Por qué desistió Cristóbal Colón de navegar hacia el oriente (pista: el islam)

RAYMOND IBRAHIM





Otro Día de la Hispanidad, Columbus Day en Estados Unidos (o, como dicen ahora algunos, "Día de los Pueblos Indígenas") ha llegado y se ha ido, cada vez con más instituciones ignorándolo o, peor aún, repitiendo la manida acusación de que el descubridor Cristóbal Colón cometió "genocidio" contra los nativos.


No hay más que mirar a esa estrella actual de la "izquierda", Kamala Harris, para ver toda la grandilocuencia y los tópicos habituales contra el descubridor español. No sólo consta en acta que quiere cancelar oficialmente el Día de Colón y sustituirlo por el Día de los Pueblos Indígenas, sino que en 2021, como vicepresidenta, condenó el "vergonzoso pasado" de Estados Unidos en el contexto de Colón:


"Desde 1934, cada octubre, Estados Unidos reconoce el viaje de los descubridores europeos que desembarcaron por primera vez en las costas de América. Pero esa no es toda la historia. Nunca ha sido toda la historia. Aquellos descubridores marcaron el comienzo de una ola de devastación para las naciones tribales: perpetraron actos de violencia, robaron tierras y propagaron enfermedades. No debemos rehuir este pasado vergonzoso, debemos arrojar luz sobre él y hacer todo lo posible para abordar el impacto del pasado en las comunidades nativas de hoy."


A principios de esta semana, un portavoz de la campaña de Trump criticó a Harris precisamente por esa postura:


"Kamala Harris es el estereotipo de izquierdista. No solo quiere subir los impuestos y quitar presupuesto a la policía, sino que también quiere cancelar tradiciones estadounidenses como el Día de Colón. El presidente Trump se asegurará de que se honre el gran legado de Cristóbal Colón y protegerá esta festividad frente a los izquierdistas radicales que quieren borrar la historia de nuestra nación, como Kamala Harris."


El "gran legado" de Colón, junto con palabras como "radical" y "borrar la historia", son un recuerdo de algo más, algo que casi siempre se olvida en el debate sobre el descubridor: en primer lugar, por qué navegó hacia el occidente. La respuesta no es "por las especias", como nos enseñaron en la escuela, sino para circunnavegar y combatir a los "radicales" musulmanes, en lo que ahora es una "historia borrada".



Toda una vida de yihad


Cuando Colón nació, la guerra contra el islam –o, mejor dicho, la defensa frente a la yihad–, que entonces duraba ya más de 800 años, estaba en su punto álgido. En 1453, cuando Colón tenía dos años, los turcos saquearon finalmente Constantinopla, un acontecimiento cargado de atrocidades que sacudió a la cristiandad hasta sus cimientos.


En los años siguientes, los musulmanes siguieron adentrándose en los Balcanes, dejando mucha muerte y destrucción a su paso, con millones de eslavos esclavizados. (Sí, las dos palabras, eslavos y esclavos, están relacionadas etimológicamente por esta misma razón.)


En 1480, cuando Colón tenía 29 años, los turcos llegaron incluso a invadir Italia. En la ciudad de Otranto, decapitaron ritualmente a 800 italianos, y cortaron por la mitad al arzobispo local, por no querer renegar del cristianismo y abrazar el islam.


En este contexto, los monarcas españoles Fernando e Isabel, cruzados declarados, especialmente la reina, que habían concluido la reconquista de España, que duraba siglos, liberando Granada del islam en 1492, pusieron a Colón a su servicio.


Financiaron su ambicioso viaje para lanzar, en palabras del historiador Louis Bertrand, "una cruzada final y definitiva contra el islam por el camino de las Indias" (que culminó con el descubrimiento inesperado del Nuevo Mundo).



La verdadera historia


Muchos europeos estaban convencidos de que, si tan solo pudieran llegar a los pueblos al este del islam –que, si no eran cristianos, al menos "aún no estaban infectados por la plaga mahometana", para citar al Papa Nicolás V (m.1455)–, todos juntos podrían aplastar al islam. El plan tenía siglos de antigüedad y estaba relacionado con la leyenda del Preste Juan, un supuesto gran monarca cristiano que reinaba en oriente y que un día marcharía hacia occidente y vengaría a la cristiandad destruyendo el islam.


Todo esto se desprende de las propias cartas de Colón: en una de ellas se refiere a Fernando e Isabel como "enemigos de la miserable secta de Mahoma", que están "resueltos a enviarme a las regiones de las Indias, para ver [cómo sus gentes pueden ayudar en el esfuerzo bélico]". En otro escrito a los monarcas después de llegar al Nuevo Mundo, Colón ofrece levantar un ejército "para la guerra y conquista de Jerusalén". (Que sus viajes se centraban en liberar Jerusalén del islam queda patente en el título de un libro de 2011, Columbus and the Quest for Jerusalem).


Tampoco fueron España y Colón los primeros en aplicar esta estrategia. Una vez que Portugal quedó libre del islam en 1249, sus órdenes militares se lanzaron al África musulmana. "La gran y primordial motivación detrás de la explosiva energía e intelecto expansivo de Enrique el Navegante [nacido en 1394]", escribe el historiador George Grant, "era el simple deseo de tomar la cruz: llevar la espada cruzada a África y abrir así un nuevo capítulo en la guerra santa de la cristiandad contra el islam". Lanzó todos esos viajes de descubrimiento porque "buscaba saber si había en aquellas partes algún príncipe cristiano" que "le ayudara contra los enemigos de la fe", escribió un contemporáneo.



En realidad, no eran racistas


¿Convierte todo esto a Colón, y por extensión a Fernando e Isabel –por no mencionar a toda la cristiandad– en "islamófobos", como alegan los pocos críticos modernos que se molestan en mencionar la verdadera motivación del viaje de Colón? Por ejemplo, en un artículo de opinión en el Los Angeles Times, el historiador de Yale Alan Mikhail escribió:


"La principal fuerza que impulsó a Colón a cruzar el Atlántico fue el miedo y el odio al islam... Esto determinó la forma en que los europeos blancos se relacionaron con el "Nuevo Mundo" y sus pueblos nativos durante siglos, y la forma en que los estadounidenses de hoy entienden el mundo... Colón nació en la mentalidad antiislámica de Europa en 1451..."


Aunque gran parte de esto es cierto, Mikhail no se molesta en explicar por qué había tal "miedo y odio al islam"  y, ante todo, por qué Europa tenía una "mentalidad antiislámica". Más bien, da a entender que los "europeos blancos" no eran más que unos fanáticos poco ilustrados ("racistas" en la jerga contemporánea, infinitamente exagerada).


Pero ahí estaba la ironía: sí, Colón y los europeos eran "islamófobos", pero no en el sentido en que se utiliza hoy esa palabra. Aunque la palabra griega phobos siempre ha significado "miedo", su uso actual implica "miedo irracional".


Sin embargo, teniendo en cuenta que durante casi mil años antes de Colón, el islam había atacado repetidamente a la cristiandad hasta el punto de engullir tres cuartas partes de su territorio original, incluyendo España durante siglos; que la última irrupción del islam, con los turcos otomanos, en tiempos de Colón, estaba devastando los Balcanes y el Mediterráneo, masacrando y esclavizando a cualquier europeo que se atreviera a viajar hacia el este a través de sus dominios; y que, incluso siglos después de Colón, el islam seguía todavía aterrorizando a Occidente –marchando sobre Viena con 200.000 yihadistas en 1683, y provocando la primera guerra de Estados Unidos como nación–, la mera sugerencia de que los temores occidentales al islam eran, o son, "irracionales" es en sí misma el colmo del irracionalismo.



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