Comentar la matanza de cristianos por parte de musulmanes es ‘islamofobia’, según la ONU

RAYMOND IBRAHIM






El 22 de junio 2025, unos musulmanes asesinaron a 25 cristianos —en su mayoría mujeres y niños— e hirieron a casi 100 más dentro de una iglesia en Siria.


Según testigos presenciales, uno o dos hombres armados entraron en la iglesia ortodoxa griega Mar Elías de Damasco durante la misa, cuando estaba repleta con unos 350 fieles, y abrieron fuego indiscriminadamente antes de detonar un cinturón explosivo dentro del templo.


«Cuando llegamos a la iglesia, encontramos la entrada llena de restos humanos», dijo un socorrista que llegó poco después del ataque. Las fotos mostraban suelos carbonizados y salpicados de sangre, con metralla incrustada en las paredes de la iglesia.


Aunque se puede decir mucho sobre este último ataque terrorista islámico contra una iglesia cristiana, mi pregunta hoy es simple y directa: ¿por qué esto no es suficiente para que las Naciones Unidas y otros organismos internacionales se den cuenta y alcen la voz como lo hacen cada vez que los musulmanes son víctimas de no musulmanes?



Un acto de violencia


Por ejemplo, hace dos años, las Naciones Unidas declararon el 15 de marzo como el «Día Internacional de Lucha contra la Islamofobia». ¿Qué motivó esta medida tan contundente? Sencillo: el 15 de marzo de 2019, un hombre armado australiano entró en dos mezquitas de Nueva Zelanda y abrió fuego, matando a 51 personas e hiriendo a 40 fieles musulmanes.


Si un solo ataque contra una mezquita fue suficiente para que la ONU institucionalizara un día especial para defender el islam, ¿qué hay de los innumerables ataques musulmanes, a menudo peores, contra lugares de culto no musulmanes? ¿Por qué no han suscitado una respuesta similar por parte de la ONU y otros organismos gubernamentales?


Por si cree que el horrible ataque del domingo pasado contra una iglesia siria es una especie de aberración, aquí tiene una breve lista de otros ataques mortales perpetrados por musulmanes contra iglesias cristianas en los últimos tiempos, ordenados por número de víctimas.


Prepárense.



Una larga lista de atrocidades


Sri Lanka (21 de abril de 2018). El Domingo de Pascua, terroristas musulmanes bombardearon tres iglesias y tres hoteles; 359 personas, en su mayoría cristianas, murieron y más de 500 resultaron heridas.

Nigeria (20 de abril de 2014). El Domingo de Pascua, terroristas islámicos incendiaron una iglesia abarrotada; 150 cristianos murieron quemados vivos.

Pakistán (27 de marzo de 2016). Tras los oficios religiosos del Domingo de Pascua, terroristas islámicos bombardearon un parque donde se habían congregado cristianos; más de 70 personas, en su mayoría mujeres y niños, murieron. «Había restos humanos en las paredes de nuestra casa», recordó un testigo.

República Democrática del Congo (febrero de 2025). Militantes musulmanes de las Fuerzas Democráticas Aliadas reunieron y llevaron a 70 cristianos a una iglesia protestante, los ataron y los decapitaron a todos con cuchillos.

Irak (31 de octubre de 2011). Musulmanes irrumpieron en una iglesia de Bagdad durante el culto y abrieron fuego indiscriminadamente antes de detonar sus chalecos suicidas. Casi 60 cristianos, entre ellos mujeres, niños e incluso bebés, murieron (imágenes gráficas de las secuelas aquí).

Nigeria (8 de abril de 2012). El Domingo de Pascua, unos musulmanes detonaron explosivos colocados cerca de dos iglesias abarrotadas; más de 50 personas murieron y un número indeterminado resultó herido.

Nigeria (5 de junio de 2022). El domingo de Pentecostés, los musulmanes abrieron fuego contra una iglesia abarrotada, matando a más de 50 personas e hiriendo a docenas.

Egipto (9 de abril de 2017). El Domingo de Ramos, los musulmanes bombardearon dos iglesias abarrotadas; al menos 45 personas murieron y más de 100 resultaron heridas.

Nigeria (25 de diciembre de 2011). Durante los servicios religiosos del día de Navidad, terroristas musulmanes dispararon y bombardearon tres iglesias; 37 personas murieron y casi 57 resultaron heridas.

Egipto (11 de diciembre de 2016). Un atentado suicida islámico contra dos iglesias dejó 29 muertos y 47 heridos (imágenes gráficas de las secuelas aquí).

Burkina Faso (25 de agosto de 2024). Militantes musulmanes degollaron a 26 cristianos dentro de una iglesia.

Rusia (23 de junio de 2024). Terroristas musulmanes lanzaron ataques contra varias iglesias y sinagogas en la región musulmana de Daguestán. Al menos 21 personas murieron y decenas resultaron heridas. Los terroristas, gritando «¡Alahú akbar!», degollaron a un anciano y enfermo sacerdote ortodoxo. Al menos una iglesia fue incendiada.

Nigeria (20 de abril de 2012). Musulmanes asesinaron a 20 cristianos dentro de su iglesia durante el culto dominical.

República Democrática del Congo (15 de enero de 2023). Musulmanes bombardearon una iglesia durante una ceremonia bautismal dominical. Al menos 14 cristianos quedaron destrozados. El Estado Islámico, que reivindicó el ataque, afirmó que entre 20 y 63 personas más resultaron gravemente heridas.

Indonesia (13 de mayo de 2018). Musulmanes bombardearon tres iglesias; 13 cristianos murieron y decenas resultaron heridos.

Egipto (1 de enero de 2011). Terroristas musulmanes bombardearon una iglesia de Alejandría durante la misa de Nochevieja; al menos 21 cristianos murieron. Según testigos presenciales, «había restos humanos esparcidos por toda la calle» y «fueron llevados al interior de la iglesia después de que algunos musulmanes empezaran a pisotearlos y a corear consignas yihadistas», entre ellas «¡Alahú Akbar!».

Filipinas (27 de enero de 2019). Terroristas musulmanes bombardearon una catedral; al menos 20 cristianos murieron y más de 100 resultaron heridos.

Indonesia (24 de diciembre de 2000). Durante las misas de Nochebuena, terroristas musulmanes bombardearon varias iglesias; 18 personas murieron y más de 100 resultaron heridas.

Burkina Faso (25 de febrero de 2024). Hombres armados musulmanes irrumpieron en una iglesia católica durante una misa, abrieron fuego y asesinaron a 15 fieles.

Pakistán (15 de marzo de 2015). Terroristas suicidas musulmanes mataron al menos a 14 cristianos en ataques contra dos iglesias.

Alemania (19 de diciembre de 2016). Cerca de la iglesia memorial Kaiser Wilhelm en Berlín, un musulmán estrelló un camión contra un mercado navideño; 13 personas murieron y 55 resultaron heridas.

Egipto (29 de diciembre de 2017). Hombres armados musulmanes dispararon contra una iglesia en El Cairo; nueve cristianos murieron.

Egipto (6 de enero de 2010). Tras la misa de Nochebuena (según el calendario ortodoxo), unos musulmanes mataron a tiros a seis cristianos cuando salían de su iglesia.

Rusia (18 de febrero de 2018). Un musulmán armado con un cuchillo y una escopeta de doble cañón entró en una iglesia y abrió fuego; cinco personas —todas mujeres— murieron y al menos otras cinco resultaron heridas.

Francia (26 de julio de 2016). Unos musulmanes entraron en una iglesia y degollaron al sacerdote que oficiaba la misa, el padre Jacques Hamel, de 84 años, y tomaron como rehenes a cuatro monjas hasta que las autoridades francesas mataron a tiros a los terroristas.

­ ■ Turquía (28 de enero de 2024). Dos hombres armados y enmascarados entraron en una iglesia católica y abrieron fuego. Un hombre murió y otro resultó herido. Las imágenes de las cámaras de vigilancia mostraron al resto de los aproximadamente 40 feligreses huyendo presas del pánico.


La lista anterior no es exhaustiva. Solo en Nigeria, donde cada dos horas se asesina a un cristiano, los musulmanes han destruido o incendiado unas 20.000 iglesias y escuelas cristianas. ¿Cuántas almas sin documentar perecieron en esos atentados terroristas, en su mayoría no denunciados?



Todas las cosas que ni siquiera sabemos


La lista anterior tampoco incluye ninguno de los muchos atentados terroristas fallidos. Por ejemplo, el atentado contra una iglesia indonesia durante los oficios del Domingo de Ramos en 2021, en el que solo murieron los terroristas suicidas, un hombre musulmán y su esposa embarazada.


O, más recientemente, cuando el año pasado Alexander Scott Mercurio, un joven de 18 años convertido al islam, fue detenido en Coeur d'Alene, Idaho, por «planear un atentado suicida contra varias iglesias» que iba a llevar a cabo al día siguiente. Según el informe, «las fuerzas del orden afirman que iba a atacar lugares de culto locales con cuchillos, armas de fuego e incendio».


La lista anterior tampoco incluye los ataques y profanaciones diarios no mortales de iglesias, que afectan especialmente a las regiones europeas con grandes poblaciones musulmanas.


Aun así, basándonos solo en los ejemplos bien documentados anteriores, los musulmanes han masacrado a más de 1.000 cristianos que, por lo demás, asitían al culto pacíficamente en sus iglesias.



El patrón real


De ahí surge la pregunta más apremiante: si un ataque no musulmán, que se cobró la vida de 51 musulmanes, fue suficiente para que la ONU estableciera un «día internacional para combatir la islamofobia», ¿por qué los innumerables ataques musulmanes contra iglesias no han sido suficientes para que la ONU establezca un «día internacional para combatir la cristianofobia»?


Esta pregunta se vuelve más apremiante cuando uno se da cuenta de que, mientras que el ataque a la mezquita de Nueva Zelanda fue, de hecho, una aberración —como lo demuestra su singularidad—, los ataques musulmanes contra iglesias son muy comunes (incluso históricamente). Como se ha comentado aquí, rara vez pasa un mes en el mundo musulmán, y cada vez más en Occidente, sin que se produzcan varios asaltos o acosos.


Además, es importante señalar que quienes aterrorizan a las iglesias a menudo tienen poco en común entre sí. Como se ha visto, proceden de países muy diferentes (Nigeria, Irak, Filipinas, etc.), son de diferentes razas, hablan diferentes idiomas y viven en condiciones sociales, políticas y económicas diferentes.


Lo único que comparten es su religión, el islam (que, como es lógico, enseña la hostilidad hacia las iglesias y los «infieles», aunque se supone que no debemos reconocerlo).


En otras palabras, los ataques musulmanes contra las iglesias están motivados ideológicamente, han sido y siguen siendo sistémicos y sistemáticos, y por lo tanto son un problema real y continuo que la comunidad internacional debe destacar y solucionar.


Sin embargo, la ONU quiere que ignoremos las continuas masacres de innumerables cristianos y fieles como consecuencia desafortunada de «agravios musulmanes» fuera de lugar, y que nos centremos en un único incidente: un hombre occidental que mató a 51 musulmanes.


Esto, para la ONU, es lo que realmente evidencia un «patrón» y requiere urgentemente reconocimiento y respuesta. Y esa respuesta consiste en silenciar a todos aquellos que se atreven a atar cabos y exponer el patrón de violencia contra los no musulmanes por parte del islam ampliamente documentado, que, no nos equivoquemos, es precisamente de lo que trata eso de «combatir la islamofobia».


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