Genocidio contra "la gente del domingo": 365 millones de cristianos perseguidos en todo el mundo

RAYMOND IBRAHIM






En 2023, en todo el mundo, 4.998 cristianos fueron "asesinados por motivos relacionados con la fe" –una media de 13 al día–. Otros 4.125 cristianos fueron detenidos o arrestados ilegalmente, y 14.766 iglesias y otras instituciones cristianas fueron atacadas.


En conjunto, la persecución mundial de los cristianos sigue siendo mayor que nunca, con 365 millones de creyentes que sufren "altos niveles de persecución y discriminación por su fe".


Estas son algunas de las conclusiones de la World Watch List 2024 (WWL), publicada recientemente por la organización humanitaria internacional Open Doors. Cada año, la WWL clasifica las 50 naciones donde los cristianos son más perseguidos por su fe, mediante datos recopilados de aproximadamente 4.000 trabajadores de base y expertos externos que analizan la persecución en todo el mundo. El informe World Watch List 2024 abarca el periodo comprendido entre el 1 de octubre de 2022 y el 30 de septiembre de 2023.


En él se constata que uno de cada siete cristianos de todo el mundo (14%) es perseguido. En África, esa cifra aumenta a uno de cada cinco (20%), mientras que en Asia es de dos de cada cinco –lo que significa que el 40% del total de los cristianos son perseguidos–.


Los cristianos sufren "niveles extremos de persecución" en las 13 primeras de las 50 naciones. Son: 1) Corea del Norte, 2) Somalia, 3) Libia, 4) Eritrea, 5) Yemen, 6) Nigeria, 7) Pakistán, 8) Sudán, 9) Irán, 10) Afganistán, 11) India, 12) Siria, 13) y Arabia Saudí.


La forma de persecución experimentada en estos 13 países va desde ser agredido, violado, encarcelado o asesinado al ser identificado como cristiano o asistir a una iglesia (normalmente clandestina).


En el número 1 está Corea del Norte:


"Ser descubierto como cristiano en Corea del Norte implica de hecho una sentencia de muerte. O bien los creyentes son deportados a campos de trabajo como delincuentes políticos, donde se enfrentan a una vida de trabajos forzados a la que pocos sobreviven, o son asesinados en el acto. El mismo destino espera a sus familiares. Se cree que hay decenas de miles de cristianos recluidos en campos de trabajo por todo el país."


La mayor parte de la "persecución extrema" que sufren los cristianos en 11 de estos 13 países sigue procediendo de la opresión islámica o tiene lugar en países de mayoría musulmana. Significativamente, esto supone que aproximadamente el 84% de la peor persecución absoluta en todo el mundo tiene lugar en nombre del islam.


Esta tendencia afecta a toda la lista: la persecución que sufren los cristianos en 37 de las 50 naciones (o sea el 74%) también procede de la opresión islámica o tiene lugar en naciones de mayoría musulmana. La inmensa mayoría de estas naciones se rigen por alguna forma de saría (ley islámica). Puede ser aplicada directamente por el gobierno o por la sociedad o, más frecuentemente, por ambos, aunque las sociedades –especialmente los familiares indignados por los parientes que se han convertido– tienden a ser más celosas en su aplicación.


Aunque la persecución en Corea del Norte es peor, al menos hay alguna esperanza para sus cristianos: su maltrato está totalmente relacionado con el régimen de Kim Jong-un. Una vez que éste haya caído, Corea del Norte podría llegar a ser como Corea del Sur, donde el cristianismo está floreciendo. Por el contrario, la persecución musulmana de los cristianos es perenne, existencial y va mucho más allá de este o aquel régimen o gobernante. Forma parte de la historia, las doctrinas y la composición sociopolítica del islam, de ahí su tenacidad y ubicuidad.


En las peores naciones musulmanas, el cristianismo ha sido tan erradicado a lo largo de los años que no hay cristianos autóctonos a los que perseguir, solo conversos, apóstatas, que, según la mayoría de las interpretaciones de la ley islámica, merecen la muerte. El popular clérigo suní Yusuf al-Qaradawi, ya difunto, señalaba en televisión que, de no ser por la ley de apostasía, el islam se habría extinguido hace mucho tiempo.


En Somalia (nº 2),


"Los peligros de ser cristiano... son extremos. La mayoría, si no todos, son conversos de origen musulmán, lo que los convierte en un objetivo de alto valor para Al-Shabab, un grupo militante que ha expresado en repetidas ocasiones su deseo de erradicar a los cristianos del país. Si son descubiertos, los creyentes pueden ser asesinados en el acto... Los cristianos conversos se enfrentan a una intensa presión por parte de su familia y la comunidad local, que puede desembocar en acoso, intimidación e incluso la muerte. Solamente ser sospechoso de convertirse del islam al cristianismo puede suponer un peligro mortal. La vida de la iglesia en Somalia es inexistente, y en los últimos años los peligros a los que se enfrentan los cristianos parecen haber empeorado, ya que los militantes islámicos han intensificado su caza de dirigentes cristianos."


Lo mismo ocurre en Libia (nº 3), donde lamentablemente 21 cristianos fueron decapitados por negarse a abrazar el islam en Sirte:


"Debido a la anarquía existente, los cristianos pueden ser fácilmente blanco de la violencia y la muerte. Los conversos del islam se enfrentan a la presión más intensa y violenta por parte de su familia y su comunidad. Corren el riesgo de sufrir arrestos domiciliarios, agresiones, secuestros, violencia sexual y asesinatos. Es increíblemente peligroso que los conversos se reúnan para celebrar el culto, y la vida eclesial es casi inexistente."


En la mayoría de las naciones musulmanas de la lista, todos los sectores de la sociedad –desde las autoridades musulmanas hasta los terroristas musulmanes– persiguen a los cristianos en diversos grados.


En el teocrático Irán (nº 9),


"La conversión del islam al cristianismo es ilegal... y cualquiera que sea sorprendido como converso puede ser detenido y encarcelado. El gobierno considera la conversión como un intento de Occidente de socavar el islam y al gobierno islámico de Irán. Esto significa que cualquiera que sea descubierto como miembro de una iglesia local puede ser acusado de un delito contra la seguridad nacional, lo que puede dar lugar a largas penas de prisión. Cualquier persona arrestada o detenida puede ser torturada y maltratada mientras está en la cárcel... Los conversos pueden perder su herencia, los cristianos solteros pueden ser obligados a casarse con un cónyuge musulmán, y los creyentes casados pueden verse obligados a divorciarse o enfrentarse a perder a sus hijos."


En Afganistán (nº 10), los terroristas islámicos –los talibanes, que también son las autoridades– son los principales responsables:


"Cuando los talibanes llegaron al poder, lo hicieron con la promesa de reconocer más libertades que en el pasado. Pero eso no ha sucedido: si se descubre la fe cristiana de un afgano, puede ser condenado a muerte, o puede ser detenido y torturado para que dé información sobre sus correligionarios. La sociedad y la estructura familiar circundantes no dan cabida a la libertad religiosa, y el gobierno mantiene esta rígida postura. Esto significa que los cristianos –casi todos conversos del islam– deben mantener su fe en secreto, o simplemente pueden desaparecer."


En Pakistán (nº 7), todos los escalones de la sociedad son responsables de la persecución.


"El devastador ataque contra la comunidad cristiana en Jaranwala en agosto de 2023 fue un recordatorio aleccionador del entorno hostil al que se enfrentan muchos creyentes en Pakistán. El ataque contra más de 20 iglesias y casi 100 hogares se produjo en respuesta a acusaciones [falsas] de que dos creyentes habían profanado el Corán. Las tristemente célebres leyes paquistaníes contra la blasfemia se utilizan a menudo para perseguir a grupos minoritarios, pero los cristianos se ven desproporcionadamente afectados. De hecho, aproximadamente una cuarta parte de las acusaciones de blasfemia se dirigen contra cristianos, que sólo representan el 1,8% de la población. También se ataca a los creyentes de otras formas, tanto abierta como sutilmente. El número de niñas cristianas (y de otras religiones minoritarias) secuestradas, maltratadas y convertidas a la fuerza al islam (con frecuencia respaldadas por tribunales inferiores) va en aumento, mientras que las iglesias que realizan actividades de divulgación son especialmente propensas a la oposición. Todos los cristianos sufren discriminación institucionalizada, y las autoridades reservan a los cristianos ocupaciones consideradas bajas, sucias y degradantes, como trabajar limpiando cloacas o en un horno de ladrillos."


La misma región que se ha convertido en un hervidero de cristianismo en las últimas décadas –el África subsahariana– es también un foco de violencia brutal contra los cristianos:


"La inestabilidad política, la guerra y el extremismo han creado una situación peligrosa para los cristianos en el África subsahariana. En medio de la anarquía, han prosperado grupos yihadistas como Al-Qaeda y Boko Haram. Los débiles gobiernos no consiguen detenerlos. Y los militantes atacan impunemente a las comunidades e iglesias cristianas.  La mayoría de los cristianos asesinados por su fe, en 2023, lo fueron en el África subsahariana. En Nigeria se produjeron nueve de cada diez asesinatos por motivos religiosos. También se asesinó a cristianos en Congo (RDC), Burkina Faso, Camerún y la República Centroafricana (RCA).


Por su parte, en Nigeria (nº 6),


"Los cristianos, sobre todo en el norte, de mayoría musulmana, siguen viviendo bajo una inmensa presión y aterrorizados con devastadora impunidad por militantes islámicos y 'bandidos' armados. Cada año mueren en Nigeria más creyentes a causa de su fe que en el resto del mundo. Los ataques suelen ser brutales y pueden incluir destrucción de propiedades, secuestros para exigir rescate, violencia sexual y muerte. Los creyentes son despojados de sus medios de subsistencia y expulsados de sus hogares, dejando un rastro de dolor y traumas."


De hecho, unos días antes de la publicación del informe World Watch List 2024, y por tanto sin contabilizar, los musulmanes masacraron a 200 cristianos entre la víspera y el día de Navidad, en Nigeria.


Incluso en las naciones no musulmanas donde se persigue a los cristianos, las minorías musulmanas suelen ser las responsables. Por ejemplo, en la nación más poblada del mundo, "La persecución más abierta en China (Nº 19) suele tener lugar en regiones donde el budismo o el islam son las religiones mayoritarias: cualquiera que se convierta al cristianismo es visto como un traidor a su etnia y a su familia. Estos creyentes pueden ser amenazados o incluso agredidos".  Dicho esto,


"La persecución y la discriminación se extienden lentamente por la mayor parte de China. El objetivo del Partido Comunista Chino es asegurarse de que las iglesias no se desvíen de los puntos de vista oficiales. En el caso de las iglesias oficiales, esto significa que se les anima a alabar y prometer lealtad al Partido Comunista y su ideología. Las iglesias que reivindican a Cristo como Rey son vistas con recelo, sobre todo porque el cristianismo se considera una influencia primariamente occidental."


Mientras que el islam sigue siendo objeto de persecución, la hostilidad hacia el cristianismo se ha convertido en una pandemia. El auge del nacionalismo hindú, por ejemplo, ha convertido a India (Nº 11) en un hervidero de persecuciones:


"Por todo el país, los cristianos se encuentran cada vez más amenazados. Esta hostilidad suele estar motivada por la creencia de algunos extremistas hindúes de que los indios deben ser hindúes, y de que cualquier fe que no sea el hinduismo no es bienvenida en India. Esta mentalidad ha dado lugar a violentos ataques por todo el país y a la impunidad de quienes los perpetran, especialmente en lugares donde las autoridades son también hinduistas de línea dura. Cada vez son más los estados que aplican leyes anticonversión, creando un entorno en el que cualquier cristiano que comparta su fe puede ser acusado de un delito, intimidado, acosado e incluso ser objeto de violencia."


En un incidente notable –en medio de violentos ataques contra cientos de iglesias durante la primavera de 2023– una turba hindú hizo desfilar desnudas a dos mujeres cristianas atadas, antes de violarlas en grupo. Además, en comparación con el año anterior, "los ataques a hogares cristianos se duplicaron hasta 180, las muertes de cristianos se multiplicaron por nueve hasta 160, y los ataques a iglesias y escuelas cristianas aumentaron de 67 a 2.228".


Incluso en naciones que parecerían ser amistosas o al menos neutrales respecto al cristianismo –por ejemplo las naciones predominantemente católicas de Cuba (nº 22), México (nº 37) y Colombia (nº 34)– la persecución está creciendo. En Nicaragua (nº 30):


"La hostilidad hacia los cristianos ... continúa intensificándose con aquellos que hablan en contra del presidente Ortega y su gobierno, vistos como agentes desestabilizadores. La situación se ha deteriorado significativamente desde 2018, cuando estallaron protestas generalizadas contra el régimen dictatorial del país. Los cristianos han sido algunos de los que han alzado su voz, pero a un precio alarmante. Dirigentes cristianos han sido acosados y detenidos, propiedades cristianas confiscadas, escuelas cristianas, canales de televisión y organizaciones benéficas cerradas, e iglesias vigiladas e intimidadas... La pasada Semana Santa, la policía prohibió las procesiones. Los recientes cambios en la ley se han utilizado para etiquetar a los dirigentes eclesiásticos como terroristas y golpistas, y hay indicios de que el gobierno quiere controlar asuntos eclesiásticos como los diezmos y las ofrendas."


El gobierno dictatorial de Nicaragua también clausuró 347 iglesias durante el periodo de este informe.


El aumento de los ataques contra iglesias representa otra tendencia significativa:


"Más de 14.700 iglesias o propiedades cristianas, como escuelas y hospitales, fueron blanco de ataques en 2023. Esta cifra multiplicó por seis los ataques registrados el año anterior. En China, se cerraron al menos 10.000 iglesias. En India, [2.228] propiedades cristianas fueron asaltadas por turbas violentas. Y en Argelia, donde había 47 iglesias protestantes oficiales, sólo permanecen abiertas cuatro, que ahora están sometidas a una intensa presión. Estos ataques ejercen una enorme presión sobre las comunidades cristianas, desatando el miedo y la inseguridad. Incluso si los creyentes se juntan en grupos más pequeños, cuentan con menos dirigentes y con escasos recursos."


También va en aumento el desplazamiento de cristianos:


"En comparación con el año anterior, en 2023, más del doble de cristianos se vieron obligados a huir de sus hogares. La inestabilidad política, la guerra, el extremismo y las catástrofes naturales han expulsado a muchos creyentes de sus hogares en Oriente Medio y el Norte de África. Los creyentes suelen ser más vulnerables que otras personas desplazadas debido a su fe. En países como Siria, los cristianos son blanco fácil de la violencia. Los extremistas atacan a las iglesias y a sus dirigentes, y presionan a los cristianos para que se marchen."


Quizá la tendencia más preocupante es que la persecución de los cristianos casi se ha duplicado desde 1993, cuando se publicó por primera vez la World Watch List.  Entonces, solo 40 naciones obtuvieron una puntuación lo suficientemente alta como para justificar un seguimiento asiduo. En la actualidad, 78 países cumplen los requisitos, aunque la lista solo incluye a los 50 primeros.


¿Cuánto tiempo pasará antes de que esta tendencia aparentemente irreversible haga metástasis incluso en las naciones que antes eran aclamadas por su libertad religiosa?



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