Errores lingüísticos en el Corán. 1. La ambigüedad, o cuando Dios habla en chino

SAMI ALDEEB





Ya mencionamos en un artículo anterior que los errores lingüísticos en el Corán se dividen en once tipos, el primero de los cuales es la ambigüedad.


Esto es lo que vamos a exponer aquí, usando nuestra propia traducción francesa del Corán: https://goo.gl/QgBYzY


Un texto que pretende ser elocuente cuando es incomprensible


Si hablas con alguien que expresa cosas que no entiendes, primero pensarás que no lo escuchaste bien y le pedirás que repita. Si te repite sus palabras de la misma manera incomprensible, entonces comienzas a tener dudas: ¿tu interlocutor habla en chino? Pero el interlocutor te asegura que es árabe y habla árabe, y que lo que dice es el culmen de la elocuencia. Sus partidarios testifican a su favor. Les preguntas: ¿podéis explicarme lo que dice? Entonces te encuentras ante explicaciones contradictorias y, al mismo tiempo, esos partidarios continúan asegurándote que lo que dice el interlocutor es el culmen de la elocuencia. Entonces dudas de su probidad y ves que te encuentras frente a dos alternativas:


— La mayoría de los partidarios del interlocutor han sido programados desde su infancia para repetir palabras como loros sin comprender su significación. Y si no estás de acuerdo con ellos, te largan palabras tales como prodigio lingüístico, culmen de la elocuencia y otros argumentos sin pies ni cabeza. Esto se llama comúnmente lavado de cerebro.


— Se ejerce presión sobre cualquiera que dude o intente escapar del lavado de cerebro. Estaríamos aquí en un estado de coacción. Todas las leyes del mundo consideran la coacción como una eximente, no tienen en cuenta las palabras y los actos de las personas víctimas de coacción y persiguen a quienes la practican. La ley islámica, a partir del Corán y la sunna, prevé en este caso el recurso al disimulo. Por ejemplo, tienes derecho a insultar al profeta si te ves forzado a ello. Por consiguiente, los musulmanes mienten sobre la naturaleza defectuosa del Corán para salvar sus cabezas.



El creyente no nota la ambigüedad


Agreguemos aquí que, normalmente, es difícil para el creyente musulmán darse cuenta de la ambigüedad en el texto coránico. En general, lee el Corán sin comprender y acumula méritos por el simple hecho de leerlo, ¡en función del número de letras! La lectura del Corán en sí es una forma de adoración, lo entiendas o no. Los analfabetos pasan su dedo sobre las líneas del Corán para obtener tales méritos.


Tengamos en cuenta que:


— El 80% de los musulmanes no entienden árabe o son analfabetos... y todos afirman que el Corán es el libro de Dios y... en consecuencia... ¡es el culmen de la elocuencia!


— Del 20% restante, menos del 1% de ellos entiende como mucho un 80% del Corán.


— Al menos el 20% de los versículos en el Corán son incomprensibles para todos los musulmanes, sea cual sea su nivel de educación, e incluso para los grandes eruditos.


Cuando se presentan versículos vagos a los musulmanes, los justifican con extraños argumentos, y ninguno de ellos se atreve a decir que el texto coránico es defectuoso. El defecto, según ellos, siempre está del lado del lector y no del texto coránico, porque acusar al texto de un defecto significa una acusación a Dios mismo y un abandono del Islam, y quien lo haga será considerado apóstata, reo de la pena de muerte.



Motivo de la ambigüedad en el texto


Si te encuentras con un texto que no has entendido y que nadie entiende, estás ante un texto defectuoso por una de estas razones:


— la pérdida de una parte del texto,

— el uso de una palabra en lugar de otra palabra que no tiene sentido en el contexto,

— el uso de palabras incomprensibles (como las letras cortadas),

— la confusión en la organización de los elementos de la frase,

— la desintegración del discurso y la transición de un tema a otro (falta de unidad del texto)



El 20% de los versículos del Corán son ambiguos


Como traductor del Corán al francés, al inglés y al italiano, debo decir que al menos el 20% de los versículos del Corán pueden describirse como ambiguos. Y la prueba de la ambigüedad es esta:


— El desacuerdo de los exegetas en la comprensión de esos versículos.


— El desacuerdo de los traductores en la traducción de esos versículos. Para los interesados, existe un sitio que incluye más de 50 traducciones en inglés http://goo.gl/tORLbz. También hay un sitio que contiene varias traducciones francesas que se pueden descargar gratuitamente http://www.lenoblecoran.fr. Esto permite verificar las divergencias en la traducción de muchos versículos del Corán.


El uso de palabras o frases ambiguas es un error lingüístico, contrario al principio de la elocuencia, cuyo objetivo es comunicar la idea a los demás con claridad y sin confusión. Todo lo que ayude a eliminar la ambigüedad es una corrección del error, como hicieron los exegetas que intentaron llenar las lagunas, aunque difieran en sus tentativas.



Las letras cortadas


La ambigüedad más visible en el Corán es el uso de una o varias letras al comienzo de 29 capítulos. Se las llama huruf muqatta’ah (letras cortadas, porque se leen por separado) o fawatih al-suwar (las iniciales de los capítulos, porque se encuentran al comienzo de los capítulos). Algunas de estas letras se repiten en varios capítulos. Son 14:


    Alif, lam, mim, sad (capítulo 7).

    Alif, lam, mim, ra (capítulo 13).

    Kaf, ha, ya, ayn, sad (capítulo 19).

    Ta, ha (capítulo 20).

    Ta, sin (capítulo 27).

    Ya, sin (capítulo 36).

    Sad (capítulo 38).

    Ayn, sin, qaf (capítulo 42).

    Qaf (capítulo 50).

    Nun (capítulo 68).

    Ta, sin, mim (capítulos 26, 28).

    Alif, lam, ra (capítulos 10, 11, 12, 14, 15).

    Alif, lam, mim (capítulos 2, 3, 29, 30, 31, 32).

    Ha, mim (capítulos 40, 41, 43, 44, 45, 46, 42).


Algunos consideran que las letras cortadas forman parte de lo que el Corán llama المتشابهات, versículos equívocos, de los que habla este versículo:


"Fue él quien hizo descender sobre ti el libro. Hay aleyas precisas que son la madre del libro, y otras que son equívocas. Aquellos en cuyos corazones hay desviación, siguen lo que es equívoco, buscando la subversión y buscando su interpretación. Pero nadie conoce su interpretación, excepto Dios. Y los firmes en el conocimiento dicen: 'Hemos creído en ello. Todo es de parte de nuestro Señor'. Pero solo los dotados de inteligencia se acuerdan" (Corán 89/3,7).


La comprensión del sentido de esas letras cortadas recaería solo en Dios. En tal caso, el uso de esas letras es palabrería inútil, y no vemos su interés si Dios es el único que las comprende. Como es difícil aceptar la idea de que Dios recurre a letras sin sentido, los exegetas se han esforzado durante largas páginas por encontrar los sentidos más estrafalarios. Así, esas letras se convierten en una especie de talismanes poco convenientes para un texto cuyo autor dice que está "en lengua árabe manifiesta" (26,195). La exégesis de Al-Razi dedica doce páginas a estas letras, las de Al-Tabari e Ibn Ashur, diez páginas, y la de Al-Zamakhshari, ocho páginas.


Un autor judío moderno cree que las letras "alif, lam, ra" son una abreviatura de la expresión hebrea "amar li rabbi", que significa "mi rabino me dijo". Lo mismo ocurre con las letras "alif, lam, mim" que son una abreviatura de la expresión hebrea "amar li moré", que significa "mi maestro me dijo". Sawma vincula estas letras a una palabra idéntica que se encuentra en el Libro de los Salmos 58,2 en hebreo bíblico (códice de Alepo): אלם, que significa "cállate". Pero esta palabra ha sido traducida al árabe y a otras lenguas como "no". Y aquí está el versículo: "¡Pero no! De corazón fabricáis lo falso, con vuestras manos, en la tierra, sopesáis lo arbitrario". Sawma establece una conexión entre este término y el libro de Isaías 53,7: "Maltratado, se humillaba a sí mismo, no abría la boca, como el cordero que se deja llevar al matadero, como una oveja muda נאלמה ante los esquiladores, no abría la boca ”.


En cuanto a las letras "ta, ha", que ahora se usan como nombre propio, un relato de Mahoma cuenta que tenía la costumbre de rezar durante largas horas, hasta el punto de lastimarse los pies, lo que lo obligaba a levantarlos durante el rezo. Entonces se le dio la orden de poner los pies en el suelo. Ese sería el significado de taha. Esta interpretación se basa en lo siguiente: "ta, ha, no hemos hecho descender el Corán sobre ti para que seas miserable" (20,1-2). Esta explicación se encuentra en la exégesis de Ibn Kathir.


Es probable que las letras cortadas sean números. En efecto, las letras del alfabeto se utilizan como cifras en árabe, hebreo, siríaco y latín. Estas letras sirven en este caso como numeración de los capítulos. Uno encuentra tal numeración en el título de ciertos capítulos: Taha (capítulo 20), Yasine (capítulo 36), Sad (capítulo 38), Nun (capítulo 68). También es probable que las letras (alif, lam, min, sad) y las letras (alif, lam) fueran originalmente Al-mushaf, texto del que se ha perdido una parte.


Hay quienes intentan interpretar las letras cortadas con fines misioneros, como por ejemplo el padre Zakaria Boutros, que estima que el monje Bahira había enseñado el Corán al profeta Mahoma, y ​​luego se arrepintió. Entonces, incluyó en el encabezamiento de ciertos capítulos letras que expresan la sana doctrina cristiana, dirigidas a quienes las entienden. Se apoya para esto en una historia narrada por Ibn Kathir y Al-Tabari, pero en relación con los judíos.


A los musulmanes les encantan las alucinaciones cabalistas para probar que el Corán proviene de Dios. Algunos de estos cabalistas ven en las letras cortadas una clave para lograr este fin. Uno dice en la introducción de su libro:


"El increíble sistema digital de letras cortadas es una prueba material y matemática de que el Corán es un libro de milagros, no un libro de leyendas, como pretenden algunos ateos cuando dicen que el Corán contiene letras desprovistas de sentido. Se puede decir que Dios Todopoderoso sabe, con su presciencia, que habrá una era en la que se desarrollarán las ciencias matemáticas, y abundarán los ateos. Y entonces puso en su libro letras cortadas al principio de los capítulos, y ocultó sus aspectos prodigiosos hasta la era digital que vivimos hoy, de manera que el desafío con estas letras se vuelva más fuerte y más elocuente. Así es como los milagros se presentan en la forma en que los escépticos destacan, a fin de sorprenderlos en lo que son especialistas, y revelarles que el Corán es la verdadera palabra de Dios."


Es poco probable que estas letras cortadas daten de la época de Mahoma. Si lo fueran, ¿cómo explicar que nadie le preguntara por su significado? Los exegetas atribuyen interpretaciones de versículos ambiguos a Mahoma, pero no hacen ninguna mención de tal interpretación por parte de Mahoma con respecto a esas letras. ¿Es porque los compañeros nunca oyeron hablar de ellas en vida de Mahoma y fueron añadidas después de su muerte? Cabe señalar que el Corán no es el único libro sagrado que contiene palabras incomprensibles. Por ejemplo, la palabra "sala" סלה se repite 71 veces en el Libro de los Salmos y dos veces en el Libro de Habacuc (capítulo 3,3 y 9). Nadie conoce su verdadera significación. Yusef Siddik señala que los textos griegos antiguos incluían tales letras, y que se trata generalmente de una reliquia de los adivinos de la buena ventura.



Algunos versículos ambiguos


Hemos dicho que el 20% de los versículos en el Corán son ambiguos. El Corán, según la edición de El Cairo, contiene 6.236 versículos. Esto significa que 1.247 versículos plantean problemas de comprensión. A continuación presentamos algunos de estos versículos, a título de ejemplo, sin entrar en detalles:


"Le dimos a Moisés el libro. Así que no tengas duda sobre su encuentro مِنْ لِقَائِهِ. Y lo hicimos una dirección para los hijos de Israel" (Corán 75/32,23).


La frase "sobre su encuentro" مِنْ لِقَائِهِ plantea un problema. Los exegetas han ofrecido seis proposiciones contradictorias: encuentro de Mahoma con Moisés cuando subió al cielo, encuentro de Moisés con el libro, encuentro de Mahoma con un libro similar al libro de Moisés, encuentro con el ángel de la muerte, las dificultades encontradas por Moisés con su pueblo.


"Los notables de sus gentes que descreyeron dijeron: 'No vemos en ti más que un humano semejante a nosotros. Vemos que no son más que nuestros villanos quienes te siguen, sin reflexión بَادِيَ الرَّأْيِ. No vemos en ti ningún favor con respecto a nosotros. Creemos que no eres más que un mentiroso" (Corán 52/11,27).


La expresión árabe بَادِيَ الرَّأْيِ ha planteado un problema, además de ser objeto de variantes. Hemos escogido como traducción "sin reflexión", pero los exegetas han propuesto diferentes sentidos: desde nuestro punto de vista, según lo que nos parece, en apariencia y no por convicción, oh tú que eres aparente, etc.


"[Recuerda] el día en que plegaremos el cielo como se pliega el rollo de los libros كَطَيِّ ٱلسِّجِلِّ لِلۡكُتُبِ. Igual que comenzamos la primera creación, así la reharemos. Es una promesa para nosotros. Nosotros lo hicimos" (Corán 73/21,104).


Este versículo estaría, según algunos, dislocado y debe reorganizarse de la siguiente manera:


"Reharemos la creación como la comenzamos al principio de la creación, el día en que pleguemos el cielo como se pliega el rollo de los libros. Es una promesa para nosotros. Nosotros lo hicimos."


Pero, ¿qué significa la expresión "como se pliega el rollo de los libros" significa كَطَيِّ ٱلسِّجِلِّ لِلۡكُتُبُ? Los exegetas han propuesto varios significados:


    - el día en que pleguemos el cielo como plegamos una hoja en el libro;

    - el día en que pleguemos el cielo como se pliega la hoja para escribir;

    - el día en que pleguemos el cielo como plegamos una hoja sobre lo que se ha escrito.


Pero también es posible considerar la expresión "de los libros" como un añadido posterior con un fin explicativo. En este caso, debemos leer el versículo como sigue: "el día en que pleguemos el cielo como se pliega el rollo".


"Hemos prescrito en los salmos, después del recordatorio مِنۢ بَعۡدِ ٱلذِّكۡرِ, que heredarán la tierra mis siervos virtuosos" (Corán 73/21,105).


¿Qué significa la expresión "después del recordatorio" مِنۢ بَعۡدِ ٱلذِّكۡر? Si designa el Corán, hay un error, ya que los salmos preceden al Corán. Por esto, algunos han estimado que hay que entender la expresión "después del recordatorio" en el sentido de "antes del recordatorio". Otros estiman que la expresión después del recordatorio designa el Corán tal como está guardado junto a Dios. Otros estiman que esta expresión designa no el Corán sino la Torá.


"Como [los creyentes se opusieron a que] tu Señor te haya hecho salir de tu casa con la verdad [para combatir], lo mismo un grupo de creyentes se oponen [a salir]" (Corán 88/8,5).


Se observará que hemos agregado elementos entre [] para que sea comprensible. Sin estos paréntesis, el versículo quedaría así:


"Como tu Señor te haya hecho salir de tu casa con la verdad, lo mismo un grupo de creyentes se opone."


Abu-Hayyan Al-Andalusí consideraba que este versículo es el más difícil de entender. Al-Halabi propone  20 sentidos contradictorios para este versículo. Nuestra traducción con los paréntesis sigue uno de los sentidos propuestos. Sería demasiado largo exponer aquí los otros 19 sentidos.



Términos extranjeros


Hay palabras incomprensibles, y los lingüistas, juristas y exegetas musulmanes antiguos y modernos han hecho un gran esfuerzo para comprenderlas, y han escrito libros que generalmente los llaman "términos extraños" del Corán (Gharib al-Qur'an), que también se puede traducir por  "términos extranjeros" del Corán. Algunos estiman que el Corán ha tomado entre el 6% y el 10% de sus palabras de otras lenguas semíticas, en particular la lengua siríaca. Y como los musulmanes no entienden estas lenguas, han tenido dificultades para interpretarlos. Por nuestra parte los hemos indicado en las notas de nuestras traducciones y de nuestra edición árabe del Corán.



Ambigüedad debida a errores de copistas


La ambigüedad puede resultar de errores de los copistas y, por lo tanto, en principio, debería resolverse si se aceptara aportar correcciones al texto coránico. Hay que señalar también que el texto coránico no llevaba puntuación sobre las letras, lo que hace difícil la lectura del texto, y por ello causa errores. El problema es que los musulmanes consideran que el texto coránico es intocable. Para comprender esas palabras erróneas, los exegetas recurren a acrobacias en lugar de admitir los errores como lo hizo Aisha, la mujer favorita de Mahoma. Y, sin embargo, algunos de estos errores han sido corregidos por las variantes, que los exegetas no tienen en cuenta. Aquí indicamos algunos ejemplos, en los versículos 97/55,56; 61/41,20; 14/100,6; 27/85,4; 105/58,11; 100/98,21; 78/69,17; 73/21,4; y 87/2,246. Al-Suyuti narra que se preguntó a Aisha su opinión sobre ciertos términos erróneos en el Corán, como إن هذان لساحران, والمقيمين الصلاة والمؤتون الزكاة, إن الذين آمنوا والذين هادوا والصابئون. Ella respondió: "Eso es obra de copistas que se han equivocado".



Ambigüedad debida a expresiones incomprensibles


No es suficiente comprender el sentido de las palabras para comprender el versículo. Una palabra comprensible puede intervenir en una frase ambigua, ya sea porque faltan algunos de sus elementos, o porque se ha incorporado arbitrariamente en un contexto inapropiado. En lugar de reconocer estos hechos, los exegetas intentan darle un sentido, a menudo recurriendo a mitos judíos. Pero la ambigüedad de la frase ha llevado a una variedad de interpretaciones. Por ejemplo, el Corán dice en su narración de la historia del becerro de oro:


"Dice: '¡Samaritano! ¿Qué alegas?' Dice: "Vi lo que ellos no han visto. Entonces cogí un puñado de tierra pisada por el enviado y la arrojé. Así me lo sugirió mi alma" (Corán 45/20,95-96).


No sabemos cuál es la relación del samaritano con esta historia, ya que los samaritanos no existían aún en la época de Moisés, y no sabemos lo que significa la frase "entonces cogí un puñado de tierra pisada por el enviado y la arrojé". Pero podemos entenderla si la referimos a una leyenda judía tomada por el Corán de manera lacónica e incompleta.


El Corán dice de Salomón:


"Probamos a Salomón colocando un cuerpo en su trono, luego se arrepintió" (Corán 38/38,34).


Y en otra parte, dice:


"Cuando decidimos su muerte, no les indicó su muerte más que el animal de la tierra que carcomía su bastón. Cuando cayó, quedó de manifiesto para [los humanos] que, si los genios supieran el secreto, no habrían permanecido en un castigo humillante" (Corán 58/34,14).


Aquí también, estos versículos son incomprensibles, a menos que nos refiramos a dos leyendas judías aludidas por el Corán de manera lacónica e incompleta.



Los encantamientos de los adivinos


Hay que añadir aquí los versículos desprovistos de sentido que recuerdan los encantamientos de los adivinos, de los que damos algunos ejemplos:


"¡Por los ángeles dispuestos en filas! ¡Por los que suman con fuerza! ¡Por los que recitan el recordatorio! Vuestro Dios es uno solo" (Corán 56/37,1-4).


"¡Por los enviados sucesivamente! ¡Por los que soplan tempestuosamente! ¡Por los que se despliegan ampliamente! ¡Por los que separan limpiamente, y lanzan un recordatorio, a manera de excusa o advertencia! Lo que se te ha prometido acaecerá" (Corán 33/77,1-7).


"¡Por los que arrancan violentamente! ¡Por aquellos que se activan activamente! ¡Por los que nadan libremente, luego adelantan a toda velocidad y administran los asuntos! El día que temblará el temblor, seguido de una secuela, ese día los corazones estarán trepidantes, sus miradas postradas" (Corán 81/79,1-9).


Estos versículos, y muchos otros, no tienen sentido y solo son palabrería.



Interpretaciones metafóricas, esotéricas y racionalistas


Ciertos grupos han dado a algunas palabras del Corán una significación metafórica, que difiere de su significación lingüística ampliamente aceptada. Hay casos en los que, según exegetas chiíes, la palabra luz (por ejemplo, en el versículo 59/39,69), la palabra verdad (por ejemplo, en el versículo 63/43,78) y la palabra camino (por ejemplo, en el versículo 5/1,6) designan al imán Alí o el imanato de Alí, y la palabra ayat, traducida generalmente por versículo o milagro (por ejemplo, en el versículo 65/45,35) se refiere a los imanes (razón por la cual se dice Ayat-Allah Al-Jomeini). Entre los drusos, un grupo esotérico, la palabra had, traducida generalmente por límite que no se debe traspasar, hace referencia a cinco predicadores que predicaron el monoteísmo (véase, por ejemplo, los versículos 87/2,187 y 87/2: 229 y 92/4,13). En cuanto a los ahmadíes, intentan dar un sentido racionalista a las leyendas coránicas. Así, Al-Huhud (la abubilla) no sería el pájaro, sino el nombre de una persona (en el versículo 48/27,20), y Al-Naml (las hormigas) no serían los insectos, sino el nombre de una tribu (en el versículo 48/27,18), porque los ahmadíes creen que la abubilla y las hormigas no hablan. Sin embargo, estas dos leyendas coránicas son también de origen judío.



FUENTE



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