La búsqueda
del Jesús histórico
3. La figura de Jesús vista a través de los
sinópticos
PEDRO GÓMEZ
|
PERÍODO
DE REFERENCIA: entre
los años 28-100
27-30 actividad
de Jesús
30-50 tradición
de Jesús como
tradición oral
50-60 tradición
oral + primeros escritos: Pablo, documento Q1
60-70 Evangelio
de Marcos
70
final del judaísmo
del Segundo Templo
80-90
Evangelio de Mateo, y de
Lucas
El análisis se basa en la
tradición sobre Jesús recogida
en los sinópticos
□ tenemos los textos griegos
tal como nos han llegado
→ el objetivo es aclarar el significado
-
exégesis + interpretación
→ es una cuestión muy compleja,
irreductible a un solo factor explicativo
-
narraciones y enseñanzas características de Jesús
-
pero presentan detalles variantes
-
el significado estará siempre abierto a debate y revisión
→ seguimos la hipótesis
de la
etapa oral en la tradición de Jesús
-
el cristianismo primitivo tuvo interés por recordar a Jesús
-
la tradición fijada oralmente llegó a los evangelistas
□ para esta análisis contamos
con instrumentos:
-
las fuentes disponibles: cristianas, judías, paganas
-
el contexto histórico, religioso, político
-
los métodos histórico-críticos
□ más allá, hay que
replantear el
«compromiso hermenéutico»
→ la hermenéutica
tradicional del
paradigma grecorromano
↔ la hermenéutica del
nuevo
paradigma de la modernidad
Es posible trazar a grandes
rasgos una imagen de Jesús
□ Jesús fue un judío
galileo
□ en el contexto del
judaísmo del
Segundo Templo
□ perteneció al círculo
de Juan
Bautista
□ desarrolló su actividad
pública en
pueblos y aldeas de Galilea
□ llamó a muchos a
seguirlo y se
hicieron sus discípulos
□ formó un grupo íntimo
de doce
□ fue predicador que anunciaba el
reino de Dios, próximo y ya activo
□ fue sanador célebre
por sus
exorcismos
□ fue maestro que
enseñaba
generalmente con aforismos y parábolas
□ fue profeta que se
opuso de algún
modo a las autoridades del templo
□ debatió con figuras
influyentes
del judaísmo de la época
□ usó la expresión «hijo
del
hombre» quizá para hablar de su misión
□ empleó el término
«amén» para
resaltar el valor de su mensaje
□ reaccionó a veces
firmemente
contra el rechazo a sus palabras
□ fue acusado de ser un
falso
mesías
□ fue crucificado en las
afueras de
Jerusalén por autoridades romanas
El reino de Dios
→ Hay múltiples «temas»
en la
tradición de Jesús
-
escogemos el tema fundamental: el
reino de Dios
=
el reino de Dios es central y
frecuente en la predicación de Jesús
=
así permaneció en el recuerdo de
su mensaje y su misión
□ La palabra «reino»
aparece en los
evangelios unas 112 veces, de ellas:
-
«reino de Dios», 56 veces
-
«reino de los cielos», 33 veces (en Mateo)
→ otras muchas alusiones
sin usar
la palabra
□ ¿Cómo entender el
«reino de
Dios»?
debemos
remitirnos al contexto de
significado judío
→ connotación de «reino»
(basileia)
=
reino / reinado / realeza / soberanía
-
era símbolo de la restauración de Israel
-
Israel recuerda su pasado monárquico
→ el reino de Dios para
el judaísmo
=
Dios era rey, Señor domina sobre cielos y tierra
=
en especial Dios era rey de Israel
=
tenían esperanza en que reinaría sobre el mundo entero
cuando se
manifieste el Mesías
→ la fe monoteísta del siglo I
se
expresaba en distintas esperanzas
desde
las que se entendía la predicación
de Jesús sobre el reino:
1. el regreso de
los desterrados de Israel que
se reunirían
2. una
prosperidad nueva y abundante
3. la
intervención de una figura mesiánica
como agente divino
4. una alianza
renovada con efusión el
Espíritu y respeto a la Ley
5. la
construcción de un nuevo templo en
Jerusalén
6. el regreso de
Yahvé a Sión
7. las demás
naciones irían a Sión a pagar
tributo y adorar a Dios
8. la herencia
de la tierra abarcaría la
tierra entera
9. un tiempo de
tribulación seguido del
triunfo final de los justos
10.
las perturbaciones cósmicas y una nueva creación
11.
la destrucción del mal y la derrota de Satanás
12.
el juicio final, con diferentes versiones
13.
la creencia en la resurrección
14.
el hades como lugar de castigo para los malos (infierno)
Tres preguntas clave
1ª.
¿Hay una gran narración? ¿Una visión global sobre el reino?
-
lo que hay son alusiones fragmentarias, poco coherentes
2ª
¿Qué entendemos por «escatología»?
-
el «fin», pero de qué, ¿de una época, del mundo, …?
-
confusión entre «escatológico» y «apocalíptico»
3ª
¿El reino en sentido literal, o una metáfora?
-
el sentido literal es una mala interpretación
-
postular sentido metafórico a las palabras sobre el reino
Para
fundamentar la respuesta:
→ analizar cómo eran entendido
en el siglo
I
→ considerar la imagen
de conjunto de la enseñanza de Jesús
en
la que destaca la tensión entre
presente y futuro:
- el reino
como futuro, aún por venir
- el reino
ya presente
[La exposición, forzosamente muy
breve y simplificada]
A.
El reino vendrá: futuro
Jesús
anunció el evangelio del reino de Dios: ¿en qué términos?
a. Jesús
anuncia «El reino de Dios está cerca» (Marcos 1,15)
-Envía
a sus discípulos a predicar el mismo mensaje:
«El reino de Dios
está cerca» (Mateo 10,7;
Lucas 10,9)
b. es un
reino que está por venir: «Venga tu reino» (Mateo 6,10)
-
expresa esperanza para el futuro
c. el reino
implica un cambio radical, una «inversión escatológica»
-
coincidencia en la primera bienaventuranza
Mateo 5,3-6
|
Lucas 6,20-21
|
Evangelio Tomás 54, 69
|
3Bienaventurados
los pobres de espíritu, porque
de ellos es el reino de los cielos.
4Bienaventurados
los que lloran, porque ellos serán consolados.
…
6Bienaventurados
los que tienen hambre y
sed de justicia, porque ellos serán saciados.
|
20Bienaventurados
los pobres, porque
vuestro es el reino de Dios.
21bBienaventurados
los que ahora lloráis, porque reiréis.
21aBienaventurados
los que ahora tenéis hambre,
porque seréis saciados.
|
54Bienaventurados
los pobres, porque
vuestro es el reino del cielo.
69Bienaventurados
los que tienen hambre, porque
el estómago de los que padecen necesidad será saciado.
|
-
el presente proléptico indica el reino futuro
-
habrá inversión de situaciones
-
el banquete del reino abierto a todos
d. los
discípulos deben esperar sufrimiento (Marcos 13,8)
-
un período de tribulación/tentación
-
el que persevere se salvará
e. la
perspectiva de un juicio inminente
-
Mateo 11,21-24 | Lucas 10,12-15
-
Jesús habló de un juicio que acaba en premio, o castigo
f. la
expectativa de recompensa y banquete celestial
-
para quienes respondan al mensaje de Jesús
-
quien pierda su vida por Jesús la salvará
=
esperanza de la resurrección (Marcos 12,24-27)
→ el reino equivale al
cielo,
banquete escatológico
parábola
Mateo 22,2-10 | Lucas 14,16-24
g. las
parábolas de crisis, que simbolizan la espera del reino:
□ los siervos que
aguardan a su
señor (Marcos 13,34-36; par.)
□ el ladrón en la noche
(Mateo
24,43-44; par. | Tomás 21)
□ el siervo fiel y el
infiel (Mateo
24,45-51; par.)
□ las vírgenes prudentes
y las
necias (Mateo 25,1-13)
→ va a venir alguien
importante,
pero la hora es incierta
→ en la tradición de
Jesús se
espera algo inminente
h. la
inminencia de la llegada del reino de Dios
Mateo 16,28
|
Marcos 9,1
|
Lucas 9,27
|
En verdad os digo que entre los aquí presentes
hay algunos que no gustarán la muerte antes de que vean al Hijo del hombre
venir en su reino.
|
En verdad os digo que entre los aquí presentes
hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean venir con poder el reino
de Dios.
|
En verdad os digo que entre los aquí presentes
hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.
|
-
afirma que algunos discípulos verán el reino antes de morir
-
Jesús es recordado esperando que la llegada del reino
iba
a ocurrir en su propia generación
En resumen:
□ el material de la
tradición es
muy variado,
pero hay
un elemento común y constante:
→ el acontecimiento
esperado de la
venida del reino de Dios
-
el reino de Dios como futuro
-
con intervención final de Dios
-
con un juicio final implicado
-
con restauración de la justicia según la esperanza judía
→ «Jesús fue recordado
desde el
principio anunciando
la venida ya cercana del reino» (James
Dunn)
B.
El reino ha venido:
presente
Nota
discordante: Jesús habla del reino como ya venido.
a. ya está
aquí el tiempo decisivo:
-
«El tiempo se ha cumplido» (Marcos 1,15)
-
«Hoy se ha cumplido esta escritura» (Lucas 4,18)
b. la
expectativa se ha realizado en la misión de Jesús
-
supone un cambio determinante ya de manifiesto
-
paralelo entre Mateo y el evangelio de Tomás
Mateo 13,44-46
|
Evangelio de Tomás 109, 76
|
44El
reino de los cielos es como
un tesoro escondido en un campo, que alguien encuentra y lo
vuelve a esconder; luego, lleno de alegría, va, vende todo lo que tiene
y compra aquel campo.
45También,
el reino de los cielos es como un
mercader que anda en busca de perlas finas 46y
que, al encontrar una de gran valor, va, vende todo lo que
tiene y la compra.
|
109El
reino es como un hombre
que tenía un tesoro (escondido) en su campo sin
saberlo. Al morir dejó el tesoro a su (hijo, que tampoco) sabía nada
(del tesoro), y que aceptó el campo y lo vendió. Y el comprador fue a
arar el campo (y encontró) el tesoro. Y se puso a prestar
dinero con interés a quienes él quiso.
76El
reino del Padre es como un
comerciante que tenía mercancías (y) que encontró una perla.
Ese comerciante era prudente: vendió sus mercancías y compró
la perla.
|
=
«Mirad, el reino de Dios está entre vosotros» (Lucas 17,20-21)
c. se está
cumpliendo lo profetizado por Isaías respecto al Mesías
-
los ciegos ven, los cojos andan, los muertos resucitan y
se anuncia
la buena noticia a los pobres
(Mateo 11,5; Lucas 7,22)
-
todo esto se ha cumplido en la misión de Jesús
→ se había producido un
cambio de
era:
con
la manifestación de la gracia de Dios
d. los
exorcismos de Jesús muestran que el reino está presente
Mateo 12,27-28
|
Lucas 11,19-20
|
27Si yo expulso los demonios por Belcebú, ¿por
quién los expulsan vuestros hijos? Por eso serán ellos vuestros jueces. 28Pero si por el Espíritu de
Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el reino de
Dios.
|
19Si yo expulso los demonios por Belcebú, ¿por
quién los expulsan vuestros hijos? Por eso serán ellos vuestros jueces. 20Pero si por el
dedo de
Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el reino de
Dios.
|
-
se recordaba a Jesús declarándose habilitado por Dios
para
expulsar a los demonios
-
Satanás había sido vencido y «atado»
=
el reino de Dios había llegado ya
e. las
parábolas de crecimiento referidas al reino
□ la semilla que crece
sola (Marcos
4,26-29)
□ el trigo y la cizaña
(Mateo
13,24-30; Tomás 57)
□ el grano de
mostaza (Marcos 4,30-32 y paralelos; Tomás 20)
□ el sembrador (Marcos
4,2-9 y
paralelos)
→ el reino comparado a
un proceso
de crecimiento,
pero
también a una culminación: la
cosecha
→ «La tradición de Jesús
recoge una
segunda y poderosa corriente según
la
cual el reino ya ha llegado, está
presente de algún modo» (J. Dunn)
Resumen
□ en la tradición de
Jesús, el
«reino de Dios/de los cielos»
→ es el tema central y
determinante
en el pensamiento de Jesús
→ Jesús creía que su
misión era
decisiva para la venida del reino
-
la referencia básica es la esperanza judía en el reinado de Dios
-
a veces Jesús lo presenta como algo que se está realizando
-
a veces Jesús adopta una perspectiva de futuro
→ ambos aspectos están
firmemente
arraigados en la tradición
Respuesta a las tres
preguntas clave
1ª. ¿Hay una gran narración?
¿Una visión global sobre
el reino?
□ John D. Crossan
propone
una gran narración: una sociedad campesina
igualitaria,
explotada, que resiste y
busca liberarse
-
enmarca la predicación de Jesús dentro de ese esquema
-
cree encontrar confirmación en los estratos más antiguos
→ sería un reino sapiencial,
no apocalíptico,
que
mira al presente = un estilo de vida
para ahora
↔ no da suficiente peso al
influjo del
judaísmo
- no solo
factores sociales y económicos
- los
factores nacionales y religiosos eran más importantes
↔ no hubo escalada de
agitación y protestas en los años 20 y 30
- fue un período
de calma (hasta la rebelión del año 66)
↔ Crossan extrapola
desde una hipótesis demasiado genérica
- fuerza la
eliminación del sentido apocalíptico
□ Nicholas T. Wright
afirma
otra gran narración
la
historia dominante sería la del exilio
y la restauración de Israel
-
la predicación de Jesús anuncia que el destierro terminaba ya
→ el reino = el nuevo
éxodo de
Israel y su regreso final del exilio
↔ Wright exagera la
importancia de
este tema
-
los judíos entonces no se veían como desterrados
-
vivían ya en la tierra prometida
-
había otras expectativas judías de mayor peso
↔ no puede demostrar que
la vuelta
del destierro enmarque
toda la enseñanza de Jesús
□ Conclusión: no hay
un gran
relato que unifique la predicación de Jesús
-
los datos son mucho más complejos
-
el sentido del reino de Dios es irreductible a una sola dimensión
2ª ¿Qué entendemos por
«escatología»?
□ la escatología se ha
entendido
con distintos sentidos:
-
escatología completa, realizada, incoada, en proceso…
□ James Dunn
relaciona la
escatología con la referencia al Espíritu
-
recibido como anticipo del reino
-
en Jesús, el Espíritu/poder de Dios lo habilitó para su misión
-
esta experiencia le hizo creer próxima la manifestación completa
↔ Jesús abrigó
esperanzas que no se
cumplieron:
la venida del reino con efectos finales
no aconteció (todavía)
↔ lo mismo ocurrió con
la
escatología cristiana primitiva:
no se produjo la parusía del Señor
→ para dar sentido a esta
frustración de
la esperanza
hay que atender a la tradición profética
judía:
- el anuncio
incumplido no desacredita la profecía en sí
Jeremías,
Habacuc, Daniel… fallaron en sus
predicciones
- con
frecuencia el cumplimiento era solo parcial
- la
disonancia se resolvía mediante una reinterpretación
- las
profecías fallidas dieron origen a profecías
renovadas
- se
mantenía el núcleo: esperanza en la acción de Dios
→ toda esperanza es por
su propia naturaleza indeterminada
-
el futuro es siempre desconocido
-
la esperanza es nuestro único modo de afrontar el futuro
-
la esperanza para el futuro es en Dios y su reinado
-
y se preocupa por cómo determinar la vida en el presente
→ puede haber fallos en
el modo o
el tiempo profetizado,
pero
no menoscaban el núcleo de la fe en
Dios
→ en el cumplimiento de
la
esperanza escatológica
siempre se da una tensión entre el «ya»
y el «todavía no»
→ la cuestión es si
Jesús «estaba
en lo cierto respecto al Dios
que él imaginaba como rey y padre»
(James Dunn)
3ª ¿El reino en sentido
literal, o una metáfora?
□ hay básicamente un
problema de lenguaje:
-
las tradición se presta a diferentes «lecturas»
□ permanece un esquema
común
de fe y esperanza en el reino de Dios
-
son los 14 puntos resumidos antes
-
puntos desarrollados con fogonazos de inspiración
=
la narración es fragmentaria y desordenada
□ el
tipo de narración trasciende la historia,
como el mito
-
refiere de modo alusivo a su objeto: al origen, al final
-
imposible una correlación entre palabra y acontecimiento
=
su lenguaje es el de la metáfora
□ la metáfora no es
reducible a
otra expresión
-
su sentido está más allá del significado que utiliza
-
lo importante es lo que evoca y hace presente
□ las parábolas del
reino son
metáforas que evocan la acción de Dios
-
expresan a su modo la esperanza en la edad futura
-
hablan también de las repercusiones del reino en la tierra
→ su lenguaje no puede
ofrecer un
significado más preciso
→ nos plantea la
necesidad de
hermenéutica…
Cómo interpretar hoy el
mensaje sobre el reino de Dios y
los demás temas
□ la tradición de Jesús
está recogida
en los evangelios
→ las primeras iglesias
cristianas
la predicaron: el kerigma
→ recibieron el
Espíritu: el
cristianismo sistema abierto
□ de hecho, la tradición
de Jesús siempre
ha sido interpretada
→ por las distintas
corrientes del
cristianismo primitivo
-
judeonazarenos
-
cristianos helenistas
→ por las diferentes
herejías…
→ por la Gran Iglesia a
lo largo de
su historia:
-
modelo veteroeclesial helenista
-
modelo católico romano medieval
-
modelo de la reforma protestante
-
modelo moderno ilustrado
□ pero el desafío
fundamental es
hoy el compromiso hermenéutico
→ el reino anunciado por Jesús se encarna
históricamente
-
el mensaje se formula en términos culturales
→ el paradigma
grecorromano vigente
durante 20 siglos
-
está completamente obsoleto
-
la Iglesia se refugia en un «incompromiso hermenéutico»
-
evita proclamar el mensaje en la cultura moderna crítica
↔ urgencia del nuevo
paradigma de
interpretación
-
más allá de la modernidad dogmática
-
más allá de la teología kerigmática
-
más allá de la teología de la liberación (marxismo)
-
el paradigma de la modernidad en la era de la ciencia
-
la Iglesia debe asumir el compromiso hermenéutico
Un resumen de los rasgos
del Jesús recordado, del Jesús característico, según James D.
G. Dunn: Redescubrir
a Jesús de Nazaret. Salamanca, Sígueme, 2006: 99-107.
[1] «Consideremos de
nuevo la judeidad de Jesús. Dentro de la tradición de Jesús existe un
interés
permanente por cuestiones típicamente judías: lo que conlleva la
obediencia a
la Tora, la forma de observar el Sábado, lo que debe
considerarse puro e
impuro, la asistencia a la sinagoga o la pureza del templo. Apenas
puede
dudarse de que Jesús compartía tales preocupaciones. Cuál fuera su
actitud ante
determinadas cuestiones es un tema abierto a la polémica y
evidentemente fue
objeto de debate entre los responsables de repetir y trasmitir la
tradición de
Jesús; no obstante, el hecho de que él mismo se viera implicado en
tales
cuestiones durante su misión está fuera de dudas. En el mismo sentido,
Jesús
aparece de manera regular dialogando y polemizando con los fariseos.
Aquí es
posible percibir cómo la tradición ha sido desarrollada, con Mateo
ampliando
sustancialmente el tema del debate con los fariseos. Sin embargo, esa
es
obviamente la manera de poner de relieve lo que quiero indicar: Mateo amplió
un tema ya plenamente integrado dentro
de la tradición de Jesús,
quien era bien recordado por sus disputas con algunos fariseos. Pese al
antisemitismo de fases previas de la investigación, la judeidad de las
preocupaciones de Jesús no está en tela de juicio.
[2] Además, es casi
seguro que Jesús dedicó una buena parte de su misión, si no la mayoría,
a
Galilea. La tradición sinóptica es tan coherente en este aspecto y la
procedencia galilea de los relatos sinópticos tan clara que sería
ridículo
plantear otra cosa. No es meramente el hecho de que se recuerde que la
misión
de Jesús se llevó a cabo principalmente alrededor del lago de Galilea y
las
aldeas de su entorno. En particular, las parábolas de Jesús están
llenas de
referencias agrícolas y de ecos de lo que sabemos era la situación
social de
Galilea: ricos terratenientes, resentimiento hacia los propietarios
absentistas, administradores abusivos, disputas familiares por la
herencia,
deudas, jornaleros, etc. Es cierto que el relato joánico presenta una
misión
mucho más centrada en Jerusalén; sin embargo, tres de los cuatro
primeros
«signos» de Juan están localizados en Galilea. Las tensiones existentes
entre
los sinópticos y Juan probablemente jamás podrán quedar resueltas de
manera
satisfactoria, pero ello no cambia la impresión global de que Jesús era
un
judío galileo cuya misión se vio en gran medida configurada por y
orientada
hacia las circunstancias de su patria galilea.
[3] Un tercer ejemplo es
obviamente la predicación por parte de Jesús del Reino o del gobierno
regio de
Dios. Una vez más, nadie que tome en serio la tradición sinóptica puede
albergar dudas de que el reino de Dios estaba en el centro de la misión
de Jesús.
Es decir, el gobierno regio de Dios ciertamente era un tema emblemático
de su
mensaje, y resulta que también era algo relativamente distintivo de la
predicación de Jesús en comparación tanto con el judaísmo de su tiempo
como con
el cristianismo posterior. También en este aspecto la escasez de
referencias al
Reino en la versión de Jesús ofrecida por Juan constituye en cierta
medida un
problema para el historiador de la tradición de Jesús, pero ese hecho
apenas
empaña la aplastante impresión dada por los evangelios sinópticos. La
proclamación del gobierno regio de Dios fue uno de los rasgos más
característicos de la misión de Jesús. Por consiguiente, apenas tiene
importancia el hecho de que no podamos estar seguros de si, por
ejemplo, Marcos
1,15 («El plazo se ha cumplido. El reino de Dios está llegando.
Convertíos y
creed en el Evangelio») recoge fielmente lo que Jesús dijo en realidad,
o si
constituye un resumen elaborado por Marcos de la predicación de Jesús.
Lo
importante es que este motivo está tan bien arraigado en la tradición
de Jesús
que un resumen de Marcos resulta prácticamente igual de eficaz a la
hora de
expresar la impresión global causada por la predicación del Reino por
parte de
Jesús.
Por
supuesto, los estudiosos de los
evangelios conocen la existencia de dos corrientes en el motivo
sinóptico del
Reino: el Reino como algo futuro aunque inminente, y el Reino como algo
ya
presente y activo en el ministerio de Jesús. También son plenamente
conscientes
de que ha existido un largo y complejo debate en relación con cuál de
las dos
corrientes es la más «original». Este debate muestra muy claramente la
inutilidad de sacar conclusiones sobre «el Jesús histórico» dependiendo
de
versículos individuales y de lo que pueda extraerse de ellos. El hecho
es que ambas corrientes se encuentran bien enraizadas y
atraviesan toda la tradición
sinóptica48. Las dos son características del Jesús de los sinópticos.
¿Cómo es
posible entonces que los exegetas y comentaristas nos atrevamos a
seguir
comprimiendo tan diversas tradiciones en un único molde y
excluyendo
aquello que no coincide con nuestras ideas de coherencia y sentido
común?
Resulta mucho más responsable por parte de historiadores y exegetas
reconocer
que dicha doble perspectiva de la tradición de Jesús se explica de una
manera
más adecuada recurriendo a una doble perspectiva en la propia misión y
enseñanza de Jesús. El impacto doble de Jesús resulta obvio, aun cuando
no
queda claro cómo Jesús y sus primeros discípulos combinaban ambos
aspectos.
[4] Un cuarto ejemplo
ilustrativo nos lo brinda la tradición sobre el hijo del hombre/Hijo
del
Hombre. De nuevo nos encontramos con una imagen clara más allá de
posibles
conjeturas. La tradición de que Jesús empleó la expresión «hijo del
hombre»
está tan plenamente arraigada en la tradición evangélica, y resulta tan
llamativa por su escaso uso en el judaísmo de tiempos de Jesús y por la
ausencia prácticamente total en la primitiva tradición cristiana, que
cualquier
sensata consideración concluiría que sólo puede haberse originado en el
seno de
la tradición de Jesús. Lo que también resulta sorprendente es el hecho
de que
la expresión aparezca de una forma tan persistente en labios de Jesús.
No se
trata de una etiqueta identificativa que otros emplearan: ¿Es Jesús el
Hijo del
Hombre? Tampoco constituye una confesión de fe por parte de los
discípulos:
Jesús es el Hijo del Hombre. Lo único que la tradición nos exige
reconocer
-realmente lo exige- es que Jesús mismo hizo uso de la expresión. Esta
conclusión tampoco nos exige sostener que todo dicho que contenga la
expresión
hijo del hombre/Hijo del Hombre derive directamente de Jesús. No
obstante, el
hecho de que cualquier desarrollo posterior de la tradición se llevara
a cabo
en el seno de la tradición de una expresión usada exclusivamente por
Jesús
confirma que la forma original de la tradición derivaba
directamente de
Jesús y reflejaba su propio uso característico.
A
la luz de los datos también se puede
sostener que el uso del título «el Hijo del Hombre» supone en algunos o
en
muchos casos el reforzamiento de una fórmula aramea, «el hijo de
hombre», es
decir, «alguien», «un hombre como yo». Lo que no se puede aceptar es la
explicación de que todo el motivo fue insertado por primera vez en la
tradición
de Jesús en un periodo pospascual o posterior. El hecho de que algunos
estudiosos continúen defendiendo esta tesis, pese al abrumador
testimonio de
los datos, constituye a mi juicio un ejemplo de perversidad
metodológica.
En
relación con los dichos del hijo del
hombre/Hijo del Hombre, hay que considerar como excesiva la tendencia
de oponer
antitéticamente versículos individuales y de usar unos para
descalificar otros,
para intentar probar el verdadero uso de la expresión por parte de
Jesús. Si
Jesús habló del hijo del hombre en relación con su actividad presente,
¡evidentemente no pudo haber hablado del Hijo del Hombre que sufre o
del Hijo
del Hombre que vendrá! Si Jesús esperaba la justificación a través del
Hijo del
Hombre, ¡no puede haber usado la expresión para describir su propia
misión!
Nuevamente se ha introducido en el debate una lógica propia del siglo
XX y,
mediante una exégesis atomista, se ha fragmentado un motivo complejo
pero
posiblemente coherente. Ciertamente, se puede todavía debatir si un
modismo
filológico («hijo de hombre», que equivale a «hombre», «uno») podía
resultar
coherente en relación con la visión de Daniel 7 («uno como un hijo de
hombre»
que viene sobre las nubes hacia el Anciano de los días). En cualquier
caso, lo
importante es que ambos usos están bien arraigados y difundidos a lo
largo de
la tradición de Jesús. La búsqueda del Jesús emblemático y no del Jesús
peculiar sugiere que deberíamos tratar de comprender ambos énfasis
en el
seno del material sobre el hijo del hombre/Hijo del Hombre, antes de
asignar
uno u otro a la redacción cristológica posterior.
Las
tradiciones del reino de Dios y del
hijo del hombre/ Hijo del Hombre en los evangelios sinópticos ofrecen
los
mejores ejemplos del valor de la investigación sobre el Jesús
emblemático
frente a la búsqueda del Jesús peculiar. Se podrían presentar muchos
más casos.
[5] Queda claro, por
ejemplo, que Jesús era reconocido como un exorcista sumamente eficaz.
Su éxito
y su reputación como exorcista están claramente atestiguados en la
tradición de
Jesús, y dentro de la tradición sinóptica se ha conservado más de una
colección
de enseñanzas de Jesús al respecto. Independientemente de cómo
consideremos los
casos particulares de exorcismo en la misión de Jesús, resulta
prácticamente
imposible negar que actuó como un exorcista y que sanó a gente que
estaba
poseída. Ciertamente, sería raro que un exegeta aceptase que Jesús
actuó como
tal, pero se negase a creer que ninguno de los relatos de exorcismos de
Jesús
está basado en recuerdos fidedignos de acontecimientos de la misión de
Jesús.
[6] Resulta igualmente
evidente, pero en este caso mucho menos polémico, que Jesús fue un
maestro
sapiencial eficaz que empleó aforismos y parábolas. El Jesús
emblemático fue un
narrador de parábolas, un mošēl, alguien que hablaba
generalmente con
parábolas y dichos lapidarios (měšālîm).
[7] Más llamativo por su
carácter particular es el uso que Jesús hace del término «amén». El
vocablo es
conocido tanto en hebreo como en arameo (’āmēn), e indica una
afirmación
solemne de lo que ha sido dicho, sobre todo en un contexto litúrgico
formal. La
tradición ofrece el testimonio inequívoco de que Jesús empleó dicho
término de
forma sistemática en su propia enseñanza. No obstante, lo hizo de una
manera
bastante peculiar. Mientras que, en el uso regular, «amén» afirmaba o
respaldaba las palabras de un tercero, en la tradición de Jesús el
término se
usa sin excepción para presentar y respaldar las propias palabras
de
Jesús. Este empleo sumamente peculiar difícilmente puede ser atribuido
a los
primeros cristianos; el uso que estos hacían del término estaba de
acuerdo con
el esquema tradicional. Por supuesto, no podemos excluir en primera
instancia
la probabilidad de que, al reproducir la tradición los
maestros-transmisores,
ampliaran el motivo en el seno de la tradición. Tampoco puede ponerse
seriamente en duda que el uso comenzó con Jesús y constituía un rasgo
distintivo de su propio estilo didáctico. ¿Por qué si no el término se
habría
conservado, de forma trasliterada, a lo largo de la tradición de Jesús?
Ésta
debe ser una de las conclusiones más seguras que pueden deducirse de un
análisis serio de la historia de la tradición de la enseñanza de Jesús.
De ello
se deriva un obvio corolario: Jesús usó esta fórmula para llamar la
atención y
recalcar lo que estaba a punto de decir.
Finalmente,
cabe destacar otros dos rasgos
característicos de la tradición de Jesús: uno, porque sorprendentemente
ha sido
ignorado; y otro, porque se opone a una tesis que ejerce un gran
influjo en el
momento actual.
[8] El primero es el
hecho de que, de forma sistemática, se presenta la tradición de Jesús
comenzando
con la misión de Juan el Bautista. Esto queda atestiguado no sólo en
cada uno
de los cuatro evangelios; también la colección de material didáctico
conocida
como Q y los resúmenes de la buena noticia acerca de Jesús contenidos
en Hechos
(1,21-22; 10, 37) comienzan con la tradición de Juan Bautista. Esto
sugiere que
la tradición de Jesús se consideró siempre como un relato que
necesitaba un
punto de partida narrativo. A su vez, esto indica que la estructura
evangélica
de la tradición de Jesús refleja, de hecho, la estructura tanto de la
misión
misma de Jesús como de los recuerdos que los primeros discípulos tenían
de
ella.
[9] En segundo lugar,
normalmente se considera que el motivo del juicio a «esta generación»
refleja
experiencias negativas de la misión cristiana posterior y, por tanto,
es fruto
de la redacción del documento Q. De nuevo el tema se encuentra bastante
difundido
en la tradición sinóptica y casi ausente en otros lugares, lo cual
muestra sin
duda que fue un motivo característico de la predicación de Jesús, y por
eso
reconocido y conservado en la tradición de Jesús. ¿Qué clase de
idealización
del «Jesús histórico» nos impide concluir que Jesús también expresó
irritación
ante el rechazo de su mensaje?
Resumiendo, no resulta
difícil elaborar una imagen del Jesús emblemático: un Jesús que comenzó
su
misión a partir de su encuentro con Juan Bautista; un judío que actuó
en
Galilea, dentro del marco del judaísmo del momento y en debate con
otras
figuras influyentes en la constitución del judaísmo de su época; un
Jesús que
proclamó sistemáticamente el reino de Dios como algo que llegaría
pronto a su
plenitud y que ya estaba activo en su ministerio; un Jesús que usó con
regularidad la expresión «el hijo del hombre», tal vez como una forma
de hablar
de su propia misión y de sus esperanzas respecto al resultado de ella;
un Jesús
que era un célebre exorcista y lo sabía; un Jesús que enseñaba
generalmente
recurriendo a aforismos y parábolas; un Jesús que expresaba mediante el
término
«amén» la alta valoración que tenía de su mensaje; un Jesús que
reaccionó
firmemente contra la apatía y desdén que a menudo encontraron sus
palabras.»
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