Jesucristo
como terrorista palestino
RAYMOND IBRAHIM
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El islam no solo ha reconvertido a Jesucristo en
musulmán y en "palestino".
Por lo que parece, los palestinos están tratando de transformarlo
también en "mártir heroico", un término que a menudo se traduce como
"terrorista" por parte de quienes son objeto de tal heroísmo.
Según explica un artículo del Palestinian
Media Watch, del 14 de enero de 2022:
"La Autoridad Palestina utiliza muchos eufemismos y términos para
referirse a los terroristas, y aplican dos de ellos a Jesús. El primero
es fida'i, literalmente "luchador sacrificado". Por ejemplo, el
terrorista Ashraf Na'alwa, que llevó un rifle al trabajo, ató a una
joven madre de un bebé de 15 meses y luego la asesinó a ella y a otro
compañero de trabajo, fue llamado por Al-Fatah "heroico fida'i".
El funcionario de Al-Fatah, Rawhi Fattouh, asignó ese mismo estatus a
Jesús: "Jesús, el primer fida'i palestino".
El segundo término es shahid
("mártir" islámico) la palabra que usa la Autoridad Palestina para los
terroristas que mueren durante su ataque, incluidos los terroristas
suicidas. El jefe principal de Al-Fatah, Tawfiq Tirawi, ha aplicado
ambos términos a Jesús: "El primer fida'i y el primer mártir,
el mesías Jesús".
Por supuesto, debe recordarse que, para los palestinos y los musulmanes
en general, aquellos que sacrifican sus vidas por la causa de Alá –y
Alá está muy interesado en cosas como la tierra y las disputas
territoriales– son la niña de los ojos de esa deidad, merecedores de
las más altas recompensas paradisíacas. Como explicó el profeta
musulmán Mahoma en un hadiz canónico y citado con frecuencia: "el
mártir (shahid) es especial para Alá":
"Es perdonado desde la primera gota de sangre [que derrama]. Ve su
trono en el paraíso... Fijada sobre su cabeza habrá una corona de
honor, un rubí que es más grande que el mundo y todo lo que contiene. Y
copulará con setenta y dos huríes [mujeres sexuales celestiales
–"de turgentes senos" y "grandes ojos" dice el Corán (46/56,22;
80/78,33)– creadas por Alá con el propósito expreso de satisfacer
sexualmente a sus favoritos por siempre]."
En este contexto, Jesucristo, del que los musulmanes se han apropiado
transformándolo en "el profeta Isa", es un gran mártir, no porque haya
sido crucificado por los pecados de la humanidad (el islam enseña que
fue otro el crucificado en lugar de Cristo en el último momento), sino
porque dio su vida para luchar contra los infieles y defender la saría.
Para comprender la verdadera naturaleza del Jesús del islam,
consideremos lo que dicen sobre él algunos de los hadices más canónicos
(las siguientes traducciones están tomadas de la antología Las fuentes musulmanas del período cruzado,
de James E. Lindsay y Suleiman Mourad).
En un hadiz, Jesús cita con aprobación a Mahoma cuando dice que
cualquiera que haga de él, Mahoma, un igual a Cristo –y por lo tanto
contradiga el credo cristiano más antiguo (1 Corintios 15,3-7)– irá al
cielo: "El que testifique que no hay más dios que Dios, solo sin
compañero, y que Mahoma es su siervo y mensajero, y que Jesús es su
siervo y mensajero… Alá lo admitirá en el paraíso por decir eso".
En otro hadiz, una mujer le dice a Jesús: "Bendito el vientre que te
llevó y el pecho que te amamantó". A lo cual responde un sorprendido
Jesús: "¡No, sino bendito el que lee el Corán y sigue lo que contiene!"
Pero es sobre todo en su regreso en los "últimos tiempos", según la
versión islámica, cuando el Jesús musulmán brilla realmente. Según la
doctrina islámica, volverá para "destruir las cruces, sacrificar a los
cerdos, imponer el tributo de la yizia sobre los no musulmanes, y hacer
lícita la guerra contra la gente del Libro (es decir, judíos,
cristianos y zoroástricos) entre otras cosas". En medio del
enfrentamiento final entre las fuerzas de Alá y las fuerzas del
Anticristo (al-Dayyal), Jesús aparecerá primero "rezando detrás"
de un jefe islámico. Luego, "una vez que Jesús termine su rezo, tomará
su lanza, irá hacia el Anticristo y lo matará. Entonces Jesús morirá y
los musulmanes lo lavarán y lo enterrarán".
De esa manera se describe a Jesús como un "mártir" –no diferente, para
muchos musulmanes, de sus supuestos parientes palestinos que se inmolan
al servicio del islam–.
Aquí tenemos, por tanto, otro claro recordatorio de que la apropiación
y posterior mutilación de figuras bíblicas por parte del islam no es
una fuente de "puntos en común" y ni de "puentes" entre el islam por un
lado y el judaísmo y el cristianismo por el otro, como se empeñan en
decir los "ecumenistas". Por el contrario, es una muestra de cómo el
islam manipula las figuras del judaísmo y del cristianismo para sus
propios fines y precisamente en contra de los judíos y los cristianos.
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