La abrogación
en el Corán
SAMI ALDEEB
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El Corán fue revelado a lo largo
de 22 años y acompañó a una
sociedad en mutación. Como cualquier sistema normativo, sufrió
modificaciones. Se
habla de abrogación, una noción definida en el derecho musulmán como
"la anulación
parcial o total de la aplicación de una prescripción de la saría
sobre
la base de una indicación posterior que anuncia explícita o
implícitamente esa anulación".
Muchos autores clásicos han escrito sobre este tema, considerado
indispensable
para comprender el Corán y, por tanto, para ejercer la función de
jurista.
La abrogación suscitó polémicas
desde tiempos de Mahoma. Sus
adversarios lo acusaban de modificar las órdenes dadas a los creyentes.
Fue
entonces cuando se revelaron versículos coránicos que indican que era
Dios
quien quería estos cambios, a través de la abrogación:
"Cuando sustituimos un versículo
por otro, y Dios es el que
mejor sabe lo que hace descender, dicen: 'No eres más que un
fabulador'. Pero
la mayoría de ellos no saben (70/16,101).
"Todo
versículo que abrogamos o hacemos olvidar, aportamos uno mejor que él,
o uno
semejante a él. ¿No sabes que Dios es todopoderoso?" (Corán 87/2,106).
Los juristas musulmanes han
distinguido diferentes formas de
abrogación:
- Un versículo puede abrogar
otro, pero ambos se mantienen
en el Corán. Entonces se habla de la abrogación de la norma y el
mantenimiento
de la recitación. Así, el versículo 87/2,115 referente a la dirección
del rezo estaría
abrogado por el versículo 87/2,144, que fija la dirección del rezo
hacia la Caaba.
- Unos versículos normativos que
habrían sido revelados a Mahoma,
luego habrían sido reemplazados por otros versículos, con diferente
contenido.
Pero ni los primeros ni los últimos fueron incluidos en el Corán. Así,
según el
testimonio de Aisa, esposa de Mahoma, la revelación habría contenido un
versículo
que establecía la prohibición del matrimonio entre parientes de leche,
si había
habido más de diez tetadas, cifra que posteriormente fue reducida a
cinco por
otro versículo. Estos dos versículos han desaparecido del Corán, pero
el último
sigue vigente.
- Un versículo revelado que se
encuentra en el Corán puede estar
abrogado por un versículo que ha desaparecido del Corán. Así el
versículo 102/24,2
prevé 100 latigazos en caso de fornicación. Este versículo se encuentra
todavía
en el Corán, pero estaría abrogado por otro versículo que ya no figura
en el
Corán, del que informa el califa Omar (fallecido en 644) y que prevé la
lapidación por este delito (1).
- Unos versículos que fueron
revelados a Mahoma, pero Dios
hizo que los olvidara. Estos versículos, a veces transcritos por sus
escribas,
habrían sido borrados milagrosamente, y quienes los habían aprendido de
memoria
también los habrían olvidado milagrosamente. El Corán se hace eco de
este fenómeno
(8/87,6-7 y 87/2,106).
- Unos versículos que fueron
revelados por satanás, pero abrogados
por Dios. Esto se afirma en el versículo 103/22,52. A esta categoría
pertenecen
los famosos versículos satánicos (título de la obra de Salman Rushdie),
reemplazados
por los versículos actuales 23/53,19-23.
- Unos versículos del Corán
están abrogados por la sunna
(tradición) de Mahoma. Así, el Corán dice: "Se os ha prescrito, cuando
se
presenta la muerte a uno de vosotros, si deja bienes, el testamento a
favor de
los dos progenitores y de los más allegados, según la costumbre. Es un
deber
para los que temen" (87/2,180). Este versículo habría sido abrogado por
la
palabra de Mahoma: "Ningún legado para un heredero".
- Una palabra de Mahoma es
abrogada por un versículo
coránico. Así, el pacto de armisticio firmado entre Mahoma y La Meca
antes de
su conquista incluía una cláusula según la cual Mahoma debía entregar a
todo hombre
que se convirtiera al islam para unirse a él. Sin embargo, este acuerdo
fue abrogado
por el versículo 91/60,10.
- Abrogaciones múltiples: un
caso famoso es el de la
prohibición del consumo de vino, regulada gradualmente por los
versículos 87/2,219,
92/4,43 y 112/5,90-91. Ahí tenemos tres versículos coránicos que se
abrogan el
uno al otro, sin prever ningún castigo, y quienes fueron abrogados (o
completados)
por un relato de Mahoma según el cual él habría flagelado al
consumidor de vino.
No obstante, hay que destacar
que la abrogación no juega solo
con el factor tiempo, sino también con el factor de factibilidad. Así,
unos versículos
coránicos pueden desactivarse o suspenderse cuando los musulmanes se
encuentran
en una posición de debilidad, y se reactivan cuando los musulmanes se
sienten
fuertes. De modo que se recurre a los versículos pacíficos en la
primera
situación, y a versículos violentos en la segunda. Aquí interviene la
teoría de
la disimulación, a la que hemos dedicado una obra (2).
Incluso hoy, la abrogación
suscita mucha controversia. Le
costó la vida al pensador sudanés Mahmud Mahoma Taha, ahorcado en 1985
por
Numeiri. Taha había defendido la idea de que la primera parte del
Corán,
revelada en La Meca, antes de la hégira, constituye el verdadero islam,
y que
la segunda parte, revelada después de la hégira tiene un carácter
coyuntural.
Por consiguiente, según Taha, la primera parte abroga la segunda parte.
En
1975, el presidente Ziad Berri de Somalia declaró en un discurso
público que la
mitad del Corán está abrogada o es contradictoria y que, en
consecuencia, la
obra ya no es aplicable. Esto provocó una condena por parte de
Al-Azhar, con
fecha 6 de febrero de 1975 (3). Los autores musulmanes contemporáneos
que
apoyan el fenómeno de la abrogación dentro del Corán señalan que este
fenómeno se
encuentra también en el Antiguo (4) y en el Nuevo Testamento (5).
Los autores musulmanes no están
de acuerdo sobre el número
de versículos coránicos abrogados. Así, Ibn Al-Jawzi (muerto en 1200)
indica
247 versículos abrogados, mientras que Al-Suyuti (muerto en 1505) solo
cuenta
los 22 siguientes:
3/73,1-3*; 87/2,180;
87/2,183; 87/2,184; 87/2,217; 87/2,240; 87/2,284; 88/8,65*; 89/3,102*;
90/33,52;
91/60,11; 92/4,8; 92/4,15*; 92/4,16*; 92/4,33*; 102/24,2; 102/24,58;
105/58,12*;
112/5,2; 112/5,42; 112/5,106; 113/9,41.
Al revisar estos versículos,
una
enciclopedia coránica publicada por el Ministerio Egipcio de los
Habices en
2003 (6) solo conserva los seis versículos marcados aquí con un
asterisco
(*).
Mustafa Zayd compila los versículos abrogados según los diferentes
autores
clásicos y alcanza los 293 versículos abrogados, pero él mismo no
retiene más
que los seis siguientes: 3/73,1-3; 88/8,65; 92/4,15; 92/4,16; 92/4,43;
105/58,12
(7).
La enorme brecha entre las
posiciones de los autores
musulmanes debería incitar al lector a tener mucha prudencia antes de
pronunciarse sobre lo que está abrogado en el Corán y lo que no. En
nuestro
trabajo, nos limitamos a indicar los versículos que están abrogados y
los que
los abrogan de acuerdo con estas fuentes contradictorias, sin emitir un
juicio.
El lector que desee tener una visión de conjunto de esta cuestión puede
consultar las siguientes obras modernas:
- Ibrahim Al-Abyari: Al-Mawsu’ah
al-qur’aniyyah, vol.
2, p. 537-568.
- Al-Mawsu’ah al-qur’aniyyah
al-mutakhassisah, p.
632-650.
- Salim Al-Hafni: Mawsu’at
al-Qur’an al-’adhim, vol.
2, p. 1475-1535.
- Mustafa Zayd: Al-naskh
fil-Qur’an.
La abrogación plantea un
problema delicado, particularmente
en relación con lo que las fuentes clásicas llaman el "versículo de la
espada", que sería, según la opinión dominante, el siguiente:
"Cuando
transcurran los meses sagrados, matad a los asociadores
dondequiera que los encontréis. ¡Capturadlos! ¡Sitiadlos! ¡Tendedles
emboscadas
por todas partes! Pero si se arrepienten, hacen el azalá y dan el
azaque,
entonces ¡dejadlos en paz! Dios es indulgente, misericordioso" (Corán
113/9,5)
(8).
Algunos autores clásicos estiman
que solo este versículo abroga
124 (9), y hasta 140 (10) versículos más benevolentes del Corán.
Probablemente
se puede explicar la actitud de estos autores, y la que los islamistas
adoptan también
a veces, por las tensiones entre los musulmanes y los no musulmanes.
Algunos
autores modernos contradicen las conclusiones de sus mayores y
prefieren
insistir en el carácter abierto del Corán. Por nuestra parte, señalamos
esos versículos
en las notas, sin emitir ningún juicio.
Los versículos que indicamos
como abrogados en nuestra obra
son de los que todavía existen en el Corán. Los autores clásicos
señalan
que el
Corán habría contenido un cierto número de versículos
que han desaparecido. Según estos
autores, el ángel Gabriel revisaba anualmente el Corán con Mahoma. La
última
revisión tuvo lugar antes de su muerte. En cada revisión, el ángel
suprimía versículos.
Al-Suyuti (muerto en 1505) indica que el capítulo 90/33 tenía
inicialmente 200 versículos,
o incluso era más largo que el capítulo 87/2 (286 versículos), mientras
que no
quedan en el Corán más que 73 versículos. Y da otros ejemplos de
capítulos o
versículos desaparecidos del Corán (11).
Notas
1. La
flagelación estaría abrogada por un versículo desaparecido del Corán,
del que
informa Omar: "Si el viejo y la vieja fornican, lapidadlos
completamente
como castigo de parte de Dios. Dios es fiable, sabio".
2. Alliance,
désaveu et dissimulation. Interprétation des versets coraniques 3:28-29
à
travers les siècles. Createspace
(Amazon), 2015. http://goo.gl/xQG1Q4
3. Mohammed Al-Saqqa: La naskh, p. 5-6.
4. En el Antiguo
Testamento, ciertos matrimonios con parientes estaban
permitidos al principio, y luego fueron prohibidos por normas
ulteriores. Así, antes
de Moisés, se permitía el matrimonio entre hermanos y hermanas, como lo
demuestra la historia de Abrahán con Sara (Génesis 20,10-12); a partir
de
entonces, se prohibió este matrimonio (Levítico 18,9) y se castigaba
con la
muerte (Levítico 20,17). Jacob se casó con dos hermanas, Lea y Raquel
(Génesis
29,21-30); esto fue prohibido (Levítico 18,18). Amrán, padre de Moisés,
se casó
con su tía (Éxodo 6,20); esto fue prohibido (Levítico 18,12). Dios
permitió a
Noé y sus hijos consumir "todo lo que se mueve y tiene vida" (Génesis
9,1-3), pero luego la Biblia restringió esta autorización, al prohibir
un buen
número de animales (Levítico capítulo 11).
5. En
el Evangelio, Jesús dice: "No penséis
que he venido a destruir la ley o los profetas. No he venido a
destruir, sino a
dar cumplimiento" (Mateo 5,17). En otra parte, sin embargo, Jesús y sus
apóstoles cambiaron la ley de Moisés. Así, las prohibiciones bíblicas
relativas
a ciertos alimentos fueron suprimidas por los apóstoles de Jesús
(Hechos 10,12-16
y Romanos 14,14). El sábado y otras fiestas judías se consideraban días
de
descanso; en ellos estaba prohibido cualquier trabajo (Levítico,
capítulo 23); se
aplicaba la pena de muerte a quienes trabajaran el día de reposo (Éxodo
30,12-16).
Jesús y después de él los apóstoles anularon el descanso del sábado y
otros
días de fiesta (Mateo 12,1-12; Juan 5,16; 9,16; Colosenses 2,16). La
Biblia exige
la circuncisión de Abrahán y su descendencia, de generación en
generación
(Génesis 17,9-14), pero su carácter obligatorio fue abrogado por los
apóstoles
(Hechos, capítulo 15; Gálatas 5,1-6 y 6,15). La Biblia prescribe la
pena de
lapidación (Levítico 20,10, y Deuteronomio 22,22-23), pero Jesús se
negó a
aplicarla (Juan 8,4-11). La Biblia prescribe la ley del talión (Éxodo
21,24), pero
Jesús decretó: "Habéis oído que se dijo: 'Ojo por ojo y diente por
diente'.
Pues yo os digo: no repliquéis al mal; antes bien, al que te abofetee
en la
mejilla derecha ofrécele también la otra" (Mateo 5,38-39).
6. Al-Mawsu’ah
al-qur’aniyyah al-mutakhassisah, pág.
632-650.
7. Mustafa Zayd: Al-naskh
fil-Qur’an, vol. 1, p. 402-408, y
vol. II, p. 904.
8. Algunos
autores consideran también como versículos de la espada
los siguientes: 113/9,29; 113/9,36; 113/9,41. Véase el artículo de
Yusef Al-Qaradawi: Al-jadal hawl ayat al-sayf.
9. Ibrahim
Al-Abyari: Al-mawsu’ah al-qur’aniyyah, vol. 2,
p. 540.
10. Mustafa
Zayd: Al-naskh fil-Qur’an, vol. 2,
p. 508.
11. Jalal Al-Din Al-Suyuti: Al-itqan
fi‘ulum Al-Qur’an, vol. 2, p.
25-26.
FUENTE
Sami Aldeeb: Le Coran. Texte arabe
et traduction française. 2919, p. 13-16.
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