Para hablar de los primeros cristianos en Mesopotamia, el actual Irak, o de la Iglesia asiria-caldea, hay que tener una idea de las primeras civilizaciones del mundo y los antiguos imperios en la región de Mesopotamia, situada en lo que hoy es Irak.

Irak es un país muy rico, no solo por el petróleo, sino también por su historia y su cultura. Nadie puede hablar de la historia y olvidarse de hablar de Nínive, Ur de los Caldeos, Akad, Babilonia, Lagash o el Bagdad de las mil y una noches.

Mesopotamia fue la cuna de la civilización, donde surgió Sumeria, la civilización más antigua del mundo (3500 a. C.), el primer pueblo en utilizar la escritura. Más tarde, los acadios (2300 a. C.).

A grandes rasgos, la historia en la región mesopotámica puede resumirse en esquema. El año 722 a. C., Senaquerib conquistó Samaria, la capital del reino del norte, Israel, y llevó a los israelitas del norte como cautivos a Nínive. El año 625 a. C., el rey de los caldeos o babilonios, Nabucodonosor, acabó con el imperio asirio y formó su imperio en Babilonia. El año 586 a. C., Nabucodonosor conquistó Jerusalén, la capital del reino del sur, Judea, y llevó a todos los israelitas del sur como cautivos a Babilonia, destruyendo el templo de Salomón. El año 539 a. C., el imperio Meda de los persas, con el rey Ciro a la cabeza y el rey Asuero conquistaron Babilonia y formaron su propio imperio en la ciudad de Susa, en la frontera entre Irán e Irak. El año 537 a. C., el rey Asuero dio libertad a los israelitas para volver a su tierra, a Jerusalén, y reconstruir el templo. El año 333 a. C., Alejandro Magno conquistó el imperio persa y gobernó la región hasta su muerte en 323 a. C.

Al principio de la era cristiana, dominaba el Imperio persa, gobernado por los partos. En esa época, los primeros cristianos comenzaron a asentarse en Mesopotamia, cuando se dispersaron a consecuencia de la conquista y destrucción de Jerusalén, el año 70 de nuestra era, por los ejércitos de Tito, que llegaría a ser emperador romano.

Según la tradición de la Iglesia oriental, hubo cuatro apóstoles que predicaron el mensaje de Jesús, el cristianismo, en Mesopotamia por la misma época. El primero fue el apóstol santo Tomás (Mar Toma), quien se dirigió primero a Seleucia-Ctesifonte, entre los años 63 y 75, para luego proseguir su misión evangelizadora hasta la India.

El segundo que llevó el mensaje de Jesús a Seleucia-Ctesifonte fue san Judas Tadeo (Mar Yahoda), que evangelizó durante diez años y llegó a ser un santo muy popular, con fama de conseguir numerosos favores celestiales.

Según fuentes asirio-caldeas, el tercero fue san Mari (Mar Mari), que vivió entre los años 49 y 92. Se había convertido al cristianismo gracias a san Pedro apóstol. En su misión estableció comunidades cristianas en Siria y Mesopotamia.

Finalmente, san Aggai (Mar Aggai), discípulo de san Judas Tadeo, que vivió entre los años 45 y 91. Predicó en Nínive, las orillas del río Tigris, Ctesifonte y Al-Hira.

Estos primeros predicadores del evangelio extendieron el cristianismo por toda Mesopotamia, fundando iglesias. Desde entonces, ha habido cristianos en esas regiones, sin interrupción.

En el siglo III, hacia el año 226, con la caída de los partos, llegaron al poder los sasánidas, dinastía que gobernó más de cuatro siglos. Los sasánidas, en defensa de su religión zoroástrica, frenaron la expansión del cristianismo, si bien los cristianos permanecieron con una presencia muy importante. Soportaron tiempos de opresión, sin libertad religiosa, obligados a pagar un tributo para practicar su fe.

Con ocasión de los concilios de Nicea (año 325) y Constantinopla (381) y más tarde Éfeso (431) surgieron conflictos teológicos entre las iglesias orientales. Nestorio, obispo de Constantinopla (nombrado en 428), contrario a las doctrinas del concilio de Éfeso, sostuvo sus enseñanzas, que se difundieron por la zona mesopotámica y numerosos obispos, se separaron de la Iglesia de Roma, formando la Iglesia nestoriana. Otros permanecieron unidos a la Iglesia católica. como la Iglesia caldea o católica caldea.

Los cristianos actuales de Irak somos los descendientes de los cristianos de los antiguos imperios asirio-caldeos, de las primeras iglesias cristianas  en Mesopotamia. Somos originarios del país, no somos árabes, sino mesopotámicos. La ocupación árabe e islámica en Mesopotamia se inició a mediados del siglo VII, cuando el califa Omar conquistó Irak (el año 637), Siria (en 638), Palestina (en 640), Egipto (en 641), Persia (en 642), comenzando la destrucción de nuestra cultura y nuestra tradición, que subsiste hasta hoy, a pesar del dominio musulmán.

Esta catástrofe fue posible por la situación de agotamiento del Imperio persa sasánida y el Imperio romano bizantino, enfrentados en una guerra interminable.

A las opresiones sufridas a lo largo de los siglos, se han unido en los últimos años, desde la guerra de Irak, persecuciones, destrucciones y toda clase de calamidades infligidas por el islamismo radical.