Errores
lingüísticos en el Corán
SAMI ALDEEB
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El Corán dice:
"Lo falso no lo alcanza ni por delante ni por detrás. Un descenso de
parte de un sabio, digno de alabanza" (Corán 61/41,42).
"Un Corán árabe, sin complicaciones. ¡Quizá teman!" (Corán 59/39:28)
Es difícil para un creyente musulmán, ya sea erudito o ignorante,
aceptar que el Corán pueda contener errores de cualquier tipo. Esta es
una premisa que ningún musulmán podría poner en duda, porque eso
aboliría el origen divino del Corán y socavaría el conjunto del islam y
las sociedades fundadas sobre bases religiosas. Quienes negaran este
postulado serían considerados apóstatas merecedores de la pena de
muerte. Cualquiera que encuentre una falta en el Corán la atribuye a
deficiencias en su mente y no al Corán. Un musulmán se acusa a sí mismo
antes de acusar al Corán. Esto es lo que empujó a los musulmanes a no
modificar la ortografía del Corán para adaptarlo a la ortografía usual,
y no introducir signos de puntuación modernos, porque esto significaría
una transición a un texto mejor que el texto actual y un
cuestionamiento de la perfección de Dios, el supuesto autor del Corán.
En general, el creyente sobrevuela el texto del Corán, sin escrutar su
significado o su estructura. Está convencido de que el texto viene de
Dios y que en ningún caso puede haber en él deficiencia o error.
Entonces, ¿para qué molestarse? Y eso ni siquiera se le ocurriría.
El Corán dice a propósito de Dios:
"No se cuestiona a Dios por lo que hace, se los cuestionará a ellos"
(Corán 73/21:23).
La exégesis de Al-Azhar comenta este versículo como sigue:
"No se puede pedir cuentas a Dios, y no se lo cuestiona por lo que
hace, porque él es único en honor y autoridad, el prudente y el sabio,
y por tanto no puede equivocarse. Las personas, en cambio, son
responsables
de sus actos y se les pide cuentas por lo que hacen, porque se
equivocan a causa de su debilidad, su ignorancia y su sometimiento a
las pasiones."
La exégesis de Al-Zamakhshari (¡un mutazilí que favorece el uso de la
razón!) Dice:
"Es costumbre que los reyes y los hombres poderosos no sean
cuestionados sobre sus acciones y sus órdenes, por respeto y por miedo,
a
pesar del hecho de que están expuestos a error. Con mayor razón, el
Rey de reyes y el Maestro de maestros, que los ha creado y que sustenta
su supervivencia, no podría ser cuestionado por sus acciones, ya que es
evidente para la razón que todo lo que hace es obra de la sabiduría, y
no
es posible en absoluto que pueda equivocarse o cometer faltas."
Al contrario que el creyente, el investigador estima que todo texto,
sea cual sea su santidad para sus adeptos, es un texto humano
susceptible de error, tanto en el plano de la forma como en el del
contenido. En lo que respecta a los errores lingüísticos, el
investigador examina el Corán como si se tratara un libro de
matemáticas o de física. No mira el contenido, sino más bien la
exactitud de la lengua en la que se escribió ese libro. Algunos errores
del Corán fueron corregidos por las variantes. Pero estas variantes a
veces han agravado la situación, tanto más cuanto algunas palabras en
el Corán tienen más de diez variantes con significados contradictorios.
Hay quienes opinan que las variantes forman parte de la revelación, en
virtud del relato según el cual el Corán fue revelado en siete letras
(expresión cuyo sentido resulta equívoco). No es más que una artimaña
para
no admitir que hay errores en el Corán. El Corán que está en manos de
los musulmanes y en las mezquitas no incluye las
variantes. Y si se corrigiera el Corán sobre la base de estas
variantes, los países árabes y musulmanes no autorizarían su
publicación, pues eso se consideraría como una alteración punible del
Corán. El lector interesado encontrará estas variantes en mis
traducciones y mi edición árabe del Corán, y en ninguna otra traducción
o edición del Corán.
Los errores pueden clasificarse en varios tipos:
morales, científicos (como los errores médicos), históricos,
geográficos, matemáticos y lingüísticos. En nuestro libro en árabe
titulado الأخطاء اللغوية في القرآن (Los
errores lingüísticos en el
Corán), así como en nuestra edición árabe del Corán, nos hemos
concentrado en esa clase de errores, debido a su relación con las
traducciones que hemos efectuado. Entendemos la palabra "lengua" en el
sentido del término griego logos,
un término que designa la palabra concreta y el discurso. Cuando
hablamos de errores lingüísticos en el Corán, no nos limitamos a
errores gramaticales, sino que abordamos todo lo que concierne a la
formulación del discurso. Hemos dividido estos errores en once tipos:
1. El uso de palabras o frases ambiguas.
2. Las faltas de ortografía.
3. Las diferentes lecturas y errores de
transcripción.
4. El uso de palabras en un sentido erróneo.
5. La construcción defectuosa de los elementos
del discurso.
6. Los errores gramaticales, incluida la enálage.
7. Las contradicciones:
— contradicciones de las normas.
— contradicciones de los
relatos.
8. Las repeticiones y las redundancias:
9. Las pérdidas y las lagunas:
— lo que se ha perdido del
Corán y lo que no forma parte de él.
— las lagunas del Corán.
10. La dislocación del texto.
11. La disyunción errónea de los versículos y la
ausencia de signos de puntuación modernos.
El número de errores lingüísticos del Corán
en estos diferentes tipos
asciende a más de 2.500 errores, que menciono de manera simple y breve
al margen en mi libro antes mencionado y en mi edición árabe del Corán,
con sus enlaces en cuanto es posible, apoyándome sobre todo en las
exégesis del Corán. Los interesados en más explicaciones pueden
consultar estas exégesis. Hasta donde sé, no existe ningún otro libro
completo especializado en los errores lingüísticos del Corán, mientras
que se encuentra una plétora de libros sobre la sintaxis del Corán, que
expresan el punto de vista de quienes sacralizan el texto coránico. No
pretendemos ser exhaustivos o infalibles en lo que hemos hecho, y
toda nuestra esperanza estriba en que nuestras observaciones señalen el
camino
y el comienzo de un trabajo más amplio de los investigadores. Esta es
una cuestión que merece ser estudiada y profundizada, con toda
neutralidad, aportando los diferentes puntos de vista.
Subrayemos aquí que descubrir errores lingüísticos no es una tarea
fácil, ya sea a causa del carácter sagrado del texto, ya por el hábito
adquirido, ya por la presentación de las ediciones árabes sin
puntuación y sin separación entre los párrafos. La mejor manera de
encontrar errores es comparar las exégesis y las traducciones del
Corán. Si los exegetas y los traductores difieren entre sí, esto es
prueba de que el texto plantea un problema. Como dice la sabiduría
popular: "Si los ladrones se pelean, aparecerán los objetos robados".
Es mi método para descubrir los errores del Corán, el comparar un gran
número de traducciones del Corán en francés, italiano e inglés durante
mi traducción del Corán a estas lenguas, así como un gran número de
exégesis
reconocidas. Hago referencia a estas exégesis en las notas.
En próximos artículos, desarrollaré los once tipos de errores,
comenzando por el primero, es decir, el uso de palabras o
frases ambiguas.
Para que mis lectores occidentales se den cuenta del problema que
planteo aquí, les sugiero que pregunten a sus interlocutores árabes y
musulmanes: ¿Cuántos profesores se atreverían a decir que existen
errores en el Corán? ¿Y cuál sería su suerte en los países árabes y
musulmanes? A título de prueba, aunque la respuesta es evidente: ningún
profesor se atrevería a decirlo y, si lo dijera, sería condenado a
muerte.
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