo sé lo que escondéis y lo que
mostráis. El que de vosotros lo haga, se habrá extraviado del camino
llano».
Corán
(109:6)
«Para vosotros
vuestra adoración y para mí la mía».
Si
este versículo hubiese
sido narrado en un momento en
el que Mahoma tenía el poder de imponer su religión, entonces podría
haber sido
más significativo. De hecho, fue un versículo muy temprano, narrado
cuando
estaba en La Meca y no tenía poder.
Las
cosas eran diferentes una década más tarde, cuando volvió para destruir
los
ídolos adorados por la gente – ¡los mismos ídolos a los que se refiere
en este versículo!
Los
eruditos suelen señalar
que el significado real del versículo
pertenece a la distinción más que a la tolerancia. Uno de los dioses
adorados
por los mecanos politeístas era llamado «Allah». Mahoma quería que se
supiera
que su «Allah» no era el mismo que el adorado por los musulmanes.
Además
de versículos del
Corán, hay hadices que los
apologistas citan para demostrar lo «pacífico y tolerante» que es el
islam.
Jami
at-Tirmidhi (2510)[55]
«La
enfermedad de las
naciones se halla ante
vosotros, se arrastra hacia vosotros: Envidia y odio, es la Haliqah. No
hablo
de lo que corta el pelo, sino de lo que corta la religión. ¡Por Aquel
en cuya
Mano está mi alma! No entraréis en el Paraíso
hasta que creáis, y no creeréis hasta que os
améis los unos a los otros. ¿Queréis que os diga lo que os fortalecerá?
Propagad la paz el uno al otro».
Esto
es rotundamente
considerado un hadiz da’if (es decir, débil, en otras
palabras, no es un dicho auténtico de Mahoma, sino falsificado después
de su
muerte).[55] Aún
así, este hadiz habla del amor entre los creyentes y no a los no
musulmanes.
Jami
at-Tirmidhi (1854)[56]
«Oh
Humanidad, propagad la
paz y alimentad a la
gente ...»
Así
es como aparece la cita
en los anuncios colocados en
algunos autobuses de Manchester por un grupo musulmán de relaciones
públicas, Engagement 2030.[56] Tiene la
intención de
crear la impresión de que el islam es sobre las buenas obras y la
caridad, como
alimentar a los pobres. Desafortunadamente, el versículo no se
encuentra en las
colecciones sahih (auténticas) de
Bukhari y Muslim, sino en fuentes menores. Por lo tanto, no se
considera sahih (auténtico) sino da’if (débil)
y carece de validez.[57]
La
palabra «humanidad» se
agrega a la narración para que
parezca una orden universal, aunque no aparezca en el hadiz original.
En este
hadiz falso, si se sigue leyendo, unas versiones hablan de la
decapitación de
los incrédulos y otras versiones urgen al maltrato de los esclavos,
ninguno de
los cuales parece muy caritativo. Vamos a leerlo entero:
Jami
at-Tirmidhi (1854)[57]
El
Profeta dijo: «Propagad la
paz, alimentad a
otros, golpead las cabezas (de los incrédulos enemigos); heredareis el
Paraíso».
Sahih
Muslim (41)[58]
«Un
musulmán es aquel de cuya
mano y lengua
otros están seguros».
En
la colección de hadices de
Sahih Muslim, este versículo realmente dice: «Un
musulmán es aquel de cuya mano y lengua los musulmanes están seguros».[58] Los propagandistas
sustituyen la palabra «musulmanes»
por «otros» o «personas» para engañar a los lectores y hacerles pensar que el
versículo se refiere al
buen trato hacia todos, cuando realmente limita el trato a sus
compañeros
musulmanes.
Ahora,
pasemos a ver una
historia de la sirat (biografía del Profeta) citada
por
los apologistas del islam.
«Una
mujer judía en La Meca
echaba basura en la
puerta del Profeta como desafío a su mensaje, y un día ella cayó
enferma y no
pudo tirar la basura, así que el Profeta la visitó. Entonces se dice
que ella
estaba tan sorprendida por su carácter que ella se dio cuenta de su
profecía y
aceptó el islam».
Esta
historia es citada a
menudo por los musulmanes para
demostrar el carácter cortés y tolerante de su profeta Mahoma. Sin
embargo, no
hay ninguna fuente citada, porque es una falsificación total que no
existe en
texto histórico alguno.
En
lugar de demostrar el
carácter de Mahoma, la
propagación de la historia dice mucho de lo que los musulmanes desean
que ponga
en lugar de las historias verdaderas sobre el destino de aquellos que
insultaron a Mahoma:
Sunan
Abu Dawud (4361)[59]
«Un hombre
ciego tenía una
concubina que compró (una esclava con la cual
tenía sexo y con la que tuvo hijos) que se extralimitaba con el
profeta y lo desacreditaba. Él se lo prohibió pero ella no cesó. Él la
castigó pero ella no
desistió. Una noche comenzó a calumniar
contra el profeta y a
extralimitarse. Así que el hombre tomó una daga [o puñal] y se la clavó
en el
vientre hasta que la mató. Un niño que pasaba entre sus piernas fue
salpicado por la sangre. Cuando llegó la
mañana el profeta fue informado de ello. Reunió al pueblo y dijo: “Yo llamo por Alá al hombre
que lo ha hecho
y le llamo por Él mi derecho a que él se levante”. Ascendió de entre los cuellos de la gente
y temblando
se puso de pie. Se sentó ante el Profeta y dijo: “¡Mensajero de Alá! Yo soy su amo; ella se
extralimitaba
contigo y te desacreditaba. Se lo prohibí, pero no se detuvo, y la
castigué, pero no
cesó. Tengo dos hijos
preciosos como
perlas de ella, y ella fue mi concubina. Anoche comenzó a
extralimitarse
contigo y a desacreditarte.
Así
que tomé una daga [o
puñal] y se la clavé en
el vientre hasta que la maté”. Entonces el Profeta dijo: “Oh sed
testigos de que ninguna represalia será tomada por su sangre [la
de ella]”».
Por
último, existe un mito
que dice que hay dos tipos de
yihad en el islam:
1. La
«yihad menor» (al-Jihad al-Asghar) – una lucha militar,
la guerra santa.
2. La
«yihad mayor» (al-Jihad al-Akbar) – una lucha interior
espiritual para mejorarse asimismo contra los deseos de uno mismo.
Afirman
que esta «yihad
interior» se refiere
esencialmente a todas las dificultades que pueda sufrir un musulmán al
adherirse a la religión. Por ejemplo, un trabajo teológico del islam
puede ser
una lucha intelectual que algunos supuestamente pueden llamar «yihad».
Durante
la vida de Mahoma, y
hasta el presente, la
palabra «yihad» fue, y es, casi
siempre usada en un sentido militar. Esta idea de una yihad mayor y
menor fue
un desarrollo posterior que se originó a partir de un libro del siglo
XI, La historia de Bagdad, por el erudito
islámico al-Khatib al- Baghdadiis:
Layth
nos dijo, bajo la
autoridad de ‘Ata’, bajo
la autoridad de Abu Rabah, bajo la autoridad de Jabir, quien dijo: «El
Profeta regresó de una
de sus batallas, y entonces nos dijo,
“habéis llegado con una
llegada excelente, habéis llegado de la yihad
menor a la yihad mayor: la lucha de un
servidor (de Alá) en contra de sus
deseos”».
De
hecho, las cuatro escuelas
de jurisprudencia suní (fiqh), así como la tradición
chií, no
hacen referencia alguna a la yihad «mayor», solo a la «menor».
Entonces,
incluso antes de examinar la evidencia en contra de la validez de este
hadiz,
se sabe que el concepto de la «yihad mayor» es poco ortodoxo y herético
para la
mayoría de los musulmanes del mundo.
En
primer lugar, uno de los
factores más importantes en
la clasificación de un hadiz genuino es que debe ajustarse a lo que
está
escrito en el Corán. Sin embargo, este hadiz contradice directamente
las
enseñanzas del Corán.
Corán
(4:95)
«No son
iguales los creyentes, que sin
estar impedidos, permanecen pasivos y los que luchan en el camino de
Alá con
sus bienes y personas. Alá ha dado un grado de preferencia a los que
luchan con
sus bienes y personas sobre los pasivos. A
ambos
les ha prometido lo más hermoso, pero ha
favorecido a los que luchan sobre
los que se quedan pasivos con
una
enorme recompensa».
En
las seis principales
colecciones de hadices (Sahih
Bukhari, Sahih Muslim, Abu Dawud, as- Sughra, Tirmidhi e Ibn Majah),
yihad casi
siempre se refiere a la lucha física, la «yihad menor», y no a la
«yihad mayor»
en referencia a una lucha espiritual interior. Como ejemplo, hay casi
200
referencias a la yihad en la colección de hadices más fiable, Sahih
Bukhari, y
cada una asume que yihad significa guerra en un sentido militar.
Este
hadiz fabricado no
aparece en ninguna de las famosas
colecciones de hadices y es inconsistente con las enseñanzas
encontradas en los
hadices sahih. Algunos de estos
hadices afirman que la yihad es solo superada por la creencia en Mahoma
y Alá,
y que permanecer de pie durante una hora en las filas de la batalla es
mejor
que estar en oración continua durante sesenta años.
Además,
el mismo Mahoma
refuta la afirmación de que la
yihad «mayor» es la lucha espiritual interna, cuando afirma que la
mejor yihad
es la de un hombre cuya «sangre es derramada y su caballo está herido».
Sunan
Ibn Majah (24:2900)[60]
Se
narró que ‘Amr ibn ‘Abasah
dijo: «Fui al
Profeta y le dije: “Oh Mensajero de Alá, ¿cuál es la mejor
yihad?” Dijo: “(La de un hombre) cuya sangre se derrama y su caballo
está
herido”».
La
importancia que se le da a
la yihad física en el islam
se hace evidente en los hadices sahih,
que registran a Mahoma refiriéndose a los musulmanes que se niegan a
pelear o
no consideran ir a la yihad como «hipócritas».
Sahih
Muslim (1910)[61]
Se
ha narrado bajo la
autoridad de Abu Huraira
que el Mensajero de Alá dijo: «Uno que murió pero no peleó
en el camino de Alá ni expresó ningún deseo
(o determinación) por la yihad murió la muerte de un hipócrita». ‘Abdullah ibn Mubarak dijo:
«Creemos que el
hadiz pertenece al tiempo del Mensajero de Alá».
La
isnad del
hadiz que habla de la «yihad menor y mayor» (la cadena de narradores y
la
reputación de cada narrador individual dentro de la cadena) ha sido
categorizada por los eruditos como débil (da’if)
y generalmente, en la ley islámica, solo los hadices auténticos (sahih) y buenos (hasan) se usan para
legislar. Los hadices débiles no tienen ningún
valor para el propósito de la sharía.[62] Los eruditos
islámicos contemporáneos incluso
lo han clasificado como inventado (maudu),
lo que significa que esta narración, para algunos, ni siquiera se
considera un
hadiz en absoluto.[63]
Leamos
las respuestas de
algunos eruditos islámicos ante
este hadiz:
Dr.
Abdullah Azzam:
Es
de hecho un hadiz falso e
inventado que no tiene
ninguna base. Es solo un dicho de Ibrahim Ibn Abi ‘Abalah, uno de los
Sucesores, y contradice la evidencia textual y la realidad… La palabra
«yihad»,
cuando se menciona, solo significa combate con armas, como fue
mencionado por
Ibn Rushd, y sobre esto los cuatro Imanes han estado de acuerdo.[64]
Ibn
Hajar al-’Asqalani:
Este
dicho ha sido
generalizado y es un dicho de Ibrahim
ibn Ablah según Nisa’i en al- Kuna.
Ghazali lo menciona en el Ihya’ y
al-’Iraqi dijo que Bayhaqi lo relató con la autoridad de Jabir y dijo:
Hay
debilidad en su cadena de narración.[65]
Al
Bayhaqi:
Su
cadena de narración es
débil. Ibn Hajr dijo que esto
era un dicho de Ibraaheem ibn Abee Ablah, un Taabi'ee,
y no un hadiz del Mensajero (paz y bendiciones de Alá
sean con él).[66][67]
El
islam y la mujer
Muchos
progresistas
firmemente creen que la mujer es
respetada en el islam y que, irónicamente, el islam no es machista
(pero la
sociedad occidental sí). En este capítulo vamos a hablar sobre el islam
y la
mujer, empezando con el mito de que el islam respeta a la mujer.
– ¿Respeta el islam a
la mujer?
Mito:
«El
Corán pone a hombres y
mujeres en una condición de igualdad ante Alá y entre sí. Las mujeres
tienen
los mismos derechos que los hombres bajo la ley islámica».
El
Corán dice que hombres y
mujeres serán juzgados por
Alá. Esto no significa que tengan iguales derechos y roles, o que serán
juzgados por los mismos estándares.
No
hay ambigüedad ni en el
Corán, ni en la vida de
Mahoma, ni en la ley islámica en cuanto a la inferioridad de las
mujeres
respecto a los hombres a pesar del esfuerzo de los apologistas modernos
para
aliarse con el feminismo de estilo occidental a partir de restos y
fragmentos
de versículos que históricamente no han dado tales interpretaciones
progresistas.
Después
de las conquistas
militares, Mahoma daba a las
mujeres capturadas como premios de guerra a sus hombres. En al menos un
caso,
abogó por que fueran violadas delante de sus maridos. Las mujeres
capturadas
fueron convertidas en esclavas sexuales por los mismos hombres que
habían
matado a sus maridos y hermanos. Hay cuatro versículos coránicos en los
cuales
«Alá» deja claro que un musulmán tiene acceso sexual completo a sus
esclavas,
pero no hay un solo versículo que prohíba la violación.
El
Corán da permiso a los
hombres musulmanes para golpear
a sus esposas por desobediencia, pero en ninguna parte ordena amor en
el
matrimonio (aunque sí dice que existe «amor»). Los versículos
claramente dicen
que los hombres están «un grado por encima» de sus esposas. Los hadices
dicen
que las mujeres son intelectualmente inferiores, y que constituyen la
mayoría
de los habitantes del Infierno.
Según
la ley islámica, un
hombre puede divorciarse de su
esposa a su elección. Si lo hace dos veces y entonces desea volver a
casarse
con ella, ella debe primero tener relaciones sexuales con otro hombre.
Los
hombres están exentos de tal degradación.
Una
mujer musulmana no puede
casarse con quien quiera. Su
esposo puede traer a otras esposas (y esclavas) a la cama matrimonial.
Y debe
estar sexualmente disponible para él en cualquier momento (como un
campo listo
para ser «sembrado», de acuerdo con el libro sagrado del islam).
Tampoco
las mujeres
musulmanas heredan propiedad en
partes iguales a los hombres. Esto es algo irónico dado que el islam
debe su
existencia a la riqueza de la primera esposa de Mahoma, que de otra
manera no
habría sido heredada por ella dado que tenía dos hermanos y su primer
marido
tenía tres hijos.
Se
considera que el
testimonio de una mujer en la corte
vale la mitad que el de un hombre, según el Corán. A diferencia de un
hombre,
ella debe cubrirse la cabeza – y a menudo su rostro.
Si
una mujer quiere demostrar
que fue violada, entonces
debe tener cuatro testigos masculinos que corroboren su historia (de
acuerdo
con la estricta sharía). De lo contrario, puede ser encarcelada o
lapidada hasta
la muerte por confesar «adulterio».
Dado
todo esto, es bastante
difícil decir que los hombres
y las mujeres tienen «igualdad bajo el islam» basándose en raras
analogías
teológicas o comparaciones. Se trata de una estratagema totalmente
nueva
diseñada para los gustos modernos, y está en desacuerdo con la realidad
de la
ley islámica y la historia.
– El
valor de
la mujer
Si
alguien preguntara si el
islam enseña que la mujer
vale menos que el hombre, nuestra respuesta sería que sí, lo único que
se
podría debatir es a qué grado. Leamos algunos versículos del Corán.
Corán
(4:11)
«Alá
os prescribe acerca de
(la herencia de)
vuestros hijos: al varón le corresponde la
misma parte que a dos hembras. Si éstas son dos o más
mujeres, les corresponde dos tercios de lo que
se deje, y si es una sola le corresponde la mitad. Y a los padres les
corresponde, a cada uno de ellos, un sexto de lo que deje si tiene
algún hijo;
pero si no tiene ninguno y son sus padres los herederos, entonces a su
madre le
corresponderá un tercio. Y si tiene hermanos, a su madre le corresponde
un
sexto, una vez se hayan descontado los legados que deje o las deudas.
Vuestros
padres y vuestros hijos, no sabéis cuál de ellos os beneficia más de
cerca. Es
un precepto de Alá, es cierto que Alá es Conocedor y Sabio».
Corán
(4:176)
«Te
piden que dictamines. Di:
Alá os da un
juicio sobre el caso en que no se tengan ni padres ni hijos. Si alguien
muere
sin dejar hijos, pero tiene una hermana, a ella le corresponderá la
mitad de lo
que deje. Y él la heredará a ella si ella no tiene ningún hijo. Y si
son dos,
les corresponderán dos tercios de lo que deje; y si hay hermanos,
varones y
hembras, entonces a cada varón le corresponderá
la parte de dos hembras. Alá os aclara para que no os
extraviéis. Alá es Conocedor de todas las
cosas».
Estos
versículos hablan de
las herencias y como se puede
ver, en el islam, el sexismo está matemáticamente establecido.
Corán
(2:282)
«¡Vosotros
que creéis! Cuando
tratéis entre
vosotros un préstamo con plazo de devolución, ponedlo por escrito; y
que esto
lo haga, con equidad, uno de vosotros que sepa escribir. Que nadie que
sepa, se
niegue a hacerlo, escribiendo como Alá le enseñó. Y que le dicte el que
contrae
la deuda y lo haga con temor de Alá, su Señor, sin omitir nada de ello.
Y si el
que contrae la deuda fuera deficiente o débil, o no pudiera dictar, que
dicte
entonces su tutor con equidad. Y buscad como testigos a dos
hombres, pero si no los hubiera, entonces un
hombre y dos mujeres cuyo testimonio os satisfaga, de manera que si una
de
ellas olvida, la otra se lo haga recordar. Que los testigos que sean
solicitados no se nieguen a serlo y no os disguste escribirlo, sea poco
o
mucho, hasta el final. Esto es más justo ante Alá, más seguro como
testimonio y
más conveniente para que no tengáis duda. Queda fuera de esto cualquier
transacción que hagáis en el acto, pues en ese caso, no hay objeción si
no lo
ponéis por escrito. Procuraos
testigos en
vuestras transacciones y
que no se presione a ningún escribano ni a ningún testigo, pues si lo
hicierais,
sería una desviación por vuestra parte. Y temed a Alá, y Alá os
enseñará. Alá
es Conocedor de cada cosa».
Corán
(2:228)
«Las
divorciadas deberán
esperar tres
menstruaciones para estar en disposición de volverse a casar y no es
lícito que
oculten lo que Alá haya creado en sus vientres si creen en Alá y en el
Último
Día. Sus esposos tienen más derecho a volver con ellas dentro de este
plazo, si
quieren rectificar. Los derechos de ellas sobre sus
esposos son iguales a los derechos de éstos
sobre ellas, según lo reconocido; pero los hombres tienen un grado
sobre ellas. Alá es Poderoso y Sabio».
Corán
(2:223)
«Vuestras
mujeres son para
vosotros un campo de siembra; id a vuestro
(antojo) sembrado según queráis. Y adelantad (buenas acciones)
que os sirvan. Temed
a Alá y sabed que con toda certeza os encontraréis con Él. Y anuncia
buenas
noticias a los creyentes».
Un
hombre tiene dominio sobre
los cuerpos de sus esposas
como con su tierra. Este versículo es abiertamente sexual. Existe
alguna
controversia en cuanto a si se está refiriendo a la práctica del coito
anal. Si
esto es lo que Mahoma quería decir, entonces parecería contradecir lo
que dijo
en Sahih Muslim (1435 c):
Sahih
Muslim (1435 c)[68]
«Si
quiere puede estar tras
la espalda o delante
de ella, pero debe ser a través de una abertura (vagina)».
Corán
(4:3)
«Y
si teméis no ser justos
con los huérfanos...
Casaos entonces, de entre las mujeres que sean
buenas para vosotros, con dos, tres o
cuatro; pero
si os teméis no ser equitativos...
entonces con una sola o las que posea vuestra diestra. Esto se acerca más a que no
os
apartéis de la equidad».
No
hay igualdad numérica.
Corán
(53:27)
«Los
que no creen en la
Última Vida [infieles]
le dan a los ángeles nombres femeninos».
Los
ángeles son seres
sublimes, y por lo tanto, serían
hombres.
Corán
(4:24)
«[Hablando
de quienes no
puedes tomar como
esposas] Y las mujeres casadas, a excepción de las que posea vuestra
diestra
[se refiere a esclavas y cautivas]. Es una prescripción de Alá para
vosotros.
Aparte de esto se os permite que busquéis (esposas) con vuestros bienes
[Mahr,
dinero nupcial dado por el marido a su esposa en el momento del
matrimonio]
como hombres honrados, no como fornicadores. Y puesto que gozáis de
ellas,
dadles la dote [su Mahr] como está mandado y más allá de este mandato,
no
incurrís en falta en lo que hagáis de mutuo acuerdo [se refiere a dar
más si
están de acuerdo]. Es cierto que Alá es Conocedor, Sabio».
Corán
(33:50)
«¡Profeta!
Te hacemos lícitas
tus esposas, a las
que diste sus correspondientes dotes [Mahr], y las que tu diestra posea
entre
las que Alá te haya dado como botín; y las hijas de tus tíos maternos y
las de
tus tías maternas que hayan emigrado contigo, y cualquier mujer
creyente que se
ofrezca al Profeta, si el Profeta quiere tomarla en matrimonio. Esto es
exclusivo para ti, no para los creyentes. Sabemos lo que les hemos
hecho
preceptivo a ellos en lo referente a sus esposas y las que sus diestras
poseen.
Para que no haya falta sobre ti. Y Alá es Perdonador, Compasivo».
Se
le permite a un hombre
tomar a mujeres como esclavas
sexuales fuera del matrimonio. Ten
en
cuenta que el versículo distingue a las esposas de las cautivas («las que tu diestra posea»). Nótese que
el versículo 33:50 específicamente permite a Mahoma tomar como esposa a
cualquier mujer. Pasemos
ahora a los
hadices y a la sirat.
Sahih
al-Bukhari (304)[69]
«Una
vez el Apóstol de Alá salió a la Musalla
(para ofrecer la oración) Id-al-Adha o al-Fitr. Luego pasó junto a las
mujeres
y dijo: “¡Oh mujeres, dad limosna, puesto que he visto que la mayoría de
los habitantes del
Infierno eran ustedes (mujeres)”. Ellas preguntaron: “¿Por
qué es así, oh Apóstol de Alá?” Él respondió: “Ustedes maldicen con
frecuencia
y son ingratas a sus maridos, no he visto a nadie más
deficiente en inteligencia y religión que ustedes. Un hombre prudente y sensato
podría ser extraviado por algunas de ustedes”. Las mujeres
le preguntaron: “¡Oh, Apóstol de Alá! ¿Qué
es deficiente en nuestra inteligencia y
religión?” Él dijo:
“¿No es el testimonio de dos mujeres igual al
testimonio de un hombre?” Ellas respondieron afirmativamente. Él dijo:
“Esta es
la deficiencia de su inteligencia, ¿no es verdad que una mujer no puede
orar ni
ayunar durante su menstruación?” Las mujeres contestaron
afirmativamente. Él
dijo: “Esta es la deficiencia en su práctica de religión”».
Alá
ha hecho a las mujeres
deficientes intelectualmente y
también las ha hecho deficientes en la práctica de su religión al
darles ciclos
menstruales.
Sahih
al-Bukhari (29)[70]
«El
Profeta dijo: “Fui mostrado
el Infierno y la mayoría de sus
habitantes eran mujeres que fueron ingratas”. Le
preguntaron, “¿No creen ellas en Alá?” (¿o son ingratas a Alá?) Él
respondió, “Son ingratas a sus maridos y
son ingratas a los favores y las buenas (acciones caritativas) hechas a
ellas. Si has sido siempre bueno
(benevolente) a una de ellas y luego ve algo
en ti (que no le gusta), dirá, ‘Nunca he recibido nada bueno de ti’”».
Sahih
al-Bukhari (6449)[71]
El
Profeta dijo, «Miré al
Paraíso y vi que los
pobres formaban la mayoría de sus habitantes; y miré al Infierno y vi que la
mayoría de sus
habitantes eran mujeres».
Según
Mahoma, las mujeres
constituyen la mayoría de los
habitantes del Infierno. Esto es importante porque las únicas mujeres
en el
cielo mencionadas explícitamente por Mahoma son las vírgenes que sirven
a los
deseos sexuales de los hombres. Un hadiz débil, Kanz al-’ummal (22:10)
incluso
sugiere que el 99% de las mujeres van al Infierno.
Sahih
al-Bukhari (5151)[72]
El
Profeta dijo: «Las
estipulaciones que tienen mayor derecho a ser
respetadas son aquéllas con las cuales se te da el derecho de disfrutar
de las
partes privadas de las mujeres (es decir, las estipulaciones
del contrato matrimonial)».
En
otras palabras, lo más
importante que una mujer trae
al matrimonio está entre sus piernas.
Sahih
al-Bukhari (5126)[73]
«Una mujer vino
al Apóstol de
Alá y le dijo: “Oh, Apóstol de Alá, he
venido a ofrecerme a ti (en matrimonio)”. El Apóstol de Alá la miró. Él
la miró
cuidadosamente y fijó su mirada en ella y luego bajó la cabeza. Cuando
la
señora vio que no dijo nada, se sentó. Un hombre de sus compañeros se
levantó y
dijo: “Oh Apóstol de Alá! Si no estás en necesidad de ella, dámela a mí”. El Profeta dijo: “¿Tienes algo que ofrecer?”
El hombre dijo: “No, por Alá, oh
Apóstol de Alá!” El Profeta le dijo, “Ve con
tu familia y trata de encontrar algo”. El hombre se fue y volvió,
diciendo:
“No, por Alá, ¡O, Apóstol de Alá! No he encontrado nada”. El Profeta
dijo: “Ve de nuevo y
busca algo, incluso si se
tratara de un anillo de hierro”. Se fue y volvió, diciendo: “No, por
Alá, ¡Oh
Apóstol de Alá! No pude encontrar ni siquiera un anillo de hierro, pero esta es mi Izar (hoja de
la
cintura)”. No tenía Rida (ropa superior). Y añadió: “Yo le doy la mitad”. El
Apóstol de Alá dijo: “¿Qué va a hacer
con tu Izar? Si tú la usas, ella no tendrá nada sobre sí misma (estará
desnuda)
Y si la lleva, entonces no tendrás nada sobre ti”. De modo que el
hombre se sentó durante un largo
período
y luego se levantó (para irse). Cuando el Apóstol
de Alá le vio salir, ordenó
que le
llamaran de vuelta. Cuando llegó, el Profeta le preguntó: “¿Qué partes
del
Corán conoces (de corazón)?” El hombre respondió, “Yo conozco tal sura
y tal
sura y tal sura”, nombrando las suras. El Profeta dijo: “¿Puedes
recitarlas de
memoria?” Él dijo: “Sí”. El Profeta dijo: “Ve a
casarte con ella por lo que sabes del Corán (como
su Mahr)”».
Una
mujer se ofrece en
matrimonio a Mahoma, pero no la
encuentra atractiva, así que la «dona» en el acto a otro hombre.
Sahih
Muslim (512 e)[74]
Al-Aswad
relató que Aisha
dijo: «Tú
nos has hecho (a las
mujeres) iguales a los perros y a los asnos, mientras
que yo yacía en la cama el Mensajero de Alá llegó allí y se paró en
medio de la
cama y se puso a rezar. No me gustaba quitarme la colcha (en ese
estado), así
que me alejé silenciosamente por las patas delanteras de la cama y así
salí de
la colcha».
Esas
son las palabras de la
esposa favorita de Mahoma,
quejándose del rol asignado a las mujeres bajo el islam.
Sunan
Abu Dawud (2160)[75]
Amr
ibn Shu’aib con la
autoridad de su padre
dijo que su abuelo (Abdullah ibn Amr ibn al-’As) informó que el Profeta
dijo: «Si
uno de ustedes se casa con
una mujer o compra un esclavo, debería decir: “Oh Alá, te pido el bien
en ella,
y en la disposición que Tú le has dado, yo me refugio en Ti de su mal,
y en la
disposición que le has dado”. Cuando compre un camello, debería tomar
la parte
superior de su joroba y decir el mismo tipo de cosas».
Abu
Dawud dijo: «Abu Sa’id
añadió las siguientes
palabras en su versión: “Debería entonces tomar su copete y orar por la
bendición en el caso de una mujer o un esclavo”».
Las
mujeres son comparadas a
esclavos y camellos en
relación al «mal» en ellos.
Ibn
Ishaq (734)[76]
«En
cuanto a Ali, dijo, “Las
mujeres son
abundantes, y puedes cambiar fácilmente a una por otra”».
Ali
fue criado como un hijo
por Mahoma. También fue el
cuarto califa. Este comentario fue hecho en la presencia de Mahoma sin
reprensión alguna.
Ibn
Ishaq (878)[77]
«De
los cautivos de Hunayn,
el Mensajero de Alá
le dio a [su yerno y futuro califa] Ali una esclava llamada Rayta y le
dio a
[el futuro califa] Uthman una esclava llamada Zaynab y a [el futuro
califa]
Umar una chica que este le dio a su hijo».
Mahoma
trató a las mujeres
como objetos, entregando
mujeres que estaban esclavizadas a sus compinches para el disfrute de
estos.
Ibn
Ishaq (693)[78]
«Entonces
el apóstol envió a
Sa-d ibn Zayd
al-Ansari, hermano de Abdu’l-Ashal, con algunas de las mujeres cautivas de Banu Qurayza a Najd y las vendió por
caballos y armas».
Ibn
Ishaq (969)[79]
«Poned
los mandamientos sobre
las mujeres
amablemente, porque son vuestras prisioneras sin
control de sus personas».
Ibn
Ishaq (969) también dice
que las esposas pueden ser
golpeadas por «insensibilidad», pero ya hablaremos de esto en otro
momento.
Tabari
(8:117)[80]
«Dihyah
le pidió al Mensajero
de Alá que le
diese a Safiyah cuando el Profeta la había elegido
para él mismo… el Apóstol le dio a Dihyah las
dos primas de Safiyah a cambio de esta. Las mujeres de
Khaybar fueron distribuidas entre los
musulmanes».
Tabari
(9:137)[81]
«Alá
le concedió a Rayhana,
del Qurayza, a
Mahoma como botín».
Tabari
(9:1754)[82]
«Trata bien a
las mujeres,
porque son (como) animales domésticos contigo y no poseen nada para
sí mismas».
Este
último es del sermón de
despedida de Mahoma.
El
movimiento para pintar al
islam como una fuerza
pionera en los derechos de las mujeres es reciente, que corresponde con
los
esfuerzos de los apologistas del islam (no conocidos por sus
inclinaciones
feministas) y algunos académicos occidentales propensos a interpretar
la
historia de acuerdo con sus preferencias personales. Ciertamente, la
comunidad
islámica nunca ha mostrado interés en ampliar las oportunidades para
las
mujeres más allá del papel de la familia.
El
cuarto califa, el yerno y
primo de Mahoma, dijo pocos
años después de la muerte del profeta que «una mujer es enteramente
malvada, ¡y
lo peor es que es un mal necesario!»[83]
Un
dicho islámico tradicional
es que «el cielo de una
mujer está debajo de los pies de su marido». El venerado erudito
islámico,
Al-Ghazali, que ha sido llamado «el mayor musulmán después de Mahoma»,
define
el papel de la mujer musulmana de la siguiente forma:
Ha
de permanecer en su casa y
dedicarse a las tareas de
hilado; conviene que no salga con frecuencia. No debe estar bien
informada ni
comunicarse con sus vecinos, sino visitarlos solo cuando sea
absolutamente
necesario. Ha de cuidar de su marido y respetarlo, tanto cuando esté
presente
como cuando no lo esté, y procurar satisfacerlo en todo. No debe
estafarlo ni quitarle
dinero con engaños. No ha de abandonar la casa sin su permiso y, en caso de contar con
éste, debe irse
sin hacerse notar. Debe
vestir ropas
viejas y elegir callejones y calles poco concurridas, evitar los
mercados y
cerciorarse de que ningún extraño haya escuchado su voz ni la haya
reconocido;
no debe hablar con un amigo de su marido ni siquiera en caso de
necesidad. […]
Su única preocupación ha de ser su virtud, además del hogar, las
plegarias y el
ayuno. Si un amigo de su marido llama a la puerta cuando éste se halla
ausente,
no deberá abrir la puerta ni contestar, tanto por su seguridad como
para
proteger el honor de su marido. En todo momento debe considerar
suficiente para
sus necesidades sexuales lo que su marido le dé. […] Ha de estar limpia
y
preparada en todo momento para satisfacer las necesidades sexuales de su marido.[84]
Un
clérigo yemení explicó en
la televisión lo que hace
que las mujeres sean inferiores e incapaces de, por ejemplo, servir
como buenas
testigos:
Las
mujeres están sujetas a
la menstruación, cuando su
resistencia y capacidad de concentración disminuyen. Cuando una mujer
es
testigo de un accidente o un asesinato, ella se asusta, se aleja, y a
veces
incluso se desmaya, y ni siquiera puede ver el incidente.[85]
Durante
un programa de
entrevistas de 2012 en un canal de
televisión egipcio, un clérigo criticó al cristianismo, en parte por
enseñar la
igualdad de género:
La
religión cristiana no
diferencia entre mujeres y
hombres, sino que confirma su perfecta igualdad: les da igual herencia,
prohíbe
el divorcio y prohíbe la poligamia.[86]
En
2014, el presidente turco,
Recep Tayyip Erdogan,
enfatizó que hombres y
mujeres no son iguales:
Nuestra
religión ha definido
una posición para las
mujeres (en la sociedad): la maternidad.[87]
Las
muchas oportunidades
denegadas a las mujeres bajo la
ley islámica, desde igual testimonio en el tribunal hasta el simple
derecho de
excluir a otras esposas de su cama matrimonial, es una prueba muy clara
de que
las mujeres son de menor valor que los hombres en el islam. Las mujeres
musulmanas ni siquiera son libres de casarse fuera de la fe – y algunas
pagan
con sus vidas por hacerlo.
La
ley islámica también
especifica que cuando una mujer
es asesinada por un hombre, a su familia se le debe solo la mitad de la
«indemnización» (diya) de lo que
sería si hubiese sido un hombre. La vida de un no musulmán generalmente
se
evalúa en un tercio.
Aunque
un hombre conserva la
custodia de sus hijos en
caso de la muerte de su esposa, una mujer no musulmana automáticamente
perderá
la custodia de sus hijos en caso de la muerte de su marido a menos que
se
convierta al islam o se case con un pariente dentro de la familia de su marido.
A
los musulmanes
contemporáneos les gusta decir que los
árabes trataban a las mujeres como camellos antes de Mahoma. Esto es
algo
cuestionable, dado que la primera esposa de Mahoma era una mujer
adinerada que
poseía propiedades y dirigía un negocio exitoso antes de casarse con
él. Ella
era incluso su jefa… (aunque eso puede haber cambiado después del
matrimonio). Aun
así, dice mucho que el trato a las mujeres en el islam solo pueda ser
defendido
contrastándolo con un ambiente extremadamente primitivo en el que se
decía que
las mujeres no eran entidades.
Homa
Darabi fue una médica
talentosa que se suicidó en
una protesta pública contra la opresión de las mujeres en la Irán
islámica.
Hizo esto después de que una muchacha de 16 años fuera asesinada a
tiros por
usar lápiz de labios. En el libro Why We Left Islam (Por qué
abandonamos el
islam), su hermana incluye una cita directa de uno de los principales
clérigos
del país:
La
tarea específica de las
mujeres en esta sociedad es
casarse y tener hijos. Se las desanimará de entrar en la vida
legislativa,
judicial o cualquier carrera que requiera tomar decisiones, ya que las
mujeres
carecen de la capacidad intelectual y el exigente criterio para estas
carreras.[88]
El
clérigo moderno Abu Ishaq
Al-Huwaini ha pedido el
regreso de los mercados de esclavos, donde los hombres musulmanes
puedan pedir
concubinas. En el mundo ideal de este hombre, «cuando quiero una
esclava
sexual, voy al mercado y escojo a la mujer que deseo y la compro».[89]
En
el mejor de los casos, el
islam «eleva» el estatus de
una mujer a un lugar entre el de un camello y el de un hombre. Mahoma
capturó a
mujeres en la guerra y las trató como una mercancía comerciable. El
Corán
«inmutable, siempre relevante» permite explícitamente que las mujeres
sean
mantenidas como esclavas sexuales. Estas son apenas cosas en las que
los
musulmanes puedan sentir orgullo.
– El
maltrato
Una
pregunta muy común es,
¿permite el islam que un
hombre maltrate a su esposa? Y la respuesta es un sí alto y claro, pero
solo si
esta no hace lo que él pide. El maltrato debe cesar si la mujer cumple
con las
exigencias de su marido. Tras el abuso verbal y el abandono, el
maltrato es el
último recurso para coaccionar su sumisión. Según el testimonio en los
hadices
de la esposa favorita de Mahoma, Aisha, él la golpeó físicamente por
salir de
casa sin su permiso. No se sabe cómo trató a sus esposas menos
favorecidas.
Corán
(4:34)
«Los hombres
están al cargo de
las mujeres en virtud de la preferencia que
Alá ha dado a unos sobre otros y en virtud de lo que (en ellas) gastan
de sus riquezas. Las habrá que sean rectas,
obedientes y que guarden, cuando no las
vean, aquello que Alá manda guardar. Pero aquéllas cuya rebeldía
temáis, amonestadlas, no os acostéis con
ellas, pegadles;
pero si os obedecen, no
busquéis ningún medio contra ellas. Alá es siempre Excelso, Grande».
Las
traducciones
contemporáneas a veces diluyen la
palabra «pegar», pero es la misma usada en el versículo 8:12 y
claramente
significa «pegar» o «golpear». Yusuf Ali, Pickthall, Shakir y muchos
otros
traductores y hablantes de árabe están de acuerdo con esta traducción.
Son
apologistas como Laleh Bakhtiar quienes intentan cambiar el significado
de este
versículo, quien en su traducción del Corán intenta traducirlo como
«separaos
de ellas» o «abandonadlas». Las suras que
dan como ejemplo para demostrar que el verbo «darab»
significa otra cosa no tienen como objeto a un ser humano
completo y son más bien expresiones. Examinemos su «lógica»:
1.
«Dale a los pies» puede significar
«camina».
2.
«Dale
a la mujer» usa el verbo «dar».
3.
Ergo, «dale a la mujer» significa
«camina a la mujer».
El
verbo darab puede
traducirse como otra cosa dependiendo del objeto, puesto que se usa
figurativamente, vamos a hacer un análisis corto de versículos con este
verbo
para demostrarlo. Para ello, añadiremos una transliteración del árabe
junto a
su traducción correcta, y luego veremos la traducción literal. En
español
tenemos un verbo que tiene una función muy parecida, el verbo dar.
Corán
(3:156)
«¡Vosotros
que creéis! No
seáis como aquéllos que renegaron y decían de sus hermanos cuando éstos
salían de expedición
[viajaban]
por la tierra o hacían incursiones: Si se
hubieran quedado con
nosotros no habrían muerto ni los habrían matado. (Lo decían) y Alá
hacía de
ello una angustia para sus corazones. Alá da la vida y da la muerte.
Alá ve lo
que hacéis.»
Literalmente
la parte
señalada se traduciría como «daban
en la tierra», el objeto es «tierra» por lo que aquí el verbo darab recibe el significado de «viajar»
o «ir» puesto que es una expresión.
Corán
(4:101)
«Y
cuando salgáis de expedición
[viajéis]
por la tierra no hay inconveniente en que
acortéis el salat,
así como cuando temáis que os ataquen los que se niegan a creer. Es cierto que los
incrédulos son
para vosotros enemigos declarados.»
Literalmente
la parte
señalada se traduciría como «dabais
en la tierra», el objeto es «tierra» por lo que aquí el verbo darab recibe el significado de «viajar»
o «ir» puesto que es una expresión. Se usa de igual forma en Corán
(2:273) y en
Corán (73:20), con el sentido de «viajar» o «ir».
Corán
(14:45)
«Habéis
habitado en las
moradas de los que fueron injustos consigo mismos y ha quedado claro
para
vosotros cómo actuamos con ellos; os hemos puesto ejemplos.»
La
parte señalada dice
literalmente «os hemos dado
ejemplos», el objeto es «ejemplo». Se usa de igual forma en otros
versículos
del Corán (14:24, 16:75-76, 16:112, 18:32, 18:45, 24:35, 30:28, 30:58,
39:27,
39:29, 43:17, 59:21 y 66:10-11) con el sentido de «dar ejemplos».
Corán
(43:5)
«¿Acaso íbamos a
privaros del
Recuerdo dejándoos de lado porque sois
gente que se excede?»
La
parte señalada traducida
literalmente diría
«¿deberíamos darle (golpear) al recuerdo de ti?», que es una expresión,
el
objeto es «el recuerdo».
Corán
(2:61)
«Y
cuando dijisteis: ¡Musa!
No
soportaremos más comer un único alimento, así que pide a tu Señor que
haga
salir para nosotros algo de lo que crece en
la tierra como legumbres, pepinos, ajos, lentejas y cebollas. Dijo:
¿Queréis
cambiar lo más elevado por lo más bajo? Bajad a Misr y tendréis lo que
habéis
pedido. Se decretó que la vileza y
la
mezquindad fueran inseparables de ellos. Y
volvieron habiendo incurrido en
la cólera de Alá. Esto les pasó por haber negado los signos de Alá y
haber
matado a los profetas sin
razón, y
por haber desobedecido y haber traspasado los límites.»
La
parte señalada
literalmente dice «la humillación fue
dada», el objeto es «humillación». Y así como con otros versículos, darab se usa con un sentido figurativo y
no va dirigido a un humano, ahora veamos algunos versículos en los que
sí va
dirigido a un humano.
Corán
(2:73)
«Dijimos:
Tocadlo
[golpead al hombre muerto]
con
un miembro de ella. Así es como Alá hace vivir lo
muerto y muestra
Sus signos para que podáis comprender.»
Literalmente
significa «dadle
(golpeadle) con parte de
ella». El que ha de ser golpeado es el hombre muerto (un ser humano
entero),
que es el equivalente a la esposa (un ser humano entero) que debe ser
golpeada
según las instrucciones del versículo 4:34. El único significado
posible aquí
para darab es «pegar» o «golpear». La
misteriosa traducción de «separaos de ellas» que se usa en lugar de
«pegar» en
el versículo 4:34 no puede aplicarse aquí, ya que la vaca y el hombre
definitivamente no estaban conectados de ninguna manera para ser «separados».
Corán
(43:5)
«Entonces
fue sigilosamente hacia ellos golpeándolos con fuerza.»
Este
es un gran ejemplo.
Aquí, darban bialyameeni significa literalmente
«dadles (golpead a esas
personas) con la mano derecha». Según este versículo, cuando el verbo darab se aplica a los humanos, significa
«golpear» o «pegar». No puede traducirse como «separadles de su mano
derecha»,
ya que eso es totalmente ridículo.
En el versículo 4:34,
en
árabe dice Idriboohunna
(أضربوهن)
que significa
«pegadles» o «golpeadles» cuando se refiere a una persona, que es el
caso en
este versículo, y no «separaos de ellas» o abandonadlas» que sería Adriboo Anhunna (اضربوادعنهن ). En
este versículo se puede observar
cómo se dice que Alá ha dado más virtud a los hombres que a las mujeres
y por
ende estos están a cargo de ellas, también se menciona como con solo
sospechar
rebeldía los hombres deben amonestarlas, no acostarse con ellas y
golpearlas
hasta que obedezcan.
Corán
(38:44)
«Toma en tu
mano un haz de
ramas y golpea con él [a tu esposa] para que
así no perjures. Es verdad que lo hallamos
paciente. ¡Qué
excelente siervo! Él se volvía mucho (a su Señor)».
En
este versículo Alá comanda
al profeta Ayyub (Job)
golpear a su esposa Rahima. Ni
en la traducción ni en árabe dice la parte de «a tu esposa». Sin
embargo,
podemos saber que se refiere a su esposa por el contexto. Ayyub juró golpear a su
esposa ya que este
se enfadó con ella, aunque la razón por la cual se enfadó varía
dependiendo de
la versión que se lea, algunas versiones dicen que se enfadó debido a
que
Rahima vendió su cabello para comprar comida y otras versiones dicen
que fue
por quejarse de la salud de Ayyub. Pero lo que es seguro es que
juró
golpearla antes de ser supuestamente curado de su mal por Alá y, tras recuperarse, Alá le
comandó
cumplir su promesa.[90]
Sahih
al-Bukhari (5825)[91]
«Rifa’a
se divorció de su
esposa, por lo que
‘Abdur-Rahman ibn Az-Zubair Al-Qurazi se casó con ella. Aisha dijo que
la
señora (vino), llevando un velo verde (y se quejó a ella (Aisha) de
su marido y le mostró
una zona verde en su piel causada por golpes). Era hábito
de las damas apoyarse mutuamente, así que cuando el Mensajero de Alá
vino, Aisha
dijo, “No he visto a
ninguna mujer sufriendo tanto como las creyentes. ¡Mira, su piel es más verde
que su ropa!” Cuando ‘Abdur-Rahman oyó que
su esposa había ido al Profeta, él fue [a la casa del Mensajero de Alá]
con sus
dos hijos de otra esposa. Ella dijo: “Por Alá, no le he hecho ningún
mal, pero
él es impotente y es tan inútil para mí como esto”, sosteniendo y
mostrando la
franja de su ropa, Abdur- Rahman dijo: “Por Alá, Oh Mensajero de Alá
¡Ella ha
dicho una mentira! Soy muy fuerte y puedo satisfacerla, pero ella es
desobediente y quiere
volver con Rifa’a”. El Mensajero de Alá le dijo (a ella): “Si esa es tu
intención, entonces debes saber que es ilegal que te vuelvas a casar
con Rifa’a
a menos que ‘Abdur-Rahman haya tenido relaciones sexuales contigo”. Entonces el Profeta vio a dos
muchachos con Abdur- Rahman y le
preguntó: “¿Son estos tus hijos?” Sobre eso ‘Abdur-Rahman dijo, “Sí”.
El
Profeta dijo: “Dices lo que dices (es decir, que él es impotente), pero
por
Alá, estos chicos se parecen a él como un cuervo se parece a un
cuervo”».
Una
mujer fue a Mahoma y le
suplicó que impidiera que su
marido la golpeara. Su piel estaba tan magullada que se la describe
como «más
verde» que el velo verde que llevaba puesto. Mahoma no amonestó a su
marido,
sino que ordenó a la mujer volver a él y someterse a sus deseos
sexuales.
Nótese como Aisha, la esposa favorita de Mahoma, se queja de lo mucho
que
sufren las mujeres de su religión en comparación al resto de mujeres.
Sahih
Muslim (974 b)[92]
«¿Acaso
no debería narrar a
ustedes (un hadiz
del Santo Profeta) en mi autoridad y en la autoridad de mi madre?
Pensábamos
que se refería a la madre que le había dado a luz. Él (Muhammad ibn
Qais)
entonces informó que era Aisha quien había narrado esto: “¿Acaso no
debería
narrar a ustedes sobre mí misma y sobre el Mensajero de Alá? Nosotros
dijimos:
‘Sí’. Ella (Aisha) dijo: ‘Cuando fue mi turno para
pasar la noche con el Mensajero de Alá, se
volvió, se puso su manto, se quitó los zapatos y los colocó cerca de
sus pies,
y extendió la esquina de su chal en su cama y luego se acostó hasta que
pensó
que me había ido a dormir. Tomó su manto lentamente y se puso los
zapatos
lentamente, abrió la puerta y salió y luego la cerró ligeramente. Me tapé la cabeza, me puse el
velo y apreté la envoltura de la cintura,
y luego salí
siguiendo sus pasos hasta llegar a Baqi. Se quedó
allí y permaneció
un largo rato.
Entonces levantó
sus manos tres veces, y luego volvió y yo también regresé.
Apresuró sus pasos y yo también apresuré mis pasos. Corrió y yo también
corrí. Él vino (a la casa) y yo
también vine (a la casa). Yo, sin embargo, le
precedí y entré en la casa, y cuando me acosté en la cama, él (el Santo
Profeta) entró en la casa, y dijo: ‘¿Por qué, oh Aisha, estás sin
aliento?’
Dije: ‘No pasa nada’. Dijo: ‘Dime, o lo Sutil y lo Consciente me
informarán’.
Dije: ‘Mensajero de Alá, que mi padre y mi madre sean redimidos por ti,
y luego le conté toda la historia’.
Dijo: ‘¿Era la oscuridad (de tu sombra) lo que vi delante de mí?’
Respondí
afirmativamente. Me dio un empujón [o golpe] en el pecho que sentí
[dolorosamente], y luego dijo: ‘¿Acaso pensabas que Alá y Su Apóstol te
darían
un trato injusto?’ Ella dijo: ‘Todo lo que la
gente oculta, Alá lo
sabrá’. Dijo: ‘Gabriel vino a verme cuando me viste. Me llamó y te lo
ocultó.
Respondí a su llamada, pero yo también te lo oculté (porque él no vino
a ti),
ya que no estabas completamente vestida. Pensé que te habías ido a
dormir, y no
me gustaba despertarte, temiendo que te asustara’. Él (Gabriel) dijo:
‘Tu Señor
te ha mandado ir a los habitantes de Baqi (a los que están en las
tumbas) y
pedir perdón por ellos’. Dije: ‘Mensajero de Alá, ¿cómo debo orar por
ellos?
(¿Cómo debo pedir perdón por ellos?)’ Dijo: ‘Di, que la paz sea con los
habitantes
de esta ciudad entre los creyentes y los musulmanes y que Alá tenga
misericordia con los que han pasado por delante de nosotros y con los
que
vienen más adelante y nosotros, dispuestos, a unirnos a ti’”».
Nótese
que esta traducción
usa «empujón» donde habla de
lo que Mahoma hizo a Aisha. Sin embargo, otros lo traducen como
«golpe», que es
una definición válida para la palabra en árabe que es lahada
(لهد). Y por el contexto, aun
traduciéndolo como empujón, se puede saber que se trataba de un empujón
violento, como dice otra definición. Veamos las definiciones de un par
de
léxicos.
Empujó,
o repelió, o lo empujó
violentamente sobre el pecho: (L :) o lo empujó, lo empujó lejos, o lo repelió, a
causa de su bajeza, o despreciabilidad:
(S, L, K), le golpeó en el pecho: (L, K), o en las bases de los
pechos, (K,) y en las bases de los omóplatos:
(L, K).[93]
Lahada; oprimir, jadear, golpear,
empujar.[94]
Está
claro que Mahoma
pretendía amonestar a Aisha por
seguirlo a escondidas y mentirle, cuando Mahoma le pregunta si pensaba
que Alá
o él iban a darle un trato injusto, se refiere a que si pensaba que
estos no
iban a amonestarla, puesto que el Corán dice que se debe amonestar a
aquellas
cuya rebeldía se tema, y no amonestarla a ella sería algo injusto que
iría
contra Alá. No cabe duda de que Mahoma hizo daño físico a Aisha, pero
vamos a
analizar un hadiz que los apologistas normalmente citan para
«desmentir» este
hadiz.
Sunan
Abu Dawud (4786)[95]
Aisha
dijo: «El Mensajero de
Alá nunca golpeó a
un siervo o a una mujer».
Este
es el hadiz que
normalmente citan, sin embargo, hay
otros hadices que tienen un texto más completo de lo que dijo Aisha.
Sahih
Muslim (2328 a)[96]
«Aisha
informó que el Mensajero
de Alá nunca golpeó a nadie con su mano, ni a una mujer ni a un siervo,
solo en
el caso de que hubiese estado luchando en la causa de Alá y nunca se vengó de nada a menos que
las cosas hechas inviolables por Alá fuesen hechas violables; entonces
él se
vengó por Alá, el Exaltado y Glorioso».
La
narración anterior puede
entenderse como que Mahoma no
estaba siendo injusto al golpear a Aisha, ya que fue Alá el mismo quien
les dio
a los hombres el derecho de golpear y disciplinar a sus esposas si
sospechaban
rebelión por su parte, por lo que esto se consideraría «luchar en la
causa de
Alá». Y lo que es más importante, es Aisha la que contradice su propia
afirmación de que Mahoma nunca golpeó a una mujer al reconocer
claramente que
su esposo mucho más mayor que ella la golpeó físicamente en el pecho.
De hecho,
ella afirma que él la golpeó tan fuertemente que la lastimó y le causó
dolor.
Sahih
Muslim (1478)[97]
«Abu
Bakr vino y pidió
permiso para ver al
Mensajero de Alá. Encontró gente sentada a su puerta y ninguno de ellos
había
recibido permiso, pero fue
concedido
a Abu Bakr y él entró.
Luego vino
Umar y él pidió permiso y se le concedió, y encontró al Apóstol de Alá
sentado
triste y silencioso con sus esposas a su alrededor. Él (Hadrat
‘Umar) dijo: “Yo diría
algo que
haría reír al Profeta”. Así que él dijo: “Mensajero de Alá, ojalá
hubieras
visto (el trato dado) a la hija de Jadiya cuando me pediste algo de
dinero”, y
me levanté y la golpeé en su cuello. El Mensajero de Alá se rió y dijo: “Están alrededor de
mí como ves, pidiendo dinero extra”. Abu Bakr se levantó, fue
hacia
Aisha y le dio una bofetada en el cuello. Umar se puso de pie ante
Hafsa y le
dio una bofetada diciendo: “Le pides al
Mensajero de Alá algo que
no posee”. Ellas dijeron: “Por Alá, no le pedimos al Mensajero de Alá
nada que
él no posea”. Luego se retiró de
ellos durante un mes o durante veintinueve días. Entonces se le reveló
este
versículo: “Profeta: Di a tus mujeres... por una gran recompensa”
(iii, 28).
Luego primero fue a Aisha (Alá esté complacido con ella) y dijo:
“Quiero
proponerte algo, Aisha, pero no
deseo ninguna respuesta apresurada antes de consultar a tus padres”.
Ella dijo:
“Mensajero de Alá, ¿qué es?” Él (el Santo Profeta) le recitó el
versículo, con
lo cual ella dijo: “¿Es sobre ti que debo consultar a mis padres,
Mensajero de
Alá? No, yo elijo a Alá, Su Mensajero, y la Última Morada; pero te pido que no digas a
ninguna de tus
mujeres lo que he dicho”. Él respondió: “Nadie me preguntará sin que yo
se lo
informe. Alá no me envió a ser áspero, o a causar daño, pero Él me ha enviado a
enseñar y hacer las cosas fáciles”».
Los
suegros de Mahoma (Abu
Bakr y Umar) le divertían
abofeteando a sus esposas (Aisha y Hafsa) por molestarle. Según el
hadiz, el
profeta del islam se rio al oír esto.
Sunan
Abu Dawud (2146)[98]
«Iyas
ibn Abdullah ibn Abu
Dhubab informó que el Mensajero de Alá dijo: “No golpees
a las siervas de Alá”. Pero cuando Umar vino al Mensajero de Alá y
dijo: “Las
mujeres se han envalentonado a sus maridos”. Él (el Profeta) dio
permiso para
golpearlas. Entonces muchas
mujeres se acercaron a
la familia
del Mensajero de Alá quejándose de sus maridos. Así que el Mensajero de Alá dijo: “Muchas mujeres se
han acercado a la familia de Mahoma quejándose de sus maridos. No son
las mejores entre ustedes”».
Al
principio, Mahoma prohibió
a los hombres golpear a sus
esposas, pero se retractó cuando Umar le informó que las mujeres se
habían
envalentonado a sus maridos. El maltrato en un matrimonio musulmán es a
veces
necesario para mantener a las mujeres en su lugar. En este hadiz, Mahoma
llega a decir que las
mujeres que se quejan de las
palizas que les dan sus maridos no son las mejores.
Ibn
Ishaq (969)[79]
«Tenéis
derechos sobre
vuestras esposas y ellas
tienen derechos sobre vosotros. Tenéis el derecho de que
ellas no deshonren vuestra cama y de que no
deben comportarse con insensibilidad abierta. Si lo hacen, Alá os
permite
ponerlas en cuartos separados y darles palizas, pero no con severidad. Si se abstienen de estas
cosas, tienen derecho a su comida y a buen
trato».
Los
apologistas
contemporáneos a menudo hacen acrobacias
mentales sobre este versículo relativamente sencillo del Corán (4:34) –
que da
a los hombres el derecho de golpear a sus esposas si tienen un simple
«temor»
de deslealtad o desobediencia.
Otros
no son tan sensibles.
El jeque Yousef al-Qaradhawi,
uno de los clérigos musulmanes más respetados del mundo, hizo una vez
una
famosa declaración que dejó claro sin lugar a dudas que golpear a la
esposa es
una cuestión de sanción religiosa:
Está
prohibido golpear a la
mujer, a menos que sea
necesario […] uno puede golpearla solo para salvaguardar el
comportamiento
islámico.[99]
El
Dr. Muzammil Saddiqi,
antiguo presidente de ISNA (Islamic Society of North America,
o
Sociedad Islámica de Norteamérica en español), una organización
musulmana
dominante, dice que es importante que una esposa «reconozca la
autoridad de su
esposo en la casa» y que puede usar la fuerza física si «está seguro de
que
mejoraría la situación».[100]
El Jeque Dr. Ahmad Muhammad Ahmad At-Tayyeb, jefe de Al-Azhar, la institución más prestigiosa del islam suní, dice que las «palizas suaves» y los puñetazos son parte de un programa para «reformar
a la esposa».[101]
El
Dr. Jamal Badawi del CAIR
apoya el castigo corporal
como «otra medida que puede salvar al matrimonio». No deja en claro
cómo
golpear a una mujer la hará quedarse con su agresor, a menos que Badawi
esté
insinuando que la paliza provoca un temor a consecuencias más graves si
intenta
abandonarle.[102]
Un
clérigo egipcio, Abd
Ar-Rahman Mansour, dijo en una
emisión televisada de 2012 que, además de desalentar a la esposa de
presentar
el divorcio, las palizas inspirarían a la esposa a «tratarlo con
amabilidad y
respeto y a saber que su esposo tiene un estatus más alto que ella».[103]
Durante
el Ramadán de 2010,
otro clérigo llamado Sa’d
Arafat dijo que la mujer es «honrada» por la paliza. Nadie parecía muy
sorprendido o molesto por esto.[104]
Un
reportaje encubierto en la
progresista Suecia en 2012
visitó 10 mezquitas y encontró que 6 de ellas aconsejaban a las mujeres
maltratadas no reportar el abuso a la policía. A estas mujeres se les
dijo
también que debían someterse a sexo no consensual con sus maridos.[105]
En
el lugar de nacimiento del
islam, aproximadamente la
mitad de las mujeres saudíes son maltratadas en sus casas.
Se
encontró que las manos y
los palos son lo que más se
usa para golpear a las mujeres, seguido de la kufiyya de
los hombres y, en menor medida, objetos punzantes.[106]
En
2016, el Consejo de
Ideología Islámica propuso un
proyecto de ley – llamado irónicamente la Ley de Protección de la Mujer
contra
la Violencia – que en realidad incluía excepciones para «palizas
suaves» a las
esposas desafiantes.[107]
Según
la ley islámica, un
esposo puede golpear a su
esposa por cualquiera de las siguientes cuatro razones:
1. No
intenta hacerse hermosa para él
(es decir, «dejarse
ir»).
2. Se
niega a satisfacer sus demandas sexuales.
3.
Sale de casa sin su permiso o sin
una «razón legítima».
4.
Descuida sus deberes religiosos.
Cualquiera
de estos son
también motivos suficientes para
el divorcio.
Respetados
eruditos del Corán
en el pasado interpretaron
el versículo 4:34 con una franqueza impresionante. At-Tabari dijo que significa
«amonestadlas, pero si se niegan a arrepentirse,
entonces atadlas en sus hogares y golpeadlas hasta que obedezcan los
mandamientos de Alá hacia ustedes».
Qurtubi dijo a los maltratadores que eviten romper huesos si es posible, pero agregó que «no es un crimen si
conduce a
la muerte».[108]
Los
apologistas musulmanes
dicen a veces que Mahoma
ordenó que las mujeres no fueran lastimadas, pero en realidad están
basando
esto en lo que dijo antes o durante una batalla, como en Sahih
al-Bukhari
(4121) cuando Mahoma ordenó asesinar a todos los hombres Qurayza y que
las
mujeres y los niños fueran tomados como esclavos. Que te enviuden y
seas
forzada a la esclavitud sexual aparentemente no se califica como «daño»
bajo el
modelo islámico.
Después
de tomar La Meca en
el 630, Mahoma ordenó el
asesinato de una esclava que simplemente había compuesto canciones
burlándose
de él. Los hadices abundan en cuanto a relatos de mujeres medio
enterradas bajo
mandato de Mahoma y lapidadas hasta la muerte por inmoralidad sexual.
El
profeta del islam alentó a sus propios hombres a violar a mujeres
capturadas en
batalla (Abu Dawud 2150, Muslim 3433) y no los castigó por matar
mujeres no
musulmanas (como hizo Khalid ibn Walid en varias ocasiones – relatado
en Ibn
Ishaq 838 y 856).
En
resumen, según el Corán,
los hadices y la ley
islámica, una mujer puede ser maltratada con daño físico si las
circunstancias
lo justifican, como en caso de desobediencia. Esto ciertamente no
significa que
todos los hombres musulmanes maltraten a sus esposas, solo que el islam
les
permite y les recomienda hacerlo.
– La
poligamia
Un
hombre musulmán puede
casarse con un máximo de cuatro
mujeres y tener relaciones sexuales con un número ilimitado de
esclavas. Mahoma
llegó a tener nueve esposas.
Corán
(4:3)
«Y
si teméis no ser justos
con los huérfanos
[las huérfanas]... Casaos entonces, de entre las
mujeres que sean buenas para vosotros, con
dos, tres o cuatro; pero si os teméis no ser equitativos... entonces
con una
sóla o las que posea vuestra diestra [esclavas]. Esto se acerca más a que no
os
apartéis de la equidad».
Este
versículo claramente
permite a un hombre tener hasta
cuatro esposas (Alá concedió convenientemente a Mahoma una excepción…
sobre la
autoridad de Mahoma, por supuesto). Según los hadices, la «justicia» de
la que
se habla simplemente se refiere a la dote dada a la novia, no al trato
acordado
después de la boda.
Corán
(4:129)
«No podréis
ser equitativos con
las mujeres aunque lo intentéis, pero no os inclinéis del
todo
dejando a la otra como si estuviera suspensa en el aire. Si rectificáis
y sois
temerosos... Es verdad que Alá es Perdonador y Compasivo».
Dice
que un hombre no es
capaz de tratar a varias esposas
de manera justa. Por lo tanto, sería incapaz de adquirir más de una
esposa si
esto fuera un requisito – que no lo es. De hecho, Mahoma no fue capaz
de tratar
a sus propias esposas de manera justa, como ya veremos.
Corán
(66:5)
«Puede que si
las divorciara,
su Señor le diera a cambio esposas mejores
que ellas. Musulmanas, creyentes,
obedientes, de fácil arrepentimiento,
adoradoras fervientes y
ayunantes,
ya hubieran estado casadas antes o fueran vírgenes».
Una
esposa desobediente puede
ser reemplazada. Un hombre
solo puede tener hasta cuatro esposas, pero puede rotar tantas mujeres
como le
plazca dentro y fuera de la alineación.
Sahih
al-Bukhari (5064)[109]
Narrado
por ‘Urwa: «Le preguntó a
Aisha acerca de la Declaración de Alá: “Y si teméis no ser justos
con las huérfanas... Casaos entonces, de
entre las mujeres que sean
buenas
para vosotros, con dos, tres o
cuatro; pero si os
teméis no ser
equitativos... entonces con una sola o las que posea vuestra diestra.
Esto se acerca más a
que no os apartéis de la
equidad”. (4:3) Aisha
dijo: “¡Oh, mi sobrino! (Este versículo se ha revelado en relación con)
una
huérfana bajo la tutela de su tutor,
que
es atraído por su riqueza y belleza y tiene la intención de casarse con
una
Mahr [dote] menor de lo que otras mujeres de su estándar se merecen,
por lo que
(a esos tutores) se les ha prohibido casarse con ellas, a menos que les
hagan
justicia y les den su Mahr completa, y se les ordena que se casen con
otras
mujeres en lugar de ellas”».
Este
hadiz proporciona el
contexto para el versículo 4:3
del Corán. «Tratar con equidad» se define dentro de un contexto
financiero. Se
refiere a proveer una dote justa para asegurar el matrimonio – no al
trato
equitativo o justo hacia las esposas (lo cual es imposible según el
versículo
4:129).
Sahih
al-Bukhari (268)[110]
«Anas
ibn Malik dijo: “El Profeta
solía visitar a
todas sus esposas en una ronda, durante el día y la noche y eran once
en número”.
Le pregunté a Anas: “¿Tenía el Profeta la fuerza para ello?” Anas
respondió: “Solíamos decir que el Profeta recibió la fuerza de treinta
(hombres)”. Y Sa’id dijo con la autoridad de Qatada que Anas le había
dicho solo nueve
esposas (y no once)».
Sahih
al-Bukhari (5068)[111]
Narrado
por Anas: «El Profeta
solía ir alrededor de (tener
relaciones sexuales con)
todas sus mujeres en una noche, y tenía nueve esposas».
Mahoma
tenía una «regla
especial» que le permitía tener
más de cuatro esposas. Sus sucesores también tenían más de cuatro
esposas.
Sahih
al-Bukhari (6601)[112]
El
Mensajero de Alá dijo:
«Ninguna mujer debe
pedir el divorcio de su hermana (musulmana) para tomar su lugar, pero debe
casarse con el hombre
(sin obligarlo a divorciarse de su otra esposa), porque no tendrá nada
excepto lo que Alá ha escrito para ella».
La
poligamia es firmemente
establecida en la tradición
Islámica.
La
práctica de la poligamia
es una contradicción
matemática del principio de que los hombres y las mujeres deben ser
tratados
por igual. La permisividad del Corán para tener múltiples esposas
plantea así
un reto para el apologista contemporáneo, que quiere que su público
occidental
crea que el islam fomenta la igualdad de género. A menudo, la primera
estratagema es una débil afirmación de que el islam es la única
religión que
fomenta la monogamia, basándose en el fragmento del versículo 4:3 que
dice
«casaos solo con una».
Esto
no es verdad. El Nuevo
Testamento (que precedió al
Corán) afirma claramente que un hombre cristiano modelo es el «esposo
de una
sola mujer» a quien debe ser fiel (es decir, no hay excepción para las
esclavas
sexuales, permitido en el Corán). En segundo lugar, el mismo versículo
coránico
del que se extrae el fragmento «casaos solo con una» es en realidad el
mismo
que dice que hasta cuatro esposas están permitidas siempre y cuando
«parezcan
buenas» para el hombre.
En
este punto, el apologista
suele recurrir a la defensa
de la poligamia en sí – alegando que reduce la prostitución, por
ejemplo –
mientras que conceden el argumento de la igualdad. Después de todo, ¿por qué Alá procrearía
mujeres y
hombres a un ritmo igual si los matrimonios estuvieran destinados a
tener
proporciones tan altas como cuatro a uno? Por si ni siquiera cuatro
esposas
resulten suficientes, el Corán también otorga a los hombres la libertad
para
capturar mujeres y usarlas como esclavas sexuales.
Un
predicador «moderado» de
Túnez recientemente afirmó
que es el derecho divino de cada hombre musulmán «tomar una concubina
junto con
su esposa y disfrutar de las que posee su diestra». Añadió que «la
concubina es
la solución más eficaz para restablecer el equilibrio social y moral de
la sociedad».[113]
En
ninguna parte el Corán
permite a una esposa existente
(o esposas) cualquier poder de veto en la elección de su esposo de
parejas
sexuales adicionales. De hecho, lo desalienta presentando dos veces un
episodio
de la propia vida de Mahoma en el que sus esposas «enojaron a Alá» con
sus
celos (Alá tomó un notable interés en la vida personal de Mahoma,
dedicando
muchos pasajes del eterno Corán a sus comodidades y al respeto al que
tenía derecho).
El
profeta del islam tenía
nueve esposas (que vivieron
más que él) y las disputas sobre este desgraciado arreglo están bien
documentadas. En un momento dado, sus esposas estaban tan trastornadas
por el
hecho de que Mahoma llevara a una esclava a una de sus propias
habitaciones que
Alá tuvo que intervenir y susurrarle partes de las suras 33
y 66 al oído, incluida la amenaza de divorciarse de todas
si no le permiten una completa libertad sexual (nada sospechoso).
Hay
cosas peores en el mundo
que la poligamia (que ha
sido practicada por muchas culturas fuera del islam), pero es chocante
ver una
religión que da un valor tan alto al deseo sexual básico de un hombre
que se le
permite traer a otras mujeres a la cama matrimonial solo para
satisfacer su
lujuria. A las mujeres no se les permite la misma libertad de buscar
satisfacción sexual de fuentes alternativas si su marido pierde interés
o
capacidad.
El
mundo occidental ha
decidido que la poligamia devalúa
el valor de una mujer. En el islam, sin embargo, el valor de una mujer
es a menudo
la suma de su valor sexual para su marido.
– Conclusión
Incluso
hoy en día, está
absolutamente prohibido que una
mujer musulmana se case con un hombre no musulmán, aunque los hombres
no están
sujetos a la misma restricción para la elección de sus parejas
matrimoniales.
Esto es una consecuencia del bajo estatus de una esposa contra el de su
marido.
A un musulmán no se le permite estar subordinado a un no musulmán, y,
en el
islam, la esposa está subordinada a su marido.
En
su vida, una mujer
musulmana nunca estará sin la
tutela de un hombre, de su padre a su marido a los miembros masculinos
de su
familia (en el caso de que sea viuda o divorciada).
Muchos
musulmanes
contemporáneos se dan cuenta de que la
práctica islámica tradicional está dolorosamente desfasada para los
gustos
modernos. De este modo han surgido esfuerzos muy imaginativos para
reinterpretar las tradiciones de su religión, exagerando tanto el trato
negativo dado a las mujeres árabes antes de Mahoma como las reformas
que dicen
que provocaron.
Las
palabras contundentes de
Mahoma sobre el matrimonio
son lo que son. Además, prohibió que las mujeres viajaran solas.
Tampoco se les
permite estar solas con un varón que no sea de la familia. Las mujeres
deben
cubrirse casi completamente y, cuando hay pecado sexual, casi siempre
tienen la
responsabilidad, ya que se supone que están bajo un estándar más alto
de
conducta.
Lapidaciones,
asesinatos de
honor, palizas e incluso la
mutilación de los genitales femeninos se emplean esporádicamente en el
mundo
musulmán para mantener a las mujeres en su lugar.[114]
Según
una fetua del sitio web Muslim Matters, «una mujer
musulmana
debe mantener su hogar como el
foco de su atención y actividades, y convertirla en la base de sus
asuntos». A
las mujeres se les permite salir de la casa bajo ciertas condiciones,
tales
como emergencia médica y deberes religiosos. El islam también les
permite
conseguir un trabajo «si no hay un hombre mahrum que
se ocupe de ellas», pero debe limitarse a
ciertas ocupaciones que solo
involucran a otras mujeres, tales como servicio de comida, enseñanza,
moda,
esteticista o una variedad de posiciones domésticas.[115]
El islam y
la
pedofilia
La
pederastia, y la pedofilia
en sí, es uno de los
crímenes sexuales más abominables que una persona puede cometer,
despreciado
incluso por la gran mayoría de criminales. En el islam esta
despreciable
práctica está permitida y es de hecho recomendada.
El
profeta Mahoma, al-Insān
al-Kāmil y uswa hasana, se casó
con su tercera esposa, Aisha, cuando esta tenía de seis a siete años, y
mantuvo
relaciones sexuales con ella por primera vez cuando tenía nueve años
lunares.
La relación de Aisha con Mahoma es usada muchas veces para defender la
práctica. Y no solo eso, aunque parezca sorprendente, esta práctica se
permite
en el Corán.
Corán
(65:4)
«[Hablando
del divorcio y del
periodo de espera
para volver a casarse] Y aquellas de vuestras mujeres que hayan llegado
a la
menopausia, si dudáis de su período de espera [para
volver a casarse], éste son tres meses; así
como para la que aún no haya tenido la menstruación [niñas]. Y las que estén embarazadas,
su período de espera será hasta que den a
luz. Quien teme a Alá, Él le dará facilidad en lo suyo».
Este
versículo no deja duda
alguna; la pederastia está
permitida en el islam. El divorcio implica haber estado casado, el
hecho de que
las que todavía no han menstruado (es decir, niñas) tengan un
periodo de espera para volver
a casarse indica que está
permitido casarse con ellas. El iddah (el
periodo de espera) solo se aplica si el matrimonio ya ha sido
consumado, por lo
tanto, que las niñas que no han menstruado tengan un iddah
quiere decir que está permitido mantener
relaciones sexuales
con ellas.
Corán
(33:49)
«¡Vosotros
que creéis! Cuando
desposéis a las
creyentes y luego las divorciéis antes de haberlas tocado, no tenéis
que contar
ningún periodo de espera. Dadles algo de provecho y
dejadlas ir con delicadeza».
Mahoma
dio ejemplo casándose
con Aisha cuando esta tenía
de seis a siete años y consumando el matrimonio cuando tenía nueve años
lunares.
Sahih
Muslim (1422 c)[116]
«Aisha
informó que el Apóstol de
Alá se casó con ella cuando tenía siete años de edad, y fue llevada a
su casa
como novia cuando tenía nueve años, y sus muñecas estaban con ella;
Y cuando murió el Santo Profeta, tenía dieciocho años».
Sahih
al-Bukhari (5133)[117]
«Aisha narró
que el Profeta se
casó con ella cuando ella tenía seis años
de edad y que consumó su matrimonio cuando tenía nueve años de edad, y luego se quedó con él
durante nueve años (es decir, hasta su muerte)».
Algunos
apologistas
musulmanes han afirmado recientemente
que Aisha tenía en realidad más de nueve años lunares en el momento de
la
consumación de su matrimonio con el Profeta Mahoma. Han intentado
explicar que
Aisha no tenía nueve años como los hadices sahih (auténticos)
de su propio testimonio afirman,
sino otras edades derivadas
de citas erróneas, de fuentes indirectas, de técnicas difusas de
datación y de
calumnias. Estas técnicas de investigación dudosas han llevado a varias
edades
en conflicto a ser propuestas para Aisha en el momento de la
consumación,
incluyendo 12, 14, 15, 17, 18 y 21
años.
En
una inspección más cercana
de estas polémicas podemos
descubrir que las diversas afirmaciones se pueden clasificar
extensamente en
estas categorías; calumnias injustificadas contra Hisham ibn Urwah y
los
narradores iraquíes, el uso de información que no es sahih
(como da’if) para
refutar los hadices sahih (auténticos),
el uso de fuentes secundarias e indirectas en preferencia a los
testimonios
directos, el uso de dataciones imprecisas en preferencia a fechas
específicas y
declaraciones de edad, uso de referencias erróneas e información falsa,
uso de
lógica incorrecta y opinión personal.
Aisha
tenía nueve años
lunares en el momento en el que su
matrimonio con el profeta islámico fue consumado y simplemente no hay
evidencia
válida que sugiera lo contrario. La mayoría de los musulmanes de hoy, tanto los eruditos como
la población
musulmana en general, están de acuerdo. Este ha sido el principal
entendimiento
musulmán a lo largo de los 1400 años de historia del islam, y muchos de
estos
musulmanes que son honestos se ofenden por estas mentiras propagadas
por los
apologistas que se avergüenzan por las acciones de su propio profeta.
Sahih
al-Bukhari (5080)[118]
«Cuando
me casé, el Mensajero
de Alá me dijo:
“¿Con qué tipo de mujer te has casado?” Yo le dije: “Me he casado con
una matrona”. Él dijo:
“¿Por qué, no tienes un gusto por las vírgenes y por acariciarlas?”
Jabir
también dijo: El Mensajero de Alá dijo: “¿Por qué no te casaste con una
niña
para que puedas jugar con ella y ella contigo?”»
Mahoma
prefería a vírgenes
jóvenes para poder «jugar con
ellas» y acariciarlas. Peor aún, partes del Corán fueron exclusivamente
reveladas cuando Mahoma estaba en la cama de Aisha.
Sahih
al-Bukhari (2581)[119]
«Las esposas
del Mensajero de
Alá estaban en dos grupos. Un grupo consistía
en Aisha, Hafsa, Safiyya y Sauda; Y el otro grupo consistía en Um
Salama y las
otras esposas del Mensajero de Alá. Los musulmanes sabían que el
Mensajero de
Alá amaba a Aisha, así que si alguno de ellos tenía un regalo y deseaba
dárselo
al Mensajero de Alá, lo retrasaría hasta que el
Mensajero de Alá llegara a casa de Aisha y entonces enviaría su regalo al
Mensajero de Alá en la casa de
Aisha. El grupo de Um Salama discutió el asunto y decidió que Um Salama
pidiera
al Mensajero de Alá que le dijera a la gente que le manden sus regalos
a casa
de cualquier esposa a la que él fuera. Um Salama le dijo al
Mensajero
de Alá lo que habían dicho, pero no respondió. Entonces ellas (esas
esposas) le
preguntaron a Um Salama al respecto. Ella dijo: “Él no me dijo nada”.
Le
pidieron que volviera a hablar con él. Habló de nuevo con él, pero no
respondió. Cuando le preguntaron, respondió que no había dado
respuesta. Le
dijeron: “Habla con él hasta que te dé una respuesta”. Cuando fue su
día, volvió a
hablar con él. Él entonces le dijo: “No me hagas daño con respecto a
Aisha,
puesto que las Inspiraciones Divinas no vienen a mí en ninguna de las
camas,
excepto en la de Aisha”. Sobre eso Um Salama dijo: “Me
arrepiento ante
Alá por lastimarte”. Entonces el grupo de Um
Salama llamó a Fátima, la hija del Mensajero de
Alá y la envió al Mensajero de Alá para decirle: “Tus esposas piden
tratarlas a
ellas y a la hija de Abu Bakr [Aisha] en igualdad de condiciones”.
Entonces
Fátima le transmitió el mensaje. El Profeta dijo: “Oh hija mía, ¿no
amas a
quien amo?” Ella respondió
afirmativamente y regresó y les contó
la situación. Le pidieron que fuera a él de nuevo, pero ella se negó.
Luego
enviaron a Zainab bint Jahsh quien fue a él y usó palabras duras
diciendo: “Tus
esposas te piden que las trates a ellas y a la hija de Ibn Abu Quhafa
en
igualdad de condiciones”. En eso ella levantó su voz e insultó a Aisha
en su
cara, tanto que el Mensajero de Alá miró a Aisha para ver si ella iba a
replicar. Aisha
comenzó a responder a
Zainab hasta que
ella la silenció. El Profeta entonces miró a Aisha y dijo, “Ella es
realmente
la hija de Abu Bakr”».
En
este hadiz se ve
claramente que Mahoma tenía un trato
especial con Aisha frente a sus otras esposas y que según él, no tenía
revelaciones divinas con ninguna excepto con Aisha.
El islam, el
adulterio y su
castigo
La
religión que permite a un
hombre mantener esclavas
sexuales también requiere la ejecución de adultos que consienten. Hubo
momentos
en la vida de Mahoma en los que ordenó que personas fueran asesinadas
cuando no
habían cometido ningún crimen aparte de tener relaciones sexuales
«ilegales».
El único acto sexual fuera del matrimonio permitido explícitamente en
el islam
es entre un hombre musulmán y sus esclavas.
La
lapidación no se prescribe
en la versión actual del
Corán. Según los compañeros de Mahoma, existía un versículo ordenando
que los
adúlteros fueran lapidados, pero fue olvidado.
Sahih
al-Bukhari (4556)[120]
«Los
judíos trajeron ante el
Profeta a un hombre
y a una mujer de entre ellos
que
habían cometido relaciones sexuales ilegales. El Profeta les dijo:
“¿Cómo
castigáis generalmente a uno de los vuestros que ha cometido relaciones
sexuales ilegales?” Ellos respondieron: “Ennegrecemos sus caras con
carbón y
los golpeamos”. Él dijo: “¿No encontráis la orden de Ar-Rajm (es decir, apedrear hasta la
muerte) en la Torá?” Ellos respondieron: “No
encontramos nada en ella”.
Abdullah ibn Salam (después de escuchar esta conversación) les dijo:
“¡Habéis
dicho una mentira, traed aquí la Torá
y
recitadla si sois sinceros”. Así que los judíos trajeron la Torá. Y el maestro religioso
que estaba
enseñándoles, puso su mano sobre el versículo de Ar-Rajm y comenzó a
leer lo
que estaba escrito arriba y debajo del lugar oculto con su mano, pero no leyó el versículo de
Ar-Rajm.
Abdullah ibn Salam quitó su mano (es decir, la del maestro) del versículo de Ar-Rajm y dijo: “¿Qué es esto?” Así que cuando los judíos vieron ese versículo,
dijeron: “Este es el
versículo de Ar-Rajm”. Así que el Profeta ordenó que
los dos adúlteros fueran apedreados hasta la muerte, y fueron
apedreados hasta
la muerte cerca del lugar donde las andas solían ser colocadas cerca de
la
mezquita. Vi a su
compañero (es decir, el
adúltero) inclinándose sobre ella
para protegerla de las piedras».
Dos
personas culpables de
tener relaciones sexuales
ilegales son llevadas ante Mahoma, que ordena apedrear a ambos hasta la
muerte.
Aparentemente su acto fue por amor, ya que el hadiz registra al hombre
tratando
de proteger a la mujer de las piedras.
Sahih
al-Bukhari (6878)[52]
El
Mensajero de Alá dijo: «La sangre de
un musulmán que confiesa que nadie tiene
el derecho de ser adorado excepto Alá y
que yo soy su Apóstol, no puede ser derramada excepto en tres casos: En Qisas
[igual
respuesta] por asesinato, una persona casada que comete
relaciones sexuales ilegales y el que abandona el islam
[apóstata] y deja a los musulmanes».
El
adulterio es una de las
tres justificaciones para
matar a una persona musulmana, según Mahoma.
Sahih
Muslim (1690 c)[121]
«Ubada
ibn As-Samit relató
que cada vez que el
Apóstol de Alá recibía una revelación, sentía que su rigor y la
complexión de
su rostro cambiaban. Un día la revelación descendió sobre él, él sintió
el
mismo rigor. Cuando terminó y él sintió alivio, dijo: “Tomad
[enseñanzas] de
mí. Alá
ha ordenado un camino para
ellas (las mujeres que fornican): (Cuando) un hombre casado (comete
adulterio)
con una mujer casada, y un hombre soltero con una mujer soltera,
entonces en el
caso de los casados es (un castigo) de cien latigazos y luego
lapidación (hasta
la muerte). Y en el caso de personas solteras, (el castigo) es de cien
latigazos y exilio durante un año”».
Este
hadiz aclara las
diferentes penas por adulterio
(cuando los sujetos están casados), y la fornicación (cuando no lo
están).
Sahih
Muslim (1691 e)[122]
«Abu
Huraira informó que una
persona de entre los
musulmanes vino al Mensajero de
Alá mientras él estaba en la mezquita. Le llamó diciendo: “Mensajero de
Alá, he
cometido adulterio”. Él (el Santo Profeta) se alejó de él. Él (de
nuevo) vino
ante él y le dijo: “Mensajero de Alá, he cometido
adulterio”. Él (el Santo Profeta) se alejó hasta que lo hizo cuatro
veces, y
como él testificó cuatro veces contra sí mismo, el Mensajero de Alá le
llamó y
dijo: “¿Estás loco?” Él dijo: “No”. Él (nuevamente) dijo: “¿Estás
casado?” Él
dijo que sí. Entonces el Mensajero de Alá dijo: “Tómenlo y lapidadle”». Ibn Shihab (uno de los
narradores) dijo: «Uno que había oído a Jabir
ibn ‘Abdullah diciendo esto me informó así: “Yo era uno de los que le
lapidaron. Le lapidamos
en el lugar de oración (ya
sea de Id o un funeral). Cuando las piedras le
hicieron daño, huyó. Le cogimos en el Harra y le
lapidamos (hasta la muerte)”». Este hadiz ha sido
narrado
a través de otra cadena de transmisores.
Sahih
Muslim (1697/1698 a)[123]
«Mensajero
de Alá, te ruego
en el nombre de Alá
que pronuncies sentencia sobre mí según el Libro de Alá. El segundo
reclamante
que era más sabio que él dijo: “Bueno, decidan por nosotros según el
Libro de
Alá, pero permítanme (decir algo)”. Entonces el Mensajero de Alá dijo:
“Di”. Él
dijo: “Mi hijo era un siervo en la casa de esta persona y cometió
adulterio con
su esposa. Me informaron que mi hijo merecía lapidación hasta la muerte
(como
castigo por este delito). Di cien cabras y una esclava como rescate por
esto.
Pregunté a los eruditos (si esto podría servir como una expiación por
este
delito). Me informaron que mi hijo merecía cien latigazos y exilio
durante un
año. Y
la mujer
merecía ser lapidada (puesto que estaba casada)”. Entonces el Mensajero
de Alá
dijo: “Por Él en cuya mano está mi vida. Yo decidiré por ustedes según
el Libro
de Alá. La esclava y las cabras deben ser devueltas, y tu hijo será
castigado
con cien latigazos y exilio por un año. Y, oh Unais (ibn Zuhaq
al-Aslami), ve a
esta mujer por la mañana, y si ella hace una confesión, entonces
lapidadla”. Él (el narrador) dijo: “Él
fue a ella por la mañana y ella hizo una
confesión. Y el
Mensajero de Alá pronunció sentencia sobre ella y fue apedreada hasta
la muerte”».
Sahih
Muslim (1695b)[124]
«Abdullah
ibn Buraida informó
sobre la autoridad
de su padre que Ma’iz ibn Malik al- Aslami vino al Mensajero de Alá y
dijo: “Mensajero
de Alá, yo he hecho
mal; he cometido adulterio y deseo sinceramente que me purifiques”. Él le rechazó. Al día
siguiente, él volvió a él y le dijo: “Mensajero
de Alá, he cometido adulterio”. El Mensajero de Alá le rechazó por
segunda vez,
y le envió a su pueblo diciendo: “¿Sabéis si hay algo malo en su
mente?” Ellos
negaron tal cosa en él y dijeron: “No le conocemos por eso sino como un
buen hombre
entre nosotros, hasta donde podemos juzgar”. Él (Ma’iz) vino por
tercera vez, y
él (el Santo Profeta) le envió como lo había hecho antes. Preguntó por
él y le
informaron que no había nada malo con él o con su mente. Cuando era la
cuarta vez, se
cavó una zanja para él y él (el Santo Profeta) pronunció sentencia
sobre él y
fue apedreado». Él (el narrador) dijo: «Vino a él (el Santo Profeta)
una mujer de
Ghamid y dijo: “Mensajero de Alá, he cometido
adulterio, así que purifícame”. Él (el Santo Profeta) la
rechazó. Al día siguiente ella dijo:
“Mensajero de Alá, ¿por qué me rechazas? Tal vez, me rechazas como
cuando
rechazabas a Ma’iz. Por Alá, estoy embarazada”.
Él dijo: “Bueno, si insistes en ello,
entonces vete hasta que nazca (el niño)”. Cuando dio a luz ella vino
con el
niño (envuelto) en un trapo y dijo: “Aquí está el niño que he dado a luz”. Dijo: “Vete y amamántale
hasta que le destetes”. Cuando hizo eso, se
acercó a él (el Santo Profeta) con el niño que sostenía un pedazo de
pan en su
mano. Ella dijo: “Apóstol de Alá, aquí está él destetado y ahora come”.
Él (el Santo Profeta) confió
el
niño a uno de los musulmanes y luego pronunció el castigo. Y fue puesta
en una
zanja hasta su pecho y ordenó a la gente que la apedrearan. Khalid ibn
Walid
avanzó con una piedra que arrojó a su cabeza y salpicó sangre sobre la
cara de
Khalid, así que maldijo. El Apóstol de Alá escuchó la
maldición (de
Khalid) que él había lanzado sobre ella. Entonces
él (el Santo
Profeta) dijo: “Khalid, se
gentil. Por Él en
cuya Mano está mi vida, ella ha hecho tal arrepentimiento que incluso
si un
recaudador de impuestos ilícito se arrepintiera, él habría sido
perdonado”.
Luego, dando órdenes sobre ella, oró por ella y fue enterrada».
Ibn
Ishaq (970)[125]
«El
adúltero debe ser
apedreado».
Estas
palabras fueron parte
del discurso de despedida de
Mahoma a su gente con ocasión de su peregrinación final a La Meca.
El
Corán usa la frase
«fornicadores o adúlteros» en el
versículo 24:2 y prescribe cien latigazos como castigo (versículo 4:15
sugiere
arresto domiciliario por «indecencia»). Esto casi seguramente se
refiere al
sexo fuera del matrimonio, ya que tiene poco sentido que para la
fornicación y
el adulterio se prescriba el mismo castigo cuando son delitos
diferentes. También estaría
en contradicción con los
muchos ejemplos de los hadices en los que Mahoma mandó matar a los
adúlteros.
De hecho, Sahih Muslim (1697/1698 a) registra un caso en el que un
hombre
soltero es castigado con cien latigazos por orden del profeta del
islam,
mientras que su pareja que estaba casada es lapidada.
Según
Umar (el compañero de
Mahoma y el segundo califa
del islam):
Sahih
Muslim (1691 a)[126]
Abdullah
ibn ‘Abbas informó
que Umar ibn Khattab
se sentó en el púlpito del Mensajero de Alá y dijo: «Ciertamente Alá
envió a
Mahoma con la verdad y Él envió el Libro con él, y el versículo de la lapidación
fue incluido en lo que
fue enviado a él. Lo recitábamos, lo
reteníamos en nuestra memoria y lo entendíamos. El Mensajero de Alá concedió
el castigo de la
lapidación hasta la muerte (al adúltero casado y la adúltera) y, después de él, también
concedimos el castigo de la lapidación, me temo que con el tiempo, la
gente (pueda olvidarlo) y pueda decir: “No encontramos el castigo de la
lapidación en el Libro de Alá”, y así desviarnos abandonando este deber
prescrito por Alá. La lapidación es un deber establecido en el Libro de
Alá
para hombres y mujeres casados que cometen adulterio cuando se da evidencia, o si
hay embarazo, o una confesión».
En
otras palabras, había un
versículo en la narración
original del Corán que prescribía la lapidación de los adúlteros, pero
quedó
fuera del proceso de compilación en los años posteriores a la muerte de
Mahoma.
La insistencia de Umar en el versículo de la lapidación se registra en
otros
volúmenes que comprenden la colección más confiable de hadices,
incluyendo
Sahih al-Bukhari (6830).
Según
una fuerte tradición
(encontrada en Sunan ibn
Majah, libro de nikah, hadiz número
1934), Aisha también recordó el versículo que prescribía la pena de
muerte para
los adúlteros. Estaba escrito en una hoja de palma que estaba en su
casa
después de la muerte de Mahoma. Desafortunadamente, una cabra o una
oveja entró
en la casa y se comió la hoja (junto con otras) antes de que esta
pudiera ser
recogida e incluida en la mezcolanza de escrituras que se convirtieron
en el Corán.
La
ley islámica (sharía)
requiere que los adúlteros sean
condenados a muerte, ya que fue el ejemplo establecido por Mahoma. En
la
práctica, las mujeres son ejecutadas con mucha más frecuencia, ya que
se
presume que acarrean la responsabilidad sexual (en la sociedad islámica
dominada por los varones) y quizás tienen más probabilidades de
confesar su
indiscreción. Las víctimas de violación son a veces condenadas si
hablan.
Denunciar una violación significa una confesión de adulterio bajo la
ley sharía
si no se puede encontrar a cuatro testigos masculinos para confirmar la
reclamación de la víctima.
Incapaces
de aceptar el hecho
de que lapidar a los
adúlteros es una parte del islam, los apologistas normalmente van por
el camino
de afirmar que el cristianismo no es diferente. Están equivocados. No
solo es
la ley del Antiguo Testamento de
lapidar a alguien explícitamente eliminada con el ejemplo de Jesús
(véase Juan
(8:1-11), «Que el que esté sin pecado lance la primera piedra»), pero
el
episodio en sí es la prueba de que el cristianismo no está bajo la
misma ley
que el islam.
Mientras
que las enseñanzas y
el ejemplo de Jesús se
interponen entre los cristianos y la ley del Antiguo Testamento, Mahoma
saltó
directamente a la más dura de las reglas (que incluso los judíos de su
época
eran reacios a hacer cumplir tan literalmente – véase Sahih al-Bukhari
(4556),
citado anteriormente. Al igual que con tantas otras cosas, como el
perdón, el
contraste ejemplar establecido
por
Jesús y Mahoma con respecto a matar a los adúlteros difícilmente podría
ser más diferente.
Aunque
muchos musulmanes de
hoy en día consideran que la
práctica es desagradable, sencillamente no hay discusión en contra del
hecho de
que matar a dos adultos por tener sexo consensual está firmemente
enraizado en
la teología islámica. De hecho, de acuerdo con una fetua, meramente
negar que
el adulterio es suficiente para lapidar a alguien es un signo de
apostasía.[127]
Siguen
existiendo numerosos
ejemplos de lapidaciones de
adúlteros bajo la ley islámica, desde el frente islamista de Somalia
hasta el
moderno estado de Irán.[128][129]
En 2010, los talibanes medio enterraron a una
pareja y
les apedrearon brutalmente (el hombre tuvo que ser rematado con tres
disparos)
solo unos días después de azotar a una mujer embarazada 200 veces y
luego dispararle
en la cabeza.[130] Al
«condenar» los asesinatos, el presidente
«moderado» de Afganistán
solo dijo que estaba mal porque no fue precedido por un juicio.[131]
El
líder de MANA (Muslim
Alliance in North America, Alianza Musulmana en Norteamérica en
español) y
antiguo vicepresidente de ISNA aboga abiertamente por la lapidación
prescrita
por la sharía. Más sincero que muchos de sus compañeros, el Imán Saraj
Wahhaj
ha dicho: Si Alá dice cien latigazos, pues cien latigazos. Si Alá dice
«córtale
la mano», le corto la mano, y si Alá os dice que les lapidéis, a través
del
Profeta Mahoma, entonces lapidadles, porque es la obediencia a Alá y su
Mensajero.[132]
Del
mismo modo, un importante
teólogo de Irán defendió
una reciente condena de lapidación simplemente recordando a su
audiencia que
«la democracia, la libertad y los derechos humanos no tienen cabida en
el
islam».[133]
El islam
y
la
esclavitud
El
islam ni ignora ni condena
la esclavitud. De hecho,
una gran parte de la sharía está dedicada a la práctica. Los musulmanes
son
animados a seguir el camino de Mahoma, que era dueño y comerciante de
esclavos.
Capturó esclavos en batalla; tuvo relaciones sexuales con sus esclavas
e
instruyó a sus hombres a hacer lo mismo. El Corán realmente dedica más
versículos
a asegurarse de que los hombres musulmanes sepan que pueden mantener a
mujeres
como esclavas sexuales (cuatro versículos) que a decirles cuál es la shahadah (ningún versículo).
Corán
(33:50)
«¡Profeta!
Te hacemos
lícitas tus
esposas, a las que diste
sus correspondientes dotes
[Mahr], y las que tu diestra posea entre las
que Alá te haya dado como botín; y las hijas de tus tíos maternos y las
de tus
tías maternas que hayan emigrado contigo, y cualquier mujer creyente
que se
ofrezca al Profeta, si el Profeta quiere tomarla en matrimonio. Esto es
exclusivo para ti, no para los creyentes. Sabemos lo que les hemos hecho preceptivo a
ellos en lo referente
a sus esposas y las que
sus diestras poseen [esclavas]. Para que no haya falta sobre ti. Y Alá es Perdonador, Compasivo».
Este
es uno de los varios
versículos personales «de Alá»
narrados por Mahoma – en este caso permitiendo un suministro
prácticamente
ilimitado de parejas sexuales. Otros musulmanes están restringidos a
cuatro
esposas, pero también pueden tener relaciones sexuales con cualquier
número de
esclavas, siguiendo el ejemplo de su profeta.
Corán
(23:1-6)
«(23:1)
Habrán triunfado los creyentes.
(23:2)
Aquéllos que en su
salat están presentes
y se humillan. (23:3) Los que de la frivolidad se apartan.
(23:4)
Los que hacen efectivo
el zakat. (23:5) Y preservan sus partes privadas,
(23:6)
excepto
con sus esposas o las que
poseen sus diestras [esclavas o cautivas], en cuyo caso no son
censurables».
Estos
versículos permiten a
los dueños de esclavos tener
sexo con sus esclavas. Véase también Corán (70:29-30), donde se repite
lo
mismo. El Corán es un libro pequeño, así que si Alá usó un valioso
espacio para
repetir el mismo punto cuatro veces, la esclavitud sexual debe ser muy
importante para él. Era relativamente reticente en cuestiones de
compasión
humana y amor.
Corán
(4:24)
«[Hablando de
quienes no
puedes tomar como esposas] Y las mujeres casadas,
a excepción de las que posea vuestra diestra [esclavas y cautivas]. Es una prescripción de Alá
para vosotros. Aparte de esto se os permite
que busquéis (esposas) con vuestros bienes [Mahr, dinero nupcial dado
por el
marido a su esposa en el momento del matrimonio] como hombres honrados,
no como
fornicadores. Y puesto que gozáis de ellas, dadles la dote [su Mahr]
como está
mandado y más allá de este mandato, no incurrís en falta en lo que
hagáis de
mutuo acuerdo [se refiere a dar más si están de acuerdo]. Es cierto que
Alá es
Conocedor, Sabio».
Corán
(8:69-71)
«(8:69)
Sin embargo, beneficiaros
de lo que hayáis obtenido como botín de
guerra que sea lícito y bueno; y
temed a Alá. Es cierto que Alá es Perdonador
y Compasivo.
(8:70)
¡Profeta! Di a los
prisioneros que
tengáis en vuestras manos: Si Alá sabe de algún bien en vuestros
corazones, os
concederá también algún bien de aquello que se os quitó y os perdonará.
Alá es
Perdonador y Compasivo.
(8:71)
Pero si quieren
traicionarte...Ya traicionaron antes a Alá y
(te) dio poder sobre ellos. Alá es Conocedor y Sabio».
Una
referencia al botín de
guerra, del cual los esclavos
formaban parte. El dueño de esclavos musulmán puede disfrutar de su
«botín»
porque, según el versículo 71, «Alá te dio poder sobre ellos».
Corán
(24:32)
«Y casad a
vuestros solteros y
a vuestros esclavos y esclavas que sean
rectos [As-Saalihin]. Si son pobres, Alá les
enriquecerá con Su favor.
Alá es Magnánimo, Conocedor»
Cuando
habla de los que son
«rectos» está hablando de As-Saalihin (الصالحين)
cuya definición más amplia es «unos que son buenos, sanos, libres de
defectos,
perfectos, rectos, justos, apropiados, adecuados». Está hablando de
casar a los
esclavos con mejor forma.
Corán
(2:178)
«¡Creyentes!
Se os prescribe
aplicar el talión
en caso de asesinato: libre por libre, esclavo por
esclavo y hembra por hembra. Pero si a uno su hermano le
perdona algo, que éste proceda según lo
reconocido y que él lo entregue buenamente. Esto es un alivio que Alá
os da y
una misericordia. Quien vaya más allá de estos límites tendrá un
castigo
doloroso».
El
mensaje de este versículo,
que prescribe las reglas de
talión (represalia) por asesinato, es que no todos los seres humanos
son
creados iguales. El valor humano de un esclavo es menor que el de una
persona
libre (y el valor de una mujer se distingue también del de un hombre).
Corán
(16:75)
«Alá
pone como ejemplo a un
siervo que pertenece
por completo a otro y no tiene ningún poder, y a uno al que le hemos
dado
procedente de Nos una buena provisión de la que gasta en secreto y
públicamente. ¿Son iguales acaso? Las alabanzas pertenecen a Alá; sin
embargo
la mayoría de ellos no saben».
Sahih
al-Bukhari (6761)[134]
El
profeta dijo algo similar
a: «Los
esclavos liberados
pertenecen a la gente que les ha liberado».
Sahih
al-Bukhari (3011)[135]
El
profeta dijo: «Tres tipos
de personas
recibirán el doble de recompensa. (Uno es) aquel que tiene una
mujer esclava y la educa adecuadamente y le
enseña buenas maneras de buena forma (sin violencia) y luego la libera
y se
casa con ella. (Otro) es el creyente de la
gente de las
escrituras que ha sido un buen creyente y luego cree en El Profeta
(Mahoma).
Esa persona recibirá una doble recompensa. (El tercero es) Aquel esclavo
que cumple los Deberes
y Derechos de Alá y es sincero a su amo».
El
esclavo que acepta el
islam y continúa sirviendo a su
amo musulmán, recibirá una doble recompensa en el cielo.
Sahih
al-Bukhari (2415)[136]
Jabir
narró: «Un hombre
liberó a un esclavo pero
no tenía más propiedad que esa, así que El Profeta detuvo la
liberación (y vendió el esclavo
por él). No’aim ibn An- Nahham le
compró el esclavo».
En
este versículo nos cuentan
que los esclavos son
propiedad. No pueden ser liberados si su amo tiene una deuda pendiente,
pero
pueden usarse para pagar la deuda.
Sahih
al-Bukhari (5210)[137]
Abu
Said Al-Khudri narró: «Obtuvimos
prisioneras en el
botín de guerra y solíamos hacer el coito interrumpido [coitus
interruptus] con
ellas. Así que le preguntamos al
Apóstol de Alá sobre ello y dijo “¿Realmente hacéis eso?”
Repitiendo la pregunta tres veces. “No hay alma que esté destinada a
existir,
pero vendrá a la existencia, hasta el Día de la Resurrección”».
Una
cantidad de mujeres son
tomadas como esclavas en
batalla por los hombres de Mahoma después de que sus maridos y padres
fueran
asesinados. Las mujeres fueron violadas con la aprobación de Mahoma
siempre que
no realicen el coitus interruptus.
Sahih
al-Bukhari (2229)[138]
Abu
Said Al-Khudr narró:
«Mientras estaba
sentado con el Apóstol de Alá, dijo, “¡Oh Apóstol de
Alá! Obtuvimos
prisioneras como parte del botín y estamos interesado en sus precios,
¿cuál es
su opinión sobre el coito interrumpido?” El Profeta dijo, “¿Realmente
hacéis eso? Es mejor que no lo hagáis, no
hay alma que Alá haya destinado a existir,
pero con certeza llegará a su existencia”».
Otra
cantidad de mujeres son
tomadas prisioneras y
violadas con la aprobación de Mahoma. En este caso es evidente que los
musulmanes quieren vender a las mujeres tras violarlas porque están
preocupados
por si se devaluara su precio tras dejarlas embarazadas. Le preguntan a
Mahoma
y este les dice que no teman dejarlas embarazadas, es preferible a
hacer el coitus interruptus.
Sahih
al-Bukhari (2592)[139]
Kurib
narró: «El esclavo
liberado de Ibn ‘Abbas.
Maimuna bint Al-Harith le dijo que ella había liberado a una esclava
sin el permiso del
Profeta. En
el día que le tocaba estar con El Profeta,
ella dijo, “¿Sabes, oh Apóstol de Alá, que he liberado a mi esclava?”.
Él dijo,
“¿De verdad lo has hecho?” Ella respondió en afirmativo y él contestó, “Habrías tenido
más recompensa
si se la hubieses dado a uno de tus tíos maternales”».
Mahoma
reprende a una mujer
por liberar a una esclava. El
profeta le dice que habría obtenido una mayor recompensa celestial si
le
hubiese dado su esclava a un pariente.
Sahih
al-Bukhari (2141)[140]
Jabir
ibn Abdullah narró: «Un
hombre decidió que
uno de sus esclavos iba a ser liberado tras su muerte y más tarde
estuvo en
necesidad de dinero, así que El Profeta cogió al esclavo y
dijo, “¿Quién me comprará a este esclavo?”
Nu’aim ibn ‘Abdullah lo compró por tal precio y El Profeta le dio el
esclavo».
Mahoma
vendió a un esclavo
por dinero, por lo que fue un
comerciante de esclavos.
Sahih
al-Bukhari (5843)[141]
Ibn
‘Abbas narró: «Un año
quise preguntar a Umar
sobre las dos mujeres que se ayudaron la una a la otra contra El
Profeta, pero
yo tenía miedo de él. Un día se bajó de su animal de montar y fue entre
los árboles
de Arak a responder la llamada de la naturaleza, y cuando volvió, le
pregunté y
dijo: “Eran Aisha y Hafsa”. Después añadió, “Nunca solíamos dar
importancia a
las mujeres en los días del periodo pre-islámico de ignorancia, pero
cuando el
islam vino y Alá mencionó sus derechos, solíamos darles derechos, pero
no las
dejábamos interferir en nuestros asuntos. Una vez había una disputa
entre mi
mujer y yo, y ella me respondió en una fuerte voz, le dije ‘¡Oye!
¿Puedes
replicar de esta forma?’, ella dijo, ‘Sí, ¿me dices esto mientras tu
hija causa
problemas al Apóstol de Alá?’ Así que fui a Hafsa y le dije, ‘Te advierto que no
desobedezcas a Alá y su
Apóstol’. Primero fui a Hafsa y después a Um Salama y le dije lo mismo,
ella me
dijo, ‘¡Oh Umar! Me sorprende que interfieras tanto en nuestros asuntos
que
ibas a meter tus narices en los asuntos del Apóstol de Alá y sus
mujeres’. Así
que rechazó mi consejo. Había un hombre Ansari; cuando él no estaba en
la
presencia del Apóstol de Alá yo estaba allí, solía transmitirle lo que
había
pasado (en ese día), y cuando yo estaba ausente, él solía transmitirme
lo que
había pasado con respecto a las noticias del Apóstol de Alá. Durante
ese
tiempo, todos los gobernantes de
las
tierras cercanas se habían rendido al Apóstol de Alá excepto el rey de Ghassan en Sham, y
temíamos que
pudiese atacarnos. De repente, el Ansari vino y dijo, ‘¡Ha pasado un
gran
acontecimiento!’ Le pregunté, ‘¿Qué es? ¿Ha venido el rey de Ghassan?’ Él respondió,
‘¡Más grande que eso! ¡El Apóstol
de Alá se ha divorciado de sus mujeres!’ Fui con ellas y las encontré a
todas
llorando en sus aposentos, y El Profeta había subido a una habitación
superior
a la suya. En la puerta
de la habitación, había un esclavo al que fui y dije: ‘Pide permiso
para que
entre’. Él me aceptó y entré para
encontrarme al Profeta tumbado en una estera
que había dejado su marca en
su
costado. Bajo su cabeza, había una almohada de cuero rellena con hojas de
palma. ¡Contemplad! Había algunos
cueros colgando ahí y algunas hierbas para curtir. Después mencioné lo
que le dije a Hafsa y Um
Salama y la respuesta que
Um Salama me había dado. El Apóstol de Alá sonrió y se quedó ahí por
veintinueve días y después bajó”».
Algunos
musulmanes actuales
de Occidente se niegan a
creer que Mahoma tuviese esclavos. Esto es uno de los muchos momentos
de los
hadices en los que se hace referencia a Mahoma con sus esclavos.
Sahih
Muslim (1438 a)[142]
«Abu
Sirma le dijo a Abu
Sa’id Al Khadri, “¡Oh Abu Sa’id! ¿Escuchaste el
mensaje de Alá mencionando Al-‘Azl [coitus interruptus]?” Él contesto
“sí” y
añadió, “salimos con el Mensajero de Alá en la expedición al
Bi’l-Mustaiq e hicimos prisioneras a unas excelentes
mujeres
árabes; y las deseábamos, ya que estábamos sufriendo la
ausencia de
nuestras mujeres, (pero al
mismo
tiempo) deseábamos un rescate por ellas. Así que
decidimos tener relaciones sexuales con ellas, pero realizando
Al-‘Azl (retirando el órgano sexual masculino antes de la expulsión de
semen,
para evitar la concepción). Pero dijimos, ‘estamos
realizando un acto
mientras el Mensajero de Alá está entre nosotros, ¿por qué no preguntarle?’ Así que le preguntamos al Mensajero de Alá y dijo; ‘No importa si no
lo haces, pues cada alma que ha de a nacer hasta el día
de la resurrección, nacerá’”».
Mahoma
y sus hombres hacen
prisioneras a «unas excelentes
mujeres árabes» de Banu Mustaliq. Su dilema viene cuando quieren violar
a las
mujeres, pero también quieren un rescate, sabiendo que sus prisioneras
valdrán
menos si están embarazadas. Cuando le preguntan a Mahoma sobre el «coitus interruptus» les dice que no
importa si no lo hacen, ya que cada alma nacerá igualmente.
Sahih
Muslim (1602)[143]
Jabir
comentó: «Vino un
esclavo y juró lealtad
al Apóstol de Alá en migración. Él (el Sagrado Profeta) no
sabía que era un esclavo. Más tarde vino su
amo y lo pidió de vuelta, a lo cual el Apóstol de Alá respondió:
“Véndemelo”. Y
lo compró por dos esclavos negros, y posteriormente no aceptó
lealtad de nadie hasta saber si era un esclavo (o un hombre libre)».
Mahoma
cambió dos esclavos
negros por un esclavo
musulmán, por lo que queda demostrado que era un mercader de esclavos.
Sahih
Muslim (1755)[144]
Ha
sido narrado en la
autoridad de Salama (ibn
al-Akwa’), quien dijo: «Luchamos contra los Fazara y Abu Bakr era nuestro dirigente. Había sido citado por el Mensajero de Alá. Cuando
estaban a solo
una hora de distancia del agua del enemigo, Abu Bakr nos ordenó atacar. Hicimos un alto
durante la última
parte de la noche para descansar y después atacamos por todos los
frentes y
llegamos a su abastecimiento de agua donde se libró una batalla.
Algunos de los
enemigos fueron matados y otros
fueron
tomados prisioneros. Vi a
un grupo de
personas que consistía en mujeres y niños. Temía que alcanzasen la
montaña antes que yo, así
que disparé una flecha entre
ellos y la montaña. Cuando vieron
la
flecha, pararon. Así que les traje, conduciéndolos conmigo. Entre ellos estaba una mujer
de Banu
Faraza. Estaba llevando una capa de cuero. Con ella estaba su hija,
quien era una de las chicas
más bonitas de Arabia. Las llevé a Abu Bakr, quien me otorgó a la
chica como premio. Así
que llegamos a Medina. Aún
no la había desvestido cuando el Mensajero de Alá me encontró en la
calle y me
dijo: “Dame esa chica, oh Salama”. Y le dije “Mensajero de Alá, ella me
ha fascinado. Aún no
la he
desvestido”. Cuando al día siguiente el Mensajero de Alá me encontró de
nuevo,
me dijo: “Oh Salama, dame esa chica, que Alá bendiga a tu padre”. Y le
dije,
“es para ti, ¡Mensajero de Alá! Por Alá, aún no la he desvestido”. El
Mensajero
de Alá la vendió a la gente de La Meca y la entregó como rescate por un
número
de musulmanes que habían sido prisioneros en La Meca».
Narración
de una incursión
militar contra una desafortunada
tribu tratando de alcanzar su reserva de agua. Durante la matanza,
mujeres y
niños intentan escapar, pero son acorralados y capturados por los
musulmanes.
Esta historia refuta toda duda de si las esclavas de Mahoma fueron
tomadas
contra su voluntad o no.
Sahih
Muslim (1668 a)[145]
«Imran
ibn Husain contó que una
persona que no tenía ninguna otra propiedad liberó a seis de sus
esclavos a la
hora de su muerte. El Mensajero de Alá los
mandó llamar y los dividió en tres grupos, los echó
a suertes y liberó a dos y mantuvo a
cuatro en esclavitud; y él (el Sagrado Profeta) habló
severamente de
él».
Un
hombre liberó a seis
esclavos en su lecho de muerte,
pero Mahoma deshace esa liberación para quedarse con cuatro esclavos
para él.
Echa a suertes qué dos serán liberados.
Sahih
al-Bukhari (2569)[146]
Sahl
narró: «El Profeta mandó
llamar a una mujer
de los emigrantes y ella tenía un esclavo el cual
era carpintero. El Profeta le dijo (a ella)
“Manda a tu esclavo a preparar madera (piezas) para el púlpito”. Así que ella se lo mandó a
su esclavo, quien fue y cortó madera del
taray y preparó el púlpito para el Profeta. Cuando terminó el púlpito,
la mujer
informó al Profeta de que había sido terminado. El Profeta le pidió que
le
mandase el púlpito, así que lo trajeron. El Profeta lo subió y lo
colocó en el
lugar en el cual veis ahora».
El
púlpito personal de
Mahoma, desde el que predicó el
islam, estaba hecho por esclavos a sus órdenes.
Sahih
al-Bukhari (4350)[147]
Buraida
narró: «El Profeta
mandó a Ali y a
Khalid para traer el Khums ([un quinto] del botín) y yo odiaba a Ali, y
Ali se había dado un baño
(después de un acto sexual con una chica esclava del Khumus). Le dije a Khalid, “¿No ves
esto (refiriéndome a Ali)?” Cuando
alcanzamos al Profeta le mencioné eso. Él dijo, “¡Oh Buraida! ¿Odias a
Ali?”,
le dije que sí y contestó: “Le odias, pues merece más que eso del
Khums”».
Mahoma
aprobó que su gente
tuviese sexo con sus esclavas,
como se demuestra en este episodio con su yerno Ali. Este hadiz refuta
a los
apologistas modernos que dicen que las esclavas eran realmente
«esposas», ya
que Mahoma había prohibido a Ali casarse con otra mujer mientras Fátima
(su
hija favorita) viviese.
Sunan
Abu Dawud (2928)[148]
Abdullah
ibn Umar narró: El
Mensajero de Alá
dijo: «Cada uno de vosotros es un pastor y cada uno de vosotros es
responsable
de su rebaño. El amir (mandatario) que está al mando de su gente, es un
pastor
y responsable de su gente, un hombre es pastor y está al cargo de los
habitantes de su casa y es responsable de su rebaño, una mujer es una
pastora
al cargo de la casa e hijos de su marido y es responsable de ellos, y el esclavo de
un hombre es un
pastor al cargo de las posesiones de su amo y es responsable de ello. Así que cada uno de vosotros
es un pastor y cada uno es responsable de
su rebaño».
En
este texto se explican los
rangos de importancia para
Mahoma, siendo el amir el más alto y
el esclavo el más bajo, justo por debajo de las esposas y tan solo por
encima
de los objetos.
Sunan
Abu Dawud (2155)[149]
Abu
Sa’id Al Khudri dijo: «El
Apóstol de Alá
mandó una expedición militar a Awtas
con
ocasión de la batalla de Hunain. Se encontraron con el enemigo y
lucharon con
ellos. Vencieron y los tomaron prisioneros. Algunos de los Compañeros del Apóstol de Alá eran reacios a tener
relaciones con las mujeres
prisioneras por sus maridos paganos. Así que Alá el Exaltado mandó un
versículo
coránico, “Y todas las mujeres casadas (están prohibidas) salvo
aquellas
(prisioneras) que vuestra mano derecha posee (esclavas)”. Esto es para
decir
que son legales para ellos cuando completan su periodo de espera».
Esta
es la base del versículo
coránico 4:24. No solo da
Alá permiso para que se capture y viole a las mujeres, pero también a
que se
haga en frente de sus esposos.
Sunan
Abu Dawud (1818)[150]
Narrado
por Asma’ bint Abu
Bakr: «Salimos para
realizar la hajj junto al Apóstol de Alá. Cuando llegamos a Al-Araj, el
Apóstol
de Alá se posó y nosotros también nos posamos. Aisha se sentó detrás
del
Apóstol de Alá y yo me senté junto a mi padre (Abu Bakr). El equipo y
los efectos
personales de Abu Bakr y los del Apóstol de Alá fueron colocados con el
esclavo
de Abu Bakr en un camello. Abu Bakr estaba sentado
esperado a su llegada. Llegó, pero no tenía ningún
camello con él. Preguntó, “¿Dónde está tu camello?” Él respondió, “Lo
perdí
anoche”, y
Abu Bakr dijo, “Solo había un camello,
incluso eso has perdido”. Entonces empezó a pegarle
mientras el Apóstol de Alá estaba sonriendo y diciendo “Mira a este
hombre que está en el estado sagrado (llevando
el ihram), ¿qué está haciendo?” Ibn Abu Rizmah dijo: “El Apóstol de Alá
no dijo
nada más que las palabras “Mira a ese hombre que está en el estado
sagrado
(llevando el ihram), ¿qué está haciendo?” Estaba sonriendo cuando pronunció esas palabras».
Se
narra cómo el futuro
primer califa del islam está pegándole
a su esclavo por perder un camello mientras Mahoma mira y parece
divertirse.
Sunan
Abu Dawud (4473)[151]
Narrado
por Ali ibn Abu
Talib: «Una esclava perteneciente a
la
casa del Apóstol de Alá cometió [el crimen de] fornicación. Él (el Profeta) dijo “sube e
inflige el castigo prescrito en ella”.
Entonces me apresuré y vi que había sangre fluyendo de ella y no
cesaba. Así
que fui a él (el Profeta) y dijo, “Déjala sola hasta que pare de
sangrar, después inflige el castigo
prescrito sobre ella, e inflige el castigo prescrito a aquellos que tu
mano
derecha posee (esclavos)”».
Mahoma
ordena que se castigue
a una esclava hasta que
sangre, y luego otra vez cuando haya dejado de sangrar. Comenta que es
el trato
prescrito para los esclavos.
Sunan
Abu Dawud (142)[152]
Narrado
por Laqit ibn
Sabirah: «Yo era el líder
de la delegación de Banu al-Muntafiq o (el narrador duda) era miembro
de la
delegación de Banu al-Muntafiq que fue al Mensajero de Alá. Cuando
alcanzamos
al profeta, no le encontramos en su casa. Allí encontramos a Aisha,
Madre de
los Creyentes. Ella ordenó que se nos preparase un plato llamado
Khazirah.
Entonces fue preparado. Se nos ofreció una bandeja de dátiles. Entonces
vino el
Mensajero de Alá. Preguntó, “¿Se os ha servido u ofrecido algo?”
Respondimos,
“Sí, Mensajero de Alá”. Cuando estábamos sentados en la compañía del
Mensajero
de Alá de repente vimos que un pastor estaba conduciendo un rebaño de
ovejas a
su redil. Tenía con él un cordero recién nacido que estaba llorando. Él
(el
Profeta) le preguntó, “¿Qué llevaba? Oh (tal y tal)”, él respondió,
“una oveja
paridora”. Entonces dijo, “mata para nosotros a un cabrito en su lugar,
no
pienses que la estamos matando por ti, tenemos cien ovejas y no
queremos que su
número aumente, cada vez que una oveja paridora nace, matamos a un
cabrito en
su lugar”. Entonces dije (el narrador, Laqit): “Mensajero de Alá, tengo
una
mujer que tiene algo (malo) en su lengua, es insolente”. Él dijo (el
Profeta),
“entonces divórciate de ella”. Le dije, “Mensajero de Alá, tuvo
compañía
conmigo y tengo hijos de ella”. Él dijo, “Entonces pídeselo (que te
obedezca).
Si hay algo bueno en ella, lo hará; y no pegues a tu mujer como
pegas a tu esclava”. Le dije, “Mensajero de
Alá, cuéntame sobre la ablución”. Él dijo
“Realiza la ablución en su totalidad y haz que los dedos pasen por la
barba y
aspira con agua bien menos cuando estés ayunando”».
Laqit
le pregunta a Mahoma
sobre problemas con su mujer, de
la cual dice que es insolente al
hablar, así que Mahoma le recomienda primero que se divorcie de ella y
posteriormente que le pida que le obedezca, pero que para eso no la
pegue como
haría con su esclava, y ya que el Corán ordena golpear a una esposa de
la que
se sospecha rebeldía, podemos deducir que se pega a una esposa y a una
esclava
de maneras diferentes.
Ibn
Ishaq (734)[153]
«En
cuanto a Ali, él dijo:
“Las mujeres son abundantes, así que puedes
cambiar a una por otra. Pregunta a
la esclava, pues ella te dirá la verdad”. Así que el Apóstol llamó a
Buraira
para preguntarle (a ella), y Ali se levantó y le dio una violenta paliza diciéndole “Dile la verdad al
Apóstol”, a lo que ella respondió “solo sé cosas buenas de ella, la
única queja
que puedo encontrar en Aisha es que cuando estoy amasando la masa y le
pido que
la cuide, ella se niega y se queda dormida y el cordero se la come”».
Mahoma
sospecha de Aisha, así
que, durante el
interrogatorio a la esclava de la casa, Ali, el yerno de Mahoma, le
pega una
paliza a la esclava para obtener información.
Ibn
Ishaq (693)[154]
«Entonces
el Apóstol envió a
Sa’d b Zayd al-Ansari, hermano de Abdu’l
Ashhal con algunas de las mujeres
prisioneras de Banu
Qurayza a Najd y las vendió por
caballos y armas».
Mahoma
intercambió mujeres
que había capturado de la
tribu Banu Qurayza a mercaderes de esclavos no musulmanes a cambio de
bienes.
Sus maridos habían sido ejecutados después de haberse rendido
pacíficamente.
La
esclavitud está
profundamente incrustada en las leyes
y tradiciones islámicas. Aunque se le aconseja a un propietario de
esclavos no
tratar a sus esclavos muy severamente, los derechos humanos básicos no
son
obligatorios. El mero hecho de que solo los no musulmanes puedan ser
capturados
como esclavos es prueba de la doctrina supremacista del islam.
De
las cinco referencias a
liberar esclavos en el Corán,
tres son prescritas como medidas de castigo a dueños de esclavos por
pecados
sin relación. Limitan la emancipación de esclavos a solo uno. Otro
(Corán
24:33) parece permitir a un esclavo comprar su propia libertad si son
«buenos».
Esto consiste en mantener la práctica islámica tradicional de construir
fortunas mediante tomar y pedir rescates de rehenes, lo que empezó con Mahoma.
Un
pequeño versículo de los
primeros capítulos
cronológicamente hablando, en Corán (90:13), dice que liberar esclavos
está
bien, sin embargo, este versículo fue «revelado» en una época en la que
la
comunidad musulmana era minúscula y muchos de sus reclutas potenciales
eran o
bien esclavos o esclavos recién liberados. Muchas de estas personas y
el mismo
Mahoma, más tarde se convertirían en traficantes y dueños de esclavos,
tanto
hombres como mujeres. Esto sucedió a medida que adquirían poder para
hacerlo
(no hay registros de Mahoma teniendo esclavos antes de empezar el
islam). El
lenguaje del Corán cambió para acomodarse a la esclavitud, que es la
razón por
la que este temprano versículo ha tenido un impacto insignificante en
el mundo islámico.
La
captura de mujeres y niños
como esclavos,
particularmente durante las conquistas fuera de Arabia, desmiente la
creencia
de que la yihad estaba siendo librada en autodefensa, ya que las
familias del
enemigo no residen ni con los musulmanes ni (generalmente) en el campo
de
batalla. Esta gente fue secuestrada de sus hogares y obligados a ser
esclavos
por los compañeros y sucesores de Mahoma.
Contrariamente
a la creencia
popular, convertirse al
islam no otorga a un esclavo la libertad, aunque se dice que liberar a
un
esclavo creyente aumenta la recompensa del cielo. Los esclavos
musulmanes están
implícitos en Corán (4:92). En lo que a los jurados islámicos se
refiere, un
amo puede tratar a sus esclavos de la forma que desee sin temer castigo alguno.
Por
el contrario, el
cristianismo fue un gran impulso
para la abolición de la esclavitud. La abolición tuvo que ser impuesta
en el
mundo islámico por Occidente. Dado que nunca ha habido un movimiento
abolicionista en el mundo islámico, es sorprendente ver a musulmanes
incluyendo
su religión en la historia de la abolición, es una mentira.
No
hubo un William
Wilberforce o un Bartolomé de las
Casas en el islam. Como se mencionó, Mahoma, la más venerada figura en
el
islam, practicaba y aprobaba la esclavitud. Incluso su propio púlpito
se
construyó mediante el trabajo de esclavos. Los califas desde entonces
han
tenido harenes de cientos, a veces incluso miles de jóvenes chicas y
mujeres
traídas de tierras cristianas, hindúes y africanas, para servir al
equivalente
islámico del Papa de la forma más degradante.
Uno
de los compañeros más
cercanos a Mahoma fue Umar, quien
se convirtió en el segundo califa
2 años después de la muerte de Mahoma. Es justo decir que él habría
conocido el
islam mejor que ningún apologista contemporáneo, aquellos que dicen que
los
esclavos solo pueden ser capturados en guerras y las guerras solo
pueden ser
libradas como autodefensa. Él obviamente no estaba de acuerdo con esto.
Bajo
la autoridad de Umar, los
ejércitos árabes en
Egipto invadieron las
tierras africanas y
trataron de conquistar a los makurianos cristianos, quienes vivían allí
pacíficamente. Aunque los avances musulmanes fueron detenidos, los
makurianos
tuvieron que firmar un tratado para prevenir invasiones periódicas. El
Tratado
de Baqt incluía un pago anual de 360 esclavos de «buena calidad». El
tratado se
mantuvo durante 700 años sin tener oposición alguna de las generaciones
de
clérigos y eruditos musulmanes.
El
propio Umar fue apuñalado
hasta la muerte por un esclavo
al que había negado la libertad. En este caso el esclavo fue capturado
durante
una campaña contra Persia, una de las muchas guerras ofensivas libradas
por los
musulmanes contra gente que no les estaba atacando.
Los
apologistas modernos que
tratan de defender la
esclavitud en el islam generalmente ignoran el hecho de que reducir a
gente a
mera propiedad es deshumanizarlos. Suelen desviar el tema comparando el
tratamiento teórico de esclavos bajo la sharía con los peores ejemplos
de abuso
de la era de la esclavitud europea. La fetua número 64 del Estado
Islámico da
instrucciones a los dueños de esclavos para «mostrar compasión y
amabilidad»
con las mujeres que violan.[155]
El
primer problema con esto
es que la práctica real de la
esclavitud musulmana estaba a menudo en desacuerdo con el trato
prescrito en la
sharía. Por ejemplo, según el erudito ghanés John Azumah, en su libro The Legacy of Arab-Islam in Africa (El
Legado del Islam Árabe en África),
hubo casi el triple de esclavos africanos que murieron en duras
condiciones
debido al transporte a tierras musulmanas que esclavos tuvieron los europeos.
Un
problema aún más
insuperable para los apologistas que
dicen que el islam es «diferente» son los varios ejemplos en los cuales
Mahoma
y sus compañeros vendieron esclavos capturados a no musulmanes por
bienes
materiales. El bienestar del esclavo obviamente no era algo importante.
Algunos
apologistas
contemporáneos interpretan el sexo
con esclavos como un favor realizado hacia el sujeto, en un sentido en
el que
mujeres y niños son cuidados a cambio de su disponibilidad sexual ante
su
piadoso amo musulmán. Aunque ya es repugnante de por sí, también puede
ser
desmentido por el hecho de que la esclavitud no sería necesaria si el
acuerdo
beneficiase al esclavo.
Otro
mito sobre la esclavitud
islámica es que no estaba
basada en la raza. Lo estaba. El suegro de Mahoma, Umar, en su papel de
califa
anteriormente mencionado, declaró que los árabes no podían ser tomados
como
esclavos, incluso en su lecho de muerte hizo que todos los esclavos
árabes
fuesen liberados. Esto ayudó a impulsar la vasta campaña de captura de
esclavos
en África, Europa y Asia para importarlos al Oriente Medio. En el árabe
libanés, la palabra para esclavo, «abd» (عبد), es hoy un sinónimo
despectivo para
«hombre negro».
La
mayor rebelión de esclavos
en la historia de la
humanidad tuvo lugar en Basra (Irak), a comienzos del año 869. Medio
millón de
esclavos africanos realizaron un valeroso levantamiento contra sus amos
árabes
musulmanes que duró quince años antes de ser brutalmente reprimido.[156]
Millones
de cristianos fueron
capturados y convertidos en
esclavos durante los muchos siglos de yihad. Las incursiones realizadas
en
Europa del Este fueron tan severas que la palabra «esclavo» procede de
«eslavo».
Los
incursores captores de
esclavos operaban tan al norte
como Inglaterra. En 1631 un clérigo francés en Argel observó la venta
de al
menos 300 hombres, niños y mujeres capturados en una pacífica ciudad
inglesa de
pescadores.
Fue
una lamentable visión
verlos expuestos en el mercado…
las mujeres eran separadas de sus maridos y los niños de sus padres… en
un lado
un hombre fue vendido, en otro su mujer; y su hija fue apartada de sus
brazos
sin la esperanza de que los fuese a volver a ver de nuevo.
Del
libro White
Gold, el cual también detalla la historia del esclavo inglés Thomas
Pellow, quien
fue apalizado, privado de
comida y torturado hasta que se convirtió al islam.[157]
Los
indios y los persas
también sufrieron gravemente,
como los africanos. Al menos 17 millones de esclavos (la mayoría
mujeres y
niños africanos) fueron llevados fuera de África por mercaderes
musulmanes,
bastantes más de los 11 millones que fueron llevados por los europeos.
Sin
embargo, estos solo son los supervivientes, se estima que 85 millones
murieron
en el camino.
Más
revelador es, que la
esclavitud es aún practicada en
Sudán, Níger, Mauritania y algunos otros países del mundo islámico. Y
no verás
a ninguno de esos apologistas (quienes repiten sin vergüenza alguna que
el
islam prohibió la esclavitud) hacer o decir nada sobre ello.
En
2003, un clérigo en el más
alto organismo religioso de
Arabia Saudí declaró:
La
esclavitud es parte del
islam. La esclavitud es parte
de la yihad y la yihad permanecerá mientras haya islam. Los que
argumentan que
la esclavitud ha sido abolida son ignorantes, no eruditos. Son
meramente
escritores. Quien diga eso es un infiel.[158]
En
2011, quien dice ser una
activista por los derechos de
las mujeres en Kuwait sugirió que las mujeres no musulmanas debían ser
tomadas
prisioneras en batalla y convertidas en esclavas sexuales para evitar
que los
maridos musulmanes cometan adulterio.[159]
En
2014, la universidad de
Al-Azhar (la más prestigiosa
del mundo islámico) proclamó que los musulmanes pueden capturar mujeres
en la
batalla para esclavizarlas sexualmente. La mujer que hizo el anuncio
fue Suad
Saleh, una reconocida «moderada», dijo esto al mismo tiempo que miles
de
mujeres yazidíes estaban siendo violadas horriblemente por el Estado
Islámico.[160][161]
También
ha habido fetuas
modernas avalando el abuso
sexual de las mujeres no musulmanas tras ser capturadas.[162]
Después
de que el
autodenominado Estado Islámico raptase
y convirtiese en esclavos a miles de mujeres y niños yazidíes en 2014,
el
califato emitió una lista de respuestas a preguntas frecuentes en las
que
incluían reglas respecto a abusar sexualmente de niñas:
Está
permitido tener
relaciones sexuales con las chicas
esclavas que no hayan alcanzado la pubertad si están preparadas para
las
relaciones, sin embargo, si no están preparadas para las relaciones, es
suficiente disfrutarlas sin relaciones.[163]
El
mejor argumento que los
apologistas pueden encontrar
es apelar a «la realidad de los tiempos contemporáneos», queriendo
decir que el
islam no ha arreglado su posición sobre la violación de mujeres y
niños. Una
niña de 12 años capturada por el Estado Islámico explicaba cómo su
«amo» rezaba
antes de violarla:
Me
dijo que según el islam
estaba en su derecho de violar
a un infiel. Dijo que, al violarme, se estaba acercando más a Alá.[164]
Otras
esclavas sexuales han
sido obligadas a rezar antes
de ser violadas o recitar pasajes del Corán mientras eran violadas.
Cuando una
mujer yazidí rogó a un miembro del califato que no violase a una niña
pequeña,
él respondió: «Es una esclava, y tener sexo con ella agrada a Alá».[165][166][167]
Una
competición de memorizar
el Corán en 2015 ofrecía
esclavas como premio a los tres mejores. De nuevo, no hubo protestas de
musulmanes en ninguna parte.[168] Como Uzy Bulut
apuntó:
Una
religión que promueve
protestar y matar por
dibujitos, pero no muestra lamento alguno por niñas siendo vendidas y
violadas,
no tiene mucho que contribuir para avanzar la civilización.
Ya
que Mahoma era dueño de
esclavos y la esclavitud está
permitida en el Corán, el mundo musulmán nunca ha pedido perdón por
esta
práctica deshumanizante. Incluso los musulmanes de Occidente a menudo
tratarán
de justificar la esclavitud bajo el islam, ya que es una parte del
Corán.
El islam y la
conversión forzada
Se
dice a los musulmanes que
combatan a los infieles
hasta que estén muertos, se conviertan al islam, o estén en un estado
permanente de subyugación bajo la dominación musulmana. Permitir que
los
creyentes de otras religiones vivan y adoren independientemente del
dominio
islámico no es una opción.
Corán
(8:38-39)
«(8:38)
Di a los que se niegan a
creer que si cesan, les
será perdonado lo que hayan hecho y esté
consumado, pero si reinciden... Ya hay
precedentes de cuál fue la práctica acostumbrada con los antiguos.
(8:39)
Y combátelos hasta que no
haya más oposición y la
práctica de Adoración se dedique por completo a Alá. Y si cesan... Es cierto que
Alá ve perfectamente lo que hacen».
Corán
(9:29)
«Combatid
contra aquéllos, de
los que recibieron el Libro, que no crean en
Alá ni en el Último Día, no hagan ilícito lo que Alá
y Su mensajero han hecho ilícito y no sigan la verdadera práctica de
Adoración [el monoteísmo Islámico], hasta que
paguen la yizia con sumisión y aceptando estar por debajo».
La
novena y quinta sura son las últimas grandes suras que
Mahoma narró – por lo tanto, abrogan lo que vino antes.
Corán
(9:5)
«Y
cuando hayan pasado los
meses inviolables, matad a los asociadores
[aquellos que asocian a Alá con otra cosa, como los paganos] donde
quiera que los
halléis. Capturadlos, sitiadlos y
tendedles toda clase de emboscadas; pero si se
retractan,
establecen el salat y entregan el zakat [es decir, si se convierten
al
islam], dejad que sigan su camino. Verdaderamente Alá es
Perdonador y Compasivo».
Este
es uno de los versículos
que abrogan Corán (2:256),
ya que la oración (salat) y la
caridad (zakat) están entre los cinco
pilares del islam.
Corán
(9:11)
«Y si se
retractan,
establecen el salat y
entregan el zakat... Son vuestros hermanos en la
Práctica de Adoración. Explicamos claramente los
signos para la gente que sabe».
En
conjunción con el
versículo anterior (9:5), esto
confirma que Mahoma está hablando de la conversión al islam.
Corán
(9:56-57)
«(9:56)
Y juran
por Alá que
son de los vuestros, pero no es cierto, sólo son gente que actúa por
miedo.
(9:57)
Si encontraran algún refugio, alguna gruta o algún lugar
donde poder entrar, irían hacia él apresuradamente».
Esto
se refiere a personas
que viven con la comunidad
musulmana que pueden no ser verdaderos creyentes, pero deben fingir
serlo para
sobrevivir. No tienen refugio seguro para escapar de los musulmanes. Si
el
islam es una religión de paz, ¿por qué el miedo?
Corán
(2:193)
«Luchad contra
ellos hasta que
no haya más oposición y la Adoración debida
sea sólo para Alá. Pero si cesan, que no haya
entonces hostilidad
excepto contra los injustos».
Corán
(3:38)
«¿Acaso
desearéis algo distinto
a la Práctica de Adoración aceptada por Alá, cuando todos los que están
en los cielos y en la tierra están
sometidos a Él, de grado o por fuerza, y a Él tenéis que volver?»
Sahih
Muslim (22)[169]
Ha
sido narrado bajo la
autoridad de Abdullah
ibn Umar que el Mensajero de Alá dijo: «Me han
ordenado luchar contra
las gentes hasta que testifiquen que no hay
más dios que Alá, que Mahoma es el mensajero de Alá, y establezcan
oración
[salat], y paguen zakat y si lo hacen, su sangre y
sus bienes serán
garantizados protección por mi parte salvo cuando la ley lo justifique,
y sus
asuntos descansaran con Alá».
Sahih
Muslim (1731 a,b)[170]
Se
ha narrado de Sulaiman ibn
Buraida a través
de su padre que cuando el Mensajero de Alá nombraba a alguien como
líder de un
ejército o destacamento le exhortaba especialmente a temer a Alá y ser
bueno
con los musulmanes que estaban con él. Él decía: «Lucha en el nombre de Alá y
en el camino de Alá.
Lucha contra los que no creen en Alá. Haz guerra santa, no malverses el botín; no
rompas tu juramento; y no mutiles los
cuerpos (muertos); no mates a los niños. Cuando encuentres a tus
enemigos que son politeístas
[incluyendo a los cristianos], invítalos a tres cursos de acción. Si responden
[afirmativamente] a cualquiera de estos, aceptalo también
y abstente de hacerles daño. Invítalos a (aceptar) el islam; si te
responden,
aceptalo de ellos y desiste de luchar contra ellos. Luego invítalos a
emigrar
de sus tierras a la tierra de los Muhajireen y diles que, si lo hacen,
tendrán
todos los privilegios y obligaciones de los Muhajireen. Si se niegan a
emigrar,
diles que tendrán el estatus de musulmanes beduinos y serán sometidos a
los
Comandos de Alá como los otros musulmanes, pero no obtendrán ninguna
parte del
botín de la guerra o Fai’ excepto cuando realmente luchen con los
musulmanes
(contra los incrédulos). Si se niegan a aceptar el
islam, exige de ellos la yizia. Si están de
acuerdo en pagar, aceptalo y aleja tus manos. Si se niegan a pagar el
impuesto,
busca la ayuda de Alá y combate contra ellos. Cuando sities un fuerte y los
sitiados te llamen para darles protección en el nombre de Alá y Su
Profeta, no
les concedas la garantía de Alá y Su Profeta, dales tu propia garantía
y la
garantía de tus compañeros porque es un pecado menor que la seguridad
dada por
ti o tus compañeros sea desatendida en comparación a que la seguridad
concedida
en el nombre de Alá y Su Profeta sea violada. Cuando sities una
fortaleza y los
sitiados quieran que les dejes salir de acuerdo con el mandamiento de
Alá, no
les dejes salir de acuerdo con Su orden, hazlo con tu propia orden,
porque no
sabes si serás capaz de llevar a cabo el mandato de Alá con respecto a
ellos».
Sahih
al-Bukhari (392)[50]
El
Mensajero de Alá (Mahoma)
dijo: «Me
han ordenado luchar contra
las gentes hasta que digan: “Nadie tiene el derecho de ser adorado
excepto Alá”. Y si así lo dicen, si rezan como
nosotros rezamos, si rezan a nuestra Qibla [dirección de
oración] y si matan como nosotros matamos, entonces su sangre y
propiedad serán
sagradas para nosotros y no interferiremos con ellos
excepto legalmente
y su obligación será con Alá».
Sahih
al-Bukhari (3167)[171]
Narrado
por Abu Huraira:
«Mientras estábamos en
la Mezquita, el Profeta salió y dijo:
“Vamos a
donde los judíos”. Salimos
hasta llegar a Bait-ul-Midras. Él les dijo: “Si aceptáis el islam,
estaréis seguros. Deberíais
saber que la tierra pertenece a Alá y Su Apóstol, y quiero expulsaros
de esta
tierra. Así que, si alguno de entre
vosotros es dueño de
algo de propiedad, se le permite venderla, de lo contrario debería
saber que la Tierra pertenece a Alá y Su Apóstol”».
Sahih
al-Bukhari (65:4557)[172]
Narrado
por Abu Huraira: «El
Versículo: “Sois
[vosotros los verdaderos musulmanes] la mejor comunidad que ha surgido
en bien
de los hombres...” [Corán 3:110]. Significa, la mejor de las
comunidades para
la comunidad, puesto que los traéis con cadenas en sus
cuellos hasta que aceptan el islam».
Sahih
al-Bukhari (65:4513)[173]
Narrado
por Nafi: «Durante la
enfermedad de Ibn
Az-Zubair, dos hombres vinieron a Ibn Umar y dijeron: “La gente está
perdida, y
tú eres el hijo de Umar, y el compañero del Profeta, así que ¿qué te
prohíbe
salir?” Él dijo: “Lo que me prohíbe salir es que Alá ha prohibido el
derramamiento de la sangre de mis hermanos”. Ambos dijeron: “¿No dijo
Alá ‘y
luchad contra ellos hasta que no haya más sufrimiento’?” Él dijo: “Luchamos hasta que no hubo
más sufrimiento y la
adoración fue para Alá (solo para Alá, mientras tú quieres luchar hasta
que
haya sufrimiento y la adoración sea para algo diferente a Alá)”».
Nafí narró (a través de
otro grupo de sub-narradores): «Un
hombre vino a Ibn Umar y
dijo: “¡Oh Abu
Abdur Rahman! ¿Qué te hizo realizar hajj en un año y Umra en otro y dejar la yihad por
Alá? Porque
¿Sabes cuánto lo recomienda Alá?” Ibn Umar respondió: “¡Oh hijo de mi
hermano!
El islam se basa en cinco principios, en esencia creer en Alá y Su Apóstol,
las cinco oraciones obligatorias, el
ayuno durante el mes de Ramadán, el pago de zakat, y la hajj a la casa
(de
Alá)”. El hombre dijo: “¡Oh Abu Abdur Rahman! ¿No escuchaste lo que
mencionó
Alá en su Libro? ‘Si dos grupos de creyentes luchan entre ellos, entonces haced
la paz entre ellos, pero si
uno de ellos transgrede más allá de los límites, entonces todos
vosotros luchad
contra el que transgrede’. (49:9) y, ‘luchad contra ellos hasta
que
no haya más sufrimiento (en esencia, no haya adoración a otros salvo a
Alá)’”.
Ibn Umar le dijo: “Lo hicimos, durante la vida del Mensajero de Alá
cuando el
islam tenía solo unos pocos seguidores. Un hombre sería mandado a
juicio por su
religión, sería ejecutado o torturado. Pero cuando los musulmanes
crecieron, no
había más sufrimiento u opresiones”. El hombre dijo: “¿Cuál es tu
opinión sobre Uthman y
Ali?” Ibn
Umar dijo: “Sobre Uthman, parece ser que Alá le perdonó, pero a vosotros no os gusta
que haya sido
perdonado. Y sobre Ali, él es el primo del Mensajero de Alá y su
yerno”. Entonces
señaló con sus manos
y dijo “Esa es su
casa, la que ves”».
El
«sufrimiento» y la
«opresión» de los musulmanes se
define aquí como una condición en la que otros adoran a un dios
diferente a
Alá. A los musulmanes se les ordena usar la violencia para «rectificar»
la
situación.
Sahih
al-Bukhari (4357)[174]
Qais
narró: Jarir contó: «El
Mensajero de Alá me
dijo “¿No me relevaras de la Dhul- Khalasa?” Le respondí, “sí”. Así que
procedí
junto a ciento cincuenta caballeros de la tribu Ahmas, que eran
habilidosos
montando a caballo. No solía sentarme firmemente sobre los caballos, así que
le informé de eso al Profeta, él
apretó su mano contra mi pecho hasta que vi la marca de su mano en mi pecho
y dijo “¡Oh Alá! Hazle firme y
hazle alguien que guíe a los otros
y
sea guiado (por el buen camino)”. Desde entonces nunca me he caído del
caballo.
Dhul-Khulasa era una casa en Yemen
perteneciente
a la tribu de Khatham y Bajaila, y en ella había ídolos los cuales eran
adorados, y era llamado Al-Ka’ba. Jarir fue allí, lo quemó con fuego y
lo
desmanteló. Cuando Jarir llegó a Yemen,
había
un hombre que solía predecir y dar buenos presagios lanzando flechas
divinas. Alguien le dijo, “el
Mensajero
de Alá está presente aquí y si se apoderase de ti, te cortaría el
cuello”. Un
día mientras las estaba usando (las flechas), Jarir le paró y le dijo
“rómpelas
y testifica que nadie tiene el derecho a ser adorado excepto Alá, o si
no, te
cortaré el cuello”. Así que el hombre rompió las
flechas y testificó
que nadie tiene el derecho de ser adorado excepto Alá. Entonces Jarir
mandó a
un hombre llamado Abu Artata de la tribu de Ahmas al Profeta para
informarle de
las buenas noticias (de la destrucción de Dhul-Khalasa). Así que cuando
el
mensajero llegó al Profeta, le dijo “¡Oh Mensajero de Alá! Por Aquel
Quien te
mandó con la Verdad, no
me marché
hasta que no estaba como un camello roñoso”. Entonces
el Profeta bendijo
los caballos de
Ahmas y sus hombres cinco veces».
Palabras
de un líder militar
que Mahoma envió en una
expedición con la misión de destruir una religión local en Yemen.
Ibn
Ishaq (959)[175]
«Entonces
el apóstol envió a
Khalid ibn Walid…
al Banu al-Harith y le ordenó que los invitara al
islam tres días antes de que los atacara.
Si aceptaban, entonces él debía aceptarlo, y si se negaban, debía
luchar contra
ellos. Entonces Khalid salió y fue a
ellos, y envió a jinetes en todas las
direcciones invitando a la gente al islam, diciendo: “Si aceptáis el islam,
estaréis
a salvo”. Así que los hombres aceptaron el islam cuando fueron
invitados.
Khalid se quedó con ellos enseñándoles el islam y el libro de Alá y la
Sunna de
Su profeta, porque eso era lo que el apóstol de Alá le había ordenado
hacer si aceptaban el islam y no
luchaban».
El
texto dice que Khalid
enseñó el islam a Banu al-Harith
después de su «conversión», demostrando que estaba basado en el miedo a
la
muerte en lugar de una decisión libre e inteligente.
Los
esfuerzos de Mahoma para
reclutar pacíficamente en La
Meca obtuvieron menos de 100 seguidores en 13 años, en su mayoría
amigos y
familiares. Sus tácticas cambiaron drásticamente durante sus últimos
diez años.
Una vez que obtuvo el poder para hacerlo, comenzó a obligar a otros a
aceptar
sus afirmaciones sobre sí mismo a punta de espada. En muchos hadices,
les dice
a sus seguidores que Alá le ha ordenado que luche contra los incrédulos
hasta
que profesen su fe en el islam y reciten la shahadah.
Durante
estos últimos años,
Mahoma no pareció en absoluto
molestarse por las conversiones que se hicieron bajo coacción. Esto
incluye las
conversiones de sus enemigos jurados, Abu Sufyan y su esposa, Hind.
Según los
historiadores musulmanes, cuando Abu Sufyan fue a buscar la paz con
Mahoma, se
vio obligado a convertirse al islam. Las palabras exactas en presencia
de
Mahoma fueron:
Ibn
Ishaq (814)[176]
«Sométete
y testifica que no
hay más dios que Alá y que
Mahoma es el apóstol de Alá antes de que pierdas la cabeza».
Toda
la
ciudad de La Meca hizo lo mismo,
aunque los residentes y los líderes originalmente detestaban a Mahoma y
se
resistieron a su predicación. La mayoría de ellos se «convirtieron» al
islam el
día en el que hizo marchar abruptamente a su ejército contra La Meca,
que no
estaba preparada para tal invasión. Solo los creyentes más crédulos
pensarían
que esta era una epifanía religiosa genuina, simplemente coincidiendo
con la
espada en sus cuellos. Aquellos que no cambiaron su religión fueron
expulsados
por la fuerza de La Meca después de esa última hajj (Corán
9:5).
Los
judíos de Khaybar no
estaban en guerra con Mahoma
cuando ordenó a sus yihadistas atacarles. Incluso su fiel yerno, Ali, a
quien
eligió para dirigir la misión, estaba un tanto perplejo con respecto al
pretexto con el que iban a atacar a esta pacífica comunidad agrícola
tan lejos
de Medina:
Sahih
Muslim (2405)[177]
Suhail
informó sobre la
autoridad de Abu Huraira
que el Mensajero de Alá dijo en el Día de Khaybar: «Ciertamente pondré
este
estandarte en la mano de alguien que ama a Alá y a su Mensajero y Alá
otorgará
la victoria de su mano». Umar ibn Khattab dijo: «Nunca aprecie el
liderazgo
excepto en ese día.
Fui ante él con la esperanza de que me llamaran a esto, pero el
Mensajero de
Alá llamó a Ali ibn Abu Talib y a él le confirieron (este honor) y le
dijeron:
“Continúa y no mires hasta que Alá te conceda la victoria”, y Ali caminó un
poco y luego se
detuvo y no miró y luego dijo en voz alta: “Mensajero de Alá, ¿sobre
qué
problema debería pelear con esta gente?” Entonces él (el Profeta) dijo:
“Luchad
con ellos hasta que den testimonio del hecho de que no hay más dios que
Alá y
Mahoma es su Mensajero, y cuando lo hagan, entonces su sangre y sus
riquezas
son inviolables de tus manos, excepto lo que es justificado por la ley
y sus
ajustes de cuentas son con Alá”».
Los
judíos de Khaybar
quedaron completamente
sorprendidos, por supuesto. Su riqueza fue robada y sus mujeres y niños
fueron
capturados y distribuidos como esclavos por el profeta del islam a sus
hombres.
Mahoma incluso tomó a una mujer para sí mismo, después de haber matado
a su esposo.
Antes
de morir, Mahoma envió
a sus guerreros contra otras
tribus árabes, como Banu al-Harith, exigiéndoles que se convirtieran al
islam o
que fueran aniquilados (naturalmente, optaron por la religión de la
paz).
Maldijo a cristianos y judíos hasta el final.
Sahih
al-Bukhari (435, 436)[178]
«Cuando
llegó el último
momento de la vida del
Mensajero de Alá, comenzó a ponerse su Khamisa’ en la cara y cuando
sintió
calor y le faltaba el aliento, se la quitó de la cara y dijo: “Que Alá maldiga a
los judíos y
cristianos porque ellos construyeron los lugares de culto en las tumbas
de sus
Profetas”. El
Profeta estaba advirtiendo (a los
musulmanes) de lo que habían hecho».
Según
As-Shafi en Las
ordenanzas del Corán, Mahoma «derrotó al pueblo hasta que se
unieron al
islam por las buenas o por las malas». A los musulmanes se les enseña a
seguir
el camino de su profeta. Un devoto bajo el reinado de Umar lo expresó
de esta
manera:
Sahih
al-Bukhari (3159, 3160)[179]
«Umar
envió a los musulmanes
a los grandes
países para luchar contra los paganos. Cuando Al-Hurmuzan se convirtió
al
islam, Umar le dijo: “Me gustaría consultarte con respecto a estos países
que pretendo
invadir”. Al-Hurmuzan dijo:
“Sí, el ejemplo de estos países y sus habitantes que son los enemigos
de los
musulmanes es como un pájaro con cabeza, dos alas y dos patas; si una
de sus
alas se rompe, se vería encima de sus dos piernas, con un ala y la
cabeza, y si
la otra se rompiera, se levantaría con dos piernas y una cabeza, pero si su cabeza se
destruyera, entonces
las dos piernas, dos alas y la cabeza se vuelven inútiles. La cabeza representa a Khosrau, y un
ala representa a César
y la otra representa a
Faris. Por lo tanto, ordena a
los musulmanes que vayan hacia Khosrau”. Entonces, Umar nos envió (a
Khosrau)
designando a An- Nu’man ibn Muqrin como nuestro comandante. Cuando
llegamos a
la tierra del enemigo, el representante de Khosrau salió con cuarenta
mil guerreros, y un
intérprete se levantó
diciendo: “¡Dejen que uno de ustedes me hable!” Al-Mughira respondió:
“Pregunta
lo que quieras”. El otro preguntó:
“¿Quiénes sois?” Al-Mughira respondió: “Somos gente de los árabes,
llevábamos
una vida dura, miserable y desastrosa: solíamos chupar las pieles y las
piedras
del hambre, solíamos vestir ropa
hecha
de pieles de camellos y pelo de cabras, y adorar árboles y piedras.
Mientras
estábamos en este estado, el Señor de los Cielos y las Tierras, Elevado
es Su
Recuerdo y Majestuosa es Su Alteza, nos envió de entre nosotros a un
Profeta
cuyo padre y madre son conocidos por nosotros. Nuestro Profeta, el Mensajero
de nuestro Señor, nos
ha ordenado luchar contra
ustedes hasta que adoren solo a Alá o nos den la yizia (es decir, tributo), y nuestro
Profeta nos ha
informado que nuestro Señor dice: ‘Quien de entre vosotros sea
asesinado (es decir, martirizado),
irá al Paraíso para
llevar una vida tan lujosa como nunca ha visto, y quien de entre
vosotros
permanezca vivo, se convertirá en su maestro’”.
Al-Mughira luego culpó a An-Nu’man por retrasar el ataque y An-Nu’man
le dijo a
Al-Mughira: “Si hubieses participado en una batalla similar, en compañía del
Mensajero de Alá, él no te habría
culpado por esperar, ni
tampoco te
habría deshonrado. Pero acompañé
al
Apóstol de Alá en muchas batallas y
era
su costumbre que si no peleaba temprano durante el día, esperaría hasta
que el
viento comenzara a soplar y el tiempo para la oración estuviese
pendiente (es decir, después
del mediodía)”».
Del
mismo modo, Abu Bakr, el
compañero más
cercano y sucesor inmediato
de Mahoma, llamó a la yihad
en territorio extranjero contra personas que no deseaban la guerra y no
representaban ninguna amenaza. En una carta enviada a los persas, el
califa afirmó
sin rodeos:
Sométase
al islam y estará a
salvo. O acepte el pago de
la yizia, y usted y su pueblo estarán bajo nuestra protección, de lo
contrario,
solo se podrá culpar a usted mismo por las consecuencias, porque traigo
a
hombres que desean la muerte con tanto ardor como ustedes desean la
vida.[180]
A
lo largo de los siglos, los
musulmanes han forzado a
cristianos, judíos, hindúes, budistas, zoroástricos, paganos y otros a
aceptar
el islam, ya sea ofreciéndoles la muerte como alternativa, o haciendo
que sus
vidas sean tan miserables (impuestos, denegación de derechos…) que los
conquistados finalmente se convierten al islam bajo presión.
Dado
que los musulmanes creen
tan sinceramente que su
religión es la verdad, algunos no pueden evitar sentir, en cierto
nivel, que la
conversión forzada es más un favor hecho al sujeto, un caso del fin
justificando los medios.
Sahih
al-Bukhari (3010)[181]
El
Profeta dijo: «Alá se
maravilla ante las
personas que entrarán en el Paraíso encadenadas».
En
2017, Malasia arrestó a un
erudito turco (a petición
de Turquía) por el delito de enseñar que el islam nunca debería usar la
coerción para ganar conversos o retener «creyentes».[182] Tanto Malasia
como Turquía han
sido aclamadas como modelos de compatibilidad islámica con la
democracia y la
libertad secular.
También
es
importante tener
en cuenta el papel fundamental que desempeña la yizia en la conversión
islámica. Según el Corán, pagar un «impuesto» a los musulmanes es la
única vía
de escape para aquellos que no quieren abandonar su religión. Esta
fuente de
ingresos explica por qué Mahoma y sus sucesores no forzaron a todos a
convertirse al islam después de una conquista militar.
Mahoma
se dio cuenta de esto
con los judíos de Khaybar, a
los supervivientes se les permitió mantener su comunidad agrícola
siempre que
le dieran las ganancias de su trabajo, a menudo era más lucrativo dejar
las
economías locales en lugar de matar a todos los hombres que no querían
convertirse. Esto se convirtió en una regla flexible para los ejércitos
musulmanes que barrieron las tierras cristianas, judías, persas,
hindúes y
budistas en las décadas siguientes. Parte del dinero recaudado se
utilizó para
financiar una mayor expansión militar islámica, produciendo más
ingresos y más
«conversos».
Para
ser justos, los
musulmanes en general tendieron a
seguir el versículo 2:256 del Corán, que dice: «Que no haya coacción en
la
religión», y no han visto bien obligar a otros a convertirse al islam. Sin embargo, esto no cambia la religión en sí misma. El versículo 2:256 fue claramente abrogado por
versículos
posteriores, particularmente en la novena sura.
La práctica de asesinar apóstatas no se habría convertido en una parte
aceptable de la ley islámica de otra forma.
En
2017, Pakistán rechazó
una ley
que habría prohibido la conversión forzada de cristianos e hindúes.[183]
Otro
punto a tener en cuenta
es que en el islam, la
práctica es más importante que la creencia. A los musulmanes se les
ordena
pelear contra los incrédulos hasta que digan que creen en Alá (o paguen
la
yizia), pero parece haber un entendimiento tácito de que la creencia en
sí
misma no puede ser forzada (esto puede ser lo que realmente significa
«no hay
coacción en la religión»). Sin embargo, una vez que un individuo
subyugado se
convierte al islam bajo la presión de los impuestos y la
discriminación, no se
le permite retractarse, pues se estaría jugando pena de muerte. Sus
hijos
también deben ser criados musulmanes. Y, si
no lo son, es un signo de apostasía, sujeto a la muerte. Así es como el
islam
logró extenderse tan exitosamente dentro de las poblaciones
conquistadas a
proporciones muy superiores sobre la religión nativa.
Es
irónico que la comunidad
musulmana sea más sensible a
una presencia no musulmana en «tierras musulmanas» cuando esas tierras
no eran
originalmente musulmanas hasta que fueron conquistadas por la fuerza.
El
flagrante doble estándar es desestimado retóricamente al declarar que
el islam
fue la religión original practicada por los judíos (como Moisés) y los
cristianos (como Jesús y sus seguidores). Por lo tanto, se dice que las
poblaciones conquistadas son «revertidas» al islam y no convertidas.
Este truco
es menos inteligente y persuasivo de lo que muchos musulmanes parecen
darse cuenta.
Un
último punto de interés es
que la práctica de Mahoma
de ordenar a la gente que profese su creencia en él resultó desastrosa
tanto
para su propia familia como para el legado de su religión. En el
momento de su
muerte, su imperio incluía a muchas personas y tribus que habían
aceptado su
gobierno simplemente para evitar la guerra y la esclavitud. Muchos de
ellos
querían abandonar el islam después de su muerte, y varias guerras se
libraron
de inmediato, lo que provocó miles de muertes y cimentó el legado de
intolerancia violenta del islam.
Incluso
el enemigo jurado de
Mahoma, Abu Sufyan, pudo ser
el último en reír. Tan ambicioso fue el profeta
del islam, que
aceptó la profesión de lealtad de su antiguo enemigo (a punta de
espada) para
expandir su imperio. Sin embargo, fueron los propios hijos de Abu
Sufyan los
que finalmente se beneficiaron, a expensas de la familia de Mahoma.
El
hijo de Abu Sufyan,
Muawiyah, heredó el imperio
después de derrotar al hijo adoptivo de Mahoma, Ali. También envenenó a
Hasan,
uno de los dos nietos favoritos del profeta. El nieto de Abu Sufyan,
Yazid, se
convirtió en el próximo califa y pronto le trajo la cabeza del otro
nieto
favorito de Mahoma, Hussein, en bandeja. Tales son los peligros de
obligar a
otros a decir que eres un profeta cuando no creen que sea verdad.
El islam y
la
democracia
La
ley islámica es
absolutamente incompatible con la
verdadera democracia. Es un sistema teocrático con únicamente Alá al
frente. La
ley de Alá es interpretada por un cuerpo gobernante de clérigos, y no
hay lugar
para un sistema político secular en el que todas las personas sean
tratadas como
iguales.
Corán
(33:36)
«No corresponde a ningún creyente ni a
ninguna creyente elegir cuando Alá y Su
mensajero han decidido algún asunto. Quien desobedezca a Alá y a Su
mensajero,
se habrá extraviado en un extravío indudable».
Corán
(18:26)
«Di:
Alá sabe mejor lo que
estuvieron, Suyo es
lo desconocido de los cielos y de la tierra, nadie oye y ve como Él. Fuera de Él no
tienen quien les
proteja y a nadie hace copartícipe en Su juicio».
Corán
(45:21)
«¿O es que
piensan los que tienen en su haber
malas acciones que los consideraremos como a
los que creyeron y practicaron las acciones de bien, y que su vida y su muerte
serán iguales? ¡Malo es lo que juzgan!»
Los
incrédulos no son iguales
a los musulmanes. Esto se
refleja diligentemente en la ley islámica.
Corán
(5:44)
«Es
cierto que hicimos
descender la Torá, en la
que hay guía y luz. Con ella emitían juicios los profetas, aquéllos que
se
sometieron, así como los rabinos y doctores para los que practicaban el
judaísmo; siguiendo el mandato de proteger el libro de Alá, del que
eran
garantes con su testimonio. Y no temáis a los hombres,
temedme a Mí,
ni
vendáis Mis signos a bajo precio. Aquel que no juzgue según lo
que Alá ha hecho descender... Esos son los
incrédulos».
Un
gobierno dirigido por
verdaderos musulmanes es una
teocracia. Cualquier otra cosa, incluida la democracia o el
secularismo, es un
signo de apostasía. Esta es la razón por la cual los terroristas se
sienten
justificados en su lucha por un estado islámico.
Corán
(39:9)
«¿Acaso
quien se entrega a la
adoración en las
horas de la noche, postrado y en pie, ocupándose de la Última Vida y
esperando
la misericordia de su Señor [es igual a aquel que no]…? Di: ¿Son iguales
los que no actúan
y los que sí actúan? Sólo recapacitarán los que
saben reconocer lo esencial».
Corán
(4:141)
«Esos
que están al acecho de
lo que os pasa y
cuando obtenéis una victoria procedente de Alá, dicen: ¿Acaso no
estábamos con
vosotros? Pero si los incrédulos logran algún triunfo parcial, les
dicen:
¿Acaso no estabais a nuestra merced y os hemos defendido contra los
creyentes?
Alá juzgará entre ellos el Día del Levantamiento. Alá no dará a los incrédulos
ninguna posibilidad
contra los creyentes».
Corán
(63:8)
«Dicen:
Si regresamos a
Medina, los más
poderosos expulsarán a los más débiles. De Alá es el poder y de Su
mensajero y de los
creyentes,
pero los hipócritas no saben».
Corán
(5:49)
«Juzga entre
ellos según lo
que Alá ha hecho descender, no sigas sus
deseos y ten cuidado con ellos, no sea que te desvíen de algo de lo que
Alá te
ha hecho descender. Y si se apartan... Alá quiere
afligirlos a causa
de algunas de sus faltas. Realmente muchos de los hombres están
descarriados»
El
Corán tiene prioridad
sobre los deseos de la gente. Una nación
democrática es por naturaleza una que no se rige por la ley islámica,
lo que
significa que un ciudadano musulmán habría dividido su lealtad. Está
claro a
partir de este versículo qué lado debe elegir.
Corán
(12:40)
«Lo que adoráis
fuera de Él no son sino nombres que
vosotros y vuestros padres
habéis dado y en los que Alá no ha hecho
descender ningún poder. El juicio sólo
pertenece a Alá [es decir, nadie tiene el derecho a gobernar salvo Alá]
que ha
ordenado que lo adoréis únicamente a Él. Esa es la Adoración recta,
sin
embargo la mayoría de los hombres no saben».
La
parte que dice que «el
juicio solo pertenece a Alá», dice en árabe ‘iin alhukm
‘illa lillah (إن ل إل
الحكم) que es algunas veces traducido como
«nadie tiene el derecho a gobernar salvo Alá».
Corán
(4:123)
«No se hará
según vuestros
deseos ni según los deseos de la gente del
Libro. Quien haga un mal será pagado
por ello [justamente] y no encontrarás para él,
aparte
de Alá, nadie que lo proteja ni lo defienda».
Corán
(4:59)
«¡Vosotros
que creéis! Obedeced a
Alá, obedeced al
Mensajero y a aquéllos de vosotros que tengan autoridad. Y si disputáis
sobre
algo, remitidlo a Alá y al Mensajero, si creéis en Alá y en el
Último Día. Esto es preferible y tiene mejor resultado».
La
obediencia se limita
estrictamente a un gobierno
proveniente de creyentes, de Alá (mediante el Corán) y de Mahoma
(mediante su
Sunna), no de la comunidad en general. Este versículo también se ha
utilizado
para justificar la sumisión a la autocracia, sin importar lo opresiva
que sea.
Como dice un dicho árabe, «la tiranía es mejor que la anarquía».
Corán
(9:3)
«Y
se anuncia de parte de Alá
y de Su mensajero
a los hombres, en el día de la Peregrinación Mayor, que Alá queda
libre de
responsabilidad frente a los asociadores, así como
Su mensajero. De manera que si os retractáis será mejor para vosotros,
pero si
os apartáis, sabed que no vais a escapar de Alá. Y a los que no creen
anúnciales un castigo doloroso».
Mahoma
usó esta «revelación»
para anular un tratado
permanente y expulsar a los no musulmanes de sus hogares si no
aceptaban el
islam. Esta práctica sería incompatible con el gobierno democrático, en
el que
todos son considerados iguales.
Sahih
al-Bukhari (7099)[184]
«Durante
la batalla de
Al-Jamal, Alá me
benefició con una Palabra (que escuché del Profeta). Cuando el Profeta
oyó la
noticia de que la gente de Persia había convertido a la hija de Khosrau
en su
Reina (gobernante), dijo: “Nunca prevalecerá una nación
que hace de una mujer su soberana”».
Sahih
al-Bukhari (7137)[185]
El
Mensajero de Alá dijo:
«Quien me obedece,
obedece a Alá, y quien me desobedece, desobedece a Alá, y quien obedece
al
gobernante que yo designe, me obedece, y quienquiera que le
desobedezca, me
desobedece».
El
gobernante al que se hace
referencia aquí es el
califa, designado por Alá, y no por elección popular. El gobierno
democrático
no tiene legitimidad contra la voluntad del califa que, como vemos por
la
cadena de referencia, tiene la autoridad de Alá. Citando al famoso
clérigo de
lo0s Hermanos Musulmanes, Sayyid Qutb:
Es
Alá y no el hombre quien
gobierna. Alá es la fuente de
toda autoridad, incluida la autoridad política legítima. La virtud, no
la
libertad, es lo que tiene mayor valor. Por lo tanto, la ley de Alá debe
gobernar, no la ley del hombre.
Esto
se repite en dos fetuas
recientes publicadas en el
popular sitio web Islam Q&A, que
afirman que la democracia es «contraria al islam».
La democracia es un sistema hecho por el hombre, que significa que
gobierna el
pueblo para el pueblo. Por ello es contrario al islam, ya que gobernar
solo
incumbe a Alá, el Altísimo, el Todopoderoso, y los humanos, sin
importar
quienes sean, no tienen permitido legislar. – Islam
Q&A, fetua 107166.[186]
Otra
fetua agrega que la
democracia «está en guerra con
el islam y sus seguidores», otorgando validez a los actos violentos
para
establecer la sharía.[187]
Estas fetuas llaman también a los musulmanes a
infiltrarse
en el sistema democrático mediante los partidos políticos con el
objetivo de
establecer la sharía.
La
ley islámica se basa en el
Corán y la Sunna, que están
bien definidos y establecidos. Las leyes hechas por hombres falibles
(particularmente no musulmanes) no son necesarias; el gobierno solo
necesita
aplicar la ley islámica. Tampoco debe el gobierno democrático tomar el
lugar de
la ley perfecta de Alá, que nos dice todo lo que necesitamos saber
sobre la
vida cotidiana (hasta qué mano un hombre debería usar mientras orina).
Si
Alá no es la autoridad,
entonces otra cosa es una
dictadura secular. Como un jurista estadounidense y musulmán se quejó
en una
fetua reciente, «la democracia da rienda suelta a la autoridad de la Ummah, y no le pone techo».[188]
Además,
la ley de un voto por
persona es esencial para la
democracia, pero es herética para el islam. Según el Corán, el
testimonio de
una mujer vale solo la mitad que el de un hombre, y los judíos y los
cristianos
nunca tendrán la misma posición que los musulmanes bajo la ley (y
ciertamente
nunca estarán en una posición de autoridad sobre los musulmanes). Los
ateos
deben ser asesinados directamente. Los musulmanes con mentalidad
reformista
prefieren ignorar todo esto y en su lugar señalar al siguiente
versículo del Corán.
Corán
(42:38)
«Y
los que responden a su
Señor, establecen el
salat, se piden
consejo en los asuntos y dan de la provisión que les
damos».
También
se usan como prueba
de que el islam es compatible
con la democracia hadices débiles (da’if)
tales como Ibn Majah (3950)[189] y At-Tirmidhi
(2167)[190] en
los que Mahoma
supuestamente dice: «Mi comunidad nunca
aceptará un error». En esto, se basa el concepto tan publicitado de
«ijma» o
consenso entre los musulmanes para determinar asuntos de la ley
islámica.
Pero
el ijma siempre
ha sido controvertido y rara vez se practica dentro del islam. Algunos
lo
interpretan como el «consenso de los eruditos», que no tiene nada que
ver con
la opinión de la comunidad en general. Incluso cuando se reconoce su
legitimidad, el ijma se acepta solo
como una forma de autoridad secundaria (o terciaria), detrás de los
consejos fiqh.
Además,
cabe señalar que el ijma y la consulta solo son
aplicables dentro de la
comunidad
musulmana (y probablemente se limitan al «consenso» de los varones).
Por
ejemplo, el principal partido islámico en Malasia, a menudo considerado
como un
ejemplo de «moderación», dijo, en 2018, que en un gobierno bien
administrado,
los musulmanes toman decisiones mientras que los no musulmanes llevan a
cabo lo
que se ha decidido.[191]
El
erudito estadounidense
Jamal Badawi (quien a menudo es
considerado como un «moderado») dice que es deber de los musulmanes
lograr el
dominio islámico, también se burla del secularismo:
El
Corán está lleno de
indicaciones directas e
indirectas, implícitas y muchas veces explícitas que demuestran que el
establecimiento de la orden islámica es un requisito para los
musulmanes
siempre que sea posible.[192]
Si
un musulmán cree que hay
un ser humano que tiene el
derecho de legislar otras leyes además de las de Alá, obviamente esta
es una
divergencia total del camino del islam. O cualquier persona que crea
que el
secularismo es superior a la ley de Alá, está violando los principios
básicos
del Corán.[193]
En
2017, el Estado Islámico
publicó una infografía que
presentaba diez razones por las que la democracia y la sharía se
contradicen
entre sí. Mientras que la mayoría de los demás eruditos islámicos
pueden no
estar de acuerdo con las tácticas del Estado Islámico, todos los puntos
parecen
ser sólidos.[194]
Ese
mismo año, el principal
consejero religioso musulmán
de las fuerzas armadas australianas reveló que no solo apoyaba a un
grupo
extremista islámico, sino que defendía la sharía como una ley superior
a la
democracia. La sharía no es el tema tabú que los apologistas a menudo
creen que es.[195]
Cuando
se compara la lista de
los 57 estados miembros de
la OCI con el Índice de Democracia de EIU, más de la mitad (32) son
regímenes
autoritarios, y solo seis son «democracias defectuosas». Ninguno es una
democracia completa.[196][197]
Mahoma
y los califas que le
sucedieron gobernaron
mediante la autoridad de Alá y no sometieron sus decisiones a la
voluntad del
pueblo. Tampoco hay ninguna tradición de democracia en los 1400 años de
historia del islam en Oriente Medio y Persia. Si el mundo entero se
hiciera
musulmán de la noche a la mañana, es muy dudoso que la democracia dure,
ya que
sería aplicable solo a lo más trivial de los asuntos que aún no están
decididos
por la ley islámica.
Como
otro clérigo, Sufi
Muhammad, dijo recientemente, «el
verdadero islam no permite elecciones ni democracia».[198]
El
islam y la mentira
Los
eruditos musulmanes
enseñan que los musulmanes en
general deberían ser sinceros los unos con los otros, a menos que el
propósito
de la mentira sea «suavizar diferencias» o «ganar ventaja sobre un enemigo».
Hay
varias formas de mentir a
los no creyentes que están
permitidas bajo ciertas circunstancias, siendo la más conocida la taqiyyah (término chií). Estas
circunstancias son típicamente las que promueven la causa del islam, en
algunos
casos al ganarse la confianza de los no creyentes con el fin de
destacar su
vulnerabilidad y derrotarlos.
Corán
(16:106)
«Quien reniegue
de Alá después
de haber creído, salvo que haya sido
coaccionado mientras su corazón permanezca tranquilo en la creencia, y abra su pecho a la
incredulidad... La cólera de Alá caerá sobre
ellos y tendrán un enorme castigo».
Corán
(3:28)
«Que los
creyentes no tomen
por amigos a los incrédulos en vez de a los
que creen. Quien lo haga... no tendrá
nada que ver con Alá. A menos que sea para
guardaros
de ellos. Alá os advierte que tengáis
cuidado con Él. Y a
Alá habéis de volver».
Este
versículo les dice a los
musulmanes que no deben
tomar como amigos a los infieles, a menos que sea para «guardarse» de
ellos, lo
que significa que hay veces en las que un musulmán puede mostrarse
amistoso con
los no musulmanes, aunque no debería.
Corán
(9:3)
«Y
se anuncia de parte de Alá
y de Su mensajero
a los hombres, en el día de la Peregrinación Mayor, que Alá queda
libre de
responsabilidad frente a los asociadores, así como Su mensajero. De manera que si os
retractáis será mejor para vosotros, pero si os
apartáis, sabed que no vais a escapar de Alá. Y a los que no creen
anúnciales
un castigo doloroso».
La
anulación de los pactos es
con los paganos que permanecieron
en La Meca después de su captura. No hicieron nada malo, pero fueron
desalojados de todos modos. Para que no haya dudas, el versículo
posterior a
este (Corán 9:4) se refiere solo a aquellos que tienen un acuerdo
personal con
Mahoma:
Ibn
Kathir[199]
«Aquellos
con acuerdos hechos
(individualmente)
con el Mensajero de Alá, pueden considerarlos validos hasta que
expiren».
Corán
(2:225)
«Alá no os toma
en cuenta la
vanidad de vuestros juramentos, pero sí lo
que queda en vuestros corazones. Alá es Perdonador e
Indulgente».
Corán
(3:54)
«Y
[los incrédulos]
maquinaron, pero Alá también
maquinó y Alá es el
que mejor maquina».
La
palabra árabe utilizada
aquí para maquinar (o tramar)
es makara (ماكر),
que literalmente significa «engañar». Si Alá es supremamente engañoso
con los
incrédulos, entonces hay pocas razones para negar que a los musulmanes
se les
permita hacer lo mismo.
Tomados
en conjunto estos
versículos se interpretan en el
sentido de que hay circunstancias en las que un musulmán puede verse
«obligado»
a engañar a otros para un propósito mayor.
Sahih
al-Bukhari (3030)[200]
El
profeta dijo, «La guerra
es engañar».
Se
cree que el contexto de
esto es el asesinato de Usayr
ibn Zarim y sus treinta compañeros desarmados por parte de los hombres
de
Mahoma después de que se les «garantizara» el paso seguro.
Sahih
al-Bukhari (2692)[201]
Escuché
al Mensajero de Alá
decir: «El que hace
paz con las gentes inventando buena información o diciendo cosas
buenas, no es
un mentiroso».
Mentir
está permitido cuando
el fin justifica los medios.
Ley
islámica[202]
«Hablar
es un medio para
alcanzar objetivos. Si se puede alcanzar un
objetivo loable tanto diciendo la verdad como mintiendo, es ilegal
lograrlo
mintiendo porque no hay necesidad de hacerlo. Cuando
es posible lograr tal objetivo mintiendo pero no diciendo la
verdad, es permisible mentir si se puede alcanzar el objetivo. Es decir, cuando el propósito de la
mentira es eludir a alguien que le impide a uno hacer algo permisible,
y es obligatorio mentir si el objetivo es
obligatorio… es religiosamente precautorio en todos los casos emplear
palabras
que den una impresión engañosa…»
Se
deben comparar las malas
consecuencias que conlleva
decir la verdad, y si las consecuencias de decir la verdad son más
perjudiciales, se tiene derecho a mentir. Los hadices dejan claro que a
los
musulmanes se les permite mentir a los incrédulos para derrotarlos o
protegerse. Hay varias formas:
–
Taqiyyah.
Decir algo que
no es verdad en relación con la identidad musulmana. Este es un término
chií.
–
Kitman.
Mentir por omisión. Un ejemplo sería cuando los
apologistas citan solo un fragmento del versículo 5:32 («Quien
matara a alguien sería como haber matado a la humanidad
entera».) mientras que omite mencionar que el resto del versículo
(y el
siguiente) llama a asesinar en casos indefinidos por «corromper».
–
Tawriya. Crear
intencionadamente una falsa impresión.
–
Muruna.
«Integrarse» dejando de lado algunas prácticas del
islam o la sharía para aprovecharse y tomar ventaja.
En
2007, Ibrahim Hooper del
CAIR publicó un artículo de
opinión con una historia inventada sobre Mahoma que le retrató como un
hombre
clemente:
Había
una mujer que tiraba
basura en el camino del
profeta diariamente. Un día, no lo hizo. El profeta fue a preguntar por
su
salud, porque pensó que podría estar enferma. Esta mujer terminó
convirtiéndose
al islam. Entonces, así es como respondes a las personas que te atacan,
con
perdón y bondad.[203]
Hooper
no es ignorante, por
supuesto, y sabía lo que
estaba haciendo. Después de ser pillado, cambió ligeramente la
redacción para
decir que es una tradición que «se enseña a los musulmanes», pero
continúa
promocionando la historia sin calificarla como falsa, lo que provoca
que otros
repitan sin querer una mentira.
Antes
de diseñar varios complots terroristas mortales, como
la masacre de Fort
Hood y el
intento de estrellar un avión con destino a Detroit, el clérigo
estadounidense
Anwar Al-Awlaki era contratado regularmente por la NPR, la PBS e
incluso por
líderes del gobierno estadounidense para exponer sobre la naturaleza
pacífica
del islam. En 2013, un erudito de la prestigiosa universidad de
Al-Azhar
decretó que los musulmanes pueden usar la cruz para engañar a los
cristianos y
hacerles creer que son amigos, citó Corán (3:28).
«Ocultar
la fe» puede
significar engañar a otros sobre el
islam para que parezca más atractivo. Por ejemplo, una prominente
activista
musulmana en los Estados Unidos, Linda Sarsour, se autoproclama
«progresista» y
dice que los homosexuales, las mujeres y las minorías religiosas no
deben
preocuparse por la imposición de la sharía, de la que ella es
partidaria. De
hecho, esta mujer fue una de las organizadoras de la Women’s
March (Marcha de las Mujeres en Washington) que tomó lugar
el 21 de enero de 2017.
La
casi ausencia de
versículos coránicos que alienten la
honestidad es algo sorprendente, dado que muchos musulmanes están
convencidos
de que su religión enseña la honestidad. De hecho, muchos musulmanes
son
honestos debido a esto. Pero cuando se habla de la mentira en el Corán,
es casi
siempre en referencia a las «mentiras contra Alá», en referencia a los
judíos y
cristianos que rechazaron la pretensión de Mahoma de ser un profeta.
Finalmente,
las
circunstancias por las cuales Mahoma
permitió que un creyente mienta se limitan a aquellas que promueven la
causa
del islam o permiten que un musulmán evite dañar su bienestar (y
también el
bienestar de otros musulmanes). Aunque esto debe tenerse muy en cuenta
en
debates sobre teología islámica y cuando se trata de asuntos de
seguridad
global, como por ejemplo las intenciones nucleares de Irán, no es
motivo para
suponer que un musulmán cualquiera que te puedas encontrar por la calle
es
menos honesto que cualquier otra persona.
¿Está la
violencia sacada de
contexto?
No
son raros los versículos
de violencia; los raros son
los de paz y tolerancia. Estos últimos fueron narrados en una época
temprana en
la vida de Mahoma y reemplazados por lo que vino después. Tampoco en
muchos
casos el «contexto histórico» de estos versículos de violencia es tan
evidente
desde el texto circundante.
Los
últimos capítulos del
Corán narrados por Mahoma son
los más violentos. Peor aún, el contexto histórico es que los
musulmanes tenían
el poder total en ese momento y no eran perseguidos ni atacados. De
hecho, los
versículos ordenan a los creyentes «ser duros» tanto con los incrédulos
como
con los musulmanes que son pacíficos o no practicantes (versículo 9:73)
y
combatir a los cristianos y los judíos hasta que estén en un estado de
sumisión
(versículo 9:29). Todo esto se basa en nada más que su condición de no
musulmanes.
Estas
no son las enseñanzas
de una religión de paz. Por
lo tanto, los apologistas se ven obligados a hacer gimnasia mental,
como
inventar el contexto histórico, sacar el «contexto textual» de una
parte
completamente diferente del Corán, o decir que el verdadero significado
no
puede ser traducido a los que no son hablantes de árabe (los musulmanes
árabes,
los que son hablantes nativos de árabe, suelen estar de acuerdo con la traducción).
Un
libro perfecto de un dios
perfecto debe ser fácil de
entender. En el Corán, los temas se mezclan en un desorden al azar con
poca
consistencia o flujo coherente de pensamiento. Esto es resaltado por el
hecho
de que pocas copias del Corán se imprimen sin comentarios extensos que
a menudo
exceden el tamaño de la «revelación» original.
Aunque
los apologistas a
menudo mitigan los versículos de
violencia con referencias poco intuitivas a pasajes en otras partes del
Corán,
no todos los creyentes están tan determinados a forzar la palabra de
Alá en un
marco moral separado. No está claro por qué un libro perfecto de un
dios
perfecto dejaría tan a menudo temas sensibles como el asesinato y el
abuso
infantil abiertos a la interpretación humana.
Volviendo
al contexto
histórico, es cierto que las
referencias a los hadices externos y las primeras biografías de la vida
de
Mahoma determinan cuándo se narró un versículo coránico y lo que pudo
haber
significado para los musulmanes en ese momento. Esto permite a los
apologistas
desechar oportunamente los pasajes que no les gustan al insistir en que
solo
son realmente una parte de la historia y no tienen la intención de ser
imperativos actuales.
Pero
el «contexto histórico»
deshecha ambas cosas. Si
cualquier versículo es un producto de la historia, entonces todos lo
son. De
hecho, no hay versículo en el Corán que no fuera dado en un momento
particular
para abordar una situación particular en la vida de Mahoma, si él
quería
conquistar a la tribu de al lado y necesitaba una «revelación» de Alá
estimulando a su pueblo a la guerra, o si necesitaba el mismo tipo de
«revelación» para satisfacer una lujuria por más mujeres (libre de
quejas de
sus otras esposas).
Aquí
está la ironía del
argumento de la «elección
subjetiva»: Aquellos que usan el «contexto histórico» contra sus
detractores
casi siempre se dedican a elegir subjetivamente los versículos a los
que
aplican el «contexto histórico» y que prefieren por encima de tácticas
de
mitigación.
El
«contexto» puede ser la
táctica más popular e
insincera que a los apologistas les gusta usar. En pocas palabras, los
apologistas apelan al contexto solo cuando quieren que esté ahí.
Ignoran el
contexto cuando resulta inconveniente. Un ejemplo de esto último sería
las
muchas veces que el versículo 2:256 es aislado y ofrecido como prueba
de la
tolerancia religiosa (en contradicción con la posterior imposición de
Mahoma de
la yizia y la espada).
Los
puristas islámicos no
emplean tales tácticas. No solo
saben que los versículos de la yihad son más numerosos y autoritarios
(abrogan
los versículos anteriores), toman todo el Corán como la eterna y
literal
palabra de Alá… y esto es lo que a menudo los hace tan peligrosos.
La guerra
entre
musulmanes
Cuando
se trata del terror
islámico, los apologistas
prefieren la semántica a la acción. Los terroristas no pueden ser
musulmanes,
se nos dice, porque los musulmanes a menudo mueren en los ataques.
El
error en este argumento es
la premisa de que un verdadero
musulmán nunca mataría a otro musulmán. Esto se puede refutar
fácilmente por el
mero hecho de que la ley islámica ordena la pena de muerte para delitos
como el
adulterio y la blasfemia. Dado que los apologistas argumentan que la
sharía se
aplica solo a los musulmanes, esto prueba que hay circunstancias en las
que un
musulmán no solo puede morir, sino que debería morir. Esto abre todo un
abanico
de posibilidades.
La
militancia islámica de hoy
tiene sus raíces en la
historia primitiva del islam entre aquellos que conocieron mejor a su
profeta.
Nadie se atrevería a decir que Abu Bakr, el primer califa, no era un
verdadero
musulmán, por ejemplo… ni dirían eso sobre Ali, el primer converso y el
cuarto
califa… ni sobre Aisha, la esposa favorita de Mahoma. Estas son figuras
a las
que se les da reverencia en el islam y que autentificaron personalmente
los versículos
del Corán y muchas historias de la vida de Mahoma. Sin embargo, todos
mataron
musulmanes. De hecho, Ali y Aisha incluso lucharon el uno contra el
otro unos
pocos años después de la muerte de Mahoma, lo que resultó en la muerte
de
decenas de miles de musulmanes, incluyendo a 600 ejecutados a ordenes
de la
«Madre de los Creyentes» en la gran mezquita de Basora.
Si
bien podemos estar seguros
al decir que un verdadero
musulmán no mataría intencionadamente a otro verdadero musulmán (Corán
4:92-93), el Corán no da tal valor a la vida de un musulmán que no es
realmente musulmán.
Corán
(9:73)
«¡Profeta! Esfuérzate en
la lucha
contra los incrédulos y los
hipócritas y sé duro con ellos, su refugio será Yahannam [el Infierno]. ¡Qué mal porvenir!»
El
árabe para «esfuérzate en
la lucha» (جهد)
utiliza la misma raíz que yihad (J-H-D) – y el contexto en
esta sura es la guerra santa (véase
Corán 9:86 y 9:91). Por lo tanto, hay dos clases distintas de personas
que un
verdadero musulmán debe atacar con «dureza»: incrédulos e hipócritas.
Un
«incrédulo», obviamente,
se refiere a alguien que no
es musulmán, por lo que un «hipócrita» debe ser un musulmán de algún
tipo. De
hecho, los hipócritas son los que dicen creer, pero no actúan como
deberían. En otras
palabras, son «musulmanes», pero
no verdaderos musulmanes. Irán al Infierno al igual que los incrédulos,
y así,
de acuerdo con el versículo, sus vidas son en vano.
La
misma sura dice
que un hipócrita puede ser reconocido no solo por falta de piedad
(renuencia a
seguir la sharía), sino por miedo a la muerte (Corán 9:56), renuencia a
pelear
(Corán 9:44-45) e incluso amabilidad hacia los que no son creyentes
(Corán
9:67). Un verdadero musulmán sería una persona piadosa que disfruta el
martirio, está ansiosa por pelear y evita a los no creyentes.
Incluso
el pasaje coránico
que advierte contra matar
«creyentes» (Corán 4:88-94) es más complicado de lo que parece. Nunca
dice que
un verdadero musulmán es incapaz de matar a otro musulmán, solo que no
debería
hacerlo. De hecho, hace excepciones para el asesinato involuntario de
«creyentes» en la guerra y ordena el asesinato de «hipócritas».
Corán
(17:33)
«Y no matéis a
nadie que Alá
haya hecho inviolable a menos que sea por
derecho [una causa justa]. Si alguien muere habiendo
sido matado injustamente,
damos autoridad a su wali; pero que no cometa ningún exceso en matar
pues
realmente (su derecho) ha sido amparado».
La
mayor causa de todas es
que el islam es superior:
Corán
(9:33)
«Él
[Alá] es Quien envió a Su
Mensajero con la guía y con la práctica
de Adoración verdadera [islam] para hacerla prevalecer sobre todas las
demás
formas de Adoración, aunque les repugne a los
incrédulos».
Que
es exactamente lo que los
terroristas islámicos dicen
que es su objetivo. Por lo tanto, a los creyentes musulmanes se les
permite ser
un daño colateral en la guerra contra los incrédulos.
Los
antagonistas musulmanes
se enfrentaron con bastante
frecuencia en los primeros días del islam (y desde entonces), y cada
uno
declaró que el otro era un apóstata. Los compañeros de Mahoma lucharon
varias
guerras sangrientas contra las tribus musulmanas que querían irse y
hasta entre
estos mismos compañeros. Así es como comenzó el cisma entre suníes y
chiíes,
que existe hasta el día de hoy y representa la causa de la mayor parte
de la
violencia en el mundo islámico, ya sea directa o indirectamente.
Si
los propios amigos y la
familia de Mahoma mataron a
otros musulmanes, por no hablar de matarse entre ellos, ¿qué base hay
para
afirmar que un verdadero musulmán nunca podría hacer lo mismo? Ninguna,
por
supuesto. Es solo un juego de palabras que los apologistas hacen para
engañar a
otros y hacerles creer que el islam no tiene nada que ver con el terror
islámico. De hecho, Mahoma les dijo a los creyentes que recibirían una
recompensa
celestial por matar musulmanes que dicen creer pero que no ponen en
práctica su
religión, esto irónicamente parece hacer referencia a los apologistas,
que son
«jóvenes con pensamientos e ideas necias» cuya «fe no va más allá de
sus
gargantas».
Sahih
al-Bukhari (5057)[204]
Escuché
al Profeta decir: «En
los últimos días
(del mundo) aparecerán jóvenes con
pensamientos e ideas necias. Ellos darán buenas
charlas, pero se alejarán del islam como una flecha se aleja del
arco, su
fe no va
más allá de sus gargantas. Así que, donde sea que los encuentres,
mátalos, ya
que habrá una recompensa para sus asesinos en el Día de la Resurrección».
Corán
(5:44)
«Es
cierto que hicimos
descender la Torá, en la
que hay guía y luz. Con ella emitían juicios los
profetas, aquéllos que se sometieron, así
como los rabinos y doctores para los que practicaban el judaísmo;
siguiendo el
mandato de proteger el libro de Alá, del que eran garantes con
su
testimonio. Y no temáis a los hombres,
temedme a Mí,
ni
vendáis Mis signos a bajo precio. Aquel que no juzgue según lo
que Alá ha hecho descender... Esos son los
incrédulos».
Este
versículo significa que
cualquier cosa que no sea
una teocracia no es un gobierno dirigido por verdaderos musulmanes, ni
uno que
un verdadero musulmán apoyaría. De hecho, un verdadero creyente ni
siquiera se
haría amigo de aquellos que se interponen en el camino de la teocracia.
Corán
(58:22)
«No
encontraréis a nadie que
creyendo en Alá y en el Último Día sienta
afecto por quien se opone a Alá y a Su mensajero, aunque se trate de
sus
padres, sus hijos, sus hermanos o los de su tribu. Ha escrito la creencia en sus
corazones, les ha ayudado con un espíritu
procedente de Él y les hará entrar en jardines por cuyo suelo corren los ríos, donde serán
inmortales.
Alá estará satisfecho de ellos y ellos lo estarán de Él, ésos son el
partido de
Alá. ¿Acaso no son los del partido de Alá los triunfadores?»
Por
lo tanto, la mentalidad
de un terrorista es
perfectamente compatible con el Corán. Tales personas creen
sinceramente que están luchando
por el progreso y el
gobierno del islam, un estado islámico gobernado por la sharía. Sus
oponentes
activos, musulmanes o no, son por lo
tanto
«incrédulos» y obstáculos a los que Alá ha ordenado matar. Por lo
tanto, son
categorizados como hipócritas junto con otros que no se unirán ni
ayudarán en
la causa. El Corán dice que deben tratar con dureza a esta gente, y así
lo
hacen los islamistas.
El islam y
el
terrorismo en
contraste con otras religiones
Los
«terroristas de otras
religiones» a los que aluden
los musulmanes son casi siempre miembros nominales sin participación
activa. No
están inspirados ni le dan crédito a la religión como lo hacen los
terroristas
musulmanes, ni citan versículos de sus libros sagrados para
justificarse, y
esto es lo que hace que sea una cuestión muy diferente. El islam está
asociado
con el terrorismo islámico porque esa es la asociación que hacen los
terroristas.
Los
musulmanes que comparan
los crímenes cometidos por
personas que son miembros nominales de otras religiones con el terror
cometido
explícitamente en nombre del islam están comparando manzanas con
naranjas. Sí,
algunos de los terroristas contra clínicas de aborto eran religiosos,
pero
considera el alcance del problema. Han sido siete ataques mortales
contra
clínicas de aborto durante un período de 44 años en los Estados Unidos,
once
personas murieron. Este es un promedio de una muerte cada cuatro años.
En
contraste, globalmente los
terroristas islámicos
organizaron cerca de diez mil ataques mortales solo en los seis años
posteriores al 11 de
septiembre de
2001.[1] Si
uno se remonta a 1971, cuando los ejércitos musulmanes en Bangladés
comenzaron
el genocidio masivo de hindúes, a través de los años de yihad en Sudán,
Cachemira y Argelia, y la actual violencia entre suníes y chiíes en
Irak, el
número de inocentes asesinados en nombre del islam probablemente exceda
los
cinco millones en este mismo período.
En
los últimos diez años, ha
habido tal vez algunas
docenas de ataques que han sido perpetrados por personas motivadas por
una
religión diferente al islam.[205] Un grupo tan
pequeño de lobos solitarios que
actúan de forma aislada puede atribuirse legítimamente a una enfermedad
mental
o, en el mejor de los casos, a un genuino malentendido.
Por
el contrario, el terror
islámico es organizado y
metódico. Los grupos islamistas se extienden por todo el mundo con
decenas de
miles de miembros dedicados, a pesar de las contramedidas intensamente
dirigidas a estos. Los partidarios se cuentan por decenas de millones.
Son
abiertos respecto a sus objetivos religiosos y matan en nombre de Alá
todos los
días del año. Los versículos en sus textos sagrados les respaldan. No
hay nadie
que los debata sobre teología.
Ninguna
otra religión está
haciendo esto. Por lo tanto,
mientras que algunos musulmanes pueden pretender que otras religiones
son tan
propensas a la «interpretación errónea» como su «perfecta» religión, la
realidad dice lo contrario.
Las
cruzadas
A
los musulmanes les encanta
hablar sobre las cruzadas… y
a los cristianos les encanta pedir perdón por ellas (una estrategia que
ha
fracasado de manera espectacular). Si escuchamos a ambas partes contar
la
historia, uno pensaría que los musulmanes solo estaban ocupándose
pacíficamente
de sus propios asuntos en tierras que eran legítimamente musulmanas,
cuando los
ejércitos cristianos decidieron librar una guerra santa y «matar a millones».
Cada
parte de este mito es
una mentira. Según las reglas
que los musulmanes se aplican a ellos mismos, las cruzadas fueron
justificadas,
y los excesos (aunque bajo los estándares cristianos) palidecen en
comparación
con el tratamiento histórico de las poblaciones conquistadas a manos de
los
musulmanes.
Aquí
unos datos rápidos: la
primera Cruzada comenzó en
1095, 460 años después de que la primera ciudad cristiana fuera
invadida por
ejércitos musulmanes, 457 años después de que Jerusalén fuera
conquistada por
ejércitos musulmanes, 453 años después de que Egipto fuera tomada por
ejércitos
musulmanes, 443 años después de que los musulmanes saquearan Italia,
427 años
después de que los ejércitos musulmanes sitiaran por primera vez la
capital
cristiana de Constantinopla, 380 años después de que la península
ibérica fuera
conquistada por los ejércitos musulmanes, 363 años después de que
Francia fuera
atacada por los ejércitos musulmanes, 249 años después de que la
capital del
mundo cristiano, la mismísima Roma, fuera atacada por un ejército
musulmán, y
solo después de siglos de quemas de iglesias, asesinatos, esclavización
y
conversiones forzadas de cristianos. Para cuando finalmente comenzaron
las
cruzadas, los ejércitos musulmanes habían conquistado dos tercios del
mundo cristiano.
Europa
había sido hostigada
por musulmanes desde los
primeros años después de la muerte de Mahoma. Ya en el año 652, los
seguidores
de Mahoma hicieron incursiones en la isla de Sicilia, emprendiendo una
ocupación a gran escala 200 años después que duró casi un siglo y
estuvo
marcada por masacres, como la de la ciudad de Castrogiovanni, en la que
se asesinó
a 8000 cristianos. En 1084, diez años antes de la primera cruzada, los
musulmanes organizaron otra incursión siciliana devastadora,
incendiaron
iglesias en Reggio, esclavizaron a monjes y violaron a una abadía de
monjas
antes de llevarlas al cautiverio.
En
1095, el emperador
bizantino, Alejo I Comneno, comenzó
a suplicarle al Papa en Roma que le ayudara a combatir a los ejércitos
musulmanes que estaban invadiendo lo que hoy es Turquía, arrebatando
propiedades a medida que avanzaban y convirtiendo las iglesias en
mezquitas.
Varios cientos de miles de cristianos habían sido asesinados en
Anatolia solo
en las décadas posteriores a 1050 por los invasores selyúcidas
interesados en
«convertir» a los supervivientes al islam.
Los
cristianos no solo
perdieron la vida en sus propias
tierras por el avance musulmán, sino que los peregrinos a Tierra Santa
de otras
partes de Europa fueron hostigados, secuestrados, maltratados,
convertidos por
la fuerza al islam y ocasionalmente asesinados. Comparad esto con la
justificación del asesinato en el Corán simplemente sobre la base de
que a los
musulmanes se les negó la peregrinación a La Meca.
El
renombrado erudito Bernard
Lewis señala lo siguiente
sobre las cruzadas:
Aunque
a menudo comparadas
con la yihad musulmana, fueron
una respuesta tardía y limitada a la yihad y en parte también una
imitación …
«Perdón por sus pecados a los que lucharon en defensa de la santa
Iglesia de
Dios, la religión y la política cristiana, y la vida eterna para
quienes luchan
contra los infieles»: estas ideas … reflejan claramente la noción
musulmana de yihad.
A
diferencia de la yihad, [la
cruzada] se ocupaba
principalmente de la defensa o reconquista del territorio cristiano
amenazado o
perdido… La yihad musulmana, en cambio, se percibía como ilimitada,
como una
obligación religiosa que continuaría hasta que todo el mundo haya
adoptado la
fe musulmana o se haya sometido al gobierno musulmán … El objetivo de
la yihad
es poner al mundo entero bajo la ley islámica.
Si
alguien toma tu cartera a
la fuerza y la recuperas,
¿quién es el ladrón? Los cruzados solo invadieron tierras que eran
cristianas.
No atacaron Arabia (salvo una expedición por una figura menor) ni
saquearon La
Meca, como habían hecho (y continuaron haciendo) los musulmanes a lo
que ahora
es Italia y a lo que antes era Constantinopla. Su objetivo principal
era la
recuperación de Jerusalén y garantizar un pasaje seguro para los
peregrinos. El
derrocamiento del imperio musulmán no estaba en la agenda.
El
período de la «ocupación»
cruzada (de su propia tierra
anterior) se extendió tenuemente durante unos 170 años, que es menor
que la
ocupación musulmana de Sicilia y el sur de Italia, por no hablar de la
península ibérica y otras tierras que nunca antes habían sido
islámicas,
cayendo víctima de la yihad. De hecho, la ocupación árabe en el norte
de África
y las tierras del Medio Oriente fuera de Arabia tiene casi 1400 años.
A
pesar de la representación
popular, las cruzadas no
fueron una batalla titánica entre el cristianismo y el islam. Aunque
originalmente fue enviado por decreto papal, los «ocupantes» se
convirtieron
rápidamente en parte del tejido político y económico de Medio Oriente
sin tener
en cuenta las diferencias religiosas. Su llegada fue ampliamente
aceptada por
la población local como simplemente otro cambio de autoridad. Los
radicales
islámicos incluso lamentaron el hecho de que muchos de sus
correligionarios
prefirieron vivir bajo el dominio franco (cristiano) que migrar a
tierras musulmanas.
El
mundo musulmán también se
dividió en facciones en
guerra, muchas de las cuales se aliaron con los príncipes francos la
una contra
la otra en un momento u otro. Esto incluso incluyó a Saladino, el
guerrero
kurdo al que se le atribuye haber expulsado a los «cruzados».
Contrariamente a
la propaganda reciente, sin embargo, Saladino tenía poco interés en la
guerra
santa hasta que un pícaro príncipe franco comenzó a interrumpir sus
rutas comerciales.
Tanto antes como después de la toma de Jerusalén, sus ejércitos
gastaron mucho
más tiempo y recursos luchando contra sus compañeros musulmanes. Por su
parte,
el Imperio Bizantino (cristiano oriental) prefirió tener poco que ver
con los
reinos cruzados e incluso llegó a firmar tratados con sus rivales
musulmanes en
ocasiones.
Otra
idea errónea es que la
era de los cruzados fue una
época de guerra constante. De hecho, muy poco de este período global
incluyó
hostilidades significativas. En respuesta a la expansión o agresión
musulmana,
solo hubo unos 20 años de campaña militar real, gran parte de la cual
se gastó
en organización y viajes. Eran de 1098-1099, 1146-1148, 1188-1192,
1201-1204,
1218-1221, 1228- 1229 y 1248-1250. En comparación, solo la yihad
musulmana
contra la isla de Sicilia duró 75 años.
Irónicamente,
las cruzadas
pueden ser justificadas por el
Corán mismo, que alienta la guerra santa para «expulsarles de los
lugares de
donde os expulsaron» (2:191). En este caso, el objetivo no era expulsar
a los
musulmanes de Medio Oriente, sino poner fin al maltrato contra los
peregrinos.
La guerra santa no está justificada por las enseñanzas del Nuevo
Testamento,
razón por la cual las cruzadas son una anomalía, la breve interrupción
de
siglos de implacable yihad contra el cristianismo que comenzó mucho
antes y
continuó mucho después de ese evento.
El
crimen más grande de los
cruzados fue el saqueo de
Jerusalén, en el que al menos 3000 personas fueron masacradas. Este
número se
ve empequeñecido por el número de víctimas de la yihad, desde la India
hasta
Constantinopla, y de África hasta Narbona, pero los musulmanes nunca se
han
disculpado por sus crímenes y nunca lo harán. Lo que se llama «pecado y
exceso»
en otras religiones, es lo que el islam llama deber de Alá.
¿Es
necesario saber árabe para
entender el islam?
Según
muchos apologistas, el
Corán solo puede ser
entendido totalmente en árabe, y por lo tanto, no se puede criticar al
islam
sin saber árabe.
Aunque
los musulmanes a
menudo les dicen a los críticos
del islam que «lean el Corán», generalmente no están preparados para lo
que
sucede cuando sus consejos son escuchados. Una traducción honesta del
libro más
sagrado del islam generalmente refuerza una opinión negativa. La
alternativa es
afirmar que el Corán solo puede entenderse en árabe.
Este
esfuerzo popular pero
transparente para aislar al
islam de la crítica intelectual no está bien pensado. En primer lugar,
el Corán
fue traducido del árabe por hablantes de árabe: musulmanes devotos cuya
experiencia lingüística supera con creces la del apologista de sillón
que cree
saber más. En todo caso, estos traductores se equivocan bajando el tono
subjetivamente del literalismo. La idea de que manipularían
deliberadamente una
interpretación para hacer quedar mal al islam es muy dudosa.
Otro
problema es que es
fundamentalmente imposible que
alguien aprenda un idioma que no se puede traducir al único que
conocen, lo que
significa que los apologistas que insisten en que uno «debe aprender
árabe»
para comprender el Corán están refutando su propia premisa; si se puede
aprender árabe, se puede traducir, y si se puede traducir, entonces no
hay
necesidad de aprenderlo.
Si
aceptamos la premisa de
los apologistas de que el
Corán no se puede traducir, ¿cómo es que el árabe es el único con
palabras y
frases que son literalmente intraducibles? Más importante aún, ¿por qué
Alá
elegiría comunicar su única y verdadera religión «universal» para todos
en el
único idioma que no se puede traducir para todo el mundo? Incluso la
gran
mayoría de los musulmanes y sus imanes no hablan árabe.
Es
sospechoso que este
«descubrimiento» lingüístico se
haya realizado recientemente y coincidiendo con el rechazo
contemporáneo de las
prácticas islámicas que se consideraron aceptables hasta la reciente
colisión
del islam con el liberalismo occidental. De hecho, el argumento de que
existen
significados ocultos y alternativos para los pasajes coránicos poco
favorecedores (por ejemplo, justificar la esclavitud, el estado
inferior de la
mujer, la guerra santa, el maltrato a la mujer y la discriminación
religiosa)
corresponde al nivel de vergüenza que los eruditos modernos tienen
acerca de la
presencia de tales versículos en el Corán.
Ninguna
otra religión mundial
afirma que solo se pueda
entender completamente en un idioma. Tampoco se requiere el mismo nivel
de
esfuerzo para «explicar» los mensajes principales. Mientras que la
Biblia se
distribuye generalmente «tal cual» por diversos grupos cristianos, por
ejemplo,
es raro encontrar un Corán que no incluya comentarios voluminosos y
altamente
subjetivos que se consideran necesarios para explicar la interpretación
directa
de pasajes políticamente incorrectos.
Un
problema adicional es que
los apologistas quieren tenerlo
todo en ambos sentidos. Por un lado, declaran que (por alguna extraña
razón) el
«libro perfecto» no puede traducirse y que la religión perfecta de Alá
no puede
ser entendida por la mayoría de la humanidad sin una amplia gama de
intercesores e intérpretes. Luego se dan la vuelta y culpan de la
realidad del
terrorismo islámico a esta misma cadena «necesaria» de intermediarios
al
afirmar que los Osama bin Laden del mundo simplemente recibieron malos
consejos
clericales, lo que les hizo «malinterpretar» el verdadero significado
del islam
(en la forma más catastrófica y trágica imaginable).
Por
supuesto, otra ironía es
que, como saudí, el Osama
bin Laden auténtico era hablante nativo de árabe, al igual que la
mayoría de
los líderes y soldados de a pie en su hermandad de Al-Qaeda de devotos
musulmanes. De hecho, muchos críticos del islam también hablan árabe,
un hecho
que a menudo ignoran los apologistas, quienes solo encuentran las
habilidades
lingüísticas árabes relevantes cuando se encuentran con la crítica (no
es que a
los críticos de la Biblia se les haya pedido hablar hebreo o griego).
A
este punto, el atribulado
apologista podría ofrecer la
débil afirmación de que el Corán solo puede entenderse en árabe
clásico, un
casi desconocido dialecto Quraysh que no se ha usado comúnmente en más
de mil
años y que solo es conocido por unos cientos de personas que viven hoy
en día
(generalmente los eruditos salafistas, que son, irónicamente, acusados
de tomar
el Corán «demasiado literalmente»).
No
es plausible que las
diferencias entre el árabe
clásico y el moderno sean de tal importancia que la paz y la tolerancia
se
puedan confundir con el terrorismo, pero incluso si esto fuera cierto,
simplemente plantea la misma pregunta. ¿Por qué un «libro perfecto»
sería
virtualmente imposible de aprender para el resto de nosotros y
susceptible a
una «interpretación errónea» tan horrible de manera continua?
Realmente,
no es difícil ver
a través de este juego
infantil, sobre todo porque las reglas se aplican solo a los
detractores y no a
los defensores. Los apologistas nunca afirman que el árabe sea una
barrera para
entender el islam cuando se lo alaba como una «religión de paz», sin
importar
cuán menos conocedores sean los fanáticos que los críticos. Tampoco califican la
afirmación de que «el
islam es la religión que más crece del mundo» con la advertencia de que
los
nuevos conversos (o la gran mayoría de los musulmanes existentes) no
entienden
el islam ya que no pueden leer el Corán en árabe.
Obviamente,
la verdadera
razón de este mito es que la era
de la información está haciendo que la historia completa y los textos
de la
religión islámica estén disponibles para un público más amplio, y los
contenidos son muy embarazosos. Fingir que existen diferentes
significados en
árabe es un medio para dar seguridad a sí mismos y salvar cara.
La figura de Jesús en
el
islam y
el cristianismo
El
Jesús del Corán (llamado
Isa en el islam, el nombre
que usan los cristianos árabes es Yasu) es el mismo personaje, pero no
la misma
persona. No dice las mismas cosas, ni hace mucho más allá de refutar
las
creencias cristianas y afirmar las afirmaciones de Mahoma sobre sí
mismo. Es un
personaje de conveniencia.
El
Corán está de acuerdo con
la Biblia en cuanto al
virgen nacimiento de Jesús (y su regreso), pero no en cuanto a su
resurrección.
De hecho, incluso niega que haya sido crucificado. En la versión
islámica,
Jesús fue llevado al cielo y regresará para «destruir la cruz» y todas
las
religiones que no sean el islam.
Mientras
que el Jesús del
Nuevo Testamento dice
cosas como «Ama a tus enemigos y ora por
aquellos que te persiguen», el del Corán dice: «Bendito fui el día en
que nací»
(supuestamente diciendo esto desde la cuna cuando era un bebé). Es un
retrato
irreal carente de profundidad humana.
El
Corán fue narrado por
Mahoma, y convenientemente
afirma su papel como un profeta de Alá con una redundancia que aturde
la mente.
Cualquier mención de figuras bíblicas anteriores, tales como Moisés y
Jesús,
casi siempre está dentro del contexto de la asociación con Mahoma.
Estos «compañeros
profetas» hablan superficialmente, haciendo la misma afirmación que
Mahoma hace
sobre sí mismo y castigando a cualquiera que no crea.
Por
el contrario, el Nuevo Testamento
proporciona ricos
detalles históricos y biográficos
sobre Jesús, detallando episodios que relacionan la bondad, la
compasión y el
carácter moral profundo. La versión del Corán de Jesús dice poco más
aparte de
que fue el predecesor de Mahoma. No ofrece grandes lecciones de vida y
habla
solo en unos siete lugares:
Corán
(61:6)
«Y
cuando dijo Isa, hijo de
Maryam [María]:
¡Hijos de Israel! Yo soy el mensajero de Alá para vosotros, para
confirmar la
Torá que había antes de mí y para anunciar a un mensajero que ha de
venir
después de mí cuyo nombre es Ahmad. Pero cuando fue a ellos con las
pruebas
evidentes, dijeron: Esto es pura magia».
Corán
(5:116)
«Y
cuando Alá dijo: ¡Isa,
hijo de Maryam! ¿Has dicho tú a los hombres:
Tomadme a mí y a mi madre como dioses aparte de Alá? Dijo: ¡Gloria a
Ti! No me
pertenece decir aquello a lo que no tengo derecho! Si lo hubiera dicho, Tú ya lo
sabrías. Tú sabes lo que hay en mí, pero
yo no sé lo que hay en Ti. Es cierto que Tú eres el Conocedor de lo más
recóndito».
El
resto de los pasajes se
pueden encontrar en Corán
(3:49-50, 5:112, 5:114, 19:30-33 y 43:63).
Hay
que tener en cuenta que
en Corán (5:116), Mahoma
evoca una conversación futura en la que Alá le preguntará a Jesús si le
dijo a
la gente que lo adoren a él (y a su madre, María) como dioses, y Jesús
niega
que alguna vez pudiera decir tal cosa. Esto es inmaduro – algo así como
jugar
con títeres de calcetines. También
es
significativo que «Alá» confunda a María como parte de la Trinidad
(también
pensó erróneamente que esa misma María era la hermana de Aarón).
Los
musulmanes que dicen que
el islam es respetuoso con
Jesús y el cristianismo están adoptando una perspectiva desde cuarenta
mil
kilómetros. Lo que realmente quieren decir es que el personaje de Jesús
se
menciona en el Corán como un profeta… que no es muy significativo. En
realidad,
el islam no respeta al Jesús de la Biblia, la fe cristiana o incluso a
los
cristianos. Es hostil a los tres.
Lo
que los apologistas
musulmanes no dirán es que el
Corán específicamente califica a los cristianos como blasfemos.
Corán
(5:17)
«Han
caído en incredulidad los que
dicen que Alá es el Ungido, hijo de Maryam. Di:
¿Y si Alá quisiera
destruir al Ungido, hijo de Maryam, a su madre y a cuantos hay en la
tierra,
todos a la vez? ¿Quién podría impedírselo? De Alá es el Dominio de los
cielos y
de la tierra y de lo que hay entre ambos. Crea lo que quiere, Alá es
Poderoso
sobre todas las cosas».
Corán
(5:72)
«Realmente han
caído en incredulidad quienes
dicen: Alá es el Ungido, hijo de Maryam. Cuando
fue el Ungido
quien dijo a
los hijos de Israel: ¡Adorad a Alá! Mi Señor y el vuestro. Quien
asocie algo con Alá, Alá le vedará el Jardín y su refugio será el
Fuego. No hay quien auxilie a los injustos».
También
dice que los
cristianos inventaron una mentira
sobre Alá – el peor de los crímenes – y por lo tanto sufrirán en el
Infierno.
Corán
(10:68-69)
«(10:68)
Dicen:
Alá ha tomado para Sí un hijo
[Jesús]. ¡Lejos de eso en Su gloria! Él es el
Rico, Suyo es cuanto
hay en
los cielos y en la tierra. No tenéis
ninguna prueba de lo que decís. ¿Es que vais a decir sobre Alá lo que
no sabéis?
(10:69)
Di: Es
cierto que los
que inventan la mentira sobre Alá no prosperan».
Mientras
están en el
Infierno, los buenos musulmanes, que
supuestamente incluye a Jesús, se burlarán de ellos mientras están
siendo
torturados y les preguntarán dónde está «su Señor».
Corán
(22:19-22)
«(22:19)
Son dos
adversarios
que discuten sobre su Señor. A los que no creyeron se les cortarán
vestidos de
fuego y se les derramará agua hirviendo sobre la cabeza.
(22:20)
Con ella
se
derretirá lo que haya en sus vientres y la piel.
(22:21)
Y habrá
para ellos
mazas de hierro.
(22:22)
Cada vez que
angustiados quieran salir
de allí, serán devueltos. ¡Gustad el castigo del Hariq [fuego]!»
Imaginad
cómo los musulmanes
se sentirían por una interpretación
de Mahoma como un simple personaje que niega la afirmación central del
islam
(su condición de profeta) y en su lugar dice:
«No
soy un mensajero, sino
alguien que adora a Jesús».
Digamos que continúa enseñando que los musulmanes son personas
horribles que
van al Infierno donde los cristianos y el mismo Mahoma se burlarán de
ellos...
¿Los
musulmanes se sentirían
respetados por esto? Tampoco
afirmarían que cualquier persona que propague esa historia «cree» en
Mahoma.
Tampoco creen en el Jesús cristiano.
Los
versículos
violentos del
islam
El
Corán contiene al menos
109 versículos que hablan de
la guerra contra los no creyentes, generalmente debido a su condición
de no
musulmanes. Algunos son bastante gráficos, con órdenes para cortar
cabezas y
dedos y matar a los infieles donde sea que estén escondidos. Los
musulmanes que
no se unen a la lucha se llaman «hipócritas» (munafiqun)
y son advertidos que Alá los enviará al Infierno si no
se unen a la lucha.
A
diferencia de casi todos
los versículos violentos del
Antiguo Testamento, la mayoría de los versículos violentos en el Corán
son
abiertos, lo que significa que no están necesariamente restringidos por
el
contexto histórico contenido en el texto circundante (aunque muchos
musulmanes
optan por pensar de esa manera). Son parte de la palabra eterna e
inalterable
de Alá, y tan relevantes o sujetos a interpretación como cualquier otra
cosa en
el Corán.
El
contexto de los pasajes
violentos es más ambiguo de lo
que podría esperarse de un libro perfecto de un dios cariñoso. La
mayoría de
los musulmanes contemporáneos ejercen una decisión personal para
interpretar la
llamada a las armas de su libro sagrado de acuerdo con sus propios
prejuicios
morales sobre la violencia justificable. Los apologistas del islam
atienden
estas preferencias con argumentos tenues que pasan por alto los hechos
históricos y generalmente no resisten el escrutinio.
Desafortunadamente,
hay muy
pocos versículos de
tolerancia y paz para equilibrar aquellos que piden que los no
creyentes sean
combatidos y sometidos hasta que acepten la humillación; convertirse al
islam,
pagar la yizia o ser asesinados. El propio legado marcial de Mahoma,
junto con
el notable énfasis en la violencia que se encuentra en el Corán, han
producido
un rastro de sangre y lágrimas en la historia del mundo. Veremos a continuación
algunos de los versículos
más destacados, además de algunos
hadices.
Corán
(2:216)
«Se os ha
prescrito combatir,
aunque os sea odioso, pero puede que os
disguste algo que sea un bien para vosotros y que améis algo que es un
mal. Alá sabe y vosotros no
sabéis».
Este
versículo no solo
establece que la violencia puede
ser virtuosa, sino que también contradice el mito de que la lucha solo
tiene
fines de autodefensa, ya que obviamente los fieles no estaban siendo
atacados
en ese momento. De los hadices, sabemos que este versículo fue narrado
en un
momento en el que Mahoma realmente estaba tratando de motivar a su
pueblo para
atacar a las caravanas mercantes para obtener botín.
Corán
(3:56)
«Y a los que no
creen, los
castigaré con un severo castigo en esta vida y en la Última. No tendrán
quien les auxilie».
Corán
(3:151)
«Arrojaremos el
terror en los
corazones de los que no creen por haber equiparado a Alá
con aquello sobre lo que no se ha hecho
descender ningún poder. Y su refugio será el Fuego. ¡Qué mala morada la
de los
injustos!»
Esto
habla directamente de
los politeístas, sin embargo,
también incluye a los cristianos debido a la Trinidad (es decir, lo que
Mahoma
creía erróneamente que era «equiparar a Alá con aquello sobre lo que no se ha hecho
descender ningún poder»).
Corán
(4:74)
«Que
combatan en el camino de
Alá aquéllos que
dan la vida de este mundo a cambio de la otra. Y a quien combata en el
camino de Alá, ya muera o
resulte victorioso, le daremos una enorme recompensa».
Los
mártires del islam son
diferentes a los primeros
cristianos, que fueron conducidos a la muerte. Estos musulmanes son
asesinados
en la batalla cuando intentan infligir muerte y destrucción por la
causa de
Alá. Esta es la base teológica para los terroristas suicidas de hoy.
Corán
(4:76)
«Los que creen,
combaten en el
camino de Alá,
y los que se niegan a creer, combaten en el camino del Rebelde. ¡Combatid a
los aliados del
Shaytán! Ciertamente la trampa del
Shaytán es débil».
Corán
(4:89)
«Quisieran
que renegaseis
como ellos han
renegado y que fueseis iguales. No los toméis como amigos
aliados hasta que no hayan emigrado en el
camino de Alá. Y si se desentienden, atrapadlos y matadlos donde quiera
que los
encontréis y no toméis aliado ni auxiliar de entre ellos».
Corán
(4:95)
«No son iguales
los creyentes,
que sin estar impedidos, permanecen pasivos
y los que luchan en el camino de Alá con sus bienes y personas. Alá ha dado un grado de
preferencia a los que luchan con sus bienes y
personas sobre los pasivos. A ambos les ha prometido lo más hermoso,
pero ha
favorecido a los que luchan
sobre los que se quedan pasivos con una enorme recompensa».
Este
pasaje critica a los
musulmanes «pacíficos» que no
se unen a la violencia, haciéndoles saber que son menos dignos a los
ojos de
Alá. También destruye el mito moderno de que yihad no significa guerra
santa en
el Corán, sino más bien una lucha espiritual. No solo se usa esta
palabra árabe
(mujahiduna) en este pasaje, sino que
claramente no se refiere a nada espiritual, ya que a los discapacitados
físicos
se les otorga la exención. Los hadices revelan el contexto del pasaje
como
respuesta a la protesta de un ciego que no puede participar en la
yihad, lo
cual no tendría sentido si eso significara una lucha espiritual.
Corán
(4:101)
«Y
cuando salgáis de
expedición por la tierra no
hay inconveniente en que acortéis el salat, así como cuando temáis que
os
ataquen los que se niegan a creer. Es cierto que los incrédulos
son para vosotros enemigos declarados».
Corán
(5:33)
«El pago para
los que hagan la
guerra a Alá y a Su Mensajero y se dediquen
a corromper en la tierra, será la muerte o la crucifixión o que se les
corte la
mano y el pie contrario o que se les expulse del país. Esto es para ellos una
humillación en esta vida, pero en la Última
tendrán un inmenso castigo».
Corán
(8:12-13)
«(8:12)
Cuando tu Señor
inspiró a los ángeles:
Estoy con vosotros, dad firmeza a los que creen; Yo arrojaré el terror en los
corazones de los que no
creen. Por lo tanto golpead las nucas y golpeadles en los dedos.
(8:13)
Eso es porque se han opuesto
a Alá y a Su mensajero. Y quien se opone a Alá y a Su
mensajero... Es cierto que Alá es Fuerte
castigando».
Ninguna
persona razonable
interpretaría esto como una
lucha espiritual, dado que siguió y precedió confrontaciones en las que
los no
musulmanes fueron asesinados por musulmanes. El objetivo son «los que
no
creen», definidos como como aquellos que «se oponen a Alá y a Su
mensajero». No
dice nada sobre defensa propia. De hecho, los versículos de esta sura fueron narrados poco después de una
batalla provocada por Mahoma, quien había estado tratando de atacar a
una
caravana para robar sus bienes.
Corán
(8:38-39)
«(8:38)
Di a los que se niegan a
creer que si cesan, les
será perdonado lo que hayan hecho y esté
consumado, pero si reinciden... Ya hay
precedentes de cuál fue la práctica acostumbrada con los antiguos.
(8:39)
Y combátelos hasta que no
haya más oposición y la
práctica de Adoración se dedique por completo a Alá. Y si cesan... Es cierto que
Alá ve perfectamente lo que hacen».
Los
mecanos simplemente
rechazaron el acceso de Mahoma a
su ciudad durante la peregrinación. A otros musulmanes se les permitió
viajar
allí, pero no como grupo armado, ya que Mahoma había declarado la
guerra a La
Meca antes de su expulsión. Los mecanos actuaban en defensa de su
religión, ya
que era la intención de Mahoma destruir sus ídolos y establecer el
islam por la
fuerza (lo que luego hizo). Por lo tanto, lo importante de este
versículo es
luchar hasta que «la religión sea solo para Alá», lo que significa que
la
verdadera justificación de la violencia fue la incredulidad de la
oposición.
Según la sirat (Ibn Ishaq 324) Mahoma
explica además que «Alá no debe tener rivales».
Corán
(9:5)
«Y
cuando hayan pasado los
meses inviolables, matad a los asociadores
[aquellos que asocian a Alá con otra cosa, como los paganos] donde
quiera que
los halléis. Capturadlos, sitiadlos y
tendedles toda clase de emboscadas; pero si se
retractan,
establecen el salat y entregan el zakat [es decir, si se convierten
al
islam], dejad que sigan su camino. Verdaderamente Alá es
Perdonador y Compasivo».
Según
este versículo, la
mejor manera de mantenerse a
salvo de la violencia musulmana en la época de Mahoma era convertirse
al islam:
la oración (salat) y el zakat se
encuentran entre los cinco
pilares de la religión. La afirmación popular de que el Corán solo
inspira
violencia en el contexto de la autodefensa también se ve seriamente
cuestionada
por este pasaje, ya que los musulmanes a quienes se recitó este
versículo obviamente
no fueron atacados. Si hubiesen sido atacados, entonces no habría
habido un
período de espera (otros versículos anteriores a este cronológicamente
establecen que es un deber para los musulmanes luchar en defensa
propia,
incluso durante los meses sagrados). El contexto histórico es La Meca
después
de que los idólatras fueran subyugados por Mahoma y no representaban
ninguna
amenaza. Una vez que los musulmanes tenían poder, desalojaban
violentamente a
los incrédulos que no querían convertirse.
El
versículo dice que deben
luchar contra los incrédulos
«donde quiera que los halléis». Incluso si el contexto fuera una
batalla (que
no lo fue), la lectura parece sancionar los ataques contra los
«incrédulos» que
no están en el campo de batalla.
En
2016, el Estado Islámico se refirió
a este
versículo para instar a los fieles a cometer ataques terroristas:
Alá
no solo comandó la
«lucha» contra los incrédulos,
como para decir que solo quiere que llevemos a cabo operaciones de
primera
línea contra ellos. Sino que también ordenó que sean asesinados donde
quiera
que estén, dentro o fuera del campo de batalla.[206]
Corán
(9:14)
«¡Combatidlos!
Alá los
castigará por medio de vuestras manos y los
humillará, os
dará la victoria sobre ellos y curará los pechos de una
gente
creyente».
Humillar
y herir a los no
creyentes no solo tiene la
bendición de Alá, sino que están designados como un medio para llevar a
cabo su
castigo e incluso «curan» los «pechos» de los musulmanes.
Corán
(9:20)
«Los que creen,
emigraron y
lucharon en el camino de Alá con sus bienes y
personas, tienen el máximo grado ante Alá y ésos son los triunfadores».
La
palabra árabe interpretada
como «lucharon» en este versículo
es de la misma raíz que yihad. El contexto obviamente es la guerra
santa.
Corán
(9:29)
«Combatid
contra aquéllos, de los que
recibieron el Libro, que no crean en Alá ni en el Último Día, no hagan
ilícito
lo que Alá y Su mensajero han hecho ilícito y no sigan la
verdadera práctica de Adoración [el
monoteísmo Islámico], hasta que paguen la yizia
con sumisión y aceptando estar por debajo».
Corán
(9:30)
«Y
dicen los judíos: Uzayr es
el hijo de Alá. Y
dicen los cristianos: El Ungido es el hijo de Alá. Eso es lo que dicen [judíos y
cristianos] con sus
bocas repitiendo las palabras de los que anteriormente cayeron en la
incredulidad. ¡Que Alá los destruya! ¡Cómo falsean!»
Corán
(9:38-39)
«(9:38)
¡Vosotros que creéis! ¿Qué os
pasa que cuando se os
dice: Salid a luchar en el camino de Alá, os aferráis a la tierra? ¿Acaso os complace más la
vida de este mundo que la Última? El disfrute
de la vida de este mundo es poca cosa en comparación con la Última.
(9:39)
Si no salís a luchar, Él os
castigará con un
doloroso castigo y os reemplazará por otros, sin que
Le perjudiquéis en nada. Alá tiene poder sobre todas las cosas».
Esta
es una advertencia para
aquellos que se niegan a
luchar, que serán castigados con el Infierno. El versículo también
vincula la
lucha física con la «causa de Alá» (o el «camino de Alá»).
Corán
(9:41-42)
«(9:41)
Ligeros o no, salid de
incursión y luchad con
vuestros bienes y personas en el camino de Alá. Eso es mejor para vosotros si
sabéis.
(9:42)
Si hubiera sido por una
ganancia muy asequible o un
viaje a media distancia te habrían seguido, pero les pareció lejos. Y jurarán por Alá: Si
hubiéramos podido, habríamos salido con vosotros.
Se perderán a sí mismos y Alá sabe que mienten».
Esto
contradice el mito de
que los musulmanes deben luchar
solo en defensa propia, ya que el texto implica que la batalla se
librará lejos
del hogar (en otro país y, en este caso, en territorio cristiano, según
los
historiadores).
Corán
(9:73)
«¡Profeta!
Esfuérzate en la lucha contra
los incrédulos y los
hipócritas y sé duro con ellos, su refugio será Yahannam [el Infierno]. ¡Qué mal porvenir!»
Deshumanizar
a quienes
rechazan el islam, recordando a
los musulmanes que los incrédulos son meramente leña para el Infierno,
hace que
sea más fácil justificar la matanza. Explica por qué los musulmanes
devotos de
hoy en día generalmente tienen poco respeto por los que están fuera de
la fe.
La inclusión de «hipócritas» (no practicantes) dentro del versículo
también
contradice la defensa del apologista de que los destinatarios de este
odio y
esta hostilidad son enemigos de guerra, ya que nunca hubo un ejército
opositor
compuesto por musulmanes no religiosos en los tiempos de Mahoma.
Corán
(9:123)
«¡Vosotros
que creéis! Combatid
contra los incrédulos que tengáis al alcance, y que encuentren dureza
en
vosotros. Y sabed que Alá
está con los que Le temen».
Corán
(18:65-82)
«(18:65)
Así
dieron con uno
de Nuestros siervos al que le habíamos concedido una gracia procedente
de
Nosotros y al que habíamos enseñado un conocimiento de Nuestra parte.
(18:66)
Musa le
dijo:
¿Puedo seguirte para que me enseñes una guía recta de lo que se te ha
enseñado?
(18:67)
Dijo: Realmente no
podrás tener
paciencia conmigo.
(18:68)
¿Cómo podrías tener
paciencia con algo
de lo que no puedes comprender lo que esconde?
(18:69)
Dijo: Si Alá quiere
me hallarás paciente
y no te desobedeceré en nada. (18:70) Dijo: Si me sigues no me
preguntes por
nada si yo no te hago mención de ello. (18:71) Así partieron hasta que
cuando
habían subido en una embarcación, le hizo un agujero. Entonces dijo:
¿Lo has
hecho para ahogar a los que van en ella? Realmente has cometido algo
grave.
(18:72)
Dijo: ¿No te dije que
no podrías tener
paciencia conmigo?
(18:73)
Dijo: No me tomes en
cuenta mi olvido ni
me impongas algo difícil.
(18:74)
Y se
pusieron a
andar hasta que dieron con un muchacho al que mató, dijo: ¿Has matado a
un ser
puro sin haber sido a cambio de otro? Realmente has cometido un hecho
reprobable.
(18:75)
Dijo: ¿No te dije que
no podrías tener paciencia
conmigo?
(18:76)
Dijo: Si en lo
sucesivo vuelvo a pedirte
explicaciones no dejes que te acompañe más, mis excusas ante ti se han
agotado.
(18:77)
Y así partieron hasta
que llegaron a la
gente de una ciudad a los que pidieron de comer pero ellos se negaron a
darles
hospitalidad. Allí encontraron un muro que amenazaba derrumbarse y lo
enderezó.
Dijo: Si quisieras podrías pedir un pago por ello.
(18:78)
Dijo:
Esta es la
diferencia entre tú y yo. Voy a decirte la interpretación de aquello
con lo que
no has podido tener paciencia:
(18:79)
En cuanto a la
embarcación, pertenecía a
unos pobres que trabajaban en el mar y quise estropearla porque los
perseguía
un rey que se apropiaba
a la fuerza de todas las embarcaciones.
(18:80)
El
muchacho tenía
padres creyentes y temíamos que les obligara a la rebelión y a la
incredulidad.
(18:81)
Y
quisimos que su
Señor les diera a cambio uno mejor que él, más puro y más propenso a la
compasión.
(18:82)
Y en cuanto al muro, era
de dos muchachos de
la ciudad que eran huérfanos y
debajo del mismo había un tesoro que les pertenecía. Su padre había
sido de los
justos y tu Señor quiso que llegaran a la madurez y pudieran sacar su
tesoro
como una misericordia de parte de tu Señor; no lo hice por mi cuenta. Esta es la interpretación de aquello con lo que no
pudiste tener paciencia».
Esta
parábola asienta las
bases teológicas para los
asesinatos por honor, en los que un miembro de la familia es asesinado
porque
trajeron vergüenza a la familia, ya sea por apostasía o por
indiscreción moral.
La historia (que no se encuentra en ninguna fuente judía o cristiana)
cuenta
que Moisés se encontró con un hombre (este hombre es conocido como
Al-Khidr)
con «conocimiento especial» que hace cosas que aparentemente no tienen
sentido
en la superficie, pero que luego se justifican según una explicación
posterior.
Una de esas acciones es asesinar a un joven sin razón aparente (18:74). Sin embargo, el hombre sabio más tarde explica que se temía que el chico «obligara»
a sus padres a la
«rebelión y a la
incredulidad». Fue asesinado para que Alá pudiera proporcionarles un
hijo
«mejor». Esta parábola junto con Corán (58:22) es una de las
principales
razones por las cuales la sharía castiga con la muerte por honor. Umdat as-Saliq (conocido en inglés como Reliance
of the Traveller, un libro de
ley islámica) dice que el castigo por
asesinato no es aplicable cuando un padre o abuelo mata a su
descendencia (Umdat as-Saliq o.1.12).
Corán
(33:60-62)
«(33:60)
Si los hipócritas, los que
tienen una enfermedad en
el corazón, los tendenciosos de Medina, no dejan su actitud; te daremos poder sobre
ellos y luego, no serán vecinos tuyos en ella
por mucho tiempo.
(33:61)
Malditos,
donde
quiera que se dé con ellos serán capturados y matados enérgicamente.
(33:62)
Práctica constante de
Alá con los que ya
pasaron. Y no encontrarás en el modo de actuar de Alá ningún cambio».
Este
pasaje sanciona el
asesinato (presentado como
«despiadado» y «horrible» en otras traducciones) contra tres grupos:
hipócritas
– musulmanes que se niegan a «luchar en el camino de Alá» (Corán 3:167)
y por
lo tanto no actúan como un musulmán debería –, aquellos con «corazones
enfermos»,
que incluye a judíos y cristianos (Corán 5:51-52), y los «tendenciosos
de
Medina» – aquellos que hablaban en contra del islam. Vale la pena
señalar que
las víctimas deben ser capturadas, que es lo que hacen los terroristas
de hoy.
Corán
(47:35)
«Y no flaqueéis
ofreciendo la
paz, porque vosotros estáis por encima y Alá está con vosotros y no
os privará de la recompensa de vuestras
acciones».
Corán (48:16-17)
«(48:16)
Di a los beduinos que se
quedaron atrás: Se os
llamará para que luchéis contra una gente de gran coraje o para que se
sometan, y si
obedecéis Alá os dará una hermosa recompensa; pero si os echáis atrás, como
hicisteis antes, os
castigará con un doloroso castigo.
(48:17)
No hay nada que reprochar al
ciego, ni al cojo ni al
enfermo. Quien obedezca a Alá y a Su
mensajero lo haremos
entrar en jardines por cuyo suelo corren los ríos, pero al que se
aparte, lo
castigaremos con un doloroso castigo».
Los
apologistas
contemporáneos a veces afirman que yihad
significa «lucha espiritual». Si es así, ¿por qué están exentos los
ciegos, los
cojos y los enfermos? Este versículo también dice que aquellos que no
pelean
serán castigados con un doloroso castigo.
Corán
(48:29)
«Mahoma es el
mensajero de
Alá, los que están con él son duros con los
incrédulos y compasivos entre ellos, los ves inclinados y
postrados
buscando favor de Alá y aceptación, y en sus caras llevan la huella de
la
postración; así son descritos en la Torá. Y su descripción en el Inyil
es que
son como una semilla que echa su brote, lo fortalece, cobra grosor y
toma forma
completa sobre su tallo maravillando a los sembradores. Para con ellos
indignar
a los incrédulos. Alá ha prometido a los que de ellos crean y
practiquen las
acciones de bien un perdón y una enorme recompensa».
El
islam no trata a todos por
igual. Este versículo les
dice a los musulmanes que se aplican dos estándares muy distintos en
base al
estatus religioso. También la palabra usada para «duros» en este
versículo
comparte la misma raíz en árabe que la palabra traducida como
«doloroso» o
«severo» para describir al Infierno en más de 25 versículos, incluyendo
Corán
(65:10, 40:46 y 50:26).
Corán
(61:4)
«Es
verdad que Alá ama a los
que combaten en Su camino en filas, como si fueran un sólido
edificio».
El
versículo se refiere
explícitamente a «filas», lo que
significa que está hablando de conflicto físico. Esto es seguido por
Corán
(61:9-12), que define la causa.
Corán (61:9-12)
«(61:9)
Él es Quien ha
enviado a Su mensajero
con la guía y la verdadera práctica de Adoración
para hacerla prevalecer sobre todas las demás, por mucho que les pese a
los asociadores.
(61:10)
¡Vosotros que creéis!
¿Queréis que os
diga un negocio que os salvará de un doloroso
castigo?
(61:11)
Que creáis en Alá y
en Su mensajero y
que luchéis
en el camino de Alá con
vuestros bienes y personas. Eso es lo mejor para
vosotros, si queréis
saberlo. (61:12) Él os perdonará vuestras
faltas y os hará entrar en jardines
por cuyo suelo corren los ríos y en buenas estancias en los jardines de
Adn [el
Edén, el Paraíso]. Y ese es el gran triunfo».
Estos
versículos se refieren
a la batalla física librada
para hacer que el islam sea victorioso sobre otras religiones. Utiliza
la raíz
árabe para la palabra yihad.
Corán
(66:9)
«¡Profeta!
Lucha contra los
que se niegan a creer y contra los hipócritas
y sé duro con ellos. Su refugio es Yahannam. ¡Qué
mal lugar de
destino!»
La
raíz de la palabra yihad
se usa aquí de nuevo. El
contexto es claramente la guerra santa, y el alcance de la violencia se
amplía
para incluir a los «hipócritas», los que se llaman a sí mismos
musulmanes pero
que no actúan como deberían.
Corán (2:191-193)
«(2:191)
Matadlos donde quiera que los
encontréis y
expulsadlos de donde os hayan expulsado. La oposición [Fitnah] (a
vuestra
creencia) es más grave que matar. No luchéis con ellos junto a
la Mezquita Inviolable [al-Masjid al-Haram] si ellos no lo hacen, pero
si os
atacan, matadlos; esta es la recompensa de los incrédulos.
(2:192)
Y si cesan...Alá es
Perdonador y
Compasivo.
(2:193)
Luchad contra ellos hasta que
no haya más oposición
[Fitnah] y la Adoración debida sea sólo para Alá. Pero si cesan, que no haya
entonces hostilidad excepto contra los
injustos».
El
versículo anterior a estos
(Corán 2:190) habla de
«luchar en la causa de Alá contra los que luchan contra ti», lo que
lleva a
algunos a afirmar que todo el pasaje se refiere a una guerra defensiva
en la
que los musulmanes defienden sus hogares y familias. Sin embargo, el
contexto
histórico de este pasaje no es la guerra defensiva, ya que Mahoma y sus
discípulos se habían mudado a Medina y no estaban siendo atacados por
sus
adversarios mecanos. De hecho, los versículos instan a la guerra
ofensiva, en
el sentido de que los musulmanes deben expulsar a los mecanos de su
propia
ciudad (lo que luego hicieron). El versículo significa, por lo tanto,
luchar
contra los que ofrecen resistencia al gobierno de Alá (es decir, la
conquista
musulmana). El uso de la palabra «persecución» o «opresión» en vez de
«oposición» al traducir fitnah por
parte de algunos traductores musulmanes es erróneo – las palabras
reales en
árabe para la persecución (idtihad) y
la opresión no se usan en lugar de fitnah. Fitnah
puede significar incredulidad
o el desorden que resulta de la incredulidad o la tentación. Una
traducción
estricta es «sedición», que significa rebelión contra la autoridad (y
la
autoridad es Alá). Esto es ciertamente lo que se entiende en este
contexto, ya
que la violencia está explícitamente comisionada «hasta que la
adoración sea
solo para Alá», es decir, hasta que los incrédulos desistan en su
incredulidad.
Hay que señalar que en el versículo 191, dice que «no luchéis
con ellos junto a la Mezquita
Inviolable [al-Masjid al-Haram] si ellos no lo hacen» por lo
tanto, la
guerra defensiva solo se aplica únicamente al estar junto a Al-Masjid
al-Haram.
La excepción es la guerra defensiva, y la regla es la guerra ofensiva.
Sahih
al-Bukhari (2926)[207]
El
Mensajero de Alá dijo: «La
Hora no se
establecerá hasta que peleéis con los judíos, y la piedra detrás de la
cual se
esconderá un judío dirá: “¡Oh musulmán! Hay un judío escondido detrás
de mí,
así que mátalo”».
Sahih
al-Bukhari (3012)[208]
«El
Profeta pasó junto a mí
en un lugar llamado
Al-Abwa o Waddan, y se le preguntó si era
permisible atacar a los guerreros paganos por la
noche con la probabilidad de exponer a sus mujeres y niños al peligro.
El
Profeta respondió: “Ellos (es decir, mujeres y niños) son de ellos (es
decir, paganos)”. También escuché al Profeta
decir: “La institución de Hima no es válida,
excepto por Alá y Su Apóstol”».
En
este hadiz, Mahoma
establece que es permisible matar a
los no combatientes en el proceso de matar a un enemigo percibido. Esto
proporciona
una justificación para los numerosos atentados terroristas islámicos.
Sahih
al-Bukhari (2810)[209]
«Un
hombre se acercó al
Profeta y le preguntó:
“Un hombre lucha por el botín de guerra, otro lucha por la fama y un
tercero
lucha por exhibirse, ¿cuál de ellos lucha en la Causa de Alá?”. El
Profeta
dijo: “Quien luche para que la
Palabra de Alá (es decir, el
islam) sea superior, lucha en la Causa de Alá”».
Las
palabras de Mahoma son la
base de la yihad ofensiva:
difundir el islam por la fuerza. Así lo entendieron sus compañeros y
así lo
entienden los terroristas de hoy.
Sahih
al-Bukhari (2977)[210]
El
Mensajero de Alá dijo: «He
sido enviado con
las expresiones más cortas pero
con
los significados más amplios, y me he hecho victorioso con
terror (arrojado al corazón del enemigo), y mientras dormía, las
llaves de los tesoros del mundo me fueron
traídos y puestos en mi mano». Abu Huraira agregó: «El Mensajero de Alá
ha
abandonado el mundo y ahora ustedes, la gente, estáis sacando esos
tesoros (es decir, el
Profeta no se benefició de ellos)».
Sahih
al-Bukhari (2785)[211]
«Un
hombre vino al Mensajero
de Alá y le dijo: “Indícame algo similar a la
yihad (en recompensa)”. Él respondió: “No encuentro tal tarea”. Luego
agregó:
“¿Puedes, mientras el combatiente musulmán está en el campo de batalla,
entrar
a tu mezquita para realizar plegarias sin cesar y ayunar y nunca romper
tu
ayuno?” El hombre dijo: “¿Pero quién puede hacer eso?”». Abu Huraira
agregó:
«El Mujahid (es decir, combatiente musulmán) es recompensado incluso
por los
pasos de su caballo mientras vagabundea (para pastar) atado en una
cuerda
larga».
Sahih
Muslim (21 a)[212]
«Se me ha
ordenado luchar
contra las gentes siempre que no declaren que no
hay más dios que Alá, y el que profese esto se le
garantizará la protección de su propiedad y de su vida en mi nombre,
excepto
por los asuntos correctos que le corresponden a Alá».
Sahih
al-Bukhari (392)[50]
El
Mensajero de Alá (Mahoma)
dijo: «Me
han ordenado luchar contra
las gentes hasta que digan: “Nadie tiene el derecho de ser adorado
excepto
Alá”. Y si así lo dicen, si rezan como
nosotros rezamos, si rezan a nuestra Qibla [dirección de
oración] y si matan como nosotros matamos, entonces su sangre y
propiedad serán
sagradas para nosotros y no interferiremos con ellos
excepto legalmente
y su obligación será con Alá».
Sahih
al-Bukhari (2818)[213]
El
Mensajero de Alá dijo:
«Sabed que el Paraíso
está bajo la sombra de espadas».
Sahih
al-Bukhari (657)[214]
El
Profeta dijo: «Ninguna
oración es más pesada sobre los hipócritas
que las oraciones del Fajr y del Isha’ y si supieran lo que hay en
ellas (en recompensa), las habrían atendido, aunque (si fuera)
arrastrándose. Ciertamente, sentí el impulso
de
llamar al Mu’adh-dhin (el que
hace la llamada a la oración) para que
pronunciara Iqama, luego ordenar a un hombre que guiara a la gente (en
oración), y luego tomar una llama de fuego para
quemar (las casas) de aquellos que aún no
habían ido a la oración».
Sahih
Muslim (1884)[215]
«Ha
sido narrado bajo la
autoridad de Abu Sa’id
al-Khudri que el Mensajero de Alá le dijo (a él): “Abu Sa’id, quien
alegremente
acepta a Alá como su Señor, el islam como su religión y a Mahoma como
su
Apóstol tiene necesariamente el derecho de entrar al Paraíso”. Él (Abu
Sa’id)
se maravilló y dijo: “Mensajero de Alá, repítelo”. Él (el Mensajero de
Alá)
hizo eso y dijo: “Hay otro acto que eleva la
posición de un hombre en el Paraíso a un
grado cien veces (más alto), y la elevación entre un grado y el otro es
igual a
la altura del cielo desde la tierra”. Él (Abu Sa’id) dijo: “¿Qué es ese
acto?”
Él respondió: “¡Yihad en el camino de Alá! ¡Yihad en el camino de Alá!”».
Sahih
Muslim (1910)[216]
Se
ha narrado bajo la
autoridad de Abu Huraira
que el Mensajero de Alá dijo: «Uno que murió pero no peleó
en el camino de Alá ni expresó ningún deseo
(o determinación) por la yihad murió la muerte de un hipócrita». Abdullah ibn Mubarak dijo:
«Creemos que el hadiz pertenece al tiempo
del Mensajero de Alá».
Sahih
Muslim (1745 a - 1745 b)[217]
(1745
a) «Se informa bajo la
autoridad de Sa’b
ibn Jaththama que el Profeta de Alá, cuando se
le preguntó acerca de las mujeres y los
niños de los politeístas asesinados durante el ataque nocturno, dijo:
“Ellos
son de ellos”».
(1745
b) «Está narrado por
Sa’b ibn Jaththama
que dijo (al Santo Profeta): “Mensajero de Alá, matamos a
los hijos de los politeístas durante los
ataques nocturnos”. Él dijo: “Ellos son de ellos”».
Dos
hadices en los que Mahoma
se encoge de hombros ante
la noticia de que niños inocentes fueron asesinados en una incursión de
sus
hombres contra incrédulos. Su única respuesta: «Ellos son de ellos (es decir, el enemigo)». Esto da
más validez a
Sahih al-Bukhari (3012), que hemos mencionado anteriormente, en el cual
se le
pregunta a Mahoma si es permisible atacar a no combatientes por la
noche en la
lucha contra un enemigo y responde lo mismo.
Sahih
Muslim (1731 a,b)[170]
Se
ha narrado de Sulaiman ibn
Buraida a través
de su padre que cuando el Mensajero de Alá nombraba a alguien como
líder de un
ejército o destacamento le exhortaba especialmente a temer a Alá y ser
bueno
con los musulmanes que estaban con él. Él decía: «Lucha en el nombre de Alá y
en el camino de Alá.
Lucha contra los que no creen en Alá. Haz guerra santa, no malverses el botín; no
rompas tu juramento; y no mutiles los cuerpos
(muertos); no mates a los niños. Cuando encuentres a tus
enemigos que son politeístas [incluyendo a los
cristianos], invítalos a tres cursos de acción. Si responden
[afirmativamente] a cualquiera de estos, aceptalo también
y abstente de hacerles daño.
Invítalos a (aceptar)
el islam; si te responden, aceptalo de ellos y desiste de luchar contra
ellos.
Luego invítalos a emigrar de sus tierras a la tierra de los Muhajireen
y diles
que, si lo hacen, tendrán todos los privilegios y obligaciones de los
Muhajireen. Si se niegan a emigrar, diles que tendrán el estatus de
musulmanes
beduinos y serán sometidos a los Comandos de Alá como los otros
musulmanes,
pero no obtendrán ninguna parte del botín de la guerra o Fai’ excepto
cuando
realmente luchen con los musulmanes (contra los incrédulos). Si se niegan a
aceptar el
islam, exige de ellos la yizia. Si están de acuerdo en pagar, aceptalo
y aleja
tus manos. Si se niegan a pagar el impuesto, busca la ayuda de Alá y
combate
contra ellos. Cuando sities un fuerte y los
sitiados te llamen
para darles protección en el nombre de Alá y Su Profeta, no les
concedas la
garantía de Alá y Su Profeta, dales tu propia garantía y la garantía de
tus
compañeros porque es un pecado menor que la seguridad dada por ti o tus
compañeros sea desatendida en comparación a que la seguridad concedida
en el
nombre de Alá y Su Profeta sea violada. Cuando sities una fortaleza y
los
sitiados quieran que les dejes salir de acuerdo con el mandamiento de
Alá, no
les dejes salir de acuerdo con Su orden, hazlo con tu propia orden,
porque no
sabes si serás capaz de llevar a cabo el mandato de Alá con respecto a
ellos».
Sahih
Muslim (2405)[218]
Suhail
informó sobre la
autoridad de Abu Huraira
que el Mensajero de Alá dijo en el Día de Khaybar: «Ciertamente pondré
este
estandarte en la mano de alguien que ama a Alá y a su Mensajero y Alá
otorgará
la victoria de su mano». Umar ibn Khattab dijo: «Nunca aprecie el
liderazgo
excepto en ese día.
Fui ante él con la esperanza de que me llamaran a esto, pero el
Mensajero de
Alá llamó a Ali ibn Abu Talib y a él le confirieron (este honor) y le
dijeron:
“Continúa y no mires hasta que Alá te conceda la victoria”, y Ali caminó un
poco y luego se
detuvo y no miró y luego dijo en voz alta: “Mensajero de Alá, ¿sobre
qué
problema debería pelear con esta gente?” Entonces él (el Profeta) dijo:
“Luchad
con ellos hasta que den testimonio del hecho de que no hay más dios que
Alá y
Mahoma es su Mensajero, y cuando lo hagan, entonces su sangre y sus
riquezas
son inviolables de tus manos, excepto lo que es justificado por la ley
y sus
ajustes de cuentas son con Alá”».
El
pretexto para atacar a la
pacífica comunidad agrícola
de Khaybar no era obvio para los musulmanes. El yerno de Mahoma, Ali,
le pidió
al profeta del islam que aclarase el motivo de su misión para matar,
saquear y
esclavizar. La respuesta de Mahoma fue directa. Deben ser combatidos
porque no
son musulmanes.
Sahih
al-Bukhari (36)[219]
El
Profeta dijo: «La persona que
participa en (batallas sagradas) en
la causa de Alá y nada le obliga a hacerlo excepto la creencia en Alá y
Su
Apóstol, será recompensado por Alá con una recompensa o botín (si
sobrevive) o
será admitido en el Paraíso (si es asesinado en la batalla como un
mártir). Si no hubiese encontrado
dificultades para mis seguidores, entonces no
me quedaría detrás de ningún sariya yendo a la yihad y me habría
encantado ser
martirizado en la causa de Alá y luego resucitado, y luego martirizado
y luego
resucitado, y luego nuevamente martirizado en Su causa».
Sunan
an-Nasa’i (3097)[220]
Fue
narrado por Abu Hurairah
que el Profeta
dijo: «Quien muere sin haber luchado o pensado en luchar, muere en una
de las
ramas de la hipocresía».
Sunan
Ibn Majah (24:2900)[221]
Se
narró que ‘Amr ibn ‘Abasah
dijo: «Fui al
Profeta y le dije: “Oh Mensajero de Alá, ¿cuál es la mejor yihad?”
Dijo:
“(La de un hombre) cuya sangre se derrama y su caballo está herido”».
Tabari
(7:1372)[222]
«Lo
levantamos [a K’ab ibn
Al-Ashraf] y lo llevamos al Mensajero de Alá al
final de la noche. Él estaba parado en oración, así que lo saludamos, y
él
salió a recibirnos. Le dijimos que el enemigo de Alá había sido
asesinado,
escupió sobre la herida de nuestro compañero y volvimos a nuestras
familias. A la mañana siguiente [del asesinato de
K’ab
ibn Al-Ashraf], los judíos estaban en un estado de temor a causa de
nuestro
ataque al enemigo de Alá, y no había un judío allí que no temiera por
su vida.
El Mensajero de Alá dijo: “Quien de los judíos caiga en tus manos,
mátalo”.
Entonces Muhayyisah ibn Masud cayó sobre [las manos de] Ibn Sunaynah,
[Muhayyisah era] uno de los mercaderes judíos que estaba en estrecho
contacto
con ellos y solía comerciar con ellos, y lo mató».
Ashraf
era un poeta,
asesinado por los hombres de Mahoma
porque insultó al islam. Aquí, Mahoma amplía el alcance de sus órdenes
para
matar. Un inocente hombre de negocios judío fue asesinado por su
compañero
musulmán, simplemente por no ser musulmán.
Aparte
del hecho de que los
musulmanes no han matado a
todos los no musulmanes bajo su dominio, hay poco más que puedan
señalar como
prueba de que la suya es una religión pacífica y tolerante. Donde el
islam es
dominante (como en Medio Oriente y Pakistán), las minorías religiosas
sufren
una brutal persecución con poca resistencia. Donde el islam es una
minoría
(como en Tailandia, Filipinas y Europa) existe la amenaza de violencia
si no se
satisfacen las demandas musulmanas. Cualquiera de las situaciones
parece proporcionar
una justificación para el terrorismo, que es persistente y endémico del
fundamentalismo islámico.
Las
razones son obvias y
comienzan con el Corán. Pocos versículos
del texto más sagrado del islam se pueden interpretar para ajustarse a
las
virtudes contemporáneas de la tolerancia religiosa y la fraternidad.
Esos
versículos son de la época mecana, que obviamente son abrogados por los
posteriores, de la época de Medina. El ejemplo de Mahoma es que el
islam es una
religión de paz cuando los musulmanes no tienen el poder y los números
de su
lado. Una vez que lo hacen, las cosas cambian.
Muchos
musulmanes son
pacíficos y no quieren creer lo que
el Corán realmente dice. Prefieren una interpretación más estrecha que
esté más
cerca de la ética cristiana. Algunos simplemente ignoran los pasajes
más duros.
Otros buscan un «contexto textual» en diferentes suras para
mitigar subjetivamente estos versículos con otros, de
modo que el mensaje se ajuste a sus preferencias morales personales.
Aunque el
Corán mismo dice ser claro y completo, estos apologistas hablan de los
«riesgos» de tratar de interpretar los versículos sin su «ayuda».
Los
versículos violentos del
Corán han jugado un papel
clave en masacres y genocidios. Esto incluye la brutal matanza de
decenas de
millones de hindúes durante cinco siglos, comenzando alrededor del año
1000 con
la sangrienta conquista de Mahmud de Gazni. Tanto él como el posterior Tamerlán (el «Genghis Khan del islam»)
masacraron a un número
incalculable de personas simplemente por defender sus |