‘He aprendido a degollar’. El espectro del ISIS sigue vivo en los países occidentales

RAYMOND IBRAHIM





Los atentados terroristas islámicos que asolan el mundo ¿son arrebatos aleatorios de locura musulmana o el resultado de directrices calculadas? Consideremos los siguientes relatos, aparentemente dispares.


El 22 de abril de 2024, terroristas musulmanes embistieron con su vehículo a cuatro judíos ortodoxos en Jerusalén, haciendo que tres de ellos salieran volando por los aires.


El 15 de abril, un musulmán se abalanzó y apuñaló repetidamente a un clérigo cristiano, el obispo Mar Mari, mientras pronunciaba un sermón desde el púlpito de su iglesia en Sidney, Australia. (El incidente fue grabado en vídeo, para disgusto de Australia.)


Más espectacular aún, el 22 de marzo, terroristas musulmanes con armas automáticas lanzaron un ataque contra el teatro de Crocus, cerca de Moscú, masacrando al menos a 139 personas e hiriendo a otras más. El Estado Islámico (ISIS) reivindicó rápidamente el atentado y lo presentó como un intento de matar a "miles de cristianos".


Pero la conexión con el ISIS puede ser más profunda. El 4 de enero de 2024, el "califato" llamó a los musulmanes a aterrorizar y masacrar a cristianos y judíos, "donde sea y cuando sea". Además, los tres atentados mencionados se ajustan perfectamente a las directrices del ISIS.  Consideremos las líneas subrayadas en el siguiente extracto de la declaración:


"Leones del Islam: Perseguid a vuestras presas, ya sean judías, cristianas o sus aliados, por las calles y carreteras de Estados Unidos, Europa y el mundo. Irrumpid en sus hogares, matadlos y robadles su tranquilidad por cualquier medio que podáis. ... Abatidlos a balazos [Moscú], degolladlos con afilados cuchillos [Sidney] y atropelladlos con vehículos [Jerusalén]. A una persona sincera no le faltarán medios para verter sangre de los corazones de los judíos, los cristianos y sus aliados, y aliviar así el sufrimiento de los corazones de los creyentes. Acercaos a ellos por todas las puertas, matadlos por los peores medios, convertid sus reuniones y celebraciones en sangrientas masacres."


Debido a su carácter sensacionalista y, en el caso de Moscú, al gran número de víctimas mortales, los tres atentados terroristas mencionados recibieron cierta atención mediática. En realidad, sin embargo, son la punta del iceberg: los atentados terroristas que se ajustan a las directrices del ISIS son habituales, aunque los menores o frustrados reciben escasa atención mediática.


En Francia, por ejemplo, el 5 de marzo, la policía frustró un complot terrorista para atentar contra la catedral de Notre Dame (gran parte de la cual "inexplicablemente" ardió en llamas en 2019). Un musulmán de origen egipcio, de 62 años, fue detenido. El informe del 30 de marzo señala que se trata del último atentado terrorista frustrado en las tres semanas precedentes. El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, declaró:


"Nunca habíamos frustrado tantos atentados en Francia. El Estado Islámico es el autor de los ocho últimos atentados frustrados en Francia. Frustramos muchos atentados, uno cada dos meses."


Un informe distinto, del 15 de marzo, comienza diciendo: "Leila, de 21 años, planeaba atacar con una espada a los fieles de una iglesia de Béziers el día de Pascua, cuando fue detenida". El informe añade que la policía descubrió en su casa fotos de cuerpos decapitados y vídeos de decapitaciones y de cómo fabricar bombas de ácido. En su cuaderno escribe ella:


"mi deseo cada vez más intenso de salir a la calle para degollar al primer transeúnte, arrastrar su cadáver al bosque y aplastarle el cráneo con una barra de hierro o un martillo, y luego volver para buscar a otro. ... He aprendido a degollar, así que probablemente no habrá ningún problema."


El 12 de marzo, otra mujer no identificada, de 39 años, irrumpió durante la misa matutina en una iglesia, donde profirió amenazas mientras agitaba un cuchillo. (La iglesia ya había sufrido un incendio provocado, y se encuentra cerca de una zona donde tres adolescentes atacaron violentamente una vez a otros dos adolescentes con gas lacrimógeno, mientras los llamaban "sucios cristianos", nomenclatura habitual empleada por los musulmanes.)


Esto por no hablar de las docenas de iglesias, cementerios y crucifijos públicos de Francia que han sido objeto de vandalismo y profanación solo en el mes de marzo, acompañados con lemas islámicos triunfalistas.


En resumen, cuando los musulmanes embisten con sus vehículos a los infieles, o irrumpen en sus iglesias y otros lugares, degollándolos y abriendo fuego contra ellos con armas automáticas, no solo se debe a que el islam es intrínsecamente hostil a los no musulmanes, sino que puede ser un reflejo creciente de cómo el "califato" –que supuestamente fue derrotado en 2019– sigue influyendo en los corazones y las mentes de los musulmanes.



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