Comprender el islam: la teoría y la práctica

RAYMOND IBRAHIM





La brecha entre la comprensión del islam en la teoría y en la práctica es amplia y reveladora. Según las conclusiones de un estudio reciente, lo que los occidentales piensan del islam cuando se basan en información de segunda mano procedente del poder (los medios de comunicación, la "élite" política, etc.) es muy diferente de lo que piensan del islam después de experimentarlo personalmente. Según el informe:


"En 2009, Public Issue investigó, por primera vez en Grecia, las actitudes de los griegos hacia el islam, las percepciones sociales de los conceptos y símbolos asociados a la religión islámica, el grado de conocimiento y familiaridad de los ciudadanos con la tradición islámica, así como las creencias sociales existentes respecto a las relaciones islam-Occidente e islam-Grecia."


El estudio constató un cambio drástico de opinión entre los griegos entre 2009, cuando los musulmanes en Grecia eran pocos y estaban muy dispersos –lo que significaba que la opinión griega sobre el islam era teórica y estaba en gran medida determinada por los medios de comunicación, etc.– y 2023, siete años después de que grandes poblaciones de inmigrantes musulmanes empezaran a desembarcar en Grecia o a pasar por el país en 2016.


Ahora, tras experimentar el islam de primera mano, "la opinión pública griega... trata al mundo musulmán de forma claramente más negativa o incluso hostil", constata el informe.


Por ejemplo, en 2009, más de 5 de cada 10 griegos mantenían una actitud neutral hacia los conceptos y símbolos tradicionales del mundo islámico, y afirmaban no tener "una impresión positiva ni negativa" de las palabras asociadas al islam, empezando por la misma palabra "islam". Si en 2009 solo el 23% de los griegos encuestados asociaba esa palabra con sentimientos negativos, en 2023 esa cifra se había más que duplicado: ahora el 59% de los griegos asocia negativamente la palabra "islam". Palabras similares, como "árabes", "musulmanes", "Corán", "profeta Mahoma" y "mezquita" también tienen para los griegos más connotaciones negativas que en 2009.


No es de extrañar. Desde 2016, los griegos se han podido comprobar lo que es el islam, que ha provocado una "explosión de la delincuencia en Grecia: el 55% de los presos son inmigrantes", por citar el título de otro informe reciente.


Aparte del aumento masivo de la delincuencia en general, el odio –del islam al cristianismo– es especialmente palpable. Como se comentaba en este artículo de 2022, se produjeron 2.339 incidentes de profanaciones de iglesias en Grecia solo entre 2015 y 2020, cuando la pequeña nación, considerada puerta oriental de Europa, se vio inundada de inmigrantes procedentes del mundo islámico. Según un informe, hay "una correlación entre el aumento de la inmigración ilegal y los incidentes de ataques a iglesias ortodoxas griegas y a espacios religiosos en el período de cinco años que transcurrió durante el pico de la crisis migratoria".


Ejemplos concretos hay muchos. En 2016, la iglesia de Todos los Santos de Kallithea, cerca de Atenas, fue incendiada por "gente de habla árabe". En abril de 2021, inmigrantes musulmanes entraron en una pequeña iglesia y la profanaron por completo. Orgullosos de su obra, también grabaron en vídeo partes del vandalismo y lo subieron a TikTok. Antes de ser retirado, el vídeo mostraba a un inmigrante con el torso desnudo bailando música rap mientras iba hacia la iglesia y entraba en ella. El siguiente vídeo muestra las consecuencias: la devastación en el interior de la iglesia, con iconos destrozados y el altar derribado.


En 2020, inmigrantes musulmanes saquearon otra iglesia y la convirtieron en su retrete particular. "El olor en el interior es insoportable", decía un lugareño de lo que fue la iglesia de Santa Catalina en Moria, una pequeña ciudad de la isla de Lesbos, desbordada por los inmigrantes que llegaban a través de Turquía. "El metropolitano de Mitilene es consciente de la situación en la zona, sin embargo, no quiere implicarse por sus propios motivos".


Ese informe de 2020 añade:


"Este es sólo el último incidente ... Es extremadamente común que las iglesias ortodoxas griegas de Lesbos sean objeto de vandalismo y ataques por parte de inmigrantes ilegales. Como sociedad profundamente religiosa, estos ataques a iglesias resultan escandalosas para el pueblo griego y plantean la cuestión de si estos inmigrantes ilegales que buscan una nueva vida en Europa están dispuestos a integrarse y ajustarse a las normas y valores de sus nuevos países."


De hecho, los griegos de Lesbos son paradigmáticos del cambio que se está produciendo en Grecia:


"Estos continuos ataques han hecho que, en última instancia, los habitantes de Lesbos, que fueron nominados al Premio Nobel de la Paz en 2016, se sientan cada vez más frustrados por una situación sin resolver, que ha restringido y cambiado sus vidas, pues ya no se sienten seguros en su isla, hasta hace poco casi libre de delincuencia."


También es coherente y revelador que los griegos encuestados en 2023 muestren una mayor aversión hacia los inmigrantes procedentes de países musulmanes conocidos por sus tendencias "radicales", con Pakistán y Afganistán a la cabeza de la lista. Sin duda, los inmigrantes de esos países, donde los cristianos y otros "infieles" son tratados como infrahumanos y aún peor, han dejado una impresión especialmente duradera.


Al mismo tiempo, es interesante observar que estos cambios no son tan dramáticos como cabría esperar. Para empezar, hay que entender que Grecia no es una nación occidental cualquiera: debido a su proximidad al mundo musulmán, lleva siglos de horribles experiencias con el islam, especialmente bajo la forma del Imperio otomano.  Por ello, el griego medio siempre ha tenido una visión más negativa del islam que el europeo occidental o el estadounidense medios. Ya en 2009, el 67% de los griegos creía que existe un "choque de civilizaciones" entre el cristianismo y el islam.


Aunque la opinión pública respecto el islam está cambiando negativamente, estos cambios no son tan pronunciados como cabría esperar, lo que subraya el poder de generaciones de adoctrinamiento. En otras palabras, la teoría abstracta –consagrada por la noción de que el islam es la "incomprendida" religión de "la paz", etc.– sigue teniendo influencia. La reciente encuesta ha revelado, por ejemplo, que "el porcentaje de ciudadanos que aceptan que existe un "peligro islámico" ha aumentado del 27% en 2009 hasta el [solamente] 39% actual (un 12% más)".


Si esto es en Grecia, ¿qué más tendrá que experimentar Europa Occidental para empezar a tener los mismos recelos, relativamente modestos, ante el islam?


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