Por qué los
musulmanes odian y atacan la cruz
RAYMOND IBRAHIM
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Mientras los cristianos se preparan para celebrar
la Pascua, los musulmanes siguen profanando el símbolo más
representativo de la muerte y resurrección de Jesucristo: el crucifijo.
Recientemente, en Francia, el 16 de marzo de 2023, un musulmán rompió
en pedazos la cruz de dos metros de altura de una iglesia, que había
permanecido en pie desde el siglo XVII. Una semana antes, también
en Francia, otro musulmán rompió y profanó los crucifijos colocados sobre unas 30
tumbas.
Un par de semanas antes, en la vecina Bélgica, un joven de 16 años
convertido al islam y detenido por cargos relacionados con el
terrorismo se había grabado a sí mismo rompiendo crucifijos.
¿Qué tiene la cruz que provoca semejante comportamiento?
Doctrina e historia del odio islámico a la cruz
Para empezar, no solo es el símbolo del cristianismo, sino que también
simboliza el desacuerdo fundamental entre cristianos y
musulmanes. Como explica el historiador Sidney Griffith, "la
cruz... declaraba públicamente los mismos puntos de la fe cristiana que
el Corán, en opinión de los musulmanes, negaba explícitamente: que
Cristo era el Hijo de Dios y que murió en la cruz". En
consecuencia, la cruz "despertaba a menudo el desdén de los
musulmanes", de modo que desde el comienzo de las conquistas musulmanas
de tierras cristianas, en el siglo VII, hubo una continua "campaña para
borrar los símbolos públicos del cristianismo, especialmente el signo
de la cruz, antes omnipresente".
Abundan los testimonios, desde las primeras invasiones de Siria y
Egipto, cristianos, de musulmanes que rompían sistemáticamente todos
los crucifijos que encontraban. Según Anastasio Sinaíta, que
vivió durante las conquistas árabes del siglo VII, "los demonios
nombran a los sarracenos [árabes/musulmanes] como compañeros
suyos. Y con razón. Estos últimos son quizás incluso peores
que los demonios", pues mientras "los demonios temen con frecuencia los
misterios de Cristo" –entre los que menciona la cruz– "estos demonios
de carne lo pisotean todo con sus pies, se burlan de ello, le prenden
fuego, lo destruyen".
La comparación con los demonios no carece de significado. El año
pasado, en Pakistán, por ejemplo, un musulmán llamado Muhammad se subió
a una gran cruz situada en una iglesia, se agarró a ella y empezó a
balancearse espasmódicamente con su cuerpo para intentar derribarla,
mientras recitaba versículos del Corán, vociferaba el grito de guerra
yihadista del islam, "Alahú Akbar" y amenazaba a los cristianos (vídeo aquí).
Según el informe, Muhammad estaba "en tal frenesí religioso" y tan
"decidido a volcar la cruz" que "arriesgaba su vida para
hacerlo". Cayó, resultó herido y fue atendido por los cristianos.
Del mismo modo, en Francia, tras la detención de un musulmán por
destruir cruces en un cementerio, los primeros informes afirmaban que
"El hombre repite una y otra vez las oraciones musulmanas, babea y es
imposible comunicarse con él: su estado ha sido declarado incompatible
con la detención preventiva". Fue hospitalizado como
"desequilibrado mental".
Irónicamente, para los musulmanes, es la propia cruz la que es
satánica. Tras referirse al crucifijo como "un elemento del diablo",
el imán indonesio jeque Abdul Somad en su respuesta grabada en vídeo a
la pregunta de por qué los musulmanes "sentían escalofríos cada vez que
veían un crucifijo", continuó diciendo: "¡Por culpa de Satanás!". Del
mismo modo, el imán kuwaití Othman al-Khamis emitió una fetua
en la que comparaba el crucifijo cristiano con Satanás, añadiendo que
las cruces solo pueden exhibirse públicamente para burlarse de ellas,
por ejemplo representándolas "en un lugar insultante como los
calcetines". Siguiendo esa lógica, un vendedor de zapatos
paquistaní puso una imagen de la cruz en la suela de sus
zapatos, para que el crucifijo fuera pisado con cada pisada musulmana.
Como todo lo islámico, el odio a la cruz se remonta al profeta
Mahoma. Al parecer, "sentía tal repugnancia por la forma de la
cruz que rompía todo lo que entraba en su casa con su figura", según el
historiador William Muir. Mahoma también afirmaba que al final de los
tiempos, Jesús (el "Isa" musulmán) se encargaría de "destruir
la cruz".
Cuando se le preguntó sobre las normas del islam acerca de si se
permite a alguien –incluso a un cristiano– mostrar una cruz, el jeque
Abdul Aziz al-Tarifi, experto saudí en ley islámica, confirmó la
hostilidad: "Bajo ninguna circunstancia se permite a un ser humano
llevar la cruz". ¿Por qué? "Porque el profeta –la paz y las
bendiciones sean con él– ordenó romperla [la cruz]".
El jeque al-Tarifi también explicó que si es demasiado difícil romper
la cruz –por ejemplo, una grande hecha de hormigón– los musulmanes
deben al menos intentar desfigurar uno de sus cuatro brazos "para que
deje de parecer una cruz." Las pruebas históricas y numismáticas
confirman que, después de que el califato omeya se apoderara del tesoro
bizantino a finales del siglo VII, el califa ordenó borrar uno o dos
brazos de la cruz de las monedas cristianas robadas para que la imagen
dejara de parecer un crucifijo.
Avanzando casi catorce siglos, hace unos años en Turquía, las
autoridades dictaminaron
que "no se tolerarán los elementos arquitectónicos de las casas que
parezcan cruces". Esta decisión se tomó "a raíz de las quejas de
que los balcones de algunas casas del pueblo parecían cruces". Las
fotos muestran que las casas tenían dos plantas y se dividían en cuatro
cuadrantes dando lugar a una forma como de cruz. Múltiples quejas ...
llevaron a destruir casas basándose en que su arquitectura incorporaba
la cruz".
Quizá lo más revelador sea la continuidad entre el pasado y el
presente. En 2019, los musulmanes utilizaron excrementos humanos
para dibujar una cruz en una iglesia francesa
–embadurnar de materia fecal las iglesias no es infrecuente
en el mundo musulmán–. Pero, en 1147, en Portugal, según escribe un
cronista, los musulmanes exhibieron "con mucha sorna el símbolo de la
cruz". "Escupían sobre ella y se limpiaban con ella las heces de sus
posaderas". Décadas antes, en Jerusalén, los musulmanes "escupían sobre
los crucifijos y no se abstenían de orinar sobre ellos a la vista de
todos". Incluso aquel sultán supuestamente "magnánimo", Saladino,
ordenó "a quien viera que el exterior de una iglesia era blanco, que lo
cubriera con tierra negra", y ordenó "quitar todas las cruces de encima
de la cúpula de todas las iglesias de las provincias de Egipto" (Sword and Scimitar, pp. 171, 145, 162).
Pero, ¿por qué debería importar este tema? Después de todo, la cruz es
un objeto inanimado; que se burlen de ella o la destruyan no debería
tener ninguna repercusión en la fe de un cristiano. Aunque esto es
cierto –y aunque los ataques a seres humanos reales y vivos, entre
ellos las minorías cristianas de todo el mundo musulmán, son obviamente
peores–, los ataques suscitados por la cruz o dirigidos contra ella son
importantes, porque realmente ponen de relieve la razón que hay detrás
del odio, quizá incluso más que cuando un musulmán mata a un cristiano
(que puede atribuirse, y a menudo se atribuye, a otros diversos
factores interpersonales, como la envidia, por ejemplo).
Para que todo lo anterior no parezca demasiado teórico o abstracto, en
otro artículo se documentarán innumerables ejemplos actuales de
hostilidad, violencia y asesinato por parte de musulmanes en relación
con el crucifijo.
Odio generalizado y ataques a la Cruz
Podemos demostrar la continuidad del odio y los ataques contra la cruz
documentando ejemplos actuales, clasificados por temas.
Estados Unidos
Ali Alaheri, un musulmán de 29 años, derribó y destruyó un gran crucifijo
que había permanecido durante once años en el exterior de la iglesia de
San Atanasio de Bensonhurst, Brooklyn, N.Y. "Fue una mañana terrible",
reflexionaba monseñor David Cassato. "Fue probablemente el día más
triste de mi vida, ver esta profanación de una cruz de Jesús".
Alemania
– En los Alpes y en Baviera solo, innumerables cruces
de unas 200 iglesias fueron profanadas y rotas. "La policía se enfrenta
actualmente a profanaciones de iglesias una y otra vez", dice el
informe. "Los autores suelen ser jóvenes alborotadores con antecedentes
migratorios".
– Antes de Navidad, en la región de Renania del
Norte-Westfalia, donde residen más de un millón de inmigrantes musulmanes, se decapitaron unas 50 estatuas públicas de
Jesús y otras figuras cristianas y se rompieron crucifijos.
– Tras la llegada de otro millón de migrantes
musulmanes a Dülmen, un periódico local afirmaba que "no pasa un día" sin que se
produzcan ataques contra cruces y otros símbolos cristianos.
Italia
– Un inmigrante musulmán invadió
una antigua iglesia de Venecia y atacó su gran cruz de 300 años de
antigüedad, rompiéndole uno de los brazos, mientras gritaba: "¡Todo lo
que hay en una iglesia es falso!".
– Tras la destrucción
de un crucifijo muy cerca de una populosa mezquita, el alcalde de la
zona se pronunció sobre la identidad del culpable o culpables: "Antes
de dar muestras de unidad con los musulmanes, que empiecen por respetar
nuestra civilización y nuestra cultura".
Francia
– Un musulmán enfurecido retorció físicamente
una enorme cruz de bronce con sus propias manos mientras cometía
importantes actos de vandalismo en dos iglesias. También volcó y rompió
dos altares, destruyó estatuas cristianas, derribó un sagrario,
destrozó la puerta de una sacristía y rompió algunas vidrieras.
– Unos "vándalos" echaron abajo
una emblemática cruz de hierro que se erguía en la cima del pico
Saint-Loup desde 1911 y era visible desde varios kilómetros a la
redonda.
– Otros "vándalos desconocidos" profanaron
y destrozaron cruces y estatuas en la catedral de Saint-Alain, en
Lavaur. Destrozaron los brazos de un Cristo crucificado de forma
ofensiva.
Turquía
– A plena luz del día, un hombre escaló la valla de una histórica
iglesia armenia de Estambul y procedió a arrancar su cruz de metal y arrojarla al
suelo, como captaron las imágenes de vigilancia.
– El presidente Erdogán se quejó
a la canciller alemana Angela Merkel porque una cruz de 15 metros de
altura erigida en un monasterio griego cerca de la frontera greco-turca
era visible en Turquía.
– Antes y durante un partido de fútbol contra un
equipo alemán, la policía de Estambul retiró
las banderas y pancartas de los aficionados porque tenían el símbolo de
una cruz, que forma parte del logotipo del equipo alemán (un escudo con
una cruz negra sobre fondo amarillo). El equipo alemán y sus
aficionados también denunciaron el acoso generalizado de las
autoridades musulmanas por llevar sus habituales símbolos cristianos
durante su estancia en Turquía.
Pakistán
– Una turba musulmana armada que gritaba "consignas anticristianas"
atacó e intentó incendiar
la iglesia pentecostal de la Trinidad, en Hakeem Pura. Aunque
finalmente no lo consiguieron, sí saciaron su ira en contra de la
iglesia: "No sólo rompieron la cruz, sino también nuestros corazones",
dijo un testigo cristiano.
– Tras recibir quejas y amenazas de los
musulmanes locales, una congregación eclesiástica, "con el corazón
destrozado", en palabras de su pastor,
acordó retirar la cruz de su iglesia: "Tomamos esta decisión por
la
seguridad y la protección de los cristianos del pueblo. ... Los
musulmanes nos amenazaron con que, si no retirábamos la cruz,
prohibirían los servicios de oración y se quedarían con la propiedad de
la iglesia".
Siria
– En medio de gritos triunfantes de "Alahú
akbar", fue derribada una cruz de una iglesia ortodoxa
griega en una región "controlada por militantes respaldados por Estados
Unidos".
Sudán
– Después de haber incendiado nueve iglesias en
Sudán, "su objetivo era la Iglesia", declaró el reverendo Kuwa Shamal, de la
Iglesia Sudanesa de Cristo, "porque no quieren ver ningún signo de la
cruz en la zona".
Armenia
– Un soldado (no está claro si azerí o mercenario
yihadista de Siria o Irak) fue grabado en vídeo gritando triunfalmente
"¡Alahú akbar!" mientras se encontraba en lo alto de una iglesia
armenia, donde había arrancado la cruz de la capilla.
Violencia y asesinatos contra portadores de
cruces
Pakistán
– Tres musulmanes asesinaron a dos hermanos cristianos porque
llevaban colgada una cruz en el espejo retrovisor de su coche.
– Cuando un musulmán vio que Julie Aftab, una
mujer cristiana, llevaba una cruz al cuello, la atacó, la obligó a tragar ácido
y se lo arrojó en la cara, dañándole el esófago de manera permanente,
dejándola ciega de un ojo y haciéndole perder los dos párpados y la
mayor parte de los dientes.
– Unos musulmanes saquearon y golpearon
duramente a los empleados de una tienda cristiana por tener a la vista
una cruz y otros símbolos cristianos. La policía respondió deteniendo a
uno de los propietarios bajo la acusación de que al colgar una cruz
trataba de evangelizar a los musulmanes.
Burkina Faso
– El grupo de terroristas musulmanes "Buscando
cristianos" identificaron y masacraron a cuatro hombres por llevar
crucifijos.
Italia
– En Roma, un inmigrante musulmán apuñaló en la garganta, y casi mató, a un
italiano por llevar un crucifijo al cuello.
– Un niño musulmán de África se metió con una
niña de 12 años, la insultó y acabó golpeándola en el colegio porque llevaba puesto un crucifijo.
Alemania
– Mientras maldecían a su "dios cerdo",
inmigrantes musulmanes
golpearon y apuñalaron repetidamente a un vagabundo, en Berlín, por
mostrar un símbolo cristiano, que se cree que era una cruz. El informe añade
que este tipo de incidentes no son infrecuentes: "Hace poco golpearon a
un hombre de 39 años por llevar al cuello una cadenita con una cruz".
– Tras ingresar en un hospital, un musulmán montó en cólera porque había "demasiadas
cruces en la pared". Llamó "zorra" y "fascista" a la enfermera y se
puso físicamente agresivo.
Suecia
– A un niño sueco de 11 años lo llamaron "cerdo
bastardo" y lo golpearon
unos inmigrantes musulmanes por llevar una cruz. El incidente se
produjo en Malmö, que tiene una amplia población musulmana y es
conocida como la "capital
de la violación" de Suecia.
Maldivas
– Las autoridades tuvieron que rescatar a una
profesora cristiana
después de que "unos padres musulmanes amenazaran con atarla y
arrastrarla fuera de la isla" por "predicar el cristianismo". Su
verdadero delito había sido dibujar una brújula –que fue confundida con una cruz– como parte de una lección de
geografía en clase.
Turquía
– Un niño de 12 años que llevaba colgada al cuello una crucecita de
plata en clase era escupido y golpeado regularmente por
compañeros y profesores musulmanes.
– Dos hombres musulmanes golpearon a un adolescente cristiano en la
calle, tras percatarse de que llevaba un crucifijo al cuello.
Profanación de crucifijos en cementerios
Francia
– Un musulmán fue detenido por profanar más de 200 cruces y lápidas cristianas en un
cementerio.
Indonesia
– Diez escolares musulmanes, de entre 5 y 12 años, rompieron las cruces
de una docena de tumbas en un cementerio cristiano. El alcalde de Solo
culpó a la madraza islámica a la que asisten los niños, y a sus
profesores, "porque están enseñando intolerancia a sus alumnos".
– Varias cruces del cementerio cristiano de
Betesda fueron destrozadas, rotas y quemadas,
hasta el punto de que el cuidador del cementerio, que llevaba diez años
trabajando allí, dijo que "nunca había visto tanto vandalismo".
– Los musulmanes de la localidad serraron
la parte superior de una cruz de la tumba de un cristiano recién
enterrado e impidieron que los dolientes se reunieran y rezaran en la
casa del difunto.
Malasia
– Un cementerio cristiano fue atacado y profanado
a media noche por desconocidos en esta nación de mayoría
musulmana.
Destruyeron varias cruces, incluso utilizando "una herramienta pesada
para hacer destrozos".
Pakistán
– Las cruces fijadas sobre las lápidas de treinta
y ocho tumbas cristianas de un cementerio fueron profanadas y desfiguradas.
Turquía
– Después de que los vecinos interrumpieran el entierro de una mujer
cristiana, en parte al grito de "¡Alahú akbar!",
su marido encontró más tarde, cuando acudió a llorarla, que la tumba
había sido profanada: la cruz de madera estaba rota y quemada. El
sacerdote de la iglesia a la que pertenecía la mujer fallecida, el
padre Andrea Santoro, había sido asesinado en 2006 cuando un joven de
16 años, también al grito de "Alahú akbar", le disparó en la nuca mientras rezaba
arrodillado en el interior de la iglesia.
Alemania
– Después de que a los musulmanes se les
concediera una sección
propia en un cementerio y se les permitiera celebrar sus propias
ceremonias islámicas, esos mismos musulmanes empezaron a exigir que se retiraran las cruces
cristianas del cementerio o, al menos, que se taparan durante los
funerales islámicos.
(Hay muchísimos más ejemplos de la macabra práctica musulmana de
profanación de tumbas cristianas. En este enlace pueden obtener más documentación).
Y así, mientras celebramos este tiempo de Pascua, debemos saber que no
todos en este mundo sienten lo mismo acerca de la crucifixión y
resurrección de Jesucristo, como lo demuestra fehacientemente la guerra
del islam contra el crucifijo, en el pasado y en el presente.
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